domingo, 29 de noviembre de 2009

"ARTE MODERNO DOMINICANO. NARRATIVAS E IMAGINARIOS"

Guirnaldas de nubes (Granell, 1944)

Se exhibe en Sevilla una selección de obras de cuantos artistas españoles huyeron a la República Dominicana a causa de la Guerra Civil.

Los artistas que debieron hacer el petate y cruzar el charco casi con lo puesto para salvar el cuello ante la barbarie de la guerra provocaron, sin pretenderlo, un antes y un después en el panorama de países como la República Dominicana.

Anclados en el sempiterno academicismo del bodegón teñido con algún que otro localismo, los artistas locales recibieron la llegada de esta cohorte de españoles como un soplo de aire fresco y, tras superar las lógicas fricciones iniciales, se fecundó un punto de inflexión que creó escuela y permitió que, también en aquellos pagos, se alcanzaran las vanguardias.

De todo esto da testimonio la excepcional exposición programada por la Fundación Caja Rural del Sur dentro de su Otoño Cultural Iberoamericano 2009, una iniciativa cada vez con más presencia en Sevilla -además de en Huelva, territorio fundacional de la caja- que se ha abierto un hueco diferencial en la agenda sociocultural por tender puentes con Iberoamérica, unos puentes que no pasan hoy día por sus mejores momentos, dicho sea de paso.

Prioridades políticas aparte, lo importante es que en el Salón Alto del Apeadero del Real Alcázar puede admirarse desde el pasado viernes la muestra Arte moderno dominicano. Narrativas e imaginarios, nutrida con una selección de entre los más de 2.000 obras que atesora el prestigioso Museo Bellapart, a la sazón el primer Museo de Artes Plásticas de carácter privado de la República Dominicana y uno de los más completos del arte hispanoamericano contemporáneo.

Dicha institución, creada por el empresario catalán Juan José Bellapart y su familia desde los años 60, es un compendio de autores y obras que ejemplifican el maridaje singular, auspiciado por el exilio, entre los autores locales y los españoles.

Así, la muestra permite conocer por primera vez en Sevilla lo mejor de las producciones de aquellos españoles exiliados a la República Dominicana a raíz de la Guerra Civil española.

Se trata de artistas como el pontevedrés Ángel Botello, el santiagués Francisco Vázquez Díaz, alias Compostela; el catalán Josep Gausachs, el coruñés Eugenio Fernández Granell, el bilbaíno Manolo Pascual, el barcelonés Antonio Prats-Ventós, el leridano Alfonso Vila, alias Shum; y el burgalés José Vela Zanetti, portadores todos de la vanguardia artística europea y cuyo magisterio influyó decisivamente en los artistas dominicanos posteriores, también presentes en la colección como Luis Desangles, Abelardo Rodríguez Urdaneta, Celeste Woss y Gil, Yoryi Morel, Jaime Colson, Darío Suro o Gilberto Hernández Ortega, entre otros.

Con ‘propina'. Por si fuera poco, junto a esta exposición puede contemplarse, también en el Alcázar, otra más titulada Tres maestros de la plástica dominicana: Alonso Cuevas, Jorge Severino y Fernando Ureña Rib. Esta muestra, según subraya el director de la Fundación Caja Rural del Sur, Jaime de Vicente, "complementa a la perfección las obras reunidas de la colección Bellapart con el trabajo de tres pintores de absoluta actualidad y de una extraordinaria calidad".

Fuente: El Correo de Andalucía

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