domingo, 24 de marzo de 2013

"PSUC", CARTEL DE ANTONI TAPIES



PSUC: por Cataluña, la democracia y el socialismo
Antoni Tapies
1976
67 x 49 cm
PSUC

Antoni Tàpies (Barcelona 1923-2012), fue sin lugar a duda uno de los maestros del arte de vanguardia del siglo XX, y también alguien que dio la cara contra el franquismo (y todo lo demás o sea todo el sistema), aunque esta faceta suya quedó postergada con los años.

Hubo un Tàpies comprometido, alguien sobre el que ha podido decir que "Su arte es un sólido motivo en favor de la democracia, la libertad de expresión y la paz (...) en su obra se expresa la voz de la humanidad, entendida en el sentido de la ética de Sartre: como instrumento que apela a la acción", alguien ya nacido a contracorriente, socialista y nacionalista por igual (es que lo segundo sin lo primero huele mal), un “rojo” para la policía del pensamiento, fundador de una de las movidas surrealistas más arriesgadas de la historia del movimiento,  “Dau al Set”, creado por Tàpies junto con el poeta Joan Brossa (otro “subversivo”), más los pintores Joan Ponç y Modest Cuixart, entre muchos otros sobre la Brigada Político-social solía comentar que “todos los artistas eran comunistas”.

En los años setenta pues,  su obra adquirió un mayor tinte político, de reivindicación catalanista y de oposición al régimen, generalmente con palabras y signos sobre los cuadros, como las cuatro barras de la “senyera” (El espíritu catalán, 1971). Ese activismo le llevó igualmente a acciones como el encierro del convento de la “Caputxinada” de  Sarriá para constituir un sindicato democrático de estudiantes (1966) o la marcha a Montserrat en protesta por el proceso de Burgos (1970)), por la que fue encarcelado durante un corto espacio de tiempo.

Efectivamente, artista libre y airado, Tàpies permaneció próximo al PSUC, asumió los aportes del marxismo sobre el arte y se comprometió con la libertad dando la cara abiertamente. Fue un tiempo en el que la flor y nata del arte y de la cultura catalana estaba con el pueblo, y no solamente contra el régimen –que no era poco-, sino también contra el orden social existente.

Fuente: kaos en la red

1 comentario:

Loam dijo...

En uno de sus libros, "El arte contra la estética" (1978), dice Tápies:
"Sería como siempre inútil y empequeñecedor ir dando vueltas alrededor del tópico de mezclar en demasía el arte de crear con la obsesión de obtener públicos más extensos. Con esto, no conseguiríamos pescar hombres, sino cadáveres".

Y en otro, "La práctica del arte" (1970):
"La idea de que la finalidad del artista consiste en vender sus obras es totalmente falsa. Eso es tanto como recriminar a Marx que se hubiera propuesto tan sólo vender sus libros y dudar del valor de sus ideas por el mero hecho de que ahora los burgueses llenan con ellos sus bibliotecas".

Y en su "Memoria personal":
"La auténtica y correcta "visión" de la realidad está íntimamente relacionada con nuestro comportamiento ético, es decir, con la acción sobre la realidad en todos sus aspectos, desde el socioeconómico hasta los más espirituales, pensamiento muy coincidente con el de Marx".

Tápies, en efecto, fue alguien social y políticamente comprometido, como pintor y como persona. Me alegro de encontrar este artículo que así lo recuerda.