Nancy Spero (Ohio, Cleveland, 1926) es una de las artistas más radicales vinculadas al arte feminista, tanto en su propuesta como en su discurso político. Su obra se extiende desde su compromiso social y cultural en dos frentes: la postura crítica hacia la situación política contemporánea y la exploración del cuerpo como herramienta para formular su discurso. Esta dualidad se materializa ahora en el MNCARS, que presenta hasta el 5 de enero la primera gran retrospectiva dedicada a la artista en Europa. Pionera del arte feminista, Spero desarrolla su carrera desde la escena contestataria del Nueva York de los sesenta a través del desafío a las pautas estéticas e ideológicas dominantes. Para ello centra su obra en la elaboración de un lenguaje gráfico específicamente femenino que represente la capacidad de la mujer para transformar un espacio propio. Pero la artista se sitúa más allá, describiendo en sus obras lo corrompido del poder, las injusticias sociales y la atrocidad de los acontecimientos bélicos, utilizando referencias explícitas a elementos violentos y sexuales. Comisariada por el director del MNCARS, Manuel Borja-Villel, y la Directora de Colecciones, Rosario Peiró, la muestra cuenta con la colaboración del MACBA –donde ha sido expuesta recientemente. Las 178 obras que la componen se ordenan de forma cronológica, abarcando toda la trayectoria de Spero: desde piezas procedentes de sus años de estudiante –y que nunca antes habían sido mostradas al público– hasta sus últimas instalaciones monumentales y sus célebres experimentos en papel.
Paralelamente se desarrolla el seminario “Nancy Spero, en contexto” entre el 6 de noviembre y el 4 de diciembre de 2008.
Desde la eclosión de la llamada Segunda ola del movimiento feminista a finales de los años sesenta, la relación entre el feminismo y las artes visuales ha estado marcada por la continua disensión interna y la confrontación crítica permanente.
La obra de Nancy Spero posee el interés añadido de situarse en el centro mismo de esos debates. A lo largo de su carrera, Spero ha tomado una serie de decisiones artísticas arriesgadas que han terminado transformando su obra en objeto frecuente de controversia. Así, en un momento en el que algunas artistas feministas defendían la imposibilidad de crear imágenes del cuerpo de la mujer ajenas a los códigos patriarcales, Spero decidía limitar su universo iconográfico a la representación de figuras femeninas. La insistencia de Spero en representar la violencia contra las mujeres (torturas, violaciones de guerra, violencia sexual…) ha dado lugar, asimismo, a lecturas diversas: para algunos, se trata de un gesto inequívoco de compromiso político; para otros, de una forma de alimentar el morbo voyeurístico. Finalmente, el recurso a la apropiación de imágenes extraídas de fuentes visuales muy heterogéneas también ha suscitado interpretaciones dispares: en algunos casos, se ha insistido en asimilar a Spero a otros “apropiacionistas” postmodernos; en otros, por el contrario, se ha subrayado la originalidad de una iconografía transcultural y transhistórica que sienta las bases de un nuevo vocabulario feminista.
El seminario, coordinado por Patricia Mayayo y dividido en seis sesiones, pretende contribuir a contextualizar la figura de Spero, situando su producción dentro de esta red compleja de debates teóricos, muchos de los cuales todavía siguen vigentes en la historiografía feminista.
Más información: www.museoreinasofia.es/museoreinasofia/live/exposiciones/actuales/nancy-spero-disidanzas.html
En la imagen: Female bomb (1966). Gouache y tinta sobre papel. 86,4 x 68,6 cm
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