SALUDO DE MAXIM GORKI AL CONGRESO INTERNACIONAL DE ESCRITORES ANTIFASCISTAS, CELEBRADO EN FRANCIA EN 1935
Deploro profundamente que mi
estado de salud impida mi presencia física en el Congreso Internacional de
Escritores, entre hombres que sienten en lo hondo de su alma el ultraje que
supone para ellos la aparición del fascismo, entre hombres que ven cómo se
extiende la acción mortal, venenosa, de sus ideas y la impunidad de sus crímenes.
El fascismo, no nuevo, pero ya el último grito de la sabiduría burguesa -sabiduría
de la desesperación- se manifiesta con insolencia creciente como negación de
todo cuanto existe en el hombre de cultura europea.
¿En nombre de qué se ha declarado la guerra a esta cultura ''humanitaria'' cuyas conquistas eran no hace mucho un motivo de orgullo y de presunción? Nosotros sabemos que Lutero no habría renegado del catolicismo -la religión de los feudales- si eso no hubiera sido necesario a los prestamistas y a los tenderos de su época. Los grupos nacionales de banqueros, fabricantes de armas y demás parásitos contemporáneos nuestros se aprestan a un nuevo combate por el poder sobre Europa, por la libertad de saqueo de las colonias, y, en general, de saqueo del pueblo trabajador. Este será un combate para el aniquilamiento de determinadas na ciones. Este combate no exige sólo la renuncia absoluta a los "principios de la cultura", al humanismo burgués, que en la práctica de la burguesía ha desempeñado siempre, en general, el papel de "camuflage" y de ''medio de incorporación por la gran burguesía a su seno de los mejores de entre la pequeña burguesía"; la nueva matanza humana gestada por el fascismo ve en la idea del humanismo una idea hostil a sus objetivos fundamentales.
Por iniciativa de los escritores de Francia, los hom bres de letras honrados de todo el mundo se manifiestan contra el fascismo y todas sus infamias.
Hermosa intención, plenamente natural en los "maestros de la cultura", y cabe aguardar con toda seguridad que los maestros de la ciencia seguirán el ejemplo de los hombre del arte.
Además, es necesario recordar: la historia nos ha demostrado con máxima claridad que la lógica del humanismo es inasequible a la comprensión de los lobos y los jabalíes bípedos y que en el mundo no hay más que una clase capaz de comprender y sentir la significa ción universal y humana del humanismo: esta clase es el proletariado. .
Por
eso, nuestros esfuerzos no deben estar orientados a conciliar
lo inconciliable , a la reforma de la sociedad burguesa, que por su estructura
no puede, es incapaz de vivir sin hostilidad, sin opresión de la mayoría de los
hombres; nuestros esfuerzos deben estar
orientados a dar libertad a las
reservas inagotables de energía incelectual encerrada en los centenares de
millones de hombres del pueblo trabajador.
Verdadero humanismo puede ser únicamente el humanismo del proletariado, que persigue un gran fin: la transformación de todas las bases de la vida social y económica de nuestro mundo. En el país donde el proletariado ha tomado el poder en sus manos, vemos qué grandiosa energía encierra en su seno, qué talemos se revelan en él y con qué rapidez modifica las formas de la vida , infundiendo un contenido nuevo en ellas.
¡Estimados camaradas! Los únicos que pueden comprender los discursos honrados de los hombres de sentido común son el proletariado, artesano de la cultura, los intelectuales laboriosos y los campesinos trabajadores, que quieren y merecen el derecho a ser maestros de la cultura.
Publicado en Pravda el 24 de junio de 1935
Fuente: Andrés Sorel
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