Y España fue una cuneta
La tardía pero decisiva recuperación de la obra de un personaje tan esencial para comprender la historia de la España del siglo XX como Isabel Oyarzábal Smith (Málaga, 1878 - Ciudad de México, 1974), periodista, escritora, actriz, diplomática y defensora a ultranza del proyecto de la Segunda República, sigue adelante de la mano de pequeños sellos independientes empeñados en revelar al siglo XXI la hondura de un testimonio único y revelador. En 2011 la editorial granadina Almed presentó por primera vez en castellano (Oyarzábal, de padre español y madre escocesa, escribió la mayor parte de su obra en inglés) Hambre de libertad. Memorias de una embajadora republicana, primer volumen de las memorias de la malagueña, publicado originalmente en EEUU en 1940. Antes, en 2005, el sello Mono Azul había propiciado otro rescate, el del libro En mi hambre mando yo, crónica novelada que narra el día a día de un grupo de mujeres durante la Guerra Civil Española; y el año pasado, Ediciones del Genal puso en circulación desde la Málaga natal de Oyarzábal la biografía de la embajadora soviética Alexandra Kollontai que la autora escribió después de que ambas se conocieran en Estocolmo en 1936. Ahora, el mismo sello, Ediciones del Genal, acaba de recuperar el segundo volumen de las memorias de Isabel Oyarzábal, Rescoldos de libertad, escrito (como el primero) en el exilio de la escritora en México y publicado en EEUU con el título Smouldering freedom. The story of the spanish republicans in exile en 1945. La Editorial Alfama lanzó, también desde Málaga, una primera edición en castellano en 2009 y ahora Ediciones del Genal revisa el título con una nueva traducción a cargo de Andrés Arenas y Enrique Girón, responsables igualmente de las versiones al español de Hambre de libertad y la biografía de Kollontai. El ilustrativo prólogo a cargo de Víctor Heredia ejerce de inmejorable contextualización para el lector: Oyarzábal aborda, desde su exilio, los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil y la suerte nefasta que corrieron los españoles dentro y fuera de España, convertido su país en una inmensa cuneta. La malagueña escribe de manera abiertamente reivindicativa y combativa, agitándose entre la indignación por el encogimiento de hombros con que las democracias occidentales habían reaccionado ante la sangría y la esperanza que suscitó la constitución del Gobierno de la República en el exilio en México, en el mismo 1945, cuando los garantes del mismo aún confiaban en que la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial acabaría con la dictadura franquista igual que habría de hacerlo con el nazismo. Finalmente los hechos fueron muy distintos, pero el testimonio que brinda Isabel Oyarzábal de aquellos años merece ser leído y releído en el contexto presente de una Europa cerrada a cal y canto a los refugiados: hubo una ocasión en que los refugiados fuimos nosotros y la respuesta fue tristemente similar.
Precisamente, Rescoldos de libertad fue la advertencia lanzada al mundo respecto a la situación de España en boca de quien disponía de autoridad y proyección para hacerlo. El cariz cosmopolita de Isabel Oyarzábal fue patente ya desde su infancia, junto con sus padres. Después de estudiar en Londres, se instaló en Madrid en 1905 y empezó a trabajar como actriz, pero el despertar de su conciencia política la llevó a decantarse por el periodismo. Trabajó como redactora en El Sol y como corresponsal en el Daily Herald, y no tardó en fundar y dirigir revistas y otras publicaciones en pro de la divulgación de su pensamiento feminista. Su militancia, en este sentido, fue vehemente: participó como delegada en los congresos de mujeres sufragistas celebrados en Ginebra y Roma y propició la puesta en marcha del primer Club de Mujeres de Madrid. Esta actividad le permitió asumir puestos de responsabilidad ya durante la Segunda República en organismos como la Conferencia Internacional del Trabajo, pero el Gobierno no tardó en comprender que tenía en la malagueña un escaparate idóneo de cara a su legitimidad internacional. Así, Oyarzábal fue enviada a EEUU y Canadá para impartir conferencias a favor de la República Española y en 1936 fue nombrada ministra plenipotenciaria en Suecia y Finlandia, convirtiéndose en la primera mujer que asumía un puesto de tal responsabilidad en España. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil la condujo pocos meses después al exilio en México, donde escribió sus obras más importantes en defensa de los valores republicanos y donde siempre albergó la esperanza de regresar a una España democrática. El destino, en este sentido, tampoco se mostró favorable: la escritora murió un año antes que Franco, sin ver cumplido su deseo.
Rescoldos de libertad está escrito, por tanto, con el tono optimista de quien no ha arrojado la toalla y confía en un pronto regreso de los exiliados a casa; sin embargo, al mismo tiempo, es determinante en fondo y forma a la hora de esclarecer su denuncia. El libro comienza con un extenso e instructivo Resumen de la guerra que pone al lector en antecedentes para describir a partir de aquí el éxodo por una parte y la vida en la España fascista por otra. Oyarzábal narra así la suerte de los refugiados españoles en Francia, a la que se refiere como "coto de caza", y narra con escalofriante realismo la vida en los campos de concentración franceses, de los que los españoles saldrían como apátridas y de nuevo abandonados a su suerte. Escribe Isabel Oyarzábal igualmente sobre la represión en Asturias, los niños enviados a la Unión Soviética, los maquis, el hambre de la posguerra, la acción de la Falange Exterior y el exilio americano. A la hora de escribir sobre las cárceles franquistas, su relato adopta una forma dialogada más propia de la novela, pero no escatima en recursos periodísticos: "(...) Noche tras noche después de las doce, un grupo de falangistas armados se presentaban en la puerta de cada celda y leían dos o tres nombres de una lista. A los que nombraban tras meterlos en camiones y llevarlos a las tapias del cementerio, los fusilaban, después de haberles hecho cavar sus propias tumbas en algunos casos. Sólo en esa prisión, según su capellán, sacaron y fusilaron a dos mil personas en los primeros meses del régimen fascista. La mayoría nunca fueron juzgados". Así de amarga sabe la Historia reciente.
Fuente: Diario de Sevilla
jueves, 30 de junio de 2016
lunes, 27 de junio de 2016
EL VIEJO TOPO PUBLICA "MUJER Y LUCHA DE CLASES", DE ALEKSANDRA KOLLONTAI
Mujer y lucha de clases
Aleksandra Kollontái
El Viejo Topo
Año: 2016
Número de páginas 177
12,5 x 19,5 cm
ISBN: 9788416288786
PVP: 12 €
Aleksandra Kollontái fue una de las primeras mujeres en luchar por la emancipación de la mujer en Rusia, y una pionera en llevar a su país las luchas por la igualdad de derechos políticos y civiles de las mujeres que ya habían tenido lugar en países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. Así, Kollontái lideró en Rusia un movimiento iba a tener allí características propias, al ser conscientes las mujeres de estar sometidas a una doble explotación: en tanto que mujeres y como trabajadoras.
El conjunto de su obra, sus numerosos artículos y discursos, con su lucidez y coherencia, representa aún hoy en día un manifiesto original para una historia de la liberación femenina. En Mujer y lucha de clases, Kollontái plantea problemas y perspectivas que siguen más vigentes que nunca. Y eso sin olvidar que la feminista y socialista rusa escribió muchos de estos pasajes hace más de un siglo.
La autora: Aleksandra Kollontái
Hija de un general ayudante del Zar, Kollontái se adhirió al movimiento socialista al terminar sus estudios en Suiza e ingresó en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Colaboró con la revista de Trotski, Nase Slovo al estallar la Primera Guerra Mundial y formó parte del grupo de dirigentes de la insurrección armada durante la Revolución Rusa.
En 1921 Kollontai, que criticaba explícitamente la línea política de Stalin, fue alejada del país y enviada en misión diplomática a Noruega, México y Suecia, convirtiéndose así en la primera mujer que ocupó el cargo de embajadora.
La contribución teórica más original de Kollontai, y que iba a suscitar un amplio debate en la historia de la emancipación femenina, incluso fuera de Europa, tiene que ver con la idea de la libertad sexual. En la línea tradicional de Marx y Engels, la de Orígenes de la familia, Kollontai afirmaba que en la sociedad comunista, la igualdad, el reconocimiento recíproco de los derechos y la comprensión fraternal debían constituirse en principios rectores de las relaciones entre hombres y mujeres. En todos sus escritos sostuvo que el derecho de la mujer debía compartir total paridad con el hombre en la vida social, familiar y sexual.
Aleksandra Kollontái
El Viejo Topo
Año: 2016
Número de páginas 177
12,5 x 19,5 cm
ISBN: 9788416288786
PVP: 12 €
Aleksandra Kollontái fue una de las primeras mujeres en luchar por la emancipación de la mujer en Rusia, y una pionera en llevar a su país las luchas por la igualdad de derechos políticos y civiles de las mujeres que ya habían tenido lugar en países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos. Así, Kollontái lideró en Rusia un movimiento iba a tener allí características propias, al ser conscientes las mujeres de estar sometidas a una doble explotación: en tanto que mujeres y como trabajadoras.
El conjunto de su obra, sus numerosos artículos y discursos, con su lucidez y coherencia, representa aún hoy en día un manifiesto original para una historia de la liberación femenina. En Mujer y lucha de clases, Kollontái plantea problemas y perspectivas que siguen más vigentes que nunca. Y eso sin olvidar que la feminista y socialista rusa escribió muchos de estos pasajes hace más de un siglo.
La autora: Aleksandra Kollontái
Hija de un general ayudante del Zar, Kollontái se adhirió al movimiento socialista al terminar sus estudios en Suiza e ingresó en el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Colaboró con la revista de Trotski, Nase Slovo al estallar la Primera Guerra Mundial y formó parte del grupo de dirigentes de la insurrección armada durante la Revolución Rusa.
En 1921 Kollontai, que criticaba explícitamente la línea política de Stalin, fue alejada del país y enviada en misión diplomática a Noruega, México y Suecia, convirtiéndose así en la primera mujer que ocupó el cargo de embajadora.
La contribución teórica más original de Kollontai, y que iba a suscitar un amplio debate en la historia de la emancipación femenina, incluso fuera de Europa, tiene que ver con la idea de la libertad sexual. En la línea tradicional de Marx y Engels, la de Orígenes de la familia, Kollontai afirmaba que en la sociedad comunista, la igualdad, el reconocimiento recíproco de los derechos y la comprensión fraternal debían constituirse en principios rectores de las relaciones entre hombres y mujeres. En todos sus escritos sostuvo que el derecho de la mujer debía compartir total paridad con el hombre en la vida social, familiar y sexual.
sábado, 25 de junio de 2016
"MANIFIESTO", DEL ARTISTA POLACO WOJCIECH WEISS
Manifiesto
Wojciech Weiss
1950
Museo Nacional de Varsovia – Sala de Arte Contemporaneo
El destacado pintor modernista Wojciech Weiss, uno de los impulsores del movimiento artístico “Joven Polonia” empezó a realizar en la posguerra (ya en el ocaso de su vida) numerosos cuadros inspirados en el realismo socialista soviético.
“Manifiesto” es una de las obras pictóricas más importantes de esa época y muestra a un grupo de obreros en torno a un compañero que está leyendo un documento, el Manifiesto Comunista escrito en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels. La escena muestra a otro obrero sosteniendo una bandera roja, en una imagen que parece denotar confianza en un futuro que ha de llegar.
El romanticismo artístico polaco, bello, melancólico y algo triste quedaba definitivamente enterrado tras la “conversión” de Wojciech Weiss al realismo socialista. El delicado y burgués Art Noveau, destruido físicamente por la guerra mundial, era sustituido por la rudeza estalinista, algo que no solo se vio en la arquitectura, sino también en el arte nacional.
“Manifiesto” es una obra importante, de gran fuerza visual, un recuerdo a los inicios históricos del comunismo – ni más ni menos que el Manifiesto de Marx y Engels- pero también un dejavu de otro manifiesto, el que el gobierno polaco en el exilio publicó en 1943, pidiendo a sus ciudadanos la colaboración con el Ejército Rojo.
Fuente: Leninland
Wojciech Weiss
1950
Museo Nacional de Varsovia – Sala de Arte Contemporaneo
El destacado pintor modernista Wojciech Weiss, uno de los impulsores del movimiento artístico “Joven Polonia” empezó a realizar en la posguerra (ya en el ocaso de su vida) numerosos cuadros inspirados en el realismo socialista soviético.
“Manifiesto” es una de las obras pictóricas más importantes de esa época y muestra a un grupo de obreros en torno a un compañero que está leyendo un documento, el Manifiesto Comunista escrito en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels. La escena muestra a otro obrero sosteniendo una bandera roja, en una imagen que parece denotar confianza en un futuro que ha de llegar.
El romanticismo artístico polaco, bello, melancólico y algo triste quedaba definitivamente enterrado tras la “conversión” de Wojciech Weiss al realismo socialista. El delicado y burgués Art Noveau, destruido físicamente por la guerra mundial, era sustituido por la rudeza estalinista, algo que no solo se vio en la arquitectura, sino también en el arte nacional.
“Manifiesto” es una obra importante, de gran fuerza visual, un recuerdo a los inicios históricos del comunismo – ni más ni menos que el Manifiesto de Marx y Engels- pero también un dejavu de otro manifiesto, el que el gobierno polaco en el exilio publicó en 1943, pidiendo a sus ciudadanos la colaboración con el Ejército Rojo.
Fuente: Leninland
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Arte,
Polonia,
Realismo Socialista
viernes, 24 de junio de 2016
"EL ALMA DEL HOMBRE BAJO EL SOCIALISMO", DE OSCAR WILDE, EN EL VIEJO TOPO
El Alma del Hombre bajo el Socialismo
Oscar Wilde
El Viejo Topo
Número de páginas 94
14 x 21.5 cm
ISBN: 9788416288649
PVP: 10 €
Dramaturgo, presidiario en la intolerante y vengativa sociedad victoriana, Oscar Wilde nos dejó obras muy notables, desde La importancia de llamarse Ernesto hasta El retrato de Dorian Gray o Vera y los nihilistas, además de algunos ensayos que muestran su preocupación por el arte, la cultura y la sociedad, entre otros. Precisamente en uno de esos ensayos, El alma del hombre bajo el socialismo, Wilde defensa del socialismo y hace afirmaciones que siguen hoy muy vigentes:
“El socialismo, el comunismo, o como uno quiera llamarlo, al convertir la propiedad privada en riqueza pública, y al reemplazar la competencia por la cooperación, restituirá a la sociedad su condición de organismo sano, y asegurará el bienestar material de cada miembro de la comunidad. Dará a la vida una base y un medio adecuados.”
Se acaba de reeditar El alma del individuo bajo el socialismo de Oscar Wilde con un precioso y oportuno prólogo de Higinio Polo que nos descubre la otra alma de Wilde. Lo hace en una colección de “recuperación” de los clásicos de la subversión moral, política, y estética, que no es la menos importante.
Oscar Wilde tuvo un ramillete de personalidades, y entre ellas estaba la socialista, una muy nuestra. Una personalidad dentro de muchas como se encargó de matizar él mismo.
Este libro no era my conocido, aunque actualmente está “colgado” en numerosas páginas Web y se le suele citar con asiduidad. Si no me equivoco, la primera traducción fue la de Julio Gómez de la Serna –un hermano de Ramón que al parecer no se había exiliado- da incluida en la edición de las Obras completas que editó Aguilar en 1966, y que el que escribe la pudo comprar a buen precio en Els Encants del domingo mañana del Mercado de la calle Urgell, un lugar especial donde mi “papá político” Francesc Pedra conocía a no pocos de los libreros de segunda mano que, una vez te habían identificado, te ofrecía libros prohibidos, en especial de la editorial Losada creada en Buenos Aires por exiliados, en particular obras de Camus o Sartre, pero también de Howard Fast, y en una ocasión pude copar La revolución sexual según Reich y Kingsley, de Daniel Guérin , y que tanto nos ayudó a situarnos ante una cuestión que afectaba a amigos, luego también a algunos camaradas: la de la homosexualidad que añadía riesgos a los riesgos de la clandestinidad.
En la traducción de Gómez de la Serna figuraba por primera vez en castellano El alma del hombre bajo el socialismo, y creo que fue bajo este mismo título que lo editaron en una de aquellas colecciones tan exitosas de bolsillo, en el caso de bolsillo pequeño tal como fueron las de Anagrama, y de las Tusquets más dadas al asunto artístico y libertario, y que había publicado también la polémica de Breton contra Louis Aragón con el título Surrealismo contra realismo socialista…Pues bien, tanto el librito de Oscar Wilde como el de Guérin nos ayudaron a responder a una tentativa de expulsión de dos compañeros del grupo trotsko-anarco del barrio de Pubilla Casas, ambos acusados de “maricas” por viejos comunistas que se habían educado con el único menú de Radio Pirenaica.
La respuesta fue luminosa ya que los disidentes montamos en una sala de L´Hospitalet una representación muy singlar de La balada de la cárcel de Reading, el poema-testamento del Oscar Wilde lanzado a las tinieblas por sus “amores ilícitos”, por el amor que no osa decir su nombre…A mi me tocó hacer una sonada introducción en la que se citaba como no podía ser menos, a Wilde, Lorca, Reich o Guérin.
Paradójicamente, semanas más tarde se montaba en la Asociación e Vecinos un bullicioso cursillo sobre la educación sexual, tema en el que algunos no habíamos pasado de las primeras letras. Lo más singular fue que lo dio un colectivo de “sexólogos” parte de los cuales al menos tenían perfectamente asumía su condición de homosexuales, y además militaban por lo general en el PSUC, el mismo partido de obreros puritanos que hacía poco habían tratado de expulsar a un camarada por separarse de su primera compañera.
Claro que en este asunto –amor libre y sin fronteras o amor reproductivo-, estuvimos de acuerdo en contra de la “vieja” y “joven guardia”, lo que llevó a los maoístas del PCE (i) y otros a proclamar que allí se daba un confabulación trotsko-revisionista, y que estas cosas en China se arreglaban por la vía más correcta: mandando a los “gais” a campos de reeducación, historia sobre la que, por cierto, existe una interesante película, Balzac y la costurera china, de Dai Sijie…
Ya por entonces pus, sabíamos del punto anticapitalista de Oscar Wide, visible sin ir más lejos en el pre4facio de la que es seguramente su obra mayor, El retrato de Dorian Gray, la única novela de Wilde, cuya autoría le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto.
Su trayectoria triunfal en los escenarios quedó truncada en 1895 cuando el marqués de Queenberry inició una campaña de difamación en periódicos y revistas acusándolo de homosexual. Wilde, por su parte, intentó defenderse con un proceso difamatorio contra Queenberry, aunque sin éxito, pues las pruebas presentadas por este último daban evidencia de hechos que podían ser juzgados a la luz de la Criminal Amendement Act.
Como debía de ser sabido: el 27 de mayo de 1895 Oscar Wilde fue condenado a dos años de prisión y trabajos forzados. Las numerosas presiones y peticiones de clemencia efectuadas desde sectores progresistas y desde varios de los más importantes círculos literarios europeos no fueron escuchadas y el escritor se vio obligado a cumplir por entero la pena. Enviado a Wandsworth y Reading, donde redactó la posteriormente aclamada Balada de la cárcel de Reading, la sentencia supuso la pérdida de todo aquello que había conseguido durante sus años de gloria.
Recobrada la libertad, cambió de nombre y apellido (adoptó los de Sebastian Melmoth) y emigró a París, donde permaneció hasta su muerte. Sus últimos años de vida se caracterizaron por la fragilidad económica, sus quebrantos de salud, los problemas derivados de su afición a la bebida y un acercamiento de última hora aun cierto catolicismo tan herético como lo había sido su socialismo.
Según escribirá Orwell, Wilde se equivocaba al considerar de que la riqueza llegaría a tal grado que las diferencias sociales ya no tendrían sentido, y también en el punto de estimar que, finalmente, las máquinas lo acabarían haciendo todo o casi todo. El suyo era un socialismo propio del optimismo de entre siglos (XIX y XX), pero, añade Orwell: “…esto no quiere decir que Wilde estuviera totalmente equivocado. Lo malo de los períodos de transición es que la dura actitud que generan tiende a volverse permanente. Todo indica que es lo que ha ocurrido en la Rusia soviética. La dictadura supuestamente establecida para un objetivo limitado en el tiempo ha echado raíces y ha permanecido, y hemos llegado a un punto en que se piensa que el socialismo significa campos de concentración y policía secreta. Por lo tanto, el panfleto de Wilde y otros escritos similares –Noticias de ninguna parte de William Morris) por ejemplo – tienen un valor. Podría ser que en ellos se pida lo imposible, y que a veces parezcan anticuados y ridículos –al fin y al cabo toda utopía refleja necesariamente las ideas estéticas de su propia época-, pero al menos miran más allá de la etapa de las colas para la comida y de las disputas de partido, y le recuerdan al movimiento socialista su objetivo original y medio olvidado de la fraternidad humana.”
La obra de Wilde nos remite además a la existencia de una poderosa tradición crítica y radical en el Reino Unidos, una tradición que actualmente está representada por escritores como Owen Jones o por cineastas como Ken Loach que ha aprendido muy bien que las tradiciones valen en la medida en que se ponen al día y al servicio de los movimientos sociales.
Por Pepe Gutiérrez-Álvarez (Fuente: Kaos en la red)
Oscar Wilde
El Viejo Topo
Número de páginas 94
14 x 21.5 cm
ISBN: 9788416288649
PVP: 10 €
Dramaturgo, presidiario en la intolerante y vengativa sociedad victoriana, Oscar Wilde nos dejó obras muy notables, desde La importancia de llamarse Ernesto hasta El retrato de Dorian Gray o Vera y los nihilistas, además de algunos ensayos que muestran su preocupación por el arte, la cultura y la sociedad, entre otros. Precisamente en uno de esos ensayos, El alma del hombre bajo el socialismo, Wilde defensa del socialismo y hace afirmaciones que siguen hoy muy vigentes:
“El socialismo, el comunismo, o como uno quiera llamarlo, al convertir la propiedad privada en riqueza pública, y al reemplazar la competencia por la cooperación, restituirá a la sociedad su condición de organismo sano, y asegurará el bienestar material de cada miembro de la comunidad. Dará a la vida una base y un medio adecuados.”
Se acaba de reeditar El alma del individuo bajo el socialismo de Oscar Wilde con un precioso y oportuno prólogo de Higinio Polo que nos descubre la otra alma de Wilde. Lo hace en una colección de “recuperación” de los clásicos de la subversión moral, política, y estética, que no es la menos importante.
Oscar Wilde tuvo un ramillete de personalidades, y entre ellas estaba la socialista, una muy nuestra. Una personalidad dentro de muchas como se encargó de matizar él mismo.
Este libro no era my conocido, aunque actualmente está “colgado” en numerosas páginas Web y se le suele citar con asiduidad. Si no me equivoco, la primera traducción fue la de Julio Gómez de la Serna –un hermano de Ramón que al parecer no se había exiliado- da incluida en la edición de las Obras completas que editó Aguilar en 1966, y que el que escribe la pudo comprar a buen precio en Els Encants del domingo mañana del Mercado de la calle Urgell, un lugar especial donde mi “papá político” Francesc Pedra conocía a no pocos de los libreros de segunda mano que, una vez te habían identificado, te ofrecía libros prohibidos, en especial de la editorial Losada creada en Buenos Aires por exiliados, en particular obras de Camus o Sartre, pero también de Howard Fast, y en una ocasión pude copar La revolución sexual según Reich y Kingsley, de Daniel Guérin , y que tanto nos ayudó a situarnos ante una cuestión que afectaba a amigos, luego también a algunos camaradas: la de la homosexualidad que añadía riesgos a los riesgos de la clandestinidad.
En la traducción de Gómez de la Serna figuraba por primera vez en castellano El alma del hombre bajo el socialismo, y creo que fue bajo este mismo título que lo editaron en una de aquellas colecciones tan exitosas de bolsillo, en el caso de bolsillo pequeño tal como fueron las de Anagrama, y de las Tusquets más dadas al asunto artístico y libertario, y que había publicado también la polémica de Breton contra Louis Aragón con el título Surrealismo contra realismo socialista…Pues bien, tanto el librito de Oscar Wilde como el de Guérin nos ayudaron a responder a una tentativa de expulsión de dos compañeros del grupo trotsko-anarco del barrio de Pubilla Casas, ambos acusados de “maricas” por viejos comunistas que se habían educado con el único menú de Radio Pirenaica.
La respuesta fue luminosa ya que los disidentes montamos en una sala de L´Hospitalet una representación muy singlar de La balada de la cárcel de Reading, el poema-testamento del Oscar Wilde lanzado a las tinieblas por sus “amores ilícitos”, por el amor que no osa decir su nombre…A mi me tocó hacer una sonada introducción en la que se citaba como no podía ser menos, a Wilde, Lorca, Reich o Guérin.
Paradójicamente, semanas más tarde se montaba en la Asociación e Vecinos un bullicioso cursillo sobre la educación sexual, tema en el que algunos no habíamos pasado de las primeras letras. Lo más singular fue que lo dio un colectivo de “sexólogos” parte de los cuales al menos tenían perfectamente asumía su condición de homosexuales, y además militaban por lo general en el PSUC, el mismo partido de obreros puritanos que hacía poco habían tratado de expulsar a un camarada por separarse de su primera compañera.
Claro que en este asunto –amor libre y sin fronteras o amor reproductivo-, estuvimos de acuerdo en contra de la “vieja” y “joven guardia”, lo que llevó a los maoístas del PCE (i) y otros a proclamar que allí se daba un confabulación trotsko-revisionista, y que estas cosas en China se arreglaban por la vía más correcta: mandando a los “gais” a campos de reeducación, historia sobre la que, por cierto, existe una interesante película, Balzac y la costurera china, de Dai Sijie…
Ya por entonces pus, sabíamos del punto anticapitalista de Oscar Wide, visible sin ir más lejos en el pre4facio de la que es seguramente su obra mayor, El retrato de Dorian Gray, la única novela de Wilde, cuya autoría le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto.
Su trayectoria triunfal en los escenarios quedó truncada en 1895 cuando el marqués de Queenberry inició una campaña de difamación en periódicos y revistas acusándolo de homosexual. Wilde, por su parte, intentó defenderse con un proceso difamatorio contra Queenberry, aunque sin éxito, pues las pruebas presentadas por este último daban evidencia de hechos que podían ser juzgados a la luz de la Criminal Amendement Act.
Como debía de ser sabido: el 27 de mayo de 1895 Oscar Wilde fue condenado a dos años de prisión y trabajos forzados. Las numerosas presiones y peticiones de clemencia efectuadas desde sectores progresistas y desde varios de los más importantes círculos literarios europeos no fueron escuchadas y el escritor se vio obligado a cumplir por entero la pena. Enviado a Wandsworth y Reading, donde redactó la posteriormente aclamada Balada de la cárcel de Reading, la sentencia supuso la pérdida de todo aquello que había conseguido durante sus años de gloria.
Recobrada la libertad, cambió de nombre y apellido (adoptó los de Sebastian Melmoth) y emigró a París, donde permaneció hasta su muerte. Sus últimos años de vida se caracterizaron por la fragilidad económica, sus quebrantos de salud, los problemas derivados de su afición a la bebida y un acercamiento de última hora aun cierto catolicismo tan herético como lo había sido su socialismo.
Según escribirá Orwell, Wilde se equivocaba al considerar de que la riqueza llegaría a tal grado que las diferencias sociales ya no tendrían sentido, y también en el punto de estimar que, finalmente, las máquinas lo acabarían haciendo todo o casi todo. El suyo era un socialismo propio del optimismo de entre siglos (XIX y XX), pero, añade Orwell: “…esto no quiere decir que Wilde estuviera totalmente equivocado. Lo malo de los períodos de transición es que la dura actitud que generan tiende a volverse permanente. Todo indica que es lo que ha ocurrido en la Rusia soviética. La dictadura supuestamente establecida para un objetivo limitado en el tiempo ha echado raíces y ha permanecido, y hemos llegado a un punto en que se piensa que el socialismo significa campos de concentración y policía secreta. Por lo tanto, el panfleto de Wilde y otros escritos similares –Noticias de ninguna parte de William Morris) por ejemplo – tienen un valor. Podría ser que en ellos se pida lo imposible, y que a veces parezcan anticuados y ridículos –al fin y al cabo toda utopía refleja necesariamente las ideas estéticas de su propia época-, pero al menos miran más allá de la etapa de las colas para la comida y de las disputas de partido, y le recuerdan al movimiento socialista su objetivo original y medio olvidado de la fraternidad humana.”
La obra de Wilde nos remite además a la existencia de una poderosa tradición crítica y radical en el Reino Unidos, una tradición que actualmente está representada por escritores como Owen Jones o por cineastas como Ken Loach que ha aprendido muy bien que las tradiciones valen en la medida en que se ponen al día y al servicio de los movimientos sociales.
Por Pepe Gutiérrez-Álvarez (Fuente: Kaos en la red)
jueves, 23 de junio de 2016
"MI TÍO NO SE LLAMA SAM. ESTADOS UNIDOS EN LA GRÁFICA CUBANA": 50 AÑOS DE PROPAGANDA CUBANA CONTRA EL IMPERIALISMO
La Revolución Cubana terminó el primero de enero del 59. Esa noche, Fidel Castro entró en Santiago de Cuba, hizo capital a la ciudad durante unas horas y, subido al balcón del ayuntamiento santiagueño, proclamó el triunfo de la Revolución a voz en grito. Al día siguiente, Camilo Cienfuegos y el Che Guevara llegaron a La Habana. Era un hecho: Fulgencio Batista, "El Hombre", había sido derrocado. Siete años antes, el gobierno estadounidense había apoyado su ascenso al poder en la isla cuando dio el golpe de Estado.
"No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil", dijo Fidel Castro pocos días después de tomar La Habana. El comandante sabía que la electricidad en el ambiente solo significa tormenta, y es que no iba a ser tan sencillo librarse del yugo de los EEUU como parecía en aquellas noches templadas de invierno. Washington haría el primer intento de muchos para invadir la isla dos años después en Playa Girón y Fidel llevaría allí a la victoria a sus tropas. Mientras tanto, la percepción negativa de lo estadounidense se infiltraba ya en el pueblo cubano.
Victoria, combate, repulsa, respeto
"Lo que hay en el libro es una parte minúscula de todo el material que tengo. He podido consultar y digitalizar todo el fondo de diapositivas de la editora política del Partido Comunista de Cuba", continúa el investigador. Así, en Mi tío no se llama Sam, hay hasta 93 ilustraciones, la mayoría correspondientes a carteles de propaganda que Fidel Castro mandó distribuir entre la población y colocar en las calles. La mayoría con una clara influencia soviética, una cartelería que recuerda a la usada por los republicanos durante la Guerra Civil española.
"La ciudad, en según qué momentos, estaba empapelada con carteles de todo tipo", cuenta González. Estamos hablando de carteles que muestran al Tío Sam con las manos cortadas, a la Estatua de la Libertad amordazada, a Nixon y a Hitler en un naipe con esvásticas o al famoso "No pasarán" bajo una rosa clavada en el pie de un soldado estadounidense. "Las gigantografías -las vallas- llegan a medir 5, 6, 7 metros y a ocupar espacios como la Plaza de la Revolución Cubana o la Oficina de Intereses", explica.
¿Teme alguna vez EEUU a Cuba? Mejor dicho, ¿teme alguna vez el gobierno estadounidense la influencia que tendrá esa propaganda sobre el pueblo cubano? "Sí. En los primeros años de la Revolución, en los que hay una adhesión unánime al proyecto ideológico. Ahora, con el paso del tiempo, este discurso a la población le es inmune porque se vuelve parte del paisaje urbano", explica González.
"A medida que convives con un discurso que es repetitivo, te inmunizas a ese discurso a medida que lo comparas con tu realidad cotidiana", cuenta González. No es que la Revolución pase desapercibida, es que la costumbre de esa Revolución se vuelve insípida. "Eso no quiere decir que en el discurso de la relación entre Cuba y EEUU exista y haya existido una cierta fidelidad al hecho de defender unos principios de dignidad, soberanía e independencia frente a EEUU. Eso sigue incólume", sentencia.
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miércoles, 22 de junio de 2016
INAUGURADO EL NUEVO MUSEO DE PALESTINA EN RAMALA
EL NUEVO MUSEO DE PALESTINA ASPIRA A CONSOLIDAR UNA NARRATIVA ALTERNATIVA A LA DE ISRAEL
Acaba de inaugurarse cerca de Ramala el Museo de Palestina, cuyas actividades se iniciarán este mes de junio. Es un centro moderno desde el que se pretende irradiar la cultura y el arte locales a toda Palestina y al extranjero, y ayudar a establecer una narrativa sobre el conflicto alternativa a la narrativa israelí.
El flamante Museo de Palestina, inaugurado el 18 de mayo, no será un museo al uso, ni se consagrará a un tema específico, como se pensó en un primer momento, sino a la historia, el patrimonio y las tendencias contemporáneas del arte palestino, “tanto a la cultura tangible como a la intangible”, explica su director, Mahmoud Hawari, de 62 años.
Hawari es oriundo de Tarshiha, un pequeño pueblo de la Galilea, al norte de Israel, ha vivido en Inglaterra 16 años, ha estudiado en Oxford y ha trabajado como curador del Museo Británico. Arqueólogo de profesión, se ha especializado en la cultura palestina. A partir de ahora residirá en Ramala aunque planea viajar a menudo para acercar las actividades del centro a las comunidades desperdigadas por la diáspora.
“Las actividades de este museo van a ser muy diversas. Habrá programas educativos que se crearán a la medida de los niños y a la medida de los universitarios. Habrá exposiciones continuamente y se pondrá un especial énfasis en el arte contemporáneo”, explica Hawari.
“Hay muchos palestinos que no son conscientes de su pasado porque durante muchos años han vivido sometidos a la propaganda de Israel, sometidos a una narrativa única, la de la ocupación, que se ha impuesto en todos los territorios ocupados. Nuestra tarea consistirá en crear y reforzar una narrativa palestina que se enfrente a la narrativa israelí dominante. Queremos que este museo se convierta en una herramienta en esa dirección”.
Al pensarse inicialmente en el Museo de Palestina, la primera idea que se discutió fue centrarlo en la Nakba, la catástrofe que representó la creación del estado de Israel en 1948, cuando más de 700.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares y se produjo una situación de “limpieza étnica”, dice Hawari.
“Esa fue la idea que lanzaron un grupo de intelectuales. Durante años parecía que todo iba en esa dirección y que el proyecto iba a cristalizar de esa manera. Sin embargo, la idea fue evolucionando y al final se acordó establecer un museo que se hiciera eco de los distintos aspectos de la cultura, no solo del pasado sino también del presente, un museo que contenga arte contemporáneo, literatura, cine, música y todas las formas de arte”.
Hawari destaca que existe un gran número de artistas palestinos que han conseguido un reconocimiento internacional y cuya obra reflejará el Museo de Palestina. Un caso es el de Mona Hatoum, nacida en en 1952 en Beirut de padres expulsados de Palestina y cuya obra figura en la colección del MoMA de Nueva York.
“Este museo constituye un gran logro para la cultura palestina y va a convertirse en un centro que tendrá departamentos o delegaciones en otros lugares de Palestina y en el extranjero, incluido Israel. Vamos a tratar de conectarnos con la población palestina de la diáspora, tanto la que vive en Oriente Próximo como la que reside en otros continentes, y lo haremos a través de exposiciones y todo tipo de actividades”, explica Hawari.
El Museo de Palestina cuenta con 23 empleados fijos, doce consejeros y 13 empleados que se ocupan de la seguridad y la limpieza. En los últimos meses ha dedicado una parte considerable de sus esfuerzos a una exposición que abordará la Nakba.
“El proyecto prevé una exposición de objetos que los refugiados palestinos se llevaron consigo en 1948 y que los han conservado hasta el día de hoy, como puede ser una llave, un reloj, una caja, etcétera. Estamos entrevistando a los propietarios o sus descendientes con el fin de que podamos explicar la Nakba a través de la historia particular esos objetos”.
Esta idea parece copiada del Museo del Holocausto de Jerusalén, donde se realiza el mismo proyecto, pero Hawari puntualiza: “No queremos competir con el Museo del Holocausto porque cada tragedia es distinta y, en cualquier caso, este museo no pretende ser una declaración política en ningún caso”.
“Nuestro conflicto no es solamente sobre la tierra o el agua, sino que también es un conflicto cultural entre dos narrativas, y los israelíes son conscientes de ello. Nosotros somos conscientes de que el museo solo es una institución y esperamos que Israel no interfiera en nuestras actividades”.
“Ha habido y hay un debate acerca de cómo debía ser la identidad del museo. ¿Debía ser una reacción a Israel? ¿Debía ser nacionalista?... Nuestra conclusión es que no queremos un Museo del Holocausto como el de Israel, no queremos imitar a Israel ni imitar su narrativa. Los Museos del Holocausto que hay en el mundo se han convertido en una industria. Ocurre en Berlín, Washington o Jerusalén. Nosotros aspiramos a que nuestra narrativa sea universal, a diferencia de la narrativa israelí, que es característica de los judíos y que excluye al resto de la gente, porque creemos que todo el mundo debe tener los mismos derechos”.
El espectacular edificio del Museo de Palestina, situado en Birzeit, a las afueras de Ramala, en terrenos que pertenecieron a la Universidad de Birzeit, ha sido construido por una firma de arquitectos irlandesa, y pretende ser respetuoso con el medioambiente. El 90 por ciento del edificio ha sido financiado por palestinos, principalmente de la diáspora, y el restante 10 por ciento por países árabes y europeos. “Es importante que seamos independientes”, concluye Hawari.
Fuente: Público
martes, 21 de junio de 2016
LA EDITORIAL TEMPLANDO EL ACERO PUBLICA "EL CEMENTO", DEL ESCRITOR SOVIÉTICO FYODOR GLADKOW, PREMIO STALIN EN 1949
Título: EL CEMENTO
Autor: Fyodor Gladkow.
Precio: 12 euros.
editorial: Templando el acero
364 paginas.
Sinopsis: El Obrero Gleb Tchumalov regresa de la Guerra Civil pero se encuentra con otro desafío revolucionario, echar a andar la fábrica de cemento para el desarrollo socialista.
Dentro del estilo realista soviético, su autor, Feodor Gladkov, es capaz de retratar en una sola novela todas las contradicciones de la vida rusa tras la guerra civil (1918-1921), durante los primeros años de la Nueva Política Económica (NEP). El protagonista, Pavel Vlasov, vuelve a su localidad natal tras combatir a los guardias blancos en las filas del Ejército Rojo. Pero a su vuelta no encuentra las cosas como él desearía: la fábrica de cemento que actuaba como pulmón de la economía local está en ruinas, la burocracia asfixia las arterias de la política soviética por culpa del criterio formalista de los funcionarios, su mujer, Dasha Chumálova, no le presta atención como esposa porque se ha involucrado en la vida política y, para colmo, las diferencias sociales vuelven a aflorar con las primeras medidas de la NEP.
pedidos a maimar_1@hotmail.com
http://librosml.blogspot.com.es/
Autor: Fyodor Gladkow.
Precio: 12 euros.
editorial: Templando el acero
364 paginas.
Sinopsis: El Obrero Gleb Tchumalov regresa de la Guerra Civil pero se encuentra con otro desafío revolucionario, echar a andar la fábrica de cemento para el desarrollo socialista.
Dentro del estilo realista soviético, su autor, Feodor Gladkov, es capaz de retratar en una sola novela todas las contradicciones de la vida rusa tras la guerra civil (1918-1921), durante los primeros años de la Nueva Política Económica (NEP). El protagonista, Pavel Vlasov, vuelve a su localidad natal tras combatir a los guardias blancos en las filas del Ejército Rojo. Pero a su vuelta no encuentra las cosas como él desearía: la fábrica de cemento que actuaba como pulmón de la economía local está en ruinas, la burocracia asfixia las arterias de la política soviética por culpa del criterio formalista de los funcionarios, su mujer, Dasha Chumálova, no le presta atención como esposa porque se ha involucrado en la vida política y, para colmo, las diferencias sociales vuelven a aflorar con las primeras medidas de la NEP.
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lunes, 20 de junio de 2016
"LLUEVE SOBRE SANTIAGO", DE ASTOR PIAZZOLLA, BANDA SONORA DE LA PELÍCULA DEL MISMO NOMBRE
“Llueve sobre Santiago” la pelicula del fallecido gran cineasta chileno Helvio Soto contó con la particular banda sonora a cargo del maestro Astor Piazzolla. La película rodada en Europa en 1975 cuenta con la actuacion de la chilena Patricia Guzman y un elenco de actores búlgaros y narra los sucesos del golpe de estado de 1973.
“El mismo Soto la definió como “una película de propaganda”. La película es en cierta forma un homenaje a la Unidad Popular, a Salvador Allende y al periodista Augusto Olivares. Pese a su discutida calidad, es el film más exitoso de la filmografía de Helvio Soto. Exhibida en una cincuentena de países, fue un verdadero éxito de taquilla en países tan diversos como Portugal y Japón.”
La banda sonora, Rain over Santiago (Il pleut sur Santiago, 1976), es un desgarrador disco. Durante sus 7 temas provoca sensaciones que llevan desde la nostalgia hasta el llanto. El tema homónimo es el que aparece en dos versiones, violín y bandoneón.
1. Salvador Allende
2. Combate en la fabrica
3. La maison de monique
4. Bidonville
5. Rain over Santiago (violin)
6. Rain over Santiago (bandoneón)
7. Jorge adios
VER PELÍCULA: http://espina-roja.blogspot.com.es/2013/03/llueve-sobr-santiago-pelicula-de-helvio.html
domingo, 19 de junio de 2016
"GUERRILLERO HEROICO", DE ALBERTO KORDA, EN EL 88 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL CHE GUEVARA
Guerrillero heroico
Alberto Korda
1960
Lente de 90mm (Leica)
La Habana
Fue en un acto fúnebre, de lejos, con una lente de 90 mm montada sobre una vieja Leica; un teleobjetivo corto, perfecto para retratos... Alberto Korda tomó la imagen que se convirtió en icono de todas las revoluciones del mundo. Un negocio del que no se benefició
Osvaldo estaba cruzando el Atlántico sabedor de su buena estrella. Tenía en sus manos el material inédito del Che que había ido a buscar o que se había encontrado. Osvaldo realmente no se llamaba Osvaldo, así le llamaban en la isla. Su nombre real era Giangiacomo Feltrinelli y hacía unos años que había conseguido situar su casa editora en la cumbre del éxito gracias a su fino olfato. Conseguir el manuscrito de la novela de Boris Pasternak, el Doctor Zhivago; sacar por primera vez El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa y publicar Trópico de Cáncer, de Henry Miller, calificado de pornográfico por las autoridades estadounidenses.
Siete años antes, el 4 de marzo de 1960, en toda la Habana se siente una tremenda explosión. Ernesto Guevara se dirigía al Banco Nacional de Cuba del que era presidente. Al escuchar la detonación corre al lugar. Una enorme cortina de humo asfixia el muelle Tallapiedra donde está amarrado el carguero La Coubre, con 70 toneladas de munición, que venían de Amberes para apoyar a la revolución. A la primera explosión le sucede una segunda aún más potente. Ernesto, que está atendiendo a los heridos, se percata de la presencia del fotógrafo Gilberto Ante y se vuelve a él furioso prohibiéndole hacer fotografías. Al día siguiente en la esquina de la Calle 23 y 12, encima de un templete cubierto con la bandera cubana, patria o muerte, Fidel Castro ha lanzado su consigna para la historia.
El fotógrafo Alberto Korda deambula entre los líderes de la revolución. La cámara que cuelga Korda al hombro es una vieja Leica con una lente de 90mm montada. Es un teleobjetivo corto, perfecto para retratos, pero una óptica complicada para la foto de reportaje con una Leica, porque el enfoque con el telémetro es incómodo y la porción que remarca el visor es pequeña; obliga a afinar mucho. Sin embargo el objetivo, tiene la ventaja de distanciarte del personaje, de hacer que seas invisible en una distancia prudente, consiguiendo así no quebrar la espontaneidad del que se relaja en el acto oficial donde hay que mantener la pose, incluso la pose revolucionaria.
Un, dos, tres, cuatro fotos... líderes de la revolución. Cinco, seis, siete, ocho, nueve fotos... Fidel Castro en la tribuna de oradores. Diez, once, doce... tres fotos de Simone de Beauvoir y Jean- Paul Sartre que asisten como invitados al mitin funeral. Trece y catorce... Fidel delante del micrófono. Quince, dieciséis, diecisiete... fotos más lejanas de Sastre. Dieciocho, diecinueve y veinte... Fidel solo.
Entonces la mirada inquieta del fotógrafo se detiene en seco en el Che Guevara, que permanece en segunda fila. La melena heterodoxa sujeta por la gorra revolucionaria con estrella de comandante rebelde, el ceño ligeramente fruncido, la cremallera que cierra hasta el cuello la cazadora de cuero, el fondo blanco que se apropia de los símbolos revolucionarios, haciendo atemporal la turbadora rabia contenida, el mirar de hombre invicto que no rinde su creencia. Korda sabe que tiene a su alcance una foto con mayúsculas. No debe pensar en ajustes que no vayan más allá del foco o puede perder el momento decisivo ¡suerte de tener la lente adecuada! Disparo veintiuno. Tiene la foto, al menos una, la ha asegurado.
El Che mantiene la posición. Korda intenta una foto vertical, disparo veintidós. Quiere el retrato limpio sin el perfil de un desconocido que se le ha colado por la izquierda ni la palmera de la derecha, pero alguien se cruza por detrás del Che y ensucia la nueva toma. Se acabó, el Che ha desaparecido entre la multitud. Veintitrés... Sartre. Veinticuatro, veinticinco y veintiséis... cierra Fidel, no hay más fotos. Rollo revelado, hoja de contactos, el editor gráfico del periódico Revolución no elegirá las fotos del Che para su publicación. Negativos y fotos al cajón.
Osvaldo en el pasado había combatido junto a los partisanos izquierdistas contra la todo poderosa Wehrmacht de Hitler y la fuerzas remanentes del régimen de Benito Mussolini. Pertenecía al PCI y llevaba algún tiempo viajando por los regímenes comunistas del tercer mundo manteniendo muy buenas relaciones con sus líderes.
En 1967 Feltrinelli se ve con Fidel en La Habana. También visita la casa de Alberto Korda. La foto del Che tomada siete años antes, cuelga de una de las paredes junto a una foto de Pablo Neruda y algunas fotos familiares. Feltrinelli le pide una copia a Korda y este se la regala. En esos momentos el Che Guevara está en Bolivia combatiendo como guerrillero. Poco tiempo después el Ejército boliviano, en colaboración con la CIA, tienden una emboscada al Che y lo capturan en La Higuera. Clandestinamente hacen un juicio sumario y ejecutan al guerrillero. A manos de Fidel Castro llega una copia del Diario del Che Guevara en Bolivia y Feltrinelli con su desenvoltura y relación de amistad con Fidel consigue los derechos para publicarlo.
Muerto el Che, Osvaldo Giangiacomo Feltrinelli, el revolucionario, el activista, el editor de fino olfato decide hacer un póster. Sabe que la imagen es pólvora revolucionaria, icono para la causa. No le pregunta a Korda. Se imprimen miles de copias del retrato, después millones y millones.
El artista irlandés Jim Fitzpatrick en 1968 convierte la foto en una obra plástica. Tampoco le preguntó nada a Korda. Diseña una versión pop para la revista Scene que es rechazada por demasiado radical. Fitzpatrick no se desanimó y envió la imagen a Private Eye, una revista satírica. La revista alemana Stern publica por primera vez la imagen en rojo y negro.
Gerard Malanga era uno de los artistas de la factoría Warhol. Llevaba un tiempo viviendo en Roma y para procurarse dinero con el que subsistir, hizo dos obras del Che al estilo Warhol. Una de ellas fue vendida por 3.000 dólares. Un marchante de arte quiso autentificar la obra y, al enterarse Andy Warhol, autentificó la obra pero encolerizado dijo que el único que tenía la autorización para venderla era él mismo.
Tirsha Ziff, comisaria de una exposición sobre el Che, tenía razón cuando declaró a la BBC que la imagen del Che Guevara se convertiría en una marca tan famosa como la Coca Cola. La imagen icónica se convierte en la señera más auténtica de las corrientes alternativas, los movimientos antiglobalización y antisistema. Camisetas, tazas, llaveros, calzoncillos... inimaginables objetos inundan el planeta. La antigua retórica hecha cliché, admitida en un esquema fijo, válido para recurrir a él por todos.
Nadie le preguntó nada, pero todos querían para sí ese efímero momento capturado por Korda. Cartier-Bresson en una entrevista dijo: "...cada vez que una foto es deseada, fabricada, termina atrapada en el tópico". Korda murió en París en 2011. Solo reclamó sus derechos para evitar que una marca de vodka utilizase la imagen para un anuncio publicitario. Korda, según él, amaba por igual tres cosas: las mujeres, el mar y la revolución. Nunca se opuso a la reproducción de la fotografía siempre y cuando fuese para difundir los valores de la Revolución o la memoria del Che.
Fuente: El Mundo
Alberto Korda
1960
Lente de 90mm (Leica)
La Habana
Fue en un acto fúnebre, de lejos, con una lente de 90 mm montada sobre una vieja Leica; un teleobjetivo corto, perfecto para retratos... Alberto Korda tomó la imagen que se convirtió en icono de todas las revoluciones del mundo. Un negocio del que no se benefició
Osvaldo estaba cruzando el Atlántico sabedor de su buena estrella. Tenía en sus manos el material inédito del Che que había ido a buscar o que se había encontrado. Osvaldo realmente no se llamaba Osvaldo, así le llamaban en la isla. Su nombre real era Giangiacomo Feltrinelli y hacía unos años que había conseguido situar su casa editora en la cumbre del éxito gracias a su fino olfato. Conseguir el manuscrito de la novela de Boris Pasternak, el Doctor Zhivago; sacar por primera vez El Gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa y publicar Trópico de Cáncer, de Henry Miller, calificado de pornográfico por las autoridades estadounidenses.
Siete años antes, el 4 de marzo de 1960, en toda la Habana se siente una tremenda explosión. Ernesto Guevara se dirigía al Banco Nacional de Cuba del que era presidente. Al escuchar la detonación corre al lugar. Una enorme cortina de humo asfixia el muelle Tallapiedra donde está amarrado el carguero La Coubre, con 70 toneladas de munición, que venían de Amberes para apoyar a la revolución. A la primera explosión le sucede una segunda aún más potente. Ernesto, que está atendiendo a los heridos, se percata de la presencia del fotógrafo Gilberto Ante y se vuelve a él furioso prohibiéndole hacer fotografías. Al día siguiente en la esquina de la Calle 23 y 12, encima de un templete cubierto con la bandera cubana, patria o muerte, Fidel Castro ha lanzado su consigna para la historia.
El fotógrafo Alberto Korda deambula entre los líderes de la revolución. La cámara que cuelga Korda al hombro es una vieja Leica con una lente de 90mm montada. Es un teleobjetivo corto, perfecto para retratos, pero una óptica complicada para la foto de reportaje con una Leica, porque el enfoque con el telémetro es incómodo y la porción que remarca el visor es pequeña; obliga a afinar mucho. Sin embargo el objetivo, tiene la ventaja de distanciarte del personaje, de hacer que seas invisible en una distancia prudente, consiguiendo así no quebrar la espontaneidad del que se relaja en el acto oficial donde hay que mantener la pose, incluso la pose revolucionaria.
Un, dos, tres, cuatro fotos... líderes de la revolución. Cinco, seis, siete, ocho, nueve fotos... Fidel Castro en la tribuna de oradores. Diez, once, doce... tres fotos de Simone de Beauvoir y Jean- Paul Sartre que asisten como invitados al mitin funeral. Trece y catorce... Fidel delante del micrófono. Quince, dieciséis, diecisiete... fotos más lejanas de Sastre. Dieciocho, diecinueve y veinte... Fidel solo.
Entonces la mirada inquieta del fotógrafo se detiene en seco en el Che Guevara, que permanece en segunda fila. La melena heterodoxa sujeta por la gorra revolucionaria con estrella de comandante rebelde, el ceño ligeramente fruncido, la cremallera que cierra hasta el cuello la cazadora de cuero, el fondo blanco que se apropia de los símbolos revolucionarios, haciendo atemporal la turbadora rabia contenida, el mirar de hombre invicto que no rinde su creencia. Korda sabe que tiene a su alcance una foto con mayúsculas. No debe pensar en ajustes que no vayan más allá del foco o puede perder el momento decisivo ¡suerte de tener la lente adecuada! Disparo veintiuno. Tiene la foto, al menos una, la ha asegurado.
El Che mantiene la posición. Korda intenta una foto vertical, disparo veintidós. Quiere el retrato limpio sin el perfil de un desconocido que se le ha colado por la izquierda ni la palmera de la derecha, pero alguien se cruza por detrás del Che y ensucia la nueva toma. Se acabó, el Che ha desaparecido entre la multitud. Veintitrés... Sartre. Veinticuatro, veinticinco y veintiséis... cierra Fidel, no hay más fotos. Rollo revelado, hoja de contactos, el editor gráfico del periódico Revolución no elegirá las fotos del Che para su publicación. Negativos y fotos al cajón.
Osvaldo en el pasado había combatido junto a los partisanos izquierdistas contra la todo poderosa Wehrmacht de Hitler y la fuerzas remanentes del régimen de Benito Mussolini. Pertenecía al PCI y llevaba algún tiempo viajando por los regímenes comunistas del tercer mundo manteniendo muy buenas relaciones con sus líderes.
En 1967 Feltrinelli se ve con Fidel en La Habana. También visita la casa de Alberto Korda. La foto del Che tomada siete años antes, cuelga de una de las paredes junto a una foto de Pablo Neruda y algunas fotos familiares. Feltrinelli le pide una copia a Korda y este se la regala. En esos momentos el Che Guevara está en Bolivia combatiendo como guerrillero. Poco tiempo después el Ejército boliviano, en colaboración con la CIA, tienden una emboscada al Che y lo capturan en La Higuera. Clandestinamente hacen un juicio sumario y ejecutan al guerrillero. A manos de Fidel Castro llega una copia del Diario del Che Guevara en Bolivia y Feltrinelli con su desenvoltura y relación de amistad con Fidel consigue los derechos para publicarlo.
Muerto el Che, Osvaldo Giangiacomo Feltrinelli, el revolucionario, el activista, el editor de fino olfato decide hacer un póster. Sabe que la imagen es pólvora revolucionaria, icono para la causa. No le pregunta a Korda. Se imprimen miles de copias del retrato, después millones y millones.
El artista irlandés Jim Fitzpatrick en 1968 convierte la foto en una obra plástica. Tampoco le preguntó nada a Korda. Diseña una versión pop para la revista Scene que es rechazada por demasiado radical. Fitzpatrick no se desanimó y envió la imagen a Private Eye, una revista satírica. La revista alemana Stern publica por primera vez la imagen en rojo y negro.
Gerard Malanga era uno de los artistas de la factoría Warhol. Llevaba un tiempo viviendo en Roma y para procurarse dinero con el que subsistir, hizo dos obras del Che al estilo Warhol. Una de ellas fue vendida por 3.000 dólares. Un marchante de arte quiso autentificar la obra y, al enterarse Andy Warhol, autentificó la obra pero encolerizado dijo que el único que tenía la autorización para venderla era él mismo.
Tirsha Ziff, comisaria de una exposición sobre el Che, tenía razón cuando declaró a la BBC que la imagen del Che Guevara se convertiría en una marca tan famosa como la Coca Cola. La imagen icónica se convierte en la señera más auténtica de las corrientes alternativas, los movimientos antiglobalización y antisistema. Camisetas, tazas, llaveros, calzoncillos... inimaginables objetos inundan el planeta. La antigua retórica hecha cliché, admitida en un esquema fijo, válido para recurrir a él por todos.
Nadie le preguntó nada, pero todos querían para sí ese efímero momento capturado por Korda. Cartier-Bresson en una entrevista dijo: "...cada vez que una foto es deseada, fabricada, termina atrapada en el tópico". Korda murió en París en 2011. Solo reclamó sus derechos para evitar que una marca de vodka utilizase la imagen para un anuncio publicitario. Korda, según él, amaba por igual tres cosas: las mujeres, el mar y la revolución. Nunca se opuso a la reproducción de la fotografía siempre y cuando fuese para difundir los valores de la Revolución o la memoria del Che.
Fuente: El Mundo
Lectura interpretativa y marco histórico de la fotografía más icónica del siglo XX, realizada por el cubano Alberto Korda: https://oscarenfotos.com/2015/06/01/alberto-korda-y-su-guerrillero-heroico-ernesto-el-che-guevara/
sábado, 18 de junio de 2016
"LOS AMANECERES SON AQUÍ MÁS APACIBLES", DEL DIRECTOR SOVIÉTICO STANISLAV ROSTOTSKY
Título original: A zori zdes tikhie
Año: 1972
Duración: 188 min.
País: Unión Soviética (URSS)
Director: Stanislav Rostotsky
Guión: Stanislav Rostotsky, Boris Vasilyev
Música: Kirill Molchanov
Fotografía: Vyacheslav Shumsky
Reparto: Yelena Drapeko, Yekaterina Markova, Olga Ostroumova, Irina Shevchuk, Irina Dolganova, Andrei Martynov, Lyudmila Zajtseva, Alla Meshcheryakova, Aleksei Chernov, Viktor Avdyushko, Yuri Sorokin, Vladimir Ivashov, N. Yemelyanov, Kirill Stolyarov
Año: 1972
Duración: 188 min.
País: Unión Soviética (URSS)
Director: Stanislav Rostotsky
Guión: Stanislav Rostotsky, Boris Vasilyev
Música: Kirill Molchanov
Fotografía: Vyacheslav Shumsky
Reparto: Yelena Drapeko, Yekaterina Markova, Olga Ostroumova, Irina Shevchuk, Irina Dolganova, Andrei Martynov, Lyudmila Zajtseva, Alla Meshcheryakova, Aleksei Chernov, Viktor Avdyushko, Yuri Sorokin, Vladimir Ivashov, N. Yemelyanov, Kirill Stolyarov
La historia nos sitúa en Karelia, en la frontera entre Finlandia y Rusia, en 1941. En una diminuta aldea situada en la retaguardia de un tranquilo sector del frente, el Sargento Mayor Vaskov recibe el encargo de establecer una posición de batería antiaérea. Poco después, y ante la sorpresa de Vaskov, el mando de la zona le envía un pelotón de mujeres que serán las encargadas de servir los cañones antiaéreos. Pese a las reticencias iniciales del sargento, pronto la camaradería ira surgiendo entre el y sus subordinadas, cuyas historias personales se irán poniendo gradualmente de manifiesto. Un día, la idílica tranquilidad del frente se ve alterada cuando una de las mujeres descubre en el bosque la presencia de dos paracaidistas alemanes, lo que hará que Vaskov, junto con cinco de sus combatientes, salgan en su búsqueda.
Los amaneceres son aquí más apacibles supuso la adaptación cinematográfica del libro homónimo del escritor ruso Boris Vasilyev, autor de varias novelas bélicas inspiradas en los hechos acaecidos durante la guerra contra el invasor alemán. Tras su estreno, la película tuvo una buena acogida en la URSS e incluso llegó a ser nominada para el Oscar a la mejor película extranjera en la edición de 1973, todo un hito en una época en la que las relaciones diplomáticas e internacionales entre la URSS y EEUU aun no se habían normalizado. Pero después de recibir tales reconocimientos, el film cayó en un injusto olvido, hasta que en 2004 apareció nuevamente editado en formato DVD, lo cual permitió que la película volviera a tener cierta difusión en el mercado occidental.
Y es una suerte que haya sido asi, porque lo cierto es que Los amaneceres son aquí mas apacibles puede considerarse una de las mejores películas soviéticas sobre la II GM. Lejos de recrearse en los aspectos épicos o propagandísticos, el film nos ofrece una historia poética, de hondo calado humano, acerca del drama de la guerra y el sacrifio personal que todo conflicto implica, amén de constituir un sentido homenaje a las mujeres que lucharon y murieron en el frente de batalla. En la primera mitad del film -que, bajo mi punto de vista, condensa lo mejor del mismo- asistimos a la presentación de los personajes y al desarrollo de sus respectivas historias, de modo que con un ritmo pausado, vamos conociendo a las protagonistas, sus motivaciones y sus vidas anteriores al estallido de la guerra, narradas mediante una serie de flashbacks de tono ligeramente onírico.
No faltan tampoco unas bien dosificadas notas de humor a la hora de describir el inevitable choque de mentalidades entre el puntilloso sargento Vaskov y sus subordinadas, pese a lo cual irá surgiendo gradualmente entre ellos un inevitable sentimiento de camaradería. También me gustó la forma en que son descritas las protagonistas de la historia, de una manera muy humana, como mujeres embarcadas en una guerra, pero que no por ello renuncian a las inclinaciones propias de su feminidad. Tras esa primera parte, la segunda mitad del film, que contiene la parte estrictamente bélica del relato, nos muestra como Vaskov y sus combatientes se enfrentan de manera dramática a un grupo de paracaidistas alemanes en un duelo desigual. Quizás esta parte resulta más convencional en su desarrollo y en algunos momentos, se hace algo lenta, pero es bastante realista y sirve adecuadamente para construir un crescendo narrativo que conduce al trágico desenlace y emotivo epílogo del film, además de contener algunos elementos antibelicistas que recuerdan a títulos anteriores como "Sin novedad en el frente".
En el apartado interpretativo, y pese a que el reparto no contó con ninguna cara conocida, hay que reconocer que el protagonista, Andrei Martinov, compone un muy buen personaje encarnando al abnegado Sargento Vaskov, y está muy bien respaldado por las intérpretes femeninas, todas las cuales resultan muy creíbles en sus respectivos papeles.
En conclusión, Los amaneceres son aqui más apacibles constituye una magnífica muestra del cine bélico soviético en lo que a calidad artística se refiere. Es un título que ofrece una muy emotiva historia humana, desprovista de ínfulas épicas o propagandísticas, y narrada de forma un tanto pausada, pero que logra conmover al espectador en más de un momento. Un título a descubrir, cuyo visionado recomiendo a todo aquel que aprecie el cine de calidad y rico en matices narrativos.
Fuente: La Segunda Guerra Mundial en el Cine
VER PELICULA SUBTITULADA AL CASTELLANO (PARTE 1):
VER PELICULA SUBTITULADA AL CASTELLANO (PARTE 2):
viernes, 17 de junio de 2016
80 AÑOS DEL DISCURSO DE PASIONARIA EN EL CONGESO DE LOS DIPUTADOS EN EL DEBATE CON GIL ROBLES
El 16 de junio de 1936 tuvo lugar una de las sesiones parlamentarias más dramáticas de toda la historia de España.Fue José María Gil-Robles el que habló en primer lugar, relatando los gravísimos y diversos sucesos ocurridos en España desde el día 16 de febrero hasta el 15 de junio de 1936. La diputada comunista Dolores Ibárruri contestó a la intervención de Gil-Robles y a la posterior de José Calvo Sotelo, en los siguientes términos:
Señores Diputados!
Por una vez, y aunque ello parezca extraño y paradójico, la minoría comunista está de acuerdo con la proposición no de ley presentada por el señor Gil Robles, proposición tendente a plantear la necesidad de que termine rápidamente la perturbación que existe en nuestro país; pero si en principio coincidimos en la existencia de esta necesidad, comenzamos a discrepar en seguida, porque para buscar la verdad, para hallar las conclusiones a que necesariamente tenemos que llegar, vamos por caminos distintos, contrarios y opuestos.
El Sr. Gil Robles ha hecho un bello discurso y yo me voy a referir concretamente a él, ya que al Sr. Calvo Sotelo le ha contestado cumplidamente el Sr. Casares, poniendo al descubierto los propósitos de perturbación que traía esta tarde al Parlamento con el deseo, naturalmente, de que sus palabras tuvieran repercusiones fuera de aquí, aunque por necesidad me referiré también en algunos casos concretos a las actividades del señor Calvo Sotelo.
Decía que el Sr. Gil Robles había pronunciado un bello discurso, tan bello y tan ampuloso como los que el Sr. Gil Robles acostumbraba a pronunciar cuando en plan de jefe indiscutible –esto no se lo reprocho– iba por aldeas y ciudades predicando la buena nueva del socialismo cristiano, la buena nueva de la justicia distributiva se tradujese en hechos de gobierno, cuando el Sr. Gil Robles participaba intensamente en él, tales como el establecimiento de los jornales católicos en el campo, de los jornales de 1,50 y de dos pesetas.
El Sr. Gil Robles, hábil parlamentario y no menos hábil esgrimidor de recursos oratorios, retóricos, de frases de efecto, apelaba a argumentos no muy convincentes, no muy firmes, tan escasos de solidez como la afirmación que hacía de la falta de apoyo por parte del Gobierno a los elementos patronales. Y al argüir con argumentos falsos, sacaba, naturalmente, falsas conclusiones; pero muy de acuerdo con la misión que quien puede le ha confiado en esta Cámara y que S.S., como los compañeros de minoría, sabe cumplir a la perfección, esgrimía una serie de hechos sucedidos en España, que todos lamentamos, para demostrar la ineficacia de las medidas del Gobierno, el fracaso del Frente Popular.
Su señoría comenzaba a hacer la relación de hechos solamente desde el 16 de Febrero y no obtenía una conclusión, como muy bien le han dicho los señores Diputados que han intervenido; no obtenía la conclusión de que es necesario averiguar quiénes son los que han realizado esos hechos, porque el Sr. Gil Robles no ignora, por ejemplo, que, después de la quema de algunas iglesias, en casa de determinados sacerdotes se han encontrado los objetos del culto que en ocasiones normales no suelen estar allí.
No quiero hacer simplemente un discurso; quiero exponer hechos, porque los hechos son más convincentes que todas las frases retóricas, que todas las bellas palabras, ya que a través de los hechos se pueden sacar consecuencias justas y a través de los hechos se escribe la Historia. Y como yo supongo que el Sr. Gil Robles, como cristiano que es, ha de amar intensamente la verdad y ha de tener interés en que la Historia de España se escriba de una manera verídica, voy a darle algunos argumentos, voy a refrescarle la memoria y a demostrarle, frente a sus sofismas, la justeza de las conclusiones adonde yo voy a llegar con mi intervención.
Pero antes permítame S.S. poner al descubierto la dualidad del juego, es decir, las maniobras de las derechas, que mientras en las calles realizan la provocación, envían aquí unos hombres que, con cara de niños ingenuos vienen a preguntarle al Gobierno qué pasa y a dónde vamos.
¡Señores de las derechas! Vosotros venís aquí a rasgar vuestras vestiduras escandalizados y a cubrir vuestras frentes de ceniza, mientras, como ha dicho el compañero De Francisco, alguien, que vosotros conocéis y que nosotros no desconocemos tampoco, manda elaborar uniformes de la Guardia Civil con intenciones que vosotros sabéis y que nosotros no ignoramos, y mientras, también, por la frontera de Navarra, ¡Sr. Calvo Sotelo!, envueltas en la bandera española, entran armas y municiones con menos ruido, con menos escándalo que la provocación de Vera del Bidasoa, organizada por el miserable asesino Martínez Anido, con el que colaboró S.S. y para vergüenza de la República española, no se ha hecho justicia ni con él ni con S.S., que con él colaboró. Como digo, los hechos son mucho más convincentes que las palabras. Yo he de referirme no solamente a los ocurridos desde el 16 de febrero, sino un poco tiempo más atrás, porque las tempestades de hoy son consecuencia de los vientos de ayer.
¿Qué ocurrió desde el momento en que abandonaron el Poder los elementos verdaderamente republicanos y los socialistas? ¿Qué ocurrió desde el momento en que hombres que, barnizados de un republicanismo embustero, pretextaban querer ampliar la base de la República, ligándoos a vosotros, que sois antirrepublicanos, al Gobierno de España? Pues ocurrió lo siguiente: Los desahucios en el campo se realizaban de manera colectiva; se perseguía a los Ayuntamientos vascos; se restringía el Estatuto de Cataluña; se machacaban y se aplastaban todas las libertades democráticas; no se cumplían las leyes de trabajo; se derogaba, como decía el compañero De Francisco, la ley de Términos municipales; se maltrataba a los trabajadores, y todo esto iba acumulando una cantidad enorme de odios, una cantidad enorme de odios, una cantidad enorme de descontento, que necesariamente tenía que culminar en algo, y ese algo fue el octubre glorioso, el octubre del cual nos enorgullecemos todos los ciudadanos españoles que tenemos sentido político, que tenemos dignidad, que tenemos noción de la responsabilidad de los destinos de España frente a los intentos del fascismo.
Y todos estos actos que en España se realizaban durante la etapa que certeramente se ha denominado del «bienio negro» se llevaban a cabo, ¡Sr. Gil Robles!, no sólo apoyándose en la fuerza pública, en el aparato coercitivo del Estado, sino buscando en los bajos estratos, en los bajos fondos que toda sociedad capitalista tiene en su seno, hombres desplazados, cruz del proletariado, a los que dándoles facilidades para la vida, entregándoles una pistola y la inmunidad para poder matar, asesinaban a los trabajadores que se distinguían en la lucha y también a hombres de izquierda: Canales, socialista; Joaquín de Grado, Juanita Rico, Manuel Andrés y tantos otros, cayeron víctimas de estas hordas de pistoleros, dirigidas, ¡Sr. Calvo Sotelo!, por una señorita, cuyo nombre, al pronunciarlo, causa odio a los trabajadores españoles por lo que ha significado de ruina y de vergüenza para España y por señoritos cretinos que añoran las victorias y las glorias sangrientas de Hitler o Musolini.
Se produce, como decía antes, el estallido de octubre; octubre glorioso, que significó la defensa instintiva del pueblo frente al peligro fascista; porque el pueblo, con certero instinto de conservación, sabía lo que el fascismo significaba: sabía que le iba en ello, no solamente la vida, sino la libertad y la dignidad que son siempre más preciadas que la misma vida.
Fueron, ¡señor Gil Robles!, tan miserables los hombres encargados de aplastar el movimiento, y llegaron a extremos de ferocidad tan terribles, que no son conocidos en la historia de la represión en ningún país. Millares de hombres encarcelados y torturados; hombres con los testículos extirpados; mujeres colgadas del trimotor por negarse a denunciar a sus deudos; niños fusilados; madres enloquecidas al ver torturar a sus hijos; Carbayín; San Esteban de las Cruces; Villafría; La Cabaña; San Pedro de los Arcos; Luis de Sirval. Centenares y millares de hombres torturados dan fe de la justicia que saben hacer los hombres de derechas, los hombres que se llaman católicos y cristianos.
Y todo ello, ¡señor Gil Robles!, cubriéndolo con una nube de infamias, con una nube de calumnias, porque los hombres que detentaban el Poder no ignoraban en aquellos momentos que la reacción del pueblo, si éste llegaba a saber lo que ocurría, especialmente en Asturias, sería tremenda.
Cultivasteis la mentira; pero la mentira horrenda, la mentira infame; cultivasteis la mentira de las violaciones de San Lázaro; cultivasteis la mentira de los niños con los ojos saltados; cultivasteis la mentira de la carne de cura vendida a peso; cultivasteis la mentira de los guardias de Asalto quemados vivos. Pero estas mentiras tan diferentes, tan horrendas todas, convergían a un mismo fin: el de hacer odiosa a todas las clases sociales de España la insurrección asturiana, aquella insurrección que, a pesar de algunos excesos lógicos, naturales en un movimiento revolucionario de tal envergadura, fue demasiado romántico, porque perdonó la vida a sus más acerbos enemigos, a aquellos que después no tuvieron la nobleza de recordar la grandeza de alma que con ellos se había demostrado.
Voy a separar los cuatro motivos fundamentales de estas mentiras que, como decía antes, convergían en el mismo fin. La mentira de las violaciones, a pesar de que vosotros sabíais que no eran ciertas, porque las muchachas que vosotros dábais como muertas, y violadas antes de ser muertas por los revolucionarios, ellas mismas os volcaban a la cara vuestra infamia diciendo: «Estamos vivas, y los revolucionarios no tuvieron para nosotras más que atenciones.» ¡Ah!, pero esta mentira tenía un fin; esta mentira de las violaciones, extendida por vuestra Prensa cuando a la Prensa de izquierdas se la hacía enmudecer, tendía a que el espíritu caballeroso de los hombres españoles se pronunciase en contra de la barbarie revolucionaria.
Pero necesitábais más; necesitábais que las mujeres mostrasen su odio a la revolución; necesitábais exaltar ese sentimiento maternal, ese sentimiento de afecto de las madres para los niños, y lanzásteis y explotásteis el bulo de los niños con los ojos saltados. Yo os he de decir que los revolucionarios hubieron, de la misma manera que los heroicos comunalistas de París, siguiendo su ejemplo, de proteger a los niños de la Guardia Civil, de esperar a que los niños y las mujeres saliesen de los cuarteles para luchar contra los hombres como luchan los bravos: con armas inferiores, pero guiados por un ideal, cosa que vosotros no habéis sabido hacer nunca.
La mentira de la carne de cura vendida al peso. Vosotros sabéis bien –nosotros tampoco lo desconocemos– el sentimiento religioso que vive en amplias capas del pueblo español, y vosotros queríais con vuestras mentira infame ahogar todo lo que de misericordioso, todo lo que de conmiseración pudiera haber en el sentimiento de estos hombres y de estas mujeres que tienen ideas religiosas hacia los revolucionarios.
Y viene la culminación de las mentiras: los guardias de Asalto quemados vivos. Vosotros necesitábais que las fuerzas que iban a Asturias a aplastar el movimiento fuesen, no dispuestas a cumplir con su deber, sino impregnadas de un espíritu de venganza, que tuviesen el espolique de saber que sus compañeros habían sido quemados vivos por los revolucionarios. Allí convergían todas vuestras mentiras, como he dicho antes: a hacer odiosa la revolución, a hacer que los trabajadores españoles repudiasen, por todos estos motivos, el movimiento insureccional de Asturias.
Pero todo se acaba, ¡Sr. Gil Robles!, y cuando en España comienza a saberse la verdad, el resultado no se hace esperar, y el día 16 de febrero el pueblo, de manera unánime, demuestra su repulsa a los hombres que creyeron haber ahogado con el terror y con la sangre de la represión los anhelos de justicia que viven latentes en el pueblo. Y los derrotados de febrero, aquellos que se creían los amos de España, no se resignan con su derrota y por todos los medios a su alcance procuran obstaculizar, procuran entorpecer esta derrota, y de ahí su desesperación, porque saben que el Frente Popular no se quebrantará y que llegará a cumplir la finalidad que se ha trazado.
Por eso precisamente es por lo que ellos en todos los momentos se niegan a cumplir los laudos y las disposiciones gubernamentales, se niegan sistemáticamente a dar satisfacción a todas las aspiraciones de los trabajadores, lanzándolos a la perturbación, a la que van, no por capricho ni por deseo de producirla, sino obligados por la necesidad, a pesar de que el Sr. Calvo Sotelo, acostumbrado a recibir las grandes pitanzas de la Dictadura, crea que los trabajadores españoles viven como vivía él en aquella época.
¿Por qué se producen las huelgas? ¿Por el placer de no trabajar? ¿Por el deseo de producir perturbación? No. Las huelgas se producen porque los trabajadores no pueden vivir, porque es lógico y natural que los hombres que sufrieron las torturas y las persecuciones durante la etapa que las derechas detentaron el Poder quieran ahora –esto es lógico y natural– conquistar aquello que vosotros les negábais, aquello para lo cual vosotros les cerrábais el camino en todos los momentos.
No tiene que tener miedo el Gobierno porque los trabajadores se declaren en huelga; no hay ningún propósito sedicioso contra el Gobierno en estas medidas de defensa de los intereses de los trabajadores, porque ellas no representan más que el deseo de mejorar su situación y de salir de la miseria en que viven.
Hablaban algunos señores de la situación en el campo. Yo también quiero hablar de la situación en el campo, porque tiene una ligazón intensa con la situación de los trabajadores de la ciudad, porque pone una vez más al descubierto la ligazón que existe entre los dueños de las grandes propiedades, que en el campo se niegan sistemáticamente a dar trabajo a los campesinos y consienten que las cosechas se pierdan, y estas Empresas, que como la de calefacción y ascensores, como la de la construcción, como todas las que se hallan en conflicto con sus obreros, se niegan a atender las reivindicaciones planteadas por los trabajadores.Esto se liga a lo que yo decía antes: al doble juego de venir aquí a preguntar lo que ocurre y continuar perturbando la situación en la ciudad y en el campo.
Concretamente, voy a referirme a la provincia de Toledo, y al hablar de la provincia de Toledo reflejo lo que ocurre en todas las provincias agrarias de España. En Quintanar de la Orden hay varios terratenientes (y esto es muy probable que lo ignore el Sr. Madariaga, atento siempre a defender los intereses de los grandes terratenientes) que deben a sus trabajadores los jornales de todas las faenas de trabajo del campo.
¿Qué diría el Sr. Madariaga si en un momento determinado estos trabajadores de Quintanar de la Orden, como los de Almendralejo, como los de tantos otros pueblos de España, se lanzasen a cobrar lo que es suyo en justicia? ¡Ah! Vendría aquí a hablar de perturbaciones, vendría aquí a decir que el Gobierno no tiene autoridad, vendría aquí, como van viniendo ya con excesiva tolerancia de estos hombres, a entorpecer constantemente la labor del Gobierno y la labor del Parlamento.
Y que por parte de los grandes terratenientes, como por parte de las Empresas, hay un propósito determinado de perturbar, lo demuestra este hecho concreto que os voy a exponer.
En Villa de Don Fadrique, un pueblo de la provincia de Toledo, se han puesto en vigor las disposiciones de la reforma agraria, pero uno de los propietarios que se siente lastimado por lo que significa de justicia para el campesinado, que no ha conocido de la justicia más que el poder de los amos, de acuerdo con los otros terratenientes, había preparado una provocación en toda regla, una provocación habilísima, ¡señores de las derechas!, que vais a ver en lo que consistía y que demuestra la falsedad del argumento del Sr. Calvo Sotelo, cuando afirma que los terratenientes no pueden conceder a los trabajadores jornales superiores a 1,50.
Estos señores terratenientes con fincas radicantes en Villa de Don Fadrique, cuya cosecha está valuada en 10.000 duros, tenían el propósito de repartirla entre los campesinos de los pueblos colindantes, como Lillo, Corral de Almaguer y Villacañas. Esto, que en principio podrá parecer un rasgo de altruismo, en el fondo era una infame provocación; era el deseo de lanzar, azuzados por el hambre, a los trabajadores de un pueblo contra los de otros pueblos. Y que esto no es un argumento sofístico esgrimido por mi lo demuestra la declaración terminante del hermano de uno de las terratenientes delante de D. Mariano Gimeno, del alcalde y de la Comisión del Sindicato de Agricultores, que dijo textualmente: «Si mi hermano hubiera hecho lo que se había acordado, es decir, el reparto de la cosecha, a estas horas se habría producido el choque y esto había terminado».
Y es ahí, ¡Sr. Gil Robles!, y no en los obreros y en los campesinos, donde está la causa de la perturbación, y es contra los causantes de la perturbación de la economía española, que apelan a maniobras «non sanctas» para sacar los capitales de España y llevárselos al extranjero; es contra los que propalan infames mentiras sobre la situación de España, con menoscabo de su crédito; es contra los patronos que se niegan a aceptar laudos y disposiciones; es contra los que constante y sistemáticamente se niegan a conceder a los trabajadores lo que les corresponde en justicia; es contra los que dejan perder las cosechas antes de pagar salarios a los campesinos contra los que hay que tomar medidas. Es a los que hacen posible que se produzcan hechos como los de Yeste y tantos pueblos de España a los que hay que hacerles sentir el peso del Poder, y no a los trabajadores hambrientos ni a los campesinos que tienen hambre y sed de pan y de justicia.
¡Señor Casares Quiroga, Sres. Ministros!: ni los ataques de la reacción, ni las maniobras, más o menos encubiertas, de los enemigos de la democracia, bastarán a quebrantar ni a debilitar la fe que los trabajadores tienen en el Frente Popular y en el Gobierno que lo representa.
Pero, como decía el señor De Francisco, es necesario que el Gobierno no olvide la necesidad de hacer sentir la ley a aquellos que se niegan a vivir dentro de la ley, y que en este caso concreto no son los obreros ni los campesinos. Y si hay generalitos reaccionarios que, en un momento determinado, azuzados por elementos como el señor Calvo Sotelo, pueden levantarse contra el Poder del Estado, hay también soldados del pueblo, cabos heroicos, como el de Alcalá, que saben meterlos en cintura.
Y cuando el Gobierno se decida a cumplir con ritmo acelerado el pacto del Frente Popular y, como decía no hace muchos días el Sr. Albornoz, inicie la ofensiva republicana, tendrá a su lado a todos los trabajadores, dispuestos, como el 16 de febrero, a aplastar a esas fuerzas y a hacer triunfar una vez más al Bloque Popular.
Conclusiones a que yo llego: Para evitar las perturbaciones, para evitar el estado de desasosiego que existe en España, no solamente hay que hacer responsable de lo que pueda ocurrir a un Sr. Calvo Sotelo cualquiera, sino que hay que comenzar por encarcelar a los patronos que se niegan a aceptar los laudos del Gobierno.
Hay que comenzar por encarcelar a los terratenientes que hambrean a los campesinos; hay que encarcelar a los que con cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre, vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho.
Y cuando se comience por hacer esta obra de justicia, ¡Sr. Casares Quiroga, Sres. Ministros!, no habrá Gobierno que cuente con un apoyo más firme, más fuerte que el vuestro, porque las masas populares de España se levantarán, repito, como en el 16 de febrero, y aun, quizá, para ir más allá, contra todas esas fuerzas que, por decoro, nosotros no debiéramos tolerar que se sentasen ahí.
http://www.eroj.org/biblio/ibarruri/ibarruri.htm
Fuente: Público
Etiquetas:
Documentación,
II República,
Política
jueves, 16 de junio de 2016
UNA EXPOSICIÓN SOBRE MEMORIA HISTÓRICA DESATA LA IRA DE UN DIRIGENTE DEL PP, QUE SE HA QUERELLADO CONTRA EL ARTISTA JOSÉ RAMÓN URTASUN
EL ARTISTA ESTÁ CITADO A DECLARAR EL 23 DE JUNIO
El ‘popular’ Jaime Ignacio del Burgo se querella contra el pintor José Ramón Urtasun por supuestos agravios familiares en la exposición ‘Navarra 1936’.
El expresidente de la Diputación foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo (PP), ha iniciado acciones legales contra el pintor José Ramón Urtasun por el contenido de una exposición que denuncia las atrocidades cometidas por los golpistas en Navarra a partir del 18 de julio. Una exposición que lleva tres años de itinerancia por el Estado y que fue acogida por el Parlamento de Navarra en el pasado abril, dentro de las jornadas conmemorativas del 80 aniversario del golpe militar del 36.
Hace tres años el Autobús de la Memoria puso en marcha una exposición que hacía un recorrido por algunos de los sucesos ocurridos en Navarra por la represión de los golpistas. Pamplona fue el centro de operaciones del general Mola, donde la rebelión se puso en marcha con la decisiva participación de los carlistas y el Requeté, que llevaron a cabo un trabajo sistemático de detenciones y aniquilación de las gentes de izquierda. Y ello cuando en Navarra no hubo frente de guerra, por el control que tenían las derechas. Entre los elementos significativos del golpe se encontraba Jaime del Burgo (padre del dirigente del PP) y Jefe del Requeté que, tal como lo describe en su libro publicado en 1939, Requetés en Navarra antes del Alzamiento, describe con detalle, fotografías incluidas, los preparativos militares que llevaron a cabo desde varios años antes del golpe. Preparativos que incluyen la visita a la Italia de Mussolini.
La exposición recoge la participación del carlismo, y Jaime Ignacio del Burgo considera que su padre sale injustamente tratado, por unos comentarios que ni siquiera son del pintor, sino de un numeroso grupo de escritores, artistas y familiares de asesinados, que colaboraron desinteresadamente en el libro-catálogo de la exposición, No os olvidaremos. Navarra 1936. Memoria de la represión golpista.
La exposición motivo de la denuncia se hizo en el Parlamento de Navarra, y Del Burgo (en la imagen) hizo un requerimiento notarial para que se retirara, la víspera de concluir su programación cosa que no se hizo, para finalmente iniciar acciones legales contra el pintor, que está citado el 23 de este mes en el Juzgado de Pamplona.
El libro-catálogo recoge, como complemento de las obras expuestas, numerosas colaboraciones de familiares de asesinados y de diferentes personas del ámbito cultural, que ponen el acento en aspectos diferentes de la brutal represión llevada a cabo en Navarra, donde no hubo frente de guerra.
En declaraciones al diario Noticias de Navarra, Urtasun afirma que no ha faltado el respeto a nadie y se niega a pedir perdón por los hechos. “Dice (en alusión a Del Burgo) que en uno de los textos del catálogo que acompaña a la exposición se le llama a su padre matón, o algo así. Y dice también que uno de los cuadros ridiculiza a uno de sus hijos. Pero esto no es así. Los textos, que no los he escrito yo, son bibliografía ya existente que han rescatado de aquellos tiempos cerca de 30 colaboradores del Autobús de la Memoria. En cuanto al cuadro en el que dice que sale su hijo... Eso no es así, porque no está nadie identificado; no es él”, señala el artista.
El colectivo memorialista ha iniciado en Change una recogida de firmas en apoyo del pintor, de los familiares de asesinados y por la libertad de expresión.
El ‘popular’ Jaime Ignacio del Burgo se querella contra el pintor José Ramón Urtasun por supuestos agravios familiares en la exposición ‘Navarra 1936’.
El expresidente de la Diputación foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo (PP), ha iniciado acciones legales contra el pintor José Ramón Urtasun por el contenido de una exposición que denuncia las atrocidades cometidas por los golpistas en Navarra a partir del 18 de julio. Una exposición que lleva tres años de itinerancia por el Estado y que fue acogida por el Parlamento de Navarra en el pasado abril, dentro de las jornadas conmemorativas del 80 aniversario del golpe militar del 36.
Hace tres años el Autobús de la Memoria puso en marcha una exposición que hacía un recorrido por algunos de los sucesos ocurridos en Navarra por la represión de los golpistas. Pamplona fue el centro de operaciones del general Mola, donde la rebelión se puso en marcha con la decisiva participación de los carlistas y el Requeté, que llevaron a cabo un trabajo sistemático de detenciones y aniquilación de las gentes de izquierda. Y ello cuando en Navarra no hubo frente de guerra, por el control que tenían las derechas. Entre los elementos significativos del golpe se encontraba Jaime del Burgo (padre del dirigente del PP) y Jefe del Requeté que, tal como lo describe en su libro publicado en 1939, Requetés en Navarra antes del Alzamiento, describe con detalle, fotografías incluidas, los preparativos militares que llevaron a cabo desde varios años antes del golpe. Preparativos que incluyen la visita a la Italia de Mussolini.
La exposición recoge la participación del carlismo, y Jaime Ignacio del Burgo considera que su padre sale injustamente tratado, por unos comentarios que ni siquiera son del pintor, sino de un numeroso grupo de escritores, artistas y familiares de asesinados, que colaboraron desinteresadamente en el libro-catálogo de la exposición, No os olvidaremos. Navarra 1936. Memoria de la represión golpista.
La exposición motivo de la denuncia se hizo en el Parlamento de Navarra, y Del Burgo (en la imagen) hizo un requerimiento notarial para que se retirara, la víspera de concluir su programación cosa que no se hizo, para finalmente iniciar acciones legales contra el pintor, que está citado el 23 de este mes en el Juzgado de Pamplona.
El libro-catálogo recoge, como complemento de las obras expuestas, numerosas colaboraciones de familiares de asesinados y de diferentes personas del ámbito cultural, que ponen el acento en aspectos diferentes de la brutal represión llevada a cabo en Navarra, donde no hubo frente de guerra.
En declaraciones al diario Noticias de Navarra, Urtasun afirma que no ha faltado el respeto a nadie y se niega a pedir perdón por los hechos. “Dice (en alusión a Del Burgo) que en uno de los textos del catálogo que acompaña a la exposición se le llama a su padre matón, o algo así. Y dice también que uno de los cuadros ridiculiza a uno de sus hijos. Pero esto no es así. Los textos, que no los he escrito yo, son bibliografía ya existente que han rescatado de aquellos tiempos cerca de 30 colaboradores del Autobús de la Memoria. En cuanto al cuadro en el que dice que sale su hijo... Eso no es así, porque no está nadie identificado; no es él”, señala el artista.
El colectivo memorialista ha iniciado en Change una recogida de firmas en apoyo del pintor, de los familiares de asesinados y por la libertad de expresión.
Fuente: Nueva Tribuna
miércoles, 15 de junio de 2016
PRESENTACIÓN EN MADRID DEL NUEVO LIBRO "CONVERSACIÓN CON ALBERTO GARZÓN", DE MIGUEL ROIG
Título: Conversación con Alberto Garzón
Autor: Miguel Roig / Alberto Garzón
ISBN: 978-84-95157-95-9
PVP: 19,90€
PVP oferta web: 18,95€
Páginas: 200 páginas.
Tamaño: 13cm x 21cm.
Edición: Rústica con solapas
Editorial: Turpial
Conversación con Alberto Garzón.
El tópico llevaría a comparar a Alberto Garzón con el corredor de fondo, pero lo curioso es que Garzón no corre, camina. A lo largo del año pasado se volcó con esmero y cuidado a afianzar su candidatura dentro de Izquierda Unida al tiempo que intentaba conformar su mayor ambición: la confluencia de las izquierdas de cara al 20-D. Supo superar con temple el desdén de Podemos ya que no perdió la calma ni el tono de su discurso. No representó ningún drama: siguió fiel a su estrategia, la confluencia. Como se ve a través de estas conversaciones, en medio del juego anodino de tácticas electorales sin el objetivo real de una investidura, diseñó la mesa a cuatro de la izquierda que le permitiría, finalmente, crear las condiciones que le llevaron a cumplir con su objetivo, Unidos Podemos. En ese gesto es donde brilla la capacidad creativa de un político que, curiosamente en estos tiempos, cree en la política.
—Miguel Roig
Este libro de conversaciones que el lector tiene entre manos abarca la coyuntura política que va desde el 20 de diciembre hasta la convocatoria de nuevas elecciones, pero va mucho más allá del análisis descriptivo. Las más de veinte horas de conversación que he mantenido con Miguel Roig tratan no sólo la sucesión de estos hechos sino también una interpretación política de largo alcance. En todo momento tratamos los temas y las noticias desde un enfoque de hondas raíces. Y es que todos los cambios de los últimos años no dejan de ser aspectos sintomáticos de algo mucho más profundo, algo que sucede en las entrañas de la sociedad y de la economía. Está teniendo lugar un cambio en el orden social y en la forma en que vive la ciudadanía.
He ahí donde reside mi preocupación más importante. Por eso no pretendo analizar todo lo sucedido desde el 20 de diciembre desde un enfoque meramente político, a lo juego de tronos, sino desde un enfoque holístico en el que sé que están en juego las condiciones de vida de las clases populares. Sabiendo, en suma, que esto no ha sido una partida disputada por unos pocos líderes políticos sino por un sinfín de actores políticos y económicos que, con distintos intereses y márgenes de acción, han tratado de intervenir en el futuro de nuestro país.
—Alberto Garzón
Autor: Miguel Roig / Alberto Garzón
ISBN: 978-84-95157-95-9
PVP: 19,90€
PVP oferta web: 18,95€
Páginas: 200 páginas.
Tamaño: 13cm x 21cm.
Edición: Rústica con solapas
Editorial: Turpial
Conversación con Alberto Garzón.
El tópico llevaría a comparar a Alberto Garzón con el corredor de fondo, pero lo curioso es que Garzón no corre, camina. A lo largo del año pasado se volcó con esmero y cuidado a afianzar su candidatura dentro de Izquierda Unida al tiempo que intentaba conformar su mayor ambición: la confluencia de las izquierdas de cara al 20-D. Supo superar con temple el desdén de Podemos ya que no perdió la calma ni el tono de su discurso. No representó ningún drama: siguió fiel a su estrategia, la confluencia. Como se ve a través de estas conversaciones, en medio del juego anodino de tácticas electorales sin el objetivo real de una investidura, diseñó la mesa a cuatro de la izquierda que le permitiría, finalmente, crear las condiciones que le llevaron a cumplir con su objetivo, Unidos Podemos. En ese gesto es donde brilla la capacidad creativa de un político que, curiosamente en estos tiempos, cree en la política.
—Miguel Roig
Este libro de conversaciones que el lector tiene entre manos abarca la coyuntura política que va desde el 20 de diciembre hasta la convocatoria de nuevas elecciones, pero va mucho más allá del análisis descriptivo. Las más de veinte horas de conversación que he mantenido con Miguel Roig tratan no sólo la sucesión de estos hechos sino también una interpretación política de largo alcance. En todo momento tratamos los temas y las noticias desde un enfoque de hondas raíces. Y es que todos los cambios de los últimos años no dejan de ser aspectos sintomáticos de algo mucho más profundo, algo que sucede en las entrañas de la sociedad y de la economía. Está teniendo lugar un cambio en el orden social y en la forma en que vive la ciudadanía.
He ahí donde reside mi preocupación más importante. Por eso no pretendo analizar todo lo sucedido desde el 20 de diciembre desde un enfoque meramente político, a lo juego de tronos, sino desde un enfoque holístico en el que sé que están en juego las condiciones de vida de las clases populares. Sabiendo, en suma, que esto no ha sido una partida disputada por unos pocos líderes políticos sino por un sinfín de actores políticos y económicos que, con distintos intereses y márgenes de acción, han tratado de intervenir en el futuro de nuestro país.
—Alberto Garzón
martes, 14 de junio de 2016
CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO: SE SUBASTA EN EL REINO UNIDO UNA PRIMERA EDICIÓN DE "EL CAPITAL", DE KARL MARX
La casa Bonhams de Londres subastará una primera edición firmada de 'El capital', de Karl Marx firmada. La pieza lleva fecha del 18 de septiembre de 1867, cuatro días después de la publicación.
Una peculiar primera edición de la obra El capital, de Karl Marx (1818-1883), que lleva la firma del autor y fue regalada en su día a su amigo Johann Eccarius, será subastada por la casa Bonhams de Londres el próximo 15 de junio.
Según Bonham, la pieza tiene un precio estimado de salida de entre 80.000 y 120.000 libras (104.000 y 156.000 euros) y será vendida en una jornada dedicada a libros y manuscritos.
"Esta es una sensacional e importante copia de un libro que cambió el mundo. Tanto Marx como Eccarius fueron figuras importantes durante el difícil nacimiento del comunismo y disfrutaron de una relación personal estrecha durante muchos años hasta que los celos y las diferencias políticas los separasen", señaló hoy el especialista en libros de la casa de pujas Simon Roberts.
La pieza lleva fecha del 18 de septiembre de 1867, cuatro días después de la publicación del primer volumen, y es una de las pocas copias que han sobrevivido, según indicó Bonhams.
Una relación de amistad truncada
El capital, un tratado de crítica de la economía política, está formado por tres volúmenes, de los que el primero fue publicado en vida de Marx, pero los otros dos, elaborados por su amigo y colaborador Friedrich Engels a partir de las notas del autor, aparecieron en 1885 y 1894.
Marx y Engels conocieron a Eccarius cuando fueron invitados a la Liga de los Justos Eccarius (1818-1889) fue un sastre que se unió a la rama británica de la Liga de los Justos, organización revolucionaria apoyada por alemanes que habían emigrado en 1839. En 1846, Marx y Angels, que vivían entonces en Bruselas, fueron invitados a unirse a la liga, y un año después asistieron al segundo congreso de la organización en Londres, donde conocieron a Eccarius. Marx se hizo muy amigo de Eccarius, pero hacia 1870 la relación se tornó difícil después de que el autor de El capital le acusase de asumir el crédito de sus ideas en artículos periodísticos.
Fuente: 20 minutos
lunes, 13 de junio de 2016
"EL LABERINTO MÁGICO": LA GUERRA CIVIL A TRAVÉS DE LA MIRADA DE MAX AUB
El Centro Dramático Nacional recupera la obra cumbre de Max Aub (París, 1903 – Ciudad de México, 1972), uno de los autores más singulares de las letras españolas. Ernesto Caballero (Madrid, 1958) es el encargado de dirigir 'El laberinto mágico', un montaje que versiona José Ramón Fernández sobre las seis novelas que componen la obra de Aub: 'Campo cerrado', 'Campo de sangre', 'Campo abierto', 'Campo del moro', 'Campo francés' y 'Campo de los almendros'.
“Convencido como estoy de la existencia de un valioso material dramático latiendo en el seno de algunas de nuestras mejores obras narrativas, la temporada pasada decidí poner en marcha, en el marco de las actividades del Laboratorio Rivas Cherif, un trabajo de investigación en torno a El laberinto mágico“, afirma Caballero.
El resultado ha sido un texto interpretado por Chema Adeva, Javier Carramiñana, Paco Celdrán, Bruno Ciordia, Paco Déniz, Ione Irazabal, Borja Luna, Paco Ochoa, Paloma de Pablo, Marisol Rolandi, Macarena Sanz, Alfonso Torregrosa, Mikele Urroz, María José del Valle y Pepa Zaragoza, que puede verse en el Teatro Valle-Inclán hasta el 10 de julio con aforo reducido sobre el habitual.
La obra narra lo que fue la Guerra Civil española y sus consecuencias a través de diversos relatos basados en experiencias propias de Aub, constituyendo un documento sobre la condición humana. “Max Aub refleja muy bien el ambiente en tres ciudades que fueron escenarios importantes durante la Guerra: Madrid, Barcelona y Valencia, y lo que se vivió en esos años tremendos”, explica el director.
En palabras de Fernández, las seis novelas se centran en un bando y “la mayor parte del tiempo desde la retaguardia. Hay sólo tres momentos en el frente. De estas tres ocasiones nosotros usamos dos; Barcelona el primer día de la guerra y la resistencia el 6 de noviembre del 36 en la Casa de Campo de Madrid. En la retaguardia de las guerras pasan muchas cosas; pasa la traición, el miedo y la vida que sigue”.
Pero El laberinto mágico va más allá de la crónica histórica, ya que encuentra puntos en común con la actualidad, “para vivir como presente palpitante aquellos tres años feroces de la guerra de España”, asegura Fernández. “Creo que puede ser muy interesante para el público descubrir una historia que sucedió hace 80 años, pero que está sucediendo en algunas partes del mundo ahora mismo. Personas derrotadas en una guerra salen al exilio y necesitan ser acogidas”.
Fecha: Del 07 junio al 10 de julio 2016
De martes a sábados a las 20.30 h / Domingos a las 19.30 h.
Funciones con accesibilidad: 30 de junio y 1 de julio
Fuente: hoyesarte
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