El realizar español Alberto Morais se declaró hoy "sorprendido" tras haber obtenido con su debut en el cine de ficción, con "Las olas", el máximo galardón que concede el Festival de Cine de Moscú, uno de los más antiguos del mundo (1935).
"Ha sido totalmente inesperado. Obtener el máximo galardón en un festival de clase A, el premio al mejor actor y el premio de la crítica, es irreal", señaló hoy a Efe Morais, vallisoletano de nacimiento y valenciano de adopción.
Morais, de 35 años, destacó que a la emoción contribuyó aún más el que el jurado del certamen estuviera presidido por Geraldine Chaplin, que habla español y mantuvo una larga relación sentimental con el cineasta Carlos Saura.
"Geraldine Chaplin es historia del cine español. Crecí con ella. Me dijo que películas como la mía daban sentido al cine y que se sintió muy identificada con su octogenario protagonista", relató el realizador.
"Las olas" narra la historia del octogenario Miguel, interpretado por el veterano actor español Carlos Nóvoa, que emprende un doloroso viaje al pasado tras la muerte de su esposa.
El protagonista regresa a Francia donde hace medio siglo estuvo internado en un campo de concentración, adonde fueron a parar muchos españoles que huyeron de su país durante la Guerra Civil.
"Es una película de viaje que aborda una historia muy desconocida que son los campos de concentración construidos en el sur de Francia antes de la Segunda Guerra Mundial", comenta.
Morais cifra en medio millón de personas las que se refugiaron en Francia. "Un gran número de españoles murió en los campos. Otros se alistaron en el Ejército francés para luchar contra los nazis, por lo que muchos combatieron entre 1936 y 1945", precisa.
"Fue una generación entera. Un déficit histórico para nuestro país. En España existe la tesis de que se hace mucho cine sobre la Guerra Civil, pero no es verdad. Si comparamos con EEUU, apenas se ha hecho películas sobre el conflicto", señaló.
Morais, un enamorado del Neorrealismo italiano por su capacidad para "describir el horror", cree que "existe gente que no quiere que se hable de la Guerra Civil" y que tuvo que venir el inglés Ken Loach a hacer una película sobre la contienda militar.
"'Las olas' es una película sobre las consecuencias de la guerra. Yo voy más allá de la polémica sobre la memoria histórica. Estoy a favor, ya que ayuda a restañar heridas, pero no cambia las vidas de los que sufrieron y estuvieron en los campos", indica.
El joven director relata que la idea para la película surgió mientras rodaba un documental en el que entrevistó, entre otros, al cineasta español Víctor Erice, el que, en su opinión, mejor "contó la posguerra española", y al legendario realizador griego Theodoros Angelopoulos.
"Angelopoulos me comentó que una de las bases del cine es el diálogo con la historia que es como dialogar con uno mismo. Yo creo que el cine es un vehículo de conocimiento y una herramienta moral", apunta.
Con todo, el director valenciano niega que su película sea histórica o esté politizada: "No es un panfleto. Se trata sólo de un compromiso moral".
"Es posible que sea por eso por lo que los rusos premiaron la película. Quizás entendieron el mensaje. Los rusos saben lo que es una guerra, saben lo que es la pérdida y que cuando vuelves a casa ni siquiera eres bienvenido", indica.
Morais también se muestra encantado con el hecho de que el jurado reconociera con el Jorge de Plata a Nóvoa, actor que obtuvo hace una década un Goya por "Solas".
"No llegué a hacer un casting. A Carlos Novoa le mandé una copia de mi documental. Me respondió y le conocí. Me gustó su mirada, su rostro, su anatomía. Eso sí, me costó que se afeitara la barba", recuerda.
Precisamente, Novoa definió la película de Morais como de "grandes emociones, pero con sordina".
También el ralizador alabó el trabajo de Laia Marull, que ha obtenido a lo largo de su carrera tres Goyas y una Concha de Plata de San Sebastián, a la que calificó como "una de las más grandes actrices españolas".
Morais confía en que los premios moscovitas ayuden a que la película sea exhibida en los cines, pese a que "Las olas" no es una cinta comercial al uso, pero confía en que "sí existe un público para esta clase de cine".
Adelantó que ya está preparando una nueva película, para la que cuenta con financiación y narrará el "viaje de unos niños desheredados que viven en los arrabales de una ciudad".
El cineasta español Alberto Morais posa después de ser galardonado con el Jorge de Oro por su película "Las Olas" en la 33 edición del Festival de Cine de Moscú (Rusia) ayer. EFE
FICHA TÉCNICA
Título: Las Olas
Dirección: Alberto Morais
Reparto: Carlos Álvarez-Nóvoa, Laia Marull, Armando Aguirre, Marthe Villalonga
Producción: Olivo Films
Música: Adolfo Haro
País: España
Duración: 94'
Año: 2011
Web oficial http://www.olivofilms.com/
"Ha sido totalmente inesperado. Obtener el máximo galardón en un festival de clase A, el premio al mejor actor y el premio de la crítica, es irreal", señaló hoy a Efe Morais, vallisoletano de nacimiento y valenciano de adopción.
Morais, de 35 años, destacó que a la emoción contribuyó aún más el que el jurado del certamen estuviera presidido por Geraldine Chaplin, que habla español y mantuvo una larga relación sentimental con el cineasta Carlos Saura.
"Geraldine Chaplin es historia del cine español. Crecí con ella. Me dijo que películas como la mía daban sentido al cine y que se sintió muy identificada con su octogenario protagonista", relató el realizador.
"Las olas" narra la historia del octogenario Miguel, interpretado por el veterano actor español Carlos Nóvoa, que emprende un doloroso viaje al pasado tras la muerte de su esposa.
El protagonista regresa a Francia donde hace medio siglo estuvo internado en un campo de concentración, adonde fueron a parar muchos españoles que huyeron de su país durante la Guerra Civil.
"Es una película de viaje que aborda una historia muy desconocida que son los campos de concentración construidos en el sur de Francia antes de la Segunda Guerra Mundial", comenta.
Morais cifra en medio millón de personas las que se refugiaron en Francia. "Un gran número de españoles murió en los campos. Otros se alistaron en el Ejército francés para luchar contra los nazis, por lo que muchos combatieron entre 1936 y 1945", precisa.
"Fue una generación entera. Un déficit histórico para nuestro país. En España existe la tesis de que se hace mucho cine sobre la Guerra Civil, pero no es verdad. Si comparamos con EEUU, apenas se ha hecho películas sobre el conflicto", señaló.
Morais, un enamorado del Neorrealismo italiano por su capacidad para "describir el horror", cree que "existe gente que no quiere que se hable de la Guerra Civil" y que tuvo que venir el inglés Ken Loach a hacer una película sobre la contienda militar.
"'Las olas' es una película sobre las consecuencias de la guerra. Yo voy más allá de la polémica sobre la memoria histórica. Estoy a favor, ya que ayuda a restañar heridas, pero no cambia las vidas de los que sufrieron y estuvieron en los campos", indica.
El joven director relata que la idea para la película surgió mientras rodaba un documental en el que entrevistó, entre otros, al cineasta español Víctor Erice, el que, en su opinión, mejor "contó la posguerra española", y al legendario realizador griego Theodoros Angelopoulos.
"Angelopoulos me comentó que una de las bases del cine es el diálogo con la historia que es como dialogar con uno mismo. Yo creo que el cine es un vehículo de conocimiento y una herramienta moral", apunta.
Con todo, el director valenciano niega que su película sea histórica o esté politizada: "No es un panfleto. Se trata sólo de un compromiso moral".
"Es posible que sea por eso por lo que los rusos premiaron la película. Quizás entendieron el mensaje. Los rusos saben lo que es una guerra, saben lo que es la pérdida y que cuando vuelves a casa ni siquiera eres bienvenido", indica.
Morais también se muestra encantado con el hecho de que el jurado reconociera con el Jorge de Plata a Nóvoa, actor que obtuvo hace una década un Goya por "Solas".
"No llegué a hacer un casting. A Carlos Novoa le mandé una copia de mi documental. Me respondió y le conocí. Me gustó su mirada, su rostro, su anatomía. Eso sí, me costó que se afeitara la barba", recuerda.
Precisamente, Novoa definió la película de Morais como de "grandes emociones, pero con sordina".
También el ralizador alabó el trabajo de Laia Marull, que ha obtenido a lo largo de su carrera tres Goyas y una Concha de Plata de San Sebastián, a la que calificó como "una de las más grandes actrices españolas".
Morais confía en que los premios moscovitas ayuden a que la película sea exhibida en los cines, pese a que "Las olas" no es una cinta comercial al uso, pero confía en que "sí existe un público para esta clase de cine".
Adelantó que ya está preparando una nueva película, para la que cuenta con financiación y narrará el "viaje de unos niños desheredados que viven en los arrabales de una ciudad".
El cineasta español Alberto Morais posa después de ser galardonado con el Jorge de Oro por su película "Las Olas" en la 33 edición del Festival de Cine de Moscú (Rusia) ayer. EFE
FICHA TÉCNICA
Título: Las Olas
Dirección: Alberto Morais
Reparto: Carlos Álvarez-Nóvoa, Laia Marull, Armando Aguirre, Marthe Villalonga
Producción: Olivo Films
Música: Adolfo Haro
País: España
Duración: 94'
Año: 2011
Web oficial http://www.olivofilms.com/
Sinopsis
Miguel está viejo, le faltan reflejos y padece cierta narcolepsia. Después del funeral de su esposa, pone en marcha los preparativos de un viaje largo tiempo esperado. Quiere volver a un lugar donde perdió demasiadas cosas, casi todas irrecuperables; desde su compañera Emilia, hasta un modo de entender el mundo. Todo eso quedó sepultado bajo la arena de Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia.
Al despertar de uno de sus microsueños alguien llama al teléfono. Es su hijo Julio, que preocupado, quiere ir a por él. Esto precipita los planes de Miguel, que ha de ponerse en marcha antes de lo previsto.
Su viaje tiene como primera parada Zaragoza, lugar del que se fue hace tiempo y en el que vive su hijo, al cual nunca ha visitado.
Miguel prosigue su viaje, internándose en su memoria, a través de ensoñaciones que le hacen recordar momentos en los que huía a Francia y buscaba a Emilia. Él, ya viejo, interactúa con esos fantasmas de su pasado, con esos sucesos que ya no puede cambiar, sólo observar desde la distancia.
Una compañera accidental, Blanca, con la que vive una parte de su retorno a Argelès, es el único personaje de esta historia que hace despertar a Miguel. Aunque la relación con Blanca es fugaz, es suficiente para Miguel, que ya no está tan solo.
Miguel, que durante todo este tiempo intenta contactar con su amigo Fernando, por fin lo encuentra. Fernando fue un compañero de fatigas, de juventud, que ya nada tiene que ver con él. Dos viejos que se enfrentaron al horror de manera diferente.
Al final del camino, Miguel pasea por las calles del pequeño pueblo de Argelès, un lugar que quizá no pueda dar respuesta a todas las preguntas que esta historia se hace.
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