viernes, 12 de diciembre de 2008

EL CENDEAC LANZA LA 2ª EDICIÓN DE “EL TERCER UMBRAL. ESTATUTO DE LAS PRÁCTICAS ARTÍSTICAS EN LA ERA DEL CAPITALISMO CULTURAL”, DE JOSÉ LUIS BREA

El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural.
Autor: José Luis Brea
Edición: Cendeac
Fecha de edición: 2008 (2ª edición)
Colección: Ad hoc
Formato: 15 x 23 cm. 203 págs.
ISBN: 978-84-96898-32-5
Precio: 18 Euros
Distribuido por Actar distribución, www.actar-d.com

“El Tercer Umbral”, ganadora del Premi Espais de Crítica de Arte en el año 2005, ofrece un iluminador recorrido de algunas de las transformaciones más decisivas de la práctica artística durante las últimas décadas. El CENDEAC ofrece ahora una segunda edición revisada y aumentada de este libro, que se ha convertido ya en una obra de referencia obligada.

José Luis Brea en “El Tercer Umbral” realiza un lúcido diagnóstico de las prácticas artísticas contemporáneas, del desarrollo de las formas del capitalismo cultural, de las industrias de la subjetividad y de las políticas de la identidad, y apunta el umbral que nos conducirá hacia el escenario del arte en el futuro (Marta Gili, Exit Book).

La colisión funcional de las esferas de la cultura y la economía: he aquí el signo más importante que marca la historia de la humanidad en los albores del siglo 21. Podríamos, en primer lugar ver el flanco positivo de esta convergencia: que ya no habrá más espacio de separación funcional para los registros productores de simbolicidad, ni para sus realizadores “liberados”, se llamen éstos brujo, chamán, sacerdote o artista. Pero conviene nunca olvidar todo lo preocupante que esta fusión de registros conlleva: en primer lugar, que esta colisión se produce principalmente en beneficio de una apropiación flagrante de los poderes de las prácticas culturales –los de investir identidad, crear comunidad, producir imaginario e identificación a su través– por parte de la economía (un proceso ya percibido por Debord e ilustrado en la crítica reciente del llamado “poder de las marcas”); y en segundo, y no menos preocupante, el tremendo y desolador empobrecimiento de la vida del espíritu que esa absorción conlleva.
-

No hay comentarios: