El homenaje, llevado a cabo ayer, por las cinco personas asesinadas -cuatro abogados y un sindicalista- el 24 de enero de 1977 en un despacho de CCOO en el número 55 de la calle Atocha, se inició con una ofrenda floral en el monumento "El abrazo" de Juan Genovés, levantado en memoria de los fallecidos y a escasos metros del despacho laboralista.
Casi un centenar de personas se dieron cita al pie del monumento "por la restauración de la libertad", según reza en una placa, y guardaron un minuto de silencio por las víctimas.
Además del presidente del Congreso, José Bono, estuvieron presentes en el acto el secretario general del PCE, José Luis Centella; el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández Gil; el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López; el presidente de la Fundación Abogados de Atocha, Alejandro Ruiz-Huertas; la abogada laboralista Francisca Sauquillo y el secretario general del PCE de Madrid, José Ramón Sanz, entre otros.
También se ha aprovechado el acto para otorgar "un pequeño homenaje" a la quiosquera de la plaza, Rosario Heredero, cuyo puesto de periódicos se ubica al pie del monumento y que durante años ha ido explicando a quien le preguntaba el porqué del mismo y la historia de los abogados laboralistas asesinados.
Un segundo homenaje tuvo lugar en la sede de CCOO de Madrid, en el auditorio Marcelino Camacho, donde se hizo un acto de reconocimiento a cuantas personas han contribuido a la defensa de los derechos y las libertades.
Así, se otorgó un reconocimiento a los abogados que ejercieron la acusación particular: Jaime Sartorius, Antonio Rato, Cristina Almeida, José María Mohedano, José Luis Núñez y José Bono, quienes recibieron una placa con la reproducción de la simbólica escultura "El abrazo", de manos de la familia a la que representaron.
Asimismo se entregó el Premio Abogados de Atocha 2010 al poeta Marcos Ana, que pasó 23 años en cárceles franquistas, y al "falsificador del PCE" Domingo Malagón, a quien se le reconoce su contribución a que muchos implicados en la lucha contra la dictadura pudieran contar con documentación falsificada.
El acto también se planteó con vocación de futuro y de legado histórico, para que no se pierda la memoria de los abogados asesinados: Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo, así como el sindicalista Ángel Rodríguez Leal.
Previamente, políticos y sindicalistas habían visitado los cementerios de Carabanchel y San Isidro donde los abogados se encuentran enterrados.
Fuente: Rebelión
Casi un centenar de personas se dieron cita al pie del monumento "por la restauración de la libertad", según reza en una placa, y guardaron un minuto de silencio por las víctimas.
Además del presidente del Congreso, José Bono, estuvieron presentes en el acto el secretario general del PCE, José Luis Centella; el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández Gil; el secretario general de CCOO de Madrid, Javier López; el presidente de la Fundación Abogados de Atocha, Alejandro Ruiz-Huertas; la abogada laboralista Francisca Sauquillo y el secretario general del PCE de Madrid, José Ramón Sanz, entre otros.
También se ha aprovechado el acto para otorgar "un pequeño homenaje" a la quiosquera de la plaza, Rosario Heredero, cuyo puesto de periódicos se ubica al pie del monumento y que durante años ha ido explicando a quien le preguntaba el porqué del mismo y la historia de los abogados laboralistas asesinados.
Un segundo homenaje tuvo lugar en la sede de CCOO de Madrid, en el auditorio Marcelino Camacho, donde se hizo un acto de reconocimiento a cuantas personas han contribuido a la defensa de los derechos y las libertades.
Así, se otorgó un reconocimiento a los abogados que ejercieron la acusación particular: Jaime Sartorius, Antonio Rato, Cristina Almeida, José María Mohedano, José Luis Núñez y José Bono, quienes recibieron una placa con la reproducción de la simbólica escultura "El abrazo", de manos de la familia a la que representaron.
Asimismo se entregó el Premio Abogados de Atocha 2010 al poeta Marcos Ana, que pasó 23 años en cárceles franquistas, y al "falsificador del PCE" Domingo Malagón, a quien se le reconoce su contribución a que muchos implicados en la lucha contra la dictadura pudieran contar con documentación falsificada.
El acto también se planteó con vocación de futuro y de legado histórico, para que no se pierda la memoria de los abogados asesinados: Luis Javier Benavides, Enrique Valdevira, Serafín Holgado y Francisco Javier Sauquillo, así como el sindicalista Ángel Rodríguez Leal.
Previamente, políticos y sindicalistas habían visitado los cementerios de Carabanchel y San Isidro donde los abogados se encuentran enterrados.
Fuente: Rebelión
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