miércoles, 29 de febrero de 2012
BRUMARIA PUBLICA "SOBRE LA CONTRADICCIÓN...", DE MAO TSE TUNG
Mao: Sobre la contradicción…
Español / Inglés
Tapa dura
374 páginas
2012
ISBN 978-84-939935-2-8
20 €
Tal y como podrá ver todo el mundo al leer los textos editados por Brumaria en este libro, Mao se distingue de todos los demás dirigentes revolucionarios del siglo XX por la tranquila sutileza de su pensamiento dialéctico. Sin duda alguna, es el gran dialéctico del movimiento comunista, hecho que ya señalaba en su diario Bertold Brecht a raíz de su entusiasta lectura del texto “Sobre la contradicción”. También es por ello que cuando, por aquel entonces, mi amigo Sylvain Lazarus intentó clasificar lo que él llamaba los “modos históricos de la política”, decidió dar el nombre de “modo dialéctico de la política” a la acción de los comunistas chinos bajo la dirección de Mao (Alain Badiou).
Mao, el gran dialéctico (prólogo de Alain Badiou) / Mao, the Great Dialectic (prologue by Alain Badiou)
Sobre la contradicción / On Contradiction
Contra el estilo de cliché del partido / Oppose Stereotyped Party Writing
Intervenciones en el foro de Yenán sobre arte y literatura / Talks at the Yenan Forum on Literature and Art
El viejo tonto que removió las montañas / The Foolish Old Man Who Removed the Mountains
Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha / Cast Away Illusions, Prepare for Struggle
El imperialismo norteamericano es un tigre de papel / U.S. Imperialism is a Paper Tiger
Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo / On the Correct Handling of Contradictions among the People
Perseverar en el estilo de vida sencilla y lucha dura y mantener estrecha ligazón con las masas / Persevere in Plain Living and Hard Struggle, Maintain Close Ties with the Masses
Confiar firmemente en la gran mayoría de las masas / Have Firm Faith in the Majority of People
Todos los reaccionarios son tigres de papel / All Reactionaries are Paper Tigers
¿De dónde provienen las ideas correctas? / Where Do Correct Ideas Come From?
Cinco documentos del Presidente MaoTse-tung sobre literatura y arte / Five Documents of Chairman Mao Tse-tung about Literature and Art
Sobre la Revolución Cultural (epílogo de Louis Althusser) / On the Cultural Revolution (epilogue by Louis Althusser)
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martes, 28 de febrero de 2012
NERUDA Y EL CENTENARIO DEL PARTIDO COMUNISTA
ARTÍCULO DEL POETA NORTON CONTRERAS ROBLEDO PARA REBELION
Este año celebramos y conmemoramos los 100 años de vida del Partido Comunista De Chile. Cien años de vida y de lucha junto al pueblo y a los trabajadores. No ha sido una vida, ni un camino fácil. Pero a pesar de la represión, pese a los golpes que hemos recibido en los diferentes periodos de la vida partidaria. Aún en estos días, aún en estos tiempos, seguimos presentes, vigentes, y seguimos siendo un partido de raigambre obrera, campesina e intelectual, inspirado por el pensamiento de Marx y Lenin. Seguimos existiendo y porfiadamente luchando por el socialismo en el convencimiento de que otro mundo mejor es posible. En esta nota dedicada Pablo Neruda y desde el oficio de escribir, entrego un aporte militante en el año del Centenario de mi Partido.
Pablo Neruda , militante del Partido Comunista De Chile, fue un destacado activista político, siendo Senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y pre-candidato a la Presidencia.
Pablo, tu p oesía, alimento necesario como el aire que respiramos . A España en el corazón, tu canto renació en la guerra. B ella tu obra, el Nobel no cambió tu esencia terrenal. L a lucha de los pueblos, vegetaciones milenarias, O das al amor, como el pan en la mesa, eso nos diste. N osotros, recibimos tu poesía, tu canto, tu verbo. E mocionados vimos en tus palabras, vida, ilusiones. R esidencia en la tierra tu dirección. Poeta tu curriculum. U na Prosa Poética al camarada Pablo, alma poética, terrenal, estelar. D ejaste para las generaciones futuras tu poesía militante A l pueblo, a las gentes. Nos llega en las lluvias del sur.
Sobre la sangre derramada en ciudades y pueblos de la patria, sobre pirámides de libros cuyas palabras murieron en la hoguera, sobre el destino truncado de los presos políticos, de los desaparecidos, de los asesinados, sobre las almas desterradas a tierras sin nombres, construyó el general de mercenarios el gobierno militar de la incultura, la dictadura de los halcones de la guerra.
Pablo, cuando tu alma se fue hasta las alturas de Machu Pichu, comenzó una época terrible. Tus palabras quedaron junto a las gente organizando futuro. El mismo día de tu funeral comenzó a renacer el verbo sobreviviente del holocausto.
Modestas mujeres, hombres de trabajo la gente, el pueblo obrero y el pueblo campesino, estudiantes y cantantes, poetas y artistas, gritaron tu nombre, tus versos eran un grito de combate, bajo la mirada atenta de soldados armados. Con llanto en los ojos y coraje en el alma, el pueblo comenzó a cantar La Internacional. En todo el territorio de la patria prisionera se agitaron las almas combatientes. Ese día pusiste en el pecho del pueblo cuchillos que yacían enterrados.
Yaces poeta insomne, en tu lecho de elementos terrenales, ojos de futuro, cantos prolongados en la historia del tiempo. Vengo a cantar contigo. Traigo del sur las lluvias y las vegetaciones exuberantes, traigo rayos y truenos para que sembremos tempestades.
Vengo a cantar contigo, vengo de montes y quebradas vengo del Valle del Elqui, del pueblo de Canela, por esos lares dejé el arado esperando en las semillas. Estoy aquí para cantar contigo, y reencender el horizonte con las palabras. Estoy aquí, vengo a cantar contigo
Pablo Neruda , vienes desde el vientre del pueblo, desde las profundidades de la vida, desde socavones dormidos en lechos minerales, desde caminos rurales por los que la brisa de los días va besando la piel de los senderos. Vienes desde las alturas de los andamios con los que los obreros construyen grandes edificios.
Vienes desde las grandes ciudades de carreteras de asfalto y cemento, de rostros fríos, indiferentes, ausentes como el amor en fuga. Vienes desde el campo con olor a madre tierra en la que los labradores depositan semillas germinales.
Vienes desde territorios de alfareros, manos de arcilla y greda de las que salen ollas, jarros y vasos como pájaros del nido. Vienes desde mares reflejados en la luna de tus ojos, vienes desde los continente perpetuados en los versos de tu poesía.
Vienes volando desde las alturas de cordilleras milenarias, testigos del paso de la cruz y la espada testigos del paso de la sangre y el fuego que invadieron de norte a sur nuestras tierras. Vienes desde territorios de habitantes indomables renaciendo en la raza templada por el fuegon de los volcanes. Vienes desde la serenidad de las noches silenciosas del desierto, Desde todos los rincones de la patria, viene tu voz, tu canto, tu poesía.
Pablo Neruda, camarada poeta, en las grandes alamedas de la patria cerradas aún para el pueblo, entre banderas incendiarias y consignas, la gente grita e invoca tu nombre.
Pablo Neruda, camarada poeta, ¡Ven a renacer en la semilla!
Desde las alturas viene la poesía nerudiana, en estos tiempos. Aún vital y vigente. Trae las lluvias torrenciales del sur en sus pupilas. Sus pies van reconociendo los caminos, re- bautizando las tierras con nombres y recuerdos renacidos de los tiempos antiguos, antes de que las botas, fusiles y bayonetas las dividieran en regiones. Sus pasos van reencendiendo fuegos dormidos años centenarios, siglos milenarios.
Pablo aire y agua, Pablo fuego y tierra, Tu poesía se contiene en todos los elementos. Tu poesía conjuga la esencia de la vida. ¡Canta, canta poeta del pueblo! ¡Canta, canta poeta de raza indomable! Lautaro y Caupolicán cantan contigo.
¡Canta, canta poeta de los enamorados!¡Canta, canta poeta de amantes fortuitos! Tu poesía de corazón rebelde, canta en las voces del viento. El pueblo hace suyo tu canto, sus manos buscan la lámpara que dejaste encendida. Capitanes del pueblo la encontrarán, y tu canto llevando aires de libertad, iluminará la patria desde el norte hasta la Araucanía.
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lunes, 27 de febrero de 2012
"SPANISH REVOLUTION"
EXPOSICIÓN EN LA REAL SOCIEDAD FOTOGRÁFICA
FOTOGRAFIANDO LA REVOLUCIÓN
El quince de mayo de 2011 vivimos una jornada histórica en nuestro país. Asistíamos al comienzo de un movimiento ciudadano sin precedentes en contra de la crisis financiera, política y social, que sigue asolando con fuerza, a día de hoy, a la mayoría de la sociedad europea.
La #SpanishRevolution comenzaba aquel día. Entonces nos indignamos y tomamos la Plaza para pedir una democracia más real. En Madrid, la Puerta del Sol se cubrió de carpas azules, de poemas-consigna, de collages urbanos, que parecían haber brotado espontáneamente, como si ese lugar les hubiera pertenecido siempre. Cabría preguntarse si los fotógrafos se acercaban a Sol o si era el movimiento el que generaba fotógrafos. Sin lugar a dudas, frente a la unión "del pueblo en la plaza" era inevitable el deseo de conservar cada uno de esos momentos y de contar al mundo lo que estaba pasando.
El 15M trajo consigo un espíritu creativo fresco, renovado y prolífico. Esta exposición colectiva quiere contribuir a mantenerlo vivo. Por eso hemos seleccionado una serie de imágenes que, además de su inestimable valor documental, destacan por su capacidad para descubrir un gesto perdido en la multitud, un matiz lumínico especial, una visión alternativa de lo que estaba pasando, en definitiva. Con ellas queda patente que en nuestro país la fotografía está más viva que nunca.
La muestra se organiza en torno a cinco ejes: Acampada Sol, Asambleas, Manifestaciones, Carteles y No Violencia, con la intención de acercarnos a los distintos polos del movimiento, condicionados por las inevitables limitaciones espaciales con las que contamos.
Esto no ha hecho más que empezar. Nos queda por delante un largo camino. Seguimos haciendo fotografía. Seguimos indignados.
SPANISH REVOLUTION: LOS AUTORES
Empecé a fraguar la idea de montar una exposición colectiva sobre la "Spanish Revolution" de una manera instantánea, como el colacao. El primer día que me acerqué a la puerta del Sol de Madrid como un curioso cualquiera cámara en mano, como siempre, aparte de alucinar con todo lo que veía y leía, de repente me sentí joven; por un momento me transporté a mis diecinueve años. En Sol se palpaba la posibilidad de un mundo más justo para todos y allí me sentí muy a gusto.
Desde el primer momento me encontré al lado de muchos fotógrafos que, como yo, querían ser testigos de lo que estaba pasando. Al final coincidí con bastantes colegas y de ahí surgió la idea de hacer esta exposiicón, con las imágenes resultantes de esas cámaras amigas.
Tras unos cuantos meses de esfuerzo y trabajo el proyecto toma forma y concluimos la primera etapa, que no el final, ya que esta exposición pretende ser sólo el principio.
El resultado de esta primera etapa son las imágenes que podréis contemplar en la Sala de Exposiciones de nuestra querida Real Sociedad Fotográfica.
Los autores implicados en este sentido proyecto somos: Balancín de Blancos, Pepe Frisuelos, Borja Lázaro, Ana Zaragoza, José Mª Escudero, Juan Plaza, Álvaro Minguito, Javier Luengo, Enrique Sanz, Lucía Herrero, Juan Galisteo, Raúl Montesano, Nacho Caballero, Libertad Martínez, Benjamín Larrea y Santiago García.
Pepe Frisuelos
Comisario
Sala de exposiciones de la Real Sociedad Fotográfica (Tres Peces, nº2 - Madrid)
Entrada libre. De lunes a viernes de 18:30 a 21:30 y sábados de 11:00 a 14:00
Hasta el 13 de marzo
domingo, 26 de febrero de 2012
"LOS OJOS DE PICASSO", DE RAFAEL ALBERTI
La edición original del poema "Los ojos de Picasso", publicada en Roma en 1966, se compone de veinte ejemplares únicos, manuscritos y dibujados por el poeta, con cinco grabados en plomo realizados por el mismo. Esta técnica de grabado, prácticamente desconocida en Europa, fue desarrollada por José Guadalupe Posada en sus talleres de la Gráfica Popular, en la ciudad de México, a principios del siglo XX. Un hábil artesano italiano, Enzo Romero, estudió dicha técnica allí años más tarde, y se la enseñó al poeta en su taller de Roma. Rafael Alberti realizó una obra muy original en plomo durante sus años romanos, más de sesenta grabados en total, únicos en su género.
EXPOSICIÓN VIRTUAL "LOS OJOS DE PICASSO": http://www.rafaelalberti.es/Exposiciones/ExpoImages.swf
Fuente: Fundación Rafael Alberti
sábado, 25 de febrero de 2012
"LA MADRE", PELICULA DE VSEVOLOD PUDOVKIN, BASADA EN LA NOVELA DE MÁXIMO GORKI
Título original: Мать/Mat
URSS
1926
Productora: Mezhrabpom
Director: Vsévolod Pudovkin
Fotografía: Anatoli Golovnya (Blanco y negro)
Guión: Nathan Zarkhi (Novela: Maxim Gorky)
Reparto: Vera Baranovskaya, Nikolai Batalov, Aleksandr Chístyakov, Anna Zemtsova, Ivan Koval-Samborsky, V. Savitsky, N. Vidonov, Vsevolod Pudovkin
Duración: 88′
Sinopsis:
1905. En una fábrica de la Rusia zarista se produce una huelga de trabajadores. Pavel Vlasov es un obrero activista, mientras que su padre Vlasov, también obrero, es captado por los que quieren romper la huelga. Tras la muerte del padre y el arresto y la farsa de juicio a la que es sometido Pavel, Pelageya Nilovna Vlasova, la madre, poco a poco va tomando conciencia de la situación, alineándose de forma cada vez más activa con las ideas de su hijo.
Comentario:
En 1925 en la URSS, en el marco de las celebraciones del 20 aniversario de la Revolución de 1905, se desarrolló un proyecto según el cual se realizarían varias películas conmemorativas de los eventos acaecidos aquel año. Al final, sólo se rodaron dos guiones: ‘Bronenósets Potyomkin (El Acorazado Potemkin)’, de Eisenstein y la película que nos ocupa: ‘Mat (La Madre)’, de Pudovkin. Su contratación se debió en gran parte al éxito de su cortometraje ‘Shakhmatnaya Goryachka (La fiebre del ajedrez)’.
Con esta adaptación de la novela de Máximo Gorky, Pudovkin nos sitúa en las revueltas obreras de la Rusia de 1905 para escenificar la toma de conciencia de una madre.
La experimentación en torno al montaje y la planificación es tan vanguardista como la de Eisenstein, siendo impresionantes las metáforas visuales con elementos de la naturaleza, la utilización de contrapicados para reforzar la idea de poder o la utilización de primerísimos planos. Sin embargo, en su caso la construcción de la historia es mucho más clásica, desarrollando la narración en torno a personajes protagonistas. De hecho, Pudovkin rechazó expresamente las consignas de Eisenstein y Kulechov en cuanto a no usar actores profesionales y la disolución del protagonismo individual en favor del colectivo.
De este modo, el director siempre se apoyó en los actores, convirtiéndolos en uno de los elementos artísticos principales de sus trabajos. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que Pudovkin es uno de los maestros pioneros en dirección de actores, ya que consigue de ellos una fuerza y una expresividad inconmensurable.
Y, como decíamos, en vez de optar por el protagonista colectivo, Pudovkin utiliza personajes concretos identificados e identificables. Trasciende el mero cliché para ofrecernos unos personajes psicológicamente más profundos. Sus protagonistas, en este caso la madre, emprenden un viaje tras el cual logran una toma de conciencia total. Se pasa de la individualidad a la conciencia social. El individuo pertenece al grupo, al pueblo trabajador; pueblo que se une para derrocar al opresor incluso a riesgo de morir. Con esto se pretende que el espectador que aún no lo haya hecho, acompañe al personaje; la película debe producir una toma de conciencia.
Siendo una película de propaganda en la que, como en las primeras obras de Eisenstein, la lucha de clases entre los obreros y los burgueses queda reflejada con una evidente toma de partido por lo primeros, sin embargo el eje del conflicto se desarrolla en torno a una familia trabajadora, paradigma de las diferencias existentes en su clase.
Así, la huelga que desencadena todo tiene su primer conflicto dentro de la fábrica. En un lado el hijo activista, en el otro el padre captado por los contrarios a la huelga, todos ellos trabajadores. Bien es cierto que el tratamiento de uno y otro bando no es simétrico, los huelguistas luchan por unos ideales, mientras que los que se oponen son retratados como borrachos, despreocupados y vendidos a los patronos, unos simples matones rompehuelgas, pero aún así, es notable que se señale la existencia de diferencias.
Y no solo ahí, en más ocasiones y por distintos obreros se acusa a los huelguistas de “buscalíos”, lo que denota la evidente fractura que existía dentro del mundo del trabajo. La propia madre, la gran protagonista de la historia, es una de estas que no termina de comprender por qué su hijo anda metido en esas historias. Y ahí es donde la película adquiere un valor propagandístico de enorme calado, porque siguiendo la desgracia de esa madre y en una parte final de gran belleza, enorme emoción y fuerza arrolladora, asistimos a la toma de conciencia de la madre, que ante la injusticia y el abuso de poder decide pasar a la acción hasta sus últimas consecuencias.
Según Romà Gubern: “El famoso desenlace ilustra a la perfección el estilo de Pudovkin: una gran manifestación en la que participa su madre, permite a Pavel escapar de la cárcel. Estas dos acciones paralelas -la manifestación y la cárcel- se complementan con una tercera, el deshielo del río Neva, símbolo que representa la alegría de la liberación del prisionero y la arrolladora acción de las masas en una primavera revolucionaria.”
El paralelismo adquiere enorme dramatismo cuando se llega al puente, objetivo anunciado de boca en boca por los manifestantes y repetido por la policía y el ejército. La ruptura del hielo en su choque contra los pilares de piedra nos anuncia el drama final.
Antes hablábamos de la importancia de los actores en las películas de Pudovkin. Pues bien, en este caso de más de la mitad del valor de la película tiene la culpa Vera Baronovskaia, la mujer que encarna a la protagonista.
Tiene valor que en una película de 1926 una mujer se convierta en líder de una revuelta, aunque sea de una forma más o menos circunstancial, pero la cosa adquiere más valor cuando previamente hemos visto cómo otra mujer es una de las líderes de la célula en la que está el hijo. No parece casual si recordamos que la Revolución Rusa se inició en febrero de 1917 precisamente con una movilización de obreras textiles que decidieron conmemorar el Día Internacional de la Mujer con una huelga. Así lo recuerda León Trotsky en la Historia de la Revolución Rusa: “A nadie se le pasó por las mentes que el Día de la Mujer pudiera convertirse en el primer día de la revolución… La Revolución de Febrero empezó desde abajo, venciendo la resistencia de las propias organizaciones revolucionarias; con la particularidad de que esta espontánea iniciativa corrió a cargo de la parte más oprimida y cohibida del proletariado: las obreras del ramo textil.”
En este caso, el valor del mensaje difundido por el cine soviético a las trabajadoras del resto del mundo supera la simple consideración de propaganda, convirtiéndose en auténtico modelo a seguir.
Fuente: Cine y Trabajo
VER PELÍCULA:
viernes, 24 de febrero de 2012
"SOLO EL VIENTO", PELÍCULA HÚNGARA PREMIO DEL JURADO DEL FESTIVAL DE BERLÍN
Título: Solo el viento
Título original: Csak a szél
Dirección: Benedek Fliegauf
País: Francia, Hungría, Alemania
Año: 2012
Duración: 91 min.
Género: Drama
Reparto: Katalin Toldi, Gyöngyi Lendvai, Lajos Sárkány, György Toldi, Attila Egyed, Zsolt Végh, Emese Vasvári, Franciska Töröcsik, Gergely Kaszás
Sinopsis: Una familia rumana es asesinada en un pueblo de Hungría. La noticia se expande como la pólvora. Los autores del crimen han escapado y nadie sabe cómo. Otra familia de rumanos tiene miedo de que la próxima vez les pueda pasar a ellos. Lejos de allí, en Canadá, el padre decide que mujer, hijos y abuelos deben reunirse con él lo antes posible. La espera se hace larga y los días se van llenando de miedo. De noche, la familia junta sus camas para protegerse. Pero escapar de la locura racista es muy difícil...
El desconcertante director húngaro Benedek Fliegauf de 36 años ha firmado hasta ahora películas tan difíciles como interesantes: Bosque (2003), una película experimental en clave de comedia dramática sobre personajes perdidos en un bosque, Dealer (2004), en la que la historia del día a día de un camello sirve para plantearse el destino humano, Vía láctea (2007), otra película experimental que se vertebra en torno a una especie de poesía antropológica sobre la cuestión humana, y Womb (2010) una película de ciencia ficción -con Eva Green (Soñadores, 2003)- sobre amor y clonación. ¿Interesante? Pues ahora vuelve con Just the Wind, su quinto largometraje, con un thriller rural sobre el racismo protagonizado por una familia gitana de las estepas centroeuropeas a la que persiguen unos asesinos.
Una cita obligada dada la terrible situación de Rromafobia y antigitanismo que se está viviendo en este país donde las agresiones y asesinatos de personas gitanas están al orden del día, esperamos que este film pueda traer una mayor visibilización de esta penosa situación y mueva conciencias para poner fin a este abuso y violación de los Derechos Humanos continuado que se vive en Hungría y que amenaza con extenderse por toda Europa.
De hecho la película está basada en los Pogroms racistas que están teniendo lugar en Hungría, especialmente en los acontecidos en el año en el que la Guardia Húngara asesinó en menos de un año a 8 personas de etnia Rroma, y otros tantos ataques racistas que se saldaron con mujeres, niños y ancianos heridos de diversa gravedad.
Otra cuestión a destacar de este film, que esperamos llegue a las pantallas españolas, es que el director asume el riesgo de trabajar con actores gitanos no profesionales, lo que otorgará una mayor espontaneidad y realismo. Creo que esto dará unos excelentes resultados como ya ha sucedido con otras realizaciones que han optado por asumir esta forma de trabajo. El coste final de este film ha estado en torno a los 500.000 euros.
La película nos relata la historia de una familia Rroma que vive en Hungría en una granja aislada. Cerca de donde viven se ha perpetrado el asesinato de una familia gitana y la noticia ha corrido como la pólvora. Los autores han escapado y nadie dice saber quien ha cometido el crimen. Su miedo a sufrir ellos mimos un ataque racistas los sume en el terror y les obliga a extremar el cuidado. Muy lejos, en Canadá, el padre de familia decide que su esposa, hijos y el abuelo, aquejado de minusvalía tras un ataque cerebral, se reunan lo antes posible con él. La inseguridad les lleva a decidir que partirán al día siguiente del ataque por lo que se deciden a pasar la noche, para mitigar el miedo juntan las camas, sin embargo su esperanza de escapar de esta locura es ilusoria. La acción transcurre en verano, en la familia presienten el peligro aún sin verlo hasta el día que desgraciadamente llegan los cazadores.
Los personajes que intervienen en el film son Anna (Gyöngyi Lendvai), una adolescente escolarizada; su hermano Rio (Lajos Sárkány), que tiene 11 años; su madre Mari (Katalin Toldi), empleada doméstica en elpueblo vecino, su abuelo Tomi (György Toldi), minusválido tras un ataque cerebral.
Esperamos poder disfrutar de este film en nuestras pantallas y que no nos dejen con las ganas como ha sucedido con otras películas como la eslovaca “Gitano” o la más conocida “Liberté” del director Tony Gatlif.
Fuente: Baxtalo's Blog
jueves, 23 de febrero de 2012
"EL LECTOR DE JULIO VERNE", DE ALMUDENA GRANDES
“En los malos tiempos, los niños crecen de prisa. Los de mi infancia fueron los peores, y a los nueve años yo ya tenía muy claro que no quería ser guardia civil, y no quería volver a viajar esposado, que no quería vivir en una casa cuartel, que no quería darle miedo a la gente, ni saber que escupían al suelo en cuanto te daban la espalda, ni que hicieran la pelota al alguacil, ni…”. Es Nino quien habla. Ese es el niño a través de cuyas palabras, pensamientos, ideas, emociones, sentimientos y sueños la literatura recorre ahora la posguerra civil española en la zona rural. Y la voz de Nino llega por obra y gracia de Almudena Grandes que lo ha creado para narrar El lector de Julio Verne (Tusquets). Una obra que conforma la segunda parte de su proyecto literario Episodios de una Guerra Interminable que empezó en 2010 con Inés y la alegría. Un atisbo al mundo de El lector de Julio Verne lo ofrece en primicia EL PAÍS al adelantar el primer capítulo de la novela que llegará a las librerías el 1 de marzo.
El subtítulo de la novela es clarificador: La guerrilla de Cencerro y el trienio del terror, Jaén, Sierra Sur, 1947-1949. Sus páginas se adentran en la cotidianidad de la gente, con sus miedos e ilusiones, y las esquirlas que la Guerra Civil y la posguerra dejó en sus vidas. Y más allá del conflicto, la novela es también un homenaje a la literatura, a sus favores y beneficios entre los que se encuentran los de servir para protegerse del mundo. Y para vivirlo a través de otros mundos. La lectura como salvación de las emboscadas de la realidad a través del descubrimiento de los libros en un niño que empieza a hacerse adulto antes de tiempo.
¿Y de dónde surge la novela? Almudena Grandes lo cuenta y da las claves en las primeras páginas del libro: "En un viaje de 2004 mi amigo Cristino Pérez Meléndez, hijo de guardia civil, me contó una historia de su infancia en la que yo vi inmediatamente una novela. El lector de Julio Verne es esa novela, la novela de Cristino, que aquella noche me habló de los que se echaron al monte y de Cencerro, de su valor, de su arrogancia, de la leyenda de los billetes firmados y de su muerte heroica en la Sierra Sur de Jaén, y me contó cómo era la vida del hijo de un guardia civil en una casa cuartel como la de Fuensanta de Martos, donde las paredes no sabían guardar secretos y los gritos de los detenidos llegaban hasta las camas de los niños, igual que llegó hasta sus oídos, una noche, la preocupación de su padre por un hijo tan bajito que no iba a dar la talla de mayor, y al que por eso obligó a aprender a escribir a máquina".
Puedes leer aquí el primer capítulo de El lector de Julio Verne (Tusquets): http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/pdf/julio-verne.pdf
Fuente: El País
miércoles, 22 de febrero de 2012
¿PERMISO PARA LA REVOLUCIÓN?
EL ARTE TAMBIÉN CUESTIONA LAS ESTRUCTURAS DE PODER
"In dreams begin responsabilities". La pancarta que recoge la obra de la alemana Andrea Geyer pone el punto de partida. De nuestros sueños, de nuestras responsabilidades. De ahí al título de la exposición hay sólo un paso: "Permiso para hacer la revolución", se llama la muestra. ¿Es que hasta para eso hay que tener beneplácitos?
La pareja de artistas Cabello/Carceller propone un debate en torno a las nuevas formas de resistencia en las sociedades democráticas. Y para ello recurre al trabajo de un grupo de profesionales que lleva reflexionando sobre el tema desde los 70. La propia Andrea Geyer, Marina Grzinic y Aina Smid (Eslovenia), Julika Rudelius (Holanda), Sanja Iverovic (Croacia), Martha Rosler (EEUU)... Todas han utilizado el arte para cambiar cosas. O para intentarlo. "Sus obras -la mayoría audiovisuales- revisan las estructuras de poder que nos dominan y nuestra reacción ante ellas. Y abogan por la no violencia para el cambio", cuentan las comisarias.
A la hora de elegir a las que iban a integrar la muestra -hasta mediados de marzo en el espacio Off Limits de Lavapiés-, buscaron "establecer un diálogo entre las que empezaron a trabajar en los 70, como Martha Rosler o Sanja Ivekovic, y las que lo hacen ahora. Queríamos mostrar contextos distintos, desde la ex Yugoslavia tras el Muro de Berlín al Nueva York de los 80...". El resultado es un conjunto de obras que cuestionan el estado del bienestar, nuestra pasividad, las estructuras heredadas... "No tienen un punto de vista complaciente y no son de lectura fácil. Te plantean las cosas, pero eres tú quien tiene que verlas, si no lo sabes interpretar, plantéate que algo falla", advierten.
Y aunque reconoce que los tiempos han cambiado, el colectivo Cabello/Carceller asegura que también las democracias amordazan. "Censura débil", lo llaman. "Por ejemplo, no hablando de ti, ignorando lo que dices, no dejándote espacio para expresarte... Y eso vuelve a la gente pasiva. Lo estamos viendo ahora con la crisis. En cuanto pasa algo así, volvemos atrás en cuestión de derechos y eso es porque no hemos cambiado nada nuestras estructuras mentales. Es verdad que el miedo paraliza y lo peor de todo es que es un miedo muy relativo. Por ejemplo, a que no te suban el sueldo. Tenemos tan interiorizado el sistema del bienestar que cualquier cosa nos asusta y nos hace callarnos. Hay algunos sistemas, como el de Holanda, que son más amables y consiguen que la gente sea menos activa y otros, como el nuestro, que intervienen mucho más en nuestras vidas, pero al final todas las democracias occidentales recurren a mecanismos de control similares".
Todos estos problemas se analizan en la muestra desde una perspectiva de género. ¿Sigue siendo hoy necesario? "Sí, porque los feminismos son el único modo de pensamiento que plantea un cambio que no acabará reproduciendo las estructuras patriarcales heredadas. La historia demuestra que otras revoluciones han dejado fuera a la mujer porque han reproducido esquemas que las ignoraban. Y lo vemos hoy, que hay muchas personas concienciadas sobre la necesidad de modificar las estructuras económicas y de poder, pero no con las de género".
Cabeller y Cabello creen que el arte puede cambiar cosas. "No es inmediato, actúa a largo plazo, pero puede hacer que los mensajes y las propuestas vayan más allá del momento concreto y se queden formando parte del imaginario. El artista puede ayudar a hacer la revolución y bajar a la calle, pero el arte sirve para traspasar las barreras temporales. Hay mucha gente trabajando para ello así que hay esperanza y las redes sociales nos permite expandirnos aún más". Y lanzan una advertencia: "Cuidado que todavía se puede retroceder más. La libertad hay que ganársela".
'Permiso para hacer la revolución' estará en Off Limits Lavapiés hasta el 16 de marzo
Fuente: El Mundo
Más información: http://www.offlimits.es/maelstrom/2012/02/permiso_para_hacer_la_revoluci.html
'Obsession', vídeo de Marina Griznic y Aina Smid.
martes, 21 de febrero de 2012
EXPOSICIÓN DEL ARTISTA SOVIÉTICO VLADIMIR LÉBEDEV EN LA FUNDACIÓN JUAN MARCH DE PALMA DE MALLORCA
DEL 22 DE FEBRERO AL 26 DE MAYO DE 2012
Primera exposición monográfica dedicada en España al artista ruso Vladimir Lébedev (1891–1967). La integran más de 100 obras sobre papel —dibujos, cartelería revolucionaria y libros infantiles ilustrados—, procedentes de algunas colecciones privadas y públicas, fundamentalmente de los fondos del coleccionista estadounidense Merrill C. Berman y de la colección de la Bibliothèque de l’Heure Joyeuse de París, que muestran la larga carrera de Lébedev como artista de la vanguardia revolucionaria.
Formado en San Petersburgo, su talento como dibujante se manifestó ya tras la Revolución de Octubre de 1917 y el establecimiento del régimen soviético. Fue entonces cuando Lébedev empezó a dibujar sus célebres “ventanas ROSTA” (1920–1922), los carteles producidos para la oficina regional del norte de la ROSTA (la agencia telegráfica soviética de Petrogrado, en la que Lébedev fue jefe adjunto del departamento de carteles). Basados en xilografías tradicionales (los llamados “Lubki”), las ROSTAs de Lébedev revelan sus experimentos con el cubismo, el futurismo y la abstracción. La exposición incluye también una amplia serie de dibujos a tinta y acuarela que muestran la enorme destreza de Lébedev en el así llamado “dibujo pictórico”, tanto en el campo del comentario y la crítica social como en su atención al cuerpo femenino.
La faceta quizá más conocida de la obra de Lébedev —su magnífico trabajo como ilustrador de libros infantiles— tiene también una amplia presencia en la muestra. Como director de arte de la Imprenta Detgiz ya en el Leningrado de entre 1924 y 1933, Lébedev no solo encargó ilustraciones a muchos artistas, sino que él mismo —a lo largo de una prolífica relación con el escritor Samuil Marshak (1887–1964)—, ilustró decenas de libros infantiles con textos de este último, muchos de los cuales estarán incluidas en esta muestra.
La exposición se acompaña de un catálogo bilingüe (español e inglés) profusamente ilustrado que cuenta, entre otras aportaciones, con una aproximación histórico–biográfica a la obra de Lébedev a cargo de Masha Koval, algunos documentos históricos y textos dedicados específicamente a su producción revolucionaria y a sus libros infantiles rusos, a cargo de Nicoletta Misler, Carlos Pérez y Françoise Lévèque.
http://www.march.es/arte/palma/exposiciones/vladimir-lebedev/
lunes, 20 de febrero de 2012
LA REIVINDICACIÓN DE "UNA ESTÉTICA CON ÉTICA" INSPIRAN LA 11º BIENAL MARTÍNEZ GUERRICABEITIA
Un calidoscopio para ver las últimas tendencias de la creación, para sondear el estado del arte actual y para invitar al público a reflexión. Las Bienales tienen siempre ese propósito. Y el Patronato Martínez Martínez Guerricabeitia de la Fundación General de la Universita ha inaugurado la undécima edición de una cita que se ha convertido ya en un ‘clásico’, con 22 años de historia. Bajo el lema “Nulla aesthetica sine ethica” (Ninguna estética sin ética) este certamen bienal de arte contemporáneo se puede visitar en el Museo de la Ciudad de Valencia hasta el próximo 25 de marzo.
La Bienal Martínez Guerricabeitia cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia y del Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC)-La Filmoteca, el Aula de Cinema de la Universitat de València y el patrocinio de Banco Santander y de la Fundación Cruzcampo, dependiente de Heineken España.
Esta mañana la Bienal se ha presentado en una rueda de prensa celebrada en el Museo de la Ciutat, que ha contado con la intervención del vicerrector de Cultura, Igualdad y Planificación de la Universitat de València, Antonio Ariño; el director de actividades del Patronato Martínez Guerricabeitia, José Pedro Martínez; la teniente de alcalde delegada de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Mayrén Beneyto y Nuria Cidoncha, directora del Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC)-La Filmoteca.
Pensada para incentivar la creatividad de jóvenes artistas españoles y aumentar a su vez el patrimonio artístico de la Universitat de València (tras la celebración de la misma la institución suele adquirir alguna de las obras expuestas), en su undécima edición la Bienal Martínez Guerricabeitia dedica su discurso a la idiosincrasia que inspira la colección. Por ello las veinte obras expuestas, en esta edición todas pinturas, plantean una mirada socialmente crítica, de denuncia ante la injusticia y en la que la estética se convierte siempre en una correa transmisora de una motivación de concienciación social, por ello el juego de palabras que inspira el lema de esta edición: “Nulla aesthetica sine ethica”.
“Aunque damos siempre mucha libertad tanto a los artistas como al comité de selección, el lema de la Bienal suele retratar en cada edición el problema social que consideramos más presente en la actualidad informativa. Por eso, hemos abordado en otras ediciones la inmigración o la problemática medioambiental. Actualmente estamos acostumbrándonos a la falta de ética en conductas y operaciones que presumiblemente deberían ser intachables, por eso hemos decidido trasladarlo al arte y plantear cómo la estética retrata la falta de ética”, indica José Pedro Martínez, director de actividades del Patronato Martínez Guerricabeitia. Y aunque insiste en que la crisis económica no es el tema escogido para esta edición, lo cierto es que varios de los artistas se han decantado por retratarla, quizá porque su origen en muchas ocasiones obedece a la falta de ética de los distintos agentes del sistema.
Como viene siendo habitual, la muestra de esta undécima edición está formada por veinte obras de artistas presentados por cinco críticos y cinco galeristas de prestigio, que han elegido cada uno de ellos dos obras de dos artistas españoles.
El comité de selección de esta décima Bienal lo componen las galerías: Álvaro Alcácar (Madrid), Alejandro Sales (Barcelona), Sala Pelaires (Mallorca), Rafael Ortiz (Sevilla) y Valle Ortí (Valencia). El comité científico destaca por su gran experiencia en el mercado del arte tanto por las publicaciones que realizan como por los artistas y por proceder de distintos puntos de la geografía española. Este comité está compuesto por: Ricardo Forriols, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia; Federico Castro Morales, profesor de la Universidad Carlos III; Víctor Zarza, colaborador de ABC cultural y profesor en la Universidad Complutense; Rosina Gómez – Baeza, directora hasta hace unos meses del centro LABoral (centro de arte y creación industrial) de Gijón, y de ARCO desde 1986 hasta 2006, y Margarita Aizpuru, crítica y comisaria de exposiciones.
Los artistas seleccionados son: Chechu Álava, Jordi Alcaraz, Antonio Ballester, Patricio Cabrera, Colectivo LimpiArte, Luis Cruz Hernández, Carlos García-Alix, Chus García-Fraile, Iñaki Gracenea, Mari Puri Herrero, Cristina Lucas, Xisco Mensua, Cori Mercadé, Eugenio Merino, Nico Munuera, Amalia Ortega, Paco Rossique, Guillermo Rubí, Mery Sales y Matías Sánchez.
Tras las diez Bienales celebradas desde 1990, el Patronato Martínez Guerricabeitia ha incorporado a la colección un total de 21 obras de artistas que en la actualidad ocupan un puesto relevante en el panorama español del arte contemporáneo. Gracias a la Bienal, hoy la Universitat de València puede disfrutar de obras de Carmen Calvo, Curro González, Javier Baldeón y Rogelio López Cuenca, entre otros.
Como en la pasada edición la Bienal, gracias a la colaboración de IVAC-La Filmoteca y este año también se ha sumado el Aula de Cinema de la Universitat de València, se está proyectando un ciclo de cine que ayuda a contextualizar la Bienal y que se titula “Imágenes de la crisis”.
El ciclo, que se exhibirá entre febrero y abril, consta de dos partes: La Gran Depresión, a cargo del Aula de Cinema de la Univeristat, y El crack financiero actual, que ha sido programado por La Filmoteca para la sala Luis G. Berlanga.
El Aula de Cinema de la Universitat está proyectando en el Col·legi Major Lluís Vives todos los miércoles del mes de febrero una serie de películas que bien por el contexto de su realización, por su temática o por ambos, retratan la Gran Depresión de los años 30 en Estados Unidos.
Por su parte, la sala Luis G. Berlanga de La Filmoteca acogerá a partir de marzo la proyección de una selección de filmes, tanto documentales como de ficción, que abordan las causas y consecuencias de la actual debacle económica. Una crisis ante la que el cine contemporáneo –desde el independiente a la industria mainstream hollywoodiense– no es indiferente.
Sobre Jesús Martínez Guerricabeitia
Jesús Martínez Guerricabeitia pertenece a esa generación marcada ineludiblemente por la guerra y el carácter represivo del régimen franquista que llevó a su padre, a su hermano -fundador de la histórica editorial Ruedo Ibérico- y a él mismo a sufrir la cárcel, debido a sus convicciones libertarias. Una estancia en la cárcel traumática, pero que contribuyó a parte de su propia formación: allí recibió clases de profesores represaliados y mejoró sus conocimientos de inglés. Las últimas clases que recibiría, pues de la cárcel saldrá convertido prematuramente en un adulto abocado a forjarse a sí mismo, sin posibilidad de seguir estudiando; tal vez por ello sus ganas de aprender y su curiosidad intelectual nunca se saciarán.
Tras recobrar la libertad logra abrirse camino y se convierte en un joven emprendedor que trabaja en una linotipia como corrector y hasta aplica métodos de su invención para reparar las matrices de varias linotipias valencianas. Después de haberse instalado por su cuenta en un almacén de curtidos, en 1951 emigra con su esposa y su hijo a Colombia, y en 1968 se trasladan a las Islas Vírgenes para regresar definitivamente a Valencia en 1970. La estancia fuera de España le ha convertido en un hábil hombre de negocios hecho a sí mismo con una amplia experiencia en la representación y gestión comercial. Es el bagaje con el que regresa a Valencia, momento en el que puede permitirse que su antigua afición al arte, se traduzca en la adquisición de algunas pinturas en paralelo con una creciente colaboración -que no militancia-, con el Partido Comunista y con todas las fuerzas cívicas.
En 1999, Jesús Martínez Guerricabeitia donó su colección a la Universitat de València para preservar, incrementar y difundir dicha colección, que fue incrementada cuatro años más tarde, en 2003, con una segunda donación a la Universitat. La Bienal Martínez Guerricabeitia constituye la actividad más relevante del Patronato y de la que celebramos su undécima edición tras 22 años de andadura.
Obra de Cristina Lucas
domingo, 19 de febrero de 2012
"LAS EDADES DEL OBRERO", DE LÉON FRÉDÉRIC
Léon Frédéric (1856-1940)
Las edades del obrero
Entre 1895 y 1897
Oleo sobre tela
Paneles izquierdo y derecho Alt. 163; Anch. 94,5 cm
Parte central Alt. 163; Anch. 187 cm.
Museo de Orsay de París
A lo largo de su carrera, el pintor simbolista bruselense, Léon Frédéric, inscribió su obra en la gran tradición barroca flamenca. No duda en recurrir a la disposición antigua, bajo la forma de tríptico, y en llenar cada panel de una concurrida y potentemente expresiva muchedumbre, por sus gestos como en sus poses. Los tres paneles reunidos bajo el nombre Las edades del obrero, proceden de este orden que pone en escena decenas de personajes. El panel izquierdo privilegia la representación de los hombres y de los trabajos de fuerza; el panel derecho, las mujeres en sus funciones maternas. En medio, la infancia y la juventud, desfilan los que dejan el colegio, el taller o las obras.
Contrapunto de esta marea humana que se dirige hacia el espectador, en el centro del cuadro, la comitiva fúnebre se aleja hacia el fondo, evocando el ineluctable epílogo de cualquier existencia. La presencia de las banderas rojas, alrededor del coche mortuorio, apunta este último homenaje en la línea de las reivindicaciones sociales de fines del siglo XIX, que apoyaba parte de los creadores contemporáneos.
El dibujo, estremecido por el empleo de una luz plateada que se desliza sobre las formas y las define con nitidez, intensifica la impresión de animación y de saturación del espacio, deseada por el pintor.
sábado, 18 de febrero de 2012
"IMPORT/EXPORT", PELICULA SOBRE TRABAJADORES DEL ESTE Y DEL OESTE
Dirección: Ulrich Seidl.
País: Austria.
Año: 2007.
Duración: 135 min.
Interpretación: Ekateryna Rak (Olga), Paul Hofmann (Paul), Michael Thomas, Maria Hofstätter, Georg Friedrich, Natalija Baranova, Natalia Epureanu, Petra Morzé, Dirk Stermann, Erich Finsches.
Guión: Ulrich Seidl y Veronika Franz.
Producción: Ulrich Seidl.
Fotografía: Ed Lachman y Wolfgang Thaler.
Olga (Ekateryna Rak), una enfermera ucraniana cansada de vivir con el dinero contado, emigra de Ucrania y viaja hacia Occidente, atraida por el mito de una vida mejor, y huyendo de una sociedad miserable. En Viena trabajará como limpiadora, y después en un hogar para personas mayores, pero en ningún momento acaba de conseguir su sueño de una vida realmente digna.
Por otro lado, Paul (Paul Hofmann) es austriaco, y vive en Viena donde también tiene que luchar dia a dia para conseguir un trabajo y poder vivir con dignidad. Las chapuzas que le permiten ir tirando son cada vez más miserables y los amigos a los que dar sablazos ya casi no quedan. Cada mañana le resulta más difícil encontrar un motivo para levantarse de la cama. Asi que, junto con su padrastro, viajan a Ucrania como transportistas y reparadores de máquinas tragaperras. Sin embargo, allí las cosa no cambian mucho para él.
Import / Export, del director austriaco Ulrich Seidl, hace un crudo y sincero retrato de la clase obrera europea tras la caida de la Union Sovietica, despojada de todo su sentido de unidad y lucha colectiva por sus derechos. Por un lado, la de los antiguos paises comunistas, donde sus trabajadores tienen que optar entre huir del pais para poder mejorar o seguir asistiendo al derrumbe de una sociedad en la que el capitalismo ha convertido a los seres humanos en objetos de compra y venta. Alli la dureza de la situacion es, si cabe, aun mayor, pues los obreros han sido testigos de como un mundo donde la inestabilidad no existia y donde cada cual tenia sus necesidades garantizadas por el esfuerzo común, se va convirtiendo en un desierto de derechos donde el lema es "sálvese quien pueda".
Por otro lado, en el "paraiso" de occidente, no cambian demasiado las cosas, mas allá de que los salarios puedan llegar a ser en algún momento un poco mas altos. Por eso Paul, agobiado por el desempleo, la falta de sentido, las imposiciones de una sociedad para la que si no puedes consumir no tienes ningún valor, y la tension constante por la competencia, opta también, como Olga, por huir a su manera.
Por tanto, en Austria, como lo serían en cualquier otro lugar de Europa Occidental, las cosas siguen siendo igual de dificiles para Olga, como lo eran para Paul, pues en el fondo ambos son convertidos por el sistema en mercancias de usar y tirar, y nadie les asegura una vida decente ni un trabajo en el que puedan ser, ademas de fuente de beneficio economico o fisico de los privilegiados, seres humanos.
En el fondo, ni Olga ni Paul, como miembros de la clase trabajadora, desposeidos incluso de su fuerza de trabajo, que tienen que vender en un mercado a la baja en una sociedad donde el empleo se convierte en un lujo en vez de en un derecho, tienen ni tendrán patria, pues vayan donde vayan estaran siempre en manos de aquellos que se han hecho con el privilegio de propiedad sobre la riqueza, y que se creen con el derecho sagrado de continuar viviendo como parásitos beneficiándose del trabajo, del cuerpo o de la inteligencia de la mayoria. Al contrario, y esto es el principal triunfo del capitalismo, la mayoria de los obreros han sido manipulados y engañados para que asuman que explotar al mas debil es inevitable e, incluso, positivo para la mejora del sistema, y hayan descartado casi por completo la lucha de clases como forma de cambiar las cosas.
En resumen, solamente una Revolucion, como la que llevaron a cabo los pueblos sovieticos a partir de 1917, y que dio lugar a un estado donde la produccion estaba en manos de los que la producian, y en el cual el trabajo era un derecho y un privilegio mucho mas importante que la parasitaria propiedad privada, puede hacer que los trabajadores puedan ser y sentirse dignos y que, en definitiva, sean capaces de pertenecer a la patria que ellos mismos construyan, sin despreciarse a si mismos ni a otros trabajadores mas necesitados (como lo han sido los que vinieron huyendo de la catastrofe que supuso el final de la URSS y del socialismo en los paises del este durante mucho tiempo tras la instauracion brutal del capitalismo).
Fuente: Un Vallekano en Rumanía (http://imbratisare.blogspot.com/2012/01/import-export-sobre-trabajadores-del.html)
Película on-line extraida de:http://cinefox.tv/ver148/import-export_espanol.html
viernes, 17 de febrero de 2012
"LA PECERA", EL CORTO MÁS REIVINDICATIVO DEL AÑO
La pecera
12 minutos
Ficción
35 mm
Color
2010
Sinopsis: Lola, la directora de una sucursal de trabajo temporal recibe una misteriosa llamada a última hora de la noche. Es su “jefe de zona” que necesita urgentemente hablar con ella: Los despidos improcedentes se están disparando con el consiguiente gasto en indemnizaciones para la empresa. Así que o se ataja esta situación, o la sucursal de Lola tendrá que cerrar.
"A TODOS AQUELLOS TRABAJADORES QUE SE DEDICAN A ROBAR A OTROS TRABAJADORES"
Este ambicioso trabajo tiene la clara (y sensata) intención de ser un jarro de agua fría. ¿Por qué un jarro de agua fría? Porque el agua fría espabila (sobre todo en invierno…) y el autor considera que hace falta un buen espabile social. Empezando por él mismo. Y por eso “Pecera” quiere ser, por lo menos, una de las gotitas de ese jarro de agua “espabilante”. En esta época, las personas se pueden diferenciar fácilmente en dos grupos: Los hartos y los abducidos. Su guionista y director es de los primeros a tiempo completo (del segundo grupo a tiempo parcial…). Pero además de harto, también está feliz. ¿Y feliz por qué? Porque ha hecho lo que tenía que hacer. Y “Pecera” es lo que tenía que ser. Porque gracias a este cortometraje, un trato laboral abusivo, injusto y cabrón, ha acabado por convertirse en una victoria personal y creativa de un buen grupo de personas. La fuerza de “Pecera” reside en el impacto que tuvo en el autor un suceso en torno a una empresa de trabajo temporal, y cómo éste le hizo entender que los trabajadores han dejado de ser considerados personas y se han convertido en beneficios y costes. Fuese lo que fuese, algo empujó a nuestro autor a desenterrar sus armas. Y, una vez bien empuñadas, se puso a escribir sobre ello, dando comienzo así la venganza. ¿Venganza? Sí, venganza. “Pecera” es una venganza contra todos aquellos trabajadores que se dedican a engañar y, por tanto, robar a otros trabajadores. Simple y llanamente. El cine debe ser entretenimiento, pero el cine también puede y debe ser reivindicación. Y más en los tiempos que corren, donde ciertas injusticias se repiten de tal manera que se vuelven norma. Por ello, para evitar que la injusticia se convierta en norma, aportamos nuestro pequeño granito (gotita en este caso) de arena con esta historia, que además esperamos que les entretenga gratamente durante los minutos que dura.
Más información: http://www.myspace.com/cortopecera#ixzz130rd4L1i
Carlos Bouvier
En estos días oscuros en los que el gobierno del Partido Popular está terminando con todos los avances sociales conseguidos en el último siglo, se recomienda ver este corto genial de Carlos Bouvier, La Pecera, dedicado a todos los trabajadores enemigos de la clase trabajadora.
jueves, 16 de febrero de 2012
PREMIO AL ARCHIVO HISTÓRICO DE CCOO POR EL LIBRO "LA DICTADURA EN LA DICTADURA"
El libro ‘La Dictadura en la dictadura. Detenidos, torturados y deportados en Andalucía durante el Estado de Excepción en 1969’, recibe el premio en la modalidad de ‘Mejor investigación histórico, antropológica y arqueológica’, de 2011.
miércoles, 15 de febrero de 2012
"CANCIONES ESPAÑOLAS", DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO DMITRI SHOSTAKOVICH
En 1956 el compositor soviético Dmitri Shostakovich compuso seis canciones españolas, al parecer, inspiradas en los "niños de la guerra" emigrados a la URSS durante la guerra civil.
I. Proschchai, Grenada! [¡Adiós, Granada!]
II. Zvyozdochki [Pequeñas estrellas]
III. Pervaya vstrecha [Primer encuentro]
IV. Ronda
V. Chernookaya [La muchacha de los ojos negros]
VI. Son [Sueño]
Traducción de ¡Adiós, Granada!
¡Adiós, Granada, adiós!
Tengo que dejarte para siempre.
Adiós, tierra querida y tan grata a mis ojos.
¡Adiós para siempre! ¡Ay!
Sólo mis recuerdos
me consolarán,
tierra querida, dulce patria.
El dolor me oprime para siempre,
pues he perdido todo lo que amaba,
mi amada yace en la oscuridad de su tumba
y mi vida con ella... ¡ay!
Todo lo que me rodea me hastía,
no puedo seguir viviendo en este lugar
que albergó mi radiante juventud.
Traducción obtenida de "El martillo sin dueño"
CANCIONES I A III INTERPRETADAS POR ODA SLOBODSKAYA:
CANCIONES IV A VI INTERPRETADAS POR ODA SLOBODSKAYA:
martes, 14 de febrero de 2012
PRIMERA GRAN RETROSPECTIVA DE CHAGALL EN ESPAÑA
El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid acogen desde hoy martes, 14 de febrero, la primera gran retrospectiva dedicada en España a Marc Chagall (1887-1985), una exposición que tiene como principal objetivo destacar el gran papel que su obra ocupa en la historia del arte.
Más de 150 obras procedentes de colecciones e instituciones públicas y privadas de todo mundo, reunidas en ambas sedes, para repasar toda la trayectoria de uno de los artistas más destacados del siglo XX; un creador singular, con un estilo personal e inconfundible, que ocupa un papel clave en la historia del arte.
El MoMA y el Guggenheim de Nueva York, la Kunsthaus de Zúrich, el Kunstmuseum de Berna, el Stedelijk Museum de Ámsterdam, el Tel Aviv Museum of Art, la Tate Modern de Londres… y así hasta un total de veinte museos de todo el mundo, junto a un gran número de colecciones particulares, han cedido para la ocasión piezas fundamentales de sus fondos.
Mención especial merecen el Centre Pompidou de París, desde donde han viajado nueve obras, y la propia familia del artista, que ha contribuido al proyecto con un importante préstamo. El resultado, una larga y completa selección de obras maestras realizada por el comisario de la muestra Jean-Louis Prat, presidente del Comité Chagall.
El poeta con alas de pintor
Marc Chagall desarrolló un estilo pictórico expresivo y colorista, muy vinculado a sus experiencias vitales y a las tradiciones religiosas y populares de la comunidad judía rusa. En él combinó ciertos elementos de la vanguardia cubista, del fauvismo y del orfismo de Robert Delaunay, para crear un estilo personal y difícil de clasificar. Nacido en la ciudad bielorrusa de Vitebsk, Chagall tuvo una larga vida casi centenaria, marcada por todos los grandes acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo XX.
Trabajador incansable, la producción artística de Chagall es rica y abundante; estuvo siempre abierto a explorar nuevas técnicas -óleo, grabado, escultura, cerámica, vidriera, etc.- y acometer nuevos proyectos. Un capítulo importante de la exposición está dedicado, por ejemplo, a su importante faceta como ilustrador de libros. A lo largo de toda su vida Chagall estuvo acompañado por poetas y escritores, que fueron sus amigos y con los que mantuvo una relación de mutuo reconocimiento. Breton, Malraux, Cendrars, Apollinaire…muchos veían en él a un “pintor literario”; y Chagall amaba la literatura, sobre todo el mensaje de libertad que contienen las palabras a las que él supo enriquecer con sus composiciones llenas de fantasía y de color.
Chagall fue, efectivamente, un maestro del color; sus tonos vibran con distintas intensidades, logrando realzar el contenido de los cuadros: sus azules, verdes, rojos o amarillos dan vida a los personajes, reales o fantásticos, que pueblan su particular universo. Un mundo en el que todo es posible y que no deja de sorprendernos, basado en historias vividas o imaginadas: un violinista, un rabino, una pareja de enamorados, un saltimbanqui, un paisaje y toda una amplia gama de animales fabulosos, pueblan sus complejas composiciones. En su obra los colores se mezclan de forma impensable, al igual que lo hacen sus extraños personajes. Esta peculiar combinación hace de él un precursor del surrealismo, tal como manifestó el teórico de este movimiento, André Breton: "Con él la metáfora hizo su entrada triunfante en la pintura moderna".
Madrid. Chagall. Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid.
Del 14 de febrero al 20 de mayo de 2012.
Fuente: hoyesarte
lunes, 13 de febrero de 2012
NUEVO POEMARIO DE JORGE RIECHMANN
Autor: Jorge Riechmann
Editorial: La Oveja Roja
96 páginas
Formato 105 x 150 mm
Encuadernación rústica cosida
PVP: 5,00 euros
ISBN: 978-84-937973-8-6
La Oveja Roja y Jorge Riechmann han vuelto a unir esfuerzos para sacar un poemario inédito, un cuadernillo parcialmente manuscrito que desde su forma misma es un guiño a la simplicidad, a la artesanía, al gesto detenido.
Un libro que empezó a componerse hace meses en la mesa de un soleado café madrileño sobre la base de un cuaderno que el autor guardaba de la extinta RDA [República Democrática alemana]. Sobre él se fueron distribuyendo los poemas, seleccionando las partes manuscritas, y hoy ese cuaderno sigue siendo la materia, la cuadrícula, de este librito que ya podemos encontrar en las librerías.
A través de sus secciones, Jorge Riechmann desnuda su desazón ante las derivas -políticas, sociales, ecológicas- de nuestro planeta, y lo que podría ser la raíz última de ese sufrimiento: el amor, un profundo amor por la vida, un amor hoy con nombre, formas y sabores.
Si finalmente
en la configuración de
sedimentos las
catástrofes de ayer
han dejado huesecillos
esquirlas y raíces que
quepa disponer
formando algo parecido
a un rostro humano
lo llamaremos
en primera instancia
poema
y de antemano
lo sabremos lisiado
Secciones del poemario:
0. poética desorbitada
i. generosidad y equívoco
ii. tratar de amar
iii. corredores de fondo
Jorge Riechmann (Madrid, 1962) es poeta, traductor literario, ensayista y profesor titular de filosofía moral. Todo un primer tramo de su poesía, de 1979 a 2000, está reunido en Futuralgia (Calambur, 2011). Otros libros de poemas recientes son Ahí te quiero ver (Icaria, 2005), Conversaciones entre alquimistas (Tusquets, 2007), Rengo Wrongo (DVD, 2008), Pablo Neruda y una familia de lobos (Creática eds., 2010) y El común de los mortales (Tusquets, 2011). Es autor de una treintena de ensayos (en solitario o en colaboración) sobre cuestiones de ecología política y pensamiento ecológico. En 2010, en esta misma editorial, La Oveja Roja, tuvimos la suerte de publicar su ensayo Entre la cantera y el jardín.
Más información: http://laovejaroja.es/lisiados.htm
domingo, 12 de febrero de 2012
EL CATALÁN SAMUEL ARANDA GANA EL PREMIO WORLD PRESS PHOTO
"Muchas veces había pensado cómo sería recibir un premio de estos y resulta que cuando te lo dan, no es tan emocionante como cuando te lo imaginas". Samuel Aranda (Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, 1979), ha ganado el World Press Photo, el certamen mundial de fotoperiodismo más importante, por la imagen de un herido abrazado por una mujer con velo en las revueltas de Yemen.
"Lo importante es que, por un par de días, se hablará de Yemen", dice el fotógrafo, convencido, implicado, preocupado. "No nos engañemos, las noticias nos las comemos. Olvidaremos esta foto en dos días". Él no. No olvida a la gente de Yemen, gente del pueblo que lo acogió con gran cariño durante casi tres meses (del 7 de octubre al 23 de diciembre de 2011) y con la que mantiene lazos de amistad: "El lunes vuelvo para allá", comenta por teléfono, desde su casa de Sidi Bousaid (Túnez), donde vive ahora con su novia y va a abrir una galería fotográfica.
El fotógrafo captó la imagen premiada junto a una mezquita que hacía las veces de hospital. Los francotiradores mataron ese día de octubre a diez personas e hirieron a unas 40. "Todo fue muy rápido", recuerda Aranda, que insiste en que lo importante de la foto no es el autor, si no lo que aparece en ella. "Es la mujer, es el herido... es Yemen", comenta.
Tras más de diez años trabajando en los países árabes y cubrir las revoluciones de Túnez, Egipto y Libia, Aranda entró en Yemen en calidad de estudiante. Ese país no concede permisos a fotógrafos si no es "para llevarlos a hacer fotos donde el Gobierno considere". Así que Aranda tuvo que entrar por la puerta de atrás para desarrollar una propuesta que le vendió The New York Times. "Al final me pillaron", recuerda. "Estuve arrestado dos horas pero me trataron con toda amabilidad, me ofrecieron un té, estuvimos hablando de fútbol y pude hacer una llamada, precisamente fue la llamada a un contacto que me valió la libertad".
Ha pasado miedo, claro. Muchas veces. "El que no lo tenga es un irresponsable. Hay veces que te cagas encima de miedo", reconoce abiertamente. Pero su entrada en Yemen no tiene nada que ver con la que hizo en Libia: "Allí entramos [con un redactor] sin visado, de noche y por las montañas". Luego, en primera línea del frente, o de las manifestaciones, los fotoperiodistas trabajan a menudo sin tener información de lo que ocurre. "Cuando cayó Mubarak, vimos que salían tanques del palacio presidencial sin saber qué estaba pasando", dice.
La foto ha sido elegida entre más de 100.000 imágenes captadas por 5.247 fotógrafos de 124 países. Samuel Aranda tampoco olvida ahora sus inicios, en 20 minutos, o cuando, en Sevilla, "hacía fotos del Betis para Público" y poder pagarse su siguiente aventura árabe.
Fuente: Público
sábado, 11 de febrero de 2012
"A LA MEMORIA DE SALVADOR PUIG ANTICH", DE ANTONI TAPIES
A la memoria de Salvador Puig Antich
Procedimiento mixto sobre tela
200 x 300 cm
1974
Fundación Antoni Tapies
Con la acentuación de la protesta social en España a finales de los sesenta y la descomposición del franquismo en la primera mitad de los setenta, el compromiso político de Tàpies se intensificó. El suceso de la Caputxinada en 1966 fue simbólico de esta nueva actitud. En realidad, (…) ya en los años cincuenta Tàpies había hecho una obra de clara vocación política, pero lo que entonces parecía inclinarse hacia una figuración más o menos derivativa tenía ahora un carácter totalmente personal.
(…) En una tela de 1974 creada en memoria del anarquista catalán Salvador Puig Antich, que había sido ejecutado por el régimen franquista, la protesta de Tàpies trata de romper las barreras impuestas por el lenguaje. El color, por ejemplo, no es pintado con un pincel directamente sobre la tela, sino que es representado de un modo casi convencional por medio de una tabla de colores, que ha sido pegada a la tela. Junto a la tabla de colores, el artista adhirió un jersey con los brazos semiabiertos, que constituye un motivo relativamente común en la obra de Tàpies, y que representa frecuentemente al mismo artista, encarnado en un objeto pobre y humilde.
Extractos de Manuel J. Borja-Villel, "La colección", Fundació Antoni Tàpies (Barcelona: Fundació Antoni Tàpies, 1990).
viernes, 10 de febrero de 2012
TAPIES "POLITICUS"
Fue miembro del PSUC y practicó una militancia activa desde el arte
Antoni Tàpies fue también un hombre político y un resistente durante la larga noche de la dictadura franquista, que ocupó casi la mitad de su vida adulta. Su peso intelectual le otorgaba una gran credibilidad y la dimensión que pronto adquirió su obra en la escena internacional —Tàpies obtuvo muy pronto el reconocimiento— le concedía una cierta dosis de inmunidad, nunca del todo garantizada, frente al aparato represivo franquista. Fue militante del Partit Socialiste Unificat de Catalunya (PSUC), el partido para quienes luchaban en la clandestinidad, aunque él nunca pasara a la clandestinidad. Pero sí que visitó los calabozos. Fue sólo una noche, pero no escapó a la detención junto a las más de 400 personas que, entre el 9 y el 11 de marzo de 1966, protagonizaron la Caputxinada, un encierro en el convento de los Capuchinos de Sarriá en apoyo del sindicato de estudiantes (SDEUB); uno de los episodios más sonados de la lucha contra la dictadura, que a su vez puso en marcha un movimiento de solidaridad política y ciudadana, que acabaría desembocando en el que sería instrumento unitario de la oposición catalana al franquismo; la Assemblea de Catalunya. Y también acudió al encierro en Montserrat en 1973.
“Siempre estuvo en una situación de rebeldía personal contra la dictadura”, recuerda el que fuera uno de sus mejores amigos, el cineasta Pere Portabella. “Tuvo una actitud de resistencia, aunque no hizo vida clandestina, como yo mismo y otros amigos, pero en los momentos importantes siempre mantuvo una actitud de resistencia. Por ejemplo, cuando recién constituidas CC OO, le pedimos que hiciera aquel famoso cartel de la celebración del 1º de mayo o el que hizo para el PSUC y muchos otros. Vivía muy enclaustrado en su casa, era comunicativo, pero no fue un activista como lo éramos muchos de los que le rodeábamos. No lo recuerdo en las reuniones clandestinas, porque tampoco se le convocaba”.
Sin embargo, sí acudió a Montserrat el 12 de diciembre de 1970 cuando unas 300 personas de lo que entonces se llamaban trabajadores de la cultura, intelectuales y artistas, decidieron encerrarse en el monasterio, para protestar contra el llamado proceso de Burgos. “Fue muy impresionante”, recuerda Portablella, “porque habíamos conseguido llegar a Montserrat sin que la policía lo supiera y pudiera impedirlo. La primera tarde decidimos que había que redactar una declaración, y firmarla con los nombres de cada uno y su profesión. Una vez firmada la declaración había que quedarse en el monasterio y asumir lo que pudiera suceder.
Entre los presentes se encontraba Joan Brossa, inseparable de Tàpies en aquellos años, y personajes como Gabriel García Márquez. Inesperadamente, Tàpies y Joan Miró, que estaban juntos en Tarragona gestionando un proyecto de tapices, se presentaron en Montserrat y pidieron entrar. “Yo estaba en la mesa en aquel momento”, cuenta Portabella. “Hablamos y acordamos proponer a la Asamblea que pudieran entrar pero que, teniendo en cuenta la edad de Miró, pudieran salir cuando quisieran para evitar las consecuencias de lo que podría pasar. En el hostal de Montserrat había varios corresponsales extranjeros y supieron enseguida que Tapies y Miró estaban allí y lo publicaron y ellos se fueron antes de que comenzara el encierro”.
Las huellas de su compromiso político, sin embargo, hay que buscarlas en su obra, y más concretamente, al menos durante aquellos años en los que había que luchar por lo que era evidente, en sus carteles. Entre 1966 y 1979 realizó más de una veintena de carteles de clara significación política. De 1966 es la serie Encres et collages, en la que hay piezas claramente políticas como Derrière le miroir, en el que una página de anuncios por palabras de un periódico está manchada de rojo sangre y censurada por una gran aspa. De 1968 es el del Primer Festival Popular de la Cançó Catalana, que se celebró en el Teatro Price; y de 1972 el titulado Als mestres de Catalunya realizado para apoyar a la Fundación Artur Martorell.
Los más desgarradores e intensos son, probablemente, los de la serie Tàpies Monotypes, realizada en 1974 para la Galería Maeght, de París, en memoria de Salvador Puig Antich, el joven anarquista ejecutado por el franquismo. “La ejecución de Puig Antich le indignó especialmente”, recuerda Portabella, “hubo una campaña internacional muy fuerte y él se implicó enormemente y tuvo una reacción muy intensa cuando se llevó a cabo la sentencia. Sufrió, porque Tàpies exteriorizaba enseguida este tipo de emociones”.
Pero no parece haber sufrido represalias ni presiones del régimen por este tipo de activismo político. Probablemente el hecho de ser uno de los artistas españoles más reconocidos internacionalmente le protegía. “En una dictadura como la franquista esto se tomaba mucho en cuenta”, apunta Portabella.
Era catalanista, pero pese a haberse convertido en un icono de Cataluña, en uno de los grandes santos laicos del país, siempre evitó pronunciarse en términos nacionalistas, por más que los sucesivos Gobiernos de la Generalitat le convirtieran en el artista oficial y que sus obras envuelvan la sala donde se reúnen en consejo los miembros del Gobierno, hasta el punto que se llama la sala Tàpies. También en el Parlament cuelga obra suya e incluso universidades tan emblemáticas como la Pompeu Fabra tienen instalaciones suyas como la famosa Sala de Reflexió, un espacio de meditación que paradójicamente ha permanecido cerrado hasta hoy, que con motivo de su muerte ha sido abierta al público.
“Practicaba un catalanismo moderno, esencialmente en lo que respecta a las libertades”, señala Portabella, “Lo del catalanismo es una paradoja”, añade, “porque era una persona culta y su obra al mismo tiempo tiene una dimensión internacional porque transmite un lenguaje universal. En cualquier caso era un catalanismo no endogámico, sino una especie de mezcla entre lo ilustrado y el sentimiento profundo de las famosas raíces que tenemos”. “Sí que era, ideológicamente, una persona de izquierdas. De esto no tengo ninguna duda”, añade, “porque en su práctica artística siempre hubo un elemento de radicalidad y uno no puede escapar de su lenguaje, porque fundamentalmente los lenguajes son para pensar”.
Como miembro de las segundas vanguardias, cuestionó los códigos del arte, pero en su territorio era muy poco condescendiente con las generaciones posteriores y los planteamientos radicales que ponían en cuestión su práctica, como fue el caso del movimiento conceptual, al que trató con desprecio y contundencia. Era en febrero de 1973 y el Grup de Treball, en el que también estaba Portabella y otros artistas como Carles Santos, Antoni Muntadas y Antoni Mercade, contrapuso el arte conceptual al suyo. Tàpies reaccionó inmediatamente publicando un artículo en La Vanguardia Española titulado El arte conceptual aquí, descalificándolos. El rotativo se negó entonces a publicar la respuesta del Grup de Treball, que tuvo que recurrir a la revista Nueva Lente. Tàpies reivindicaba el legado de las primeras vanguardias y los conceptuales despreciaban la pintura y negaban cualquier vínculo con su arte. Para Tàpies no eran más que “una tendencia”, y sus miembros estaban llenos de “contradicciones”, ya que rechazaban el arte como objeto comercial al tiempo participaban en exposiciones organizadas por las instituciones. Portabella se encontró en medio de la refriega. “Me pidieron que le contestara y conseguí publicar una carta en La Vanguardia respondiendo a Tàpies”. A su amigo le sentó fatal.
Fuente: Martí Font (El País)
jueves, 9 de febrero de 2012
"¿QUÉ ES LA CULTURA POPULAR?", SELECCIÓN DE TEXTOS DE ANTONIO GRAMSCI
Autor: Antonio Gramsci
ISBN: 978-84-370-8197-7
Traducción: Justo Serna i Anaclet Pons
Año ed.: 2011
Publicacions de Universitat de València
Encuadernación: rústica
Formato: 16 x 24 cm.
Páginas: 192 pp.
PVP: 15.00 €
Este libro recoge una nueva selección y traducción de los "Cuadernos de la cárcel" de Antonio Gramsci, una selección sobre la cultura popular: el folklore, la religión, el teatro, el periodismo, la novela, etcétera. Agitador y revolucionario, de frágil y enfermiza constitución, Gramsci, líder político italiano y el principal intelectual del marxismo en Occidente, vio consumirse poco a poco su quebradiza salud en aquel encierro. Pero sus reflexiones aún tienen vigor. Todavía nos queda una gran obra que leer o releer. Varias décadas después, sus cavilaciones son actuales; sus preocupaciones son presentes; sus especulaciones son agudas. El presente libro, a cargo de Anaclet Pons y Justo Serna, cuenta con una documentada introducción que justifica la vigencia de Gramsci, que tanto meditó sobre la cultura popular del siglo xx.
A propósito de la reciente edición de las notas sobre cultura popular de Antonio Gramsci (Artículo de Joaquín Miras Albarrán, para Rebelión): http://www.rebelion.org/noticia.php?id=144286
miércoles, 8 de febrero de 2012
"APUNTES DE CRIMEA", DEL ESCRITOR SOVIÉTICO MÁXIMO GORKI
UMI
Soplaba un viento frío desde la cumbre poderosa del Ai-Petra; doselando mi ventana, se balanceaba suavemente el follaje espeso de los árboles, y este susurro imprimía a las notas del canto una gran belleza enternecedora. Por sí sola, resultaba monótona y sin atractivo la melodía, construida por completo en disonancias: donde aguardaba uno que se atenuara, se exasperaba hasta convertirse en un grito tristemente apasionado, y de una manera igual de sorprendente se trocaba el grito salvaje en dolorida congoja. Era una voz temblorosa de anciano que cantase jornadas enteras, desde el alba hasta el anochecer, y a cualquier hora del día que se le prestara oído, resonaba siempre esta canción sin fin, cual un arroyo que manase de lo alto de la montaña.
Los habitantes de la aldea me habían dicho que, de seis años a la fecha escuchaban a diario esta melodía soñadora. Les pregunté:
—¿Quién es, pues, la persona que canta? Me han contado que es una vieja loca, Umi, cuyos dos hijos y cuyo marido, hace ya seis años de eso, salieron al mar para pescar y no han vuelto nunca más.
A partir de entonces Umi está sentada en el umbral de su casa aguardando a los suyos. Un día fui a verla. Por el estrecho sendero quebrado que pasaba a lo largo de las casas costeras y atravesaba jardines o viñedos, subí a bastante altura la falda de la montaña y desde allí atisbé la casita de la vieja Umi, medio demolida, oculta por las piedras y el verdor invasor. Desde las enormes piedras desplomadas desde las cumbres del Aila crecían un plátano, una higuera y unos melocotoneros; murmuraba un torrente, formando en su curso una serie de pequeñas cascadas; brotaba la hierba sobre la techumbre de la casa, a lo largo de los muros serpenteaba una planta trepadora y la puerta se abría cara al mar.
En el escaño del umbral aparecía sentada Umi, alta, esbelta, con los cabellos blancos, estriado de arruguitas el rostro y curtido por la intemperie. Las piedras amontonadas una sobre otra, la casa medio derruida por el tiempo, la cima gris del Ai-Petra entre el calor del cielo azul y del mar que brillaba al sol con un relampagueo frío en su lontananza baja componían en torno a la vieja un marco austero, impregnado de grave serenidad. A los pies de Umi, en la pendiente, se desparramaba la aldea, y a través del follaje de los jardines, sus tejados, de diferentes colores, hacían pensar en los tubos esparcidos de una caja de pinturas volcadas. Desde abajo subía el ruido de las sonajas de un arnés, el roce del mar contra la orilla y, a ratos, voces de hombres agolpados frente a un café. Aquí, arriba, reinaba la calma, sin que se percibieran más rumores que el murmullo del torrente y la canción de Umi, que lo acompañaba, interminable, soñadora canción, iniciada seis años atrás.
Umi cantaba y sonreía conforme avanzaba yo hacia ella. Su sonrisa le arrugaba más todavía el rostro. Tenía jóvenes y claros los ojos, en los cuales ardía el fuego intenso de la esperanza, y, tras haberme envuelto en una mirada cariñosa, se fijaron de nuevo en la llanura desierta del mar.
Me aproximé y me senté al lado suyo, escuchando su canción. Era una canción muy extraña; vibraba en ella la certeza, que luego cedía el puesto a la angustia, exhalando notas de impaciencia y de lasitud; se rompía, se moría y renacía aún, plena de gozosa esperanza...
Pero, cualquiera que fuere la expresión del canto, el rostro de la vieja no experimentaba sino un solo sentimiento: una esperanza donde no había duda, una esperanza firme, serena y jubilosa.
Le interrogué:
—¿Cómo se llama tu marido?
Respondió con una límpida sonrisa:
—Obder Rahín...; el primer hijo, Aktín, y el otro Ionnos... Llegarán pronto... Están en alta mar. No tardaré en ver la barca. También la verás tú.
"También la verás tú." Lo había dicho como si estuviera segura de que constituiría un alegrón para mí el verlos, y de que la barca de su marido me aportaría una gran felicidad cuando apareciera en el horizonte, allí donde el cielo está separado del mar por una fina línea azul oscuro, hacia el cual me señalaba su dedo moreno de momia, reseco por la despiadada quemadura del sol meridional.
Después reanudó su canción de espera y de confianza. Yo escuchaba, la miraba y pensaba: "Da gusto esperar así. Da gusto vivir cuando llena el corazón la certidumbre de una inmensa ventura en el porvenir."
Entre tanto no cesaba de cantar Umi, balanceando acompasadamente el busto, sin apartar los ojos del mar desierto, que brillaba al sol con un resplandor deslumbrante.
Su conciencia, absorbida en absoluto por una idea fija, no se percataba de otra cosa, y yo, a su lado, no existía para ella. Poseído de respeto a su recogimiento, presto a envidiar su vida llena de una única esperanza, permanecía silencioso, sin intentar recordarle mi presencia. El mar estaba tranquilo aquel día; como un espejo, reflejaba el esplendor del cielo y no me prometía nada. Pasé un largo rato junto a Umi y me marché sin que lo notara, llevándome una honda tristeza conmigo. Me seguía la canción entre el chapoteo sonoro del torrente, planeaban sobre el mar las gaviotas, pirueteaba no lejos de la orilla todo un tropel de delfines y continuaba desierta la alta mar.
Jamás finalizará la espera de la vieja Umi y no vendrá nada a colmarla por cierto; pero ella habrá vivido y morirá con el corazón esperanzado.
II
LA MUCHACHITA
Era difícil precisar su edad: los ojos sombríos e interrogantes tenían una gravedad de anciano; su mirada denotaba un ser que ha sufrido y pensado mucho. Pero ni su cuerpecito flaco y huesudo ni su carita macilenta permitían suponerle más de diez años.
De sus hombros angulosos pendía como de una percha una blusa rosa, y el color alegre del vestido hacía resaltar, por un contraste enternecedor, el amarillo de las mejillas y del cuello, enflaquecidos por la enfermedad. La muchachita estaba un poco encorvada y andaba cargando todo el peso de su cuerpo sobre la pierna izquierda y luego sobre la derecha. No cabía duda de que tenía las piernas torcidas; pero seducía el encanto inefable de sus ojos, que concentraban en ellos la atención, pareciendo borrar la deformidad maltrecha del cuerpo por la dolencia; y la muchachita resultaba hermosa, con una belleza espiritualizada de mártir.
Se notaba que desde el día de su nacimiento soportaba a sus costillas el fardo de la enfermedad que había torcido sus frágiles huesos y del cual bien pronto le libraría la muerte. Tosía con una tos siniestra, seca, y cuando pasaba delante de mí oía yo—quizá no fuese más que una impresión—el ritmo acelerado de su aliento. En medio de la opulenta vegetación del parque, al resplandor del sol meridional, despertaba un sentimiento extraño y doloroso, una piedad mezcla de malestar, y, por mi parte, me sentía indirectamente culpable de que ella fuera tan infeliz. Andaba despacio por la avenida del parque y miraba ante sí con sus ojos espléndidos. Alrededor florecía todo, aspirando ávidamente el aire vivificado de la primavera; cantaban las aves, y los cipreses incensaban con su aroma el cielo; murmuraban arroyuelos de aguas abundosas, parcelando las verdes platabandas que atravesaban, mientras el mar y el cielo se admiraban uno a otro y las olas cuchicheaban, benévolas, como si narrasen cuentos. La muchachita no parecía ver los brillantes colores ni oír la música de la naturaleza que resucitaba, avanzando hacia un añoso cedro, y allí, a la sombra de sus ramas frondosas, se sentaba en un banco.
La acompañaba una sola persona, siempre la misma, un joven de alta estatura, elegantemente vestido, de rostro impasible; ostentaba una gruesa sortija en el índice de la mano derecha, que empuñaba siempre un sólido bastón.
Cuando se sentaba la muchachita, le preguntaba él:
—¿Cansada?
Hablaba con voz fuerte, y la muchachita, a quien hacía estremecerse la interpelación, respondía que sí con un mohín de cabeza. Habitualmente permanecía sentada largo rato, una hora o más; pero nunca le vi hablar a su acompañante. Miraba con ojos sin fijeza que hacía preguntas mudas. ¿A quién? ¿Acerca de qué? Frente a ella había un estanque, en cuyo centro emergía una fea piedra tallada en forma de pirámide, y de su vértice subía muy alto un surtidor de agua para recaer en el estanque con estrépito. Donde se rompía y se desparramaba este surtidor con gotas que descendían en cascadas, los rayos del sol las adornaban con todos los tintes del arco iris; era algo muy bonito que semejaba una granizada de piedras preciosas de mil colores. Pero jamás atraía a la chiquilla este juego solar, dirigiendo de continuo su mirada a un punto más allá de lo que abarcar podía, cual si viese a través de los objetos.
Esta actitud contemplativa en medio de la vida que bullía en torno a la enferma producía una especie de mística sensación rayana en el espanto.
"¿Para quién sufre? ¿En virtud de qué? ¿Y quién necesitaba que viniera ella al mundo para llevar una existencia así?" Tales eran las interrogaciones que se suscitaban en su presencia, y se quedaba helado uno ante la idea de tamaña crueldad, tanto más cruel cuanto a nadie le era útil.
... Un día, cuando se había marchado el que la acompañaba—¿un preceptor o su padre?—, dejándola sola en el banco a la sombra del cedro, me senté al lado de ella. Me miró y sonrió con una sonrisa triste que me oprimía el corazón. Ganas me dieron de hablarle; pero no sabía qué decirle, y guardé silencio, turbado por su mirada, experimentando hacia ella algo más que respeto.
Alrededor nuestro se removía el rumor gozoso y poderoso de la vida, agitándose los pájaros por encima de nuestras cabezas y las hormigas a nuestros pies; todo se afanaba por vivir, volaba, cantaba, correteaba. Acechaba yo a la niña y pensaba: "Sería mucho mejor que no se diera cuenta del contraste aflictivo entre ella y el cedro bajo el cual se sienta, entre ella y la hormiga sobre la cual ha dejado de caer sin notarlo un pétalo de flor."
Fue ella quien trabó conversación.
—¿Está usted enfermo también?—inquirió con voz débil, sonriendo.
—Un poco—respondí.
—¿Se encuentra usted aquí a gusto?
—Sí... ¿Y usted?
—No me agrada que haya mucho sol... ni mucho ruido...
—¿De veras no le place este ruido? Es tan jubiloso... Escuche a los ruiseñores y a las alondras, las olas del mar y los arroyuelos, el susurro de las hojas...
—Es demasiado profuso... y demasiado fuerte. Si pudiera ser más tranquilo...
—Sí, quizá sería mejor si fuese más tranquilo.
Ella aprobó con la cabeza y dijo, todavía con acento de convicción:
—En San Petersburgo se hace inaguantable el alboroto. Pero en el campo, aquí, se respira calma, una calma completa. Sobre todo de noche. Entonces, cuando estoy acostada y escucho, me complace eso en extremo. Se escucha largo rato, muy largo rato, y no se oye nada... Diríase que no hay nada en la tierra y hasta que no hay tierra siquiera... Luego, de pronto, percibimos algo y nos sobresaltamos... Eso sí que está bien...
Rompió a toser.
—Le hace daño hablar...
—Sí—dijo ella sencillamente—y se calló, añadiendo muy por lo bajo, casi en un bisbiseo—: todo me hace daño.
Me levanté y la abandoné, por miedo a dejarle ver mi emoción y la pena que se había apoderado de mí.
A partir de aquella fecha adquirimos la costumbre de saludarnos cuando nos cruzábamos. Cada vez inclinaba ella la cabeza para darme los buenos días y había menos vida en su sonrisa cada vez.
Una mañana, conforme entraba yo en el parque y la buscaba, divisé al señor impasible, que venía a mi encuentro trayendo en sus brazos a la muchachita.
Cuando estuvo a mi lado, invadido de aprensión, le pregunté en voz baja:
—¿Duerme?
Él me lanzó una ojeada inquieta y contestó con voz ahogada:
—Está muerta...
Fuente: Barbara Olessova y otros cuentos (EDAF, 1964)