martes, 30 de noviembre de 2010

DISCURSO DE RECEPCIÓN Y "NO-RECEPCIÓN" DEL PREMIO DULCE CHACÓN A CARGO DE MARTINA, PROTAGONISTA DEL LIBRO GALARDONADO "DESEO DE SER PUNK"

POR BELÉN GOPEGUI

Buenas tardes y muchas gracias por acogerme. Voy a leerles una carta que la narradora y protagonista de Deseo de ser punk me ha hecho llegar.

Hola, soy Martina. Me dice la autora que soy yo quien debe hablaros, que el premio se lo han dado a la novela así que, en realidad, es para mí. He estado mirando en internet para ver de qué va todo esto, y me he emocionado. Es un premio para honrar la memoria de Dulce Chacón. Yo también quise honrar a un muerto con mi historia. Los muertos no son sólo ellos, quiero decir, su nombre y apellidos, su carnet de identidad. Yo me los imagino como un sistema. Colocas a la persona en el centro y vas sacando bifurcaciones: en una pones las cosas que hizo, las consecuencias que tuvieron y a dónde le llevaron, en otra rama, las cosas que le pasaron, en otra, no sé, lo que le gustaba. Vas abriendo ramas nuevas: las más sólidas, las que más van a quedar, son las que tratan de lo que le era importante para esa persona. Sus combates. Un sistema de combates, no sólo con los grandes enemigos; la ternura a veces también es un combate, y el respeto. Dulce Chacón combatió por "los que se vieron obligados a guardar silencio" y yo admiro su sistema de combates.

Sé que hay quien dice que la literatura no es para combatir, sino sólo para disfrutar. Pero a lo mejor ahora nos hace falta combatir. ¿Os acordáis de cómo empieza Historia de dos ciudades, de Dickens? "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también la de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de nuestra desesperación (...) En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual...". Pues cuando lo leí me pareció bastante optimista. Porque de esta época nuestra y a este paso pronto sólo podremos escribir un lado del ese comienzo, sonaría así: "es el peor de los tiempos, la edad de la locura, de la incredulidad, de las tinieblas, el invierno de nuestra desesperación". Yo, como seguramente ustedes, también le tengo miedo a las grandes palabras, a las mayúsculas. Y cuando vi que en las bases de este premio se hablaba de "defender los grandes valores humanos", me alarmé un poco. Pero como resulta que la tormenta se nos viene encima, más nos vale tener a mano unos cuantos grandes valores, y algunos pequeños, en lugar de valores baratos y vendidos. Así que no le tengo miedo a decir que es un honor que hayan elegido mi historia y que ojalá suene a veces como un punk rocker escandinavo, encallado en penínsulas cerca de ningún sitio, que intenta seguir tocando con fuerza y dignidad.

Tampoco tengo miedo de recordar que soy una mujer. Porque ya sé, parece que hay que hacer como si tal cosa, decir: yo estoy aquí por lo que he escrito, y lo demás no importa, es tan irrelevante que yo y mi autora seamos una mujer como que mi apellido empiece por H o el color de mis ojos. Pero no es igual y hasta da rabia tener que recordarlo. Voy a leerles un poema del autor del blog Throw' em to the lions!!!, que aparece en mi historia, quien a su manera está conmigo ahora pues sin él no habría podido escribirla. Se titula Deseos: Autopolítica en resistencia, y dice:

Donde hay alguien que lucha, ser marxista.

Donde no hay nadie que luche, ser anarquista.

Donde hay una nación oprimida, propia o ajena, nacionalista e internacionalista (y nada nos es ajeno), ser patriota.

Donde hay uno o varios dioses que dan luz a la justicia y la comunidad, ser creyente.


Las mujeres hemos sido una nación oprimida, todavía lo somos. Unas más y otras menos, claro, pero también cuando las colonias luchaban por liberarse de la metrópoli se encontraron con que luego, además, necesitaban hacer una revolución dentro del territorio liberado. De manera que no da igual que las mujeres luchemos, y no da igual que yo esté aquí y que sea una mujer, una de siete pero todavía hay que dar, no a ustedes sino a otras personas, ya me entienden, explicaciones.

Ahora viene algo complicado que voy a decirles, aunque a quienes conozcan mi historia les parecerá lógico. Yo no puedo quedarme con la parte metálica de este premio. Y en la palabra yo incluyo también a Belén Gopegui, la autora que les está leyendo mi carta. Supongo que cuando eres una adolescente y has escrito algunas cosas, lo que no puedes es no intentar intentar algo. Sí, he repetido "intentar" porque al final creo que me ha tocado una generación que ve el futuro rayado y muchas veces ya no intentamos estudiar para tener un trabajo o gastar poca agua para que no se agote, intentamos intentarlo, intentamos creernos que tenemos una salida, intentamos hacerla. Yo me encuentro con este premio y sé que vais a entender cuando os diga que quiero que sea para la Casa de la Juventud del Ayuntamiento, quizá para habilitar dentro un local pequeño autogestionado por los jóvenes del que pudieran tener la llave. O si algo así ya existe, para lo que ellos y ellas consideren, instrumentos, una radio comunitaria, presupuesto para hermanarse con jóvenes de lugares donde la vida es más difícil, conexiones o esas cuatro paredes donde estar acompañándose. Así la memoria de Dulce Chacón a través del personaje de un libro llegará a un sitio en donde a lo mejor alguien convierte su pena en electricidad o planea, piensa en común, busca con otras personas acciones e ideas para que un día salgamos de este tiempo turbio.

Los premios son un mecanismo de ida y vuelta, el nombre de quien lo da queda unido al nombre de quien lo recibe y al revés. Mi nombre va a quedar unido no sólo a Dulce Chacón y al Ayuntamiento, también a la Asociación de Escritores de Extremadura y al Seminario Humanístico del Zafra. A todos quiero dar las gracias, y en especial al seminario, porque seguramente existo debido a que, fruto de vuestra tarea, una escritora se encontró con grupos de adolescentes, se vio en la necesidad de hablarles y comprendió que no había sabido escribirles una historia. Y decidió probar.

El libro que habéis premiado habla mucho de música, ahora quiero despedirme recordando un trozo de una canción. No es rock ni punk, es una canción infantil, si se piensa bien no hace tanto que tuvimos siete, nueve años. Se llama Puff the magic dragon, seguro que os suena. Cuenta la historia de un dragón que se hace amigo de un niño, luego el niño crece y se olvida del dragón. "Los dragones", dice la letra, "viven para siempre, pero no los niños y niñas". Eso de los dragones también nos pasa a los personajes. Yo voy a estar siempre cuando me busquéis y nunca voy a dejar de ser esta adolescente que cree que las cosas se pueden arreglar y que hay que intentarlo. Luego se crece y se rompen del todo. Y cuando hay muchas rotas a lo mejor ya no tienes fuerza o simplemente te han atrapado tantas amenazas y tristezas que no puedes tomar algunas decisiones. Pero yo sigo aquí, como el dragón, y hoy le he dado a la autora un poco de mi libertad y de mi adolescencia. Porque ¿sabéis?, la gente no para de preguntarle si cree que las historias, las novelas, sirven para algo, si pueden cambiar algo, si influyen. Ahora es como si ella me pidiera que contestase yo. Sí que influyen.

Muchas gracias

Belén Gopegui donó su premio a la Casa de la Juventud de Zafra

El pasado 26 de noviembre, en el marco de la Semana de la Literatura Dulce Chacón que se ha llevado a cabo en la ciudad española de Zafra, la escritora Belén Gopegui fue distinguida con el VII Premio Dulce Chacón de Narrativa Española 2010, un galardón dotado con nueve mil euros y una estatuilla denominada “El abrazo”.

El reconocimiento le fue adjudicado por “Deseo de ser punk”, un material editado por Anagrama que consiguió imponerse por sobre todos los títulos que competían en esta oportunidad para quedarse con este estímulo que, según palabras de la edil de Cultura de Zafra, María del Carmen Rodríguez del Río, se destaca por “su calidad, prestigio, seriedad y bondad”.

Además de elogiar el relato de Gopegui, el jurado del Premio Dulce Chacón (que, en esta ocasión, estuvo presidido por Rosa Regás e integrado por figuras como Luis García Jambrina, Isabel María Pérez, José María Guelbenzu, Laura Freixas, José Antonio Garriga Vela y María del Carmen Rodríguez del Río) resaltó la riqueza literaria de “El espíritu áspero”, una propuesta elaborada por el autor extremeño Gonzalo Hidalgo Bayal.

“Deseo de ser punk”, consideró el crítico Luis García Jambrina, es una obra que merece ser valorada por ser una “novela cercana a la actualidad y al corazón de cada uno”, reflexión que también fue compartida por la concejala de Cultura, quien agregó que su trama “se encuentra dentro de los valores que inspiran a los Premios Dulce Chacón”. Isabel María Pérez, por su parte, respaldó este trabajo por reflejar en su argumento una profunda, real y verosímil conexión “con el mundo interior de una adolescente”.

Cabe recordar que la flamante ganadora de este galardón es una española de amplia experiencia en el mundo de las letras que, gracias a relatos como “La escala de los mapas”, “Tocarnos la cara”, “La conquista del aire” y “El lado frío de la almohada”, ya tiene en su haber varias distinciones.

lunes, 29 de noviembre de 2010

"GUERRA O REVOLUCIÓN", DE LA EDITORAL CRÍTICA

Título: Guerra o revolución
Autor: Fernando Hernández Sánchez
Editorial Crítica
Precio: 29,90 €
Páginas: 576
ISBN: 978-84-9892-151-9

Sinopsis:

Sobre pocos de los temas relacionados con la historia de la Guerra Civil española de 1936-1939 se habrá escrito más que sobre el papel que desempeñó en ella el Partido Comunista. Sus apologistas han celebrado su contribución a la resistencia republicana; sus críticos le suponen empeñado en establecer un régimen totalitario subordinado a los intereses soviéticos y le acusan de haber impedido que se desarrollase una revolución social que hubiera podido cambiar el rumbo de la guerra. Unos y otros, sin embargo, suelen limitarse a especulaciones con escaso fundamento documental, taradas generalmente por un fuerte sesgo partidista. Este es el primer estudio historiográfico serio que, utilizando la amplia documentación hoy accesible, trata de responder a las preguntas básicas sobre sus dirigentes y sus militantes, su fuerza organizativa, su implantación territorial o su penetración en la sociedad republicana. Y utiliza los resultados de esta investigación para ofrecernos una visión objetiva sobre su actuación en la defensa de la República.

MITOS Y LEYENDAS DE LA ESPAÑA ROJA

Las memorias escritas tras la guerra, marcadas por "la autojustificación, el ajuste de cuentas y un subjetivismo lacerado por la derrota y el exilio", tenían algo en común: su ataque al PCE. O al menos eso sostiene el historiador Fernando Hernández en Guerra o revolución (Crítica), un ensayo monumental sobre el papel del PCE durante el conflicto que llegó ayer a las librerías.

Un libro destinado a convertirse en el texto de referencia sobre un tema vapuleado históricamente por la información de mala calidad, el sectarismo y un extraño consenso entre grupos antagónicos. "La guerra terminó con la división de las izquierdas. Había que echar la culpa a alguien del desastre colectivo. Se produjo cierta unanimidad entre socialistas, anarquistas y parte de los republicanos: la culpa la tuvo el PCE por su afán proselitista, su búsqueda de la hegemonía y su sumisión a intereses foráneos", cuenta Hernández a Público.

Experimento estalinista

Este caldo de cultivo se renovó con la Guerra Fría. Empezó a propagarse la idea de que en España no había tenido lugar exactamente una guerra contra el fascismo, sino un intento de implantar una democracia popular como la que se había impuesto a los países del Este a partir de 1945. Moscú había utilizado la guerra de España como campo de pruebas de un experimento político en tres fases: alcanzar la hegemonía, someter al resto de partidos e implantar la dictadura del proletariado.

Como se hartaron de contar historiadores conservadores como Julián Mauricio o Ricardo de la Cierva, en España se había librado de forma exitosa la primera batalla contra el comunismo mundial. "Las historias del PCE son el resultado de los ajustes de cuentas del exilio, por un lado, y de la Guerra Fría, por otro. Sobre esas dos patas se inserta una tercera: la lucha ideológica del franquismo. El franquismo, además de su viejo mensaje anticomunista, no aporta nada nuevo; bebe fundamentalmente de las querellas del exilio", dice el autor.

La contrapartida a esta oleada de visiones anticomunistas la puso el PCE en la hagiografíaGuerra y revolución en España, redactada en los sesenta por una comisión del Comité Central que vino a concluir que el partido había encarnado como nadie la resistencia antifascista y que el resto de las izquierdas habían propiciado el desastre por sus intereses mezquinos.

Hernández se ha propuesto ir más allá de las "interpretaciones interesadas y los estudios polemistas basados en fuentes secundarias" para analizar qué hay de cierto en los mitos que circulan sobre el PCE. Leyendas alimentadas por hechos de difícil comprensión, como el meteórico ascenso del partido durante la guerra. En efecto, sólo una gigantesca maquinación ruso-masónica podía haber logrado que el PCE pasara de grupúsculo extraparlamentario a aspirante a fuerza hegemónica de la izquierda en cuestión de meses.

De la nada al infinito

La cosa, desde luego, tenía una pinta extraña. El PCE era una organización tan pequeña durante la dictadura de Primo de Rivera que su dirección llegó a camuflarse como la directiva de un equipo de fútbol. Y ocupó un lugar "marginal" en el sistema de partidos mientras mantuvo un discurso "esencialista, radical y sectario", según el autor del libro. "En las condiciones de legalidad de la República apenas incrementó sus filas", cuenta Hernández sobre una organización radicalizada que denunciaba el "socialfascismo" de los republicanos y apenas contaba con un millar de militantes en 1931. Su ascenso empezó a fraguarse tras la fallida revolución asturiana de octubre de 1934, gracias a su campaña por la amnistía de los presos políticos y el apoyo a huérfanos y detenidos.

Con todo, el PCE sólo contaba con 46.000 miembros en febrero de 1936. Poco más de un año después, tras los éxitos de la defensa de Madrid y la batalla de Guadalajara, "alcanzó los 350.000 afiliados", aunque la mitad se limitó a tener el carné. "Numéricamente no tenía fuerza para imponer su hegemonía a las dos grandes corrientes, socialismo y anarquismo, que habían monopolizado la izquierda durante el primer tercio del siglo", razona. Su número de afiliados se desplomó a la mitad según se fueron deteriorando las expectativas de victoria en 1938. Números, en cualquier caso, alejados del millón de militantes que se le llegó a adjudicar.

El partido se nutrió principalmente del aporte de dos corrientes: "Los jóvenes sin experiencia militante previa, radicalizados en los años de la República y fascinados por los mitos de la revolución soviética, y los afiliados a la UGT", explica Hernández. Pero también de una gran cantidad de mujeres jóvenes, que vieron en la militancia comunista "su acceso a la modernidad y su oportunidad de jugar un papel en la sociedad". La mayor controversia giró en torno a la supuesta obediencia ciega del PCE a las órdenes que emitía el padrecito Stalin. En realidad, la cadena de mando no era tan unidireccional como parecía, aunque sólo fuera porque la guerra obligó a tomar decisiones urgentes en clave nacional que escapaban a la lógica de la geopolítica internacional.

Hernández enumera las decisiones más cruciales tomadas por el PCE a espaldas de Moscú. Como la entrada en el Gobierno del socialista Largo Caballero en 1936. "La estrategia de Moscú estaba clara. En Francia, el PCF apoyaba al Frente Popular en el Parlamento, pero no estaba en el Gobierno. La idea era acercarse a Francia e Inglaterra para defenderse de Alemania. Moscú no quería que los comunistas accedieran a los gobiernos para no asustar a las cancillerías occidentales", dice. No obstante, en septiembre de 1936, dos ministros comunistas entraron en el Gobierno de Caballero. "La decisión la tomaron los dirigentes nacionales. Luego se lo comunicaron a Moscú", añade.

El PCE también actuó por su cuenta durante la caída de dicho gobierno en 1937. Moscú quería que Caballero dejara de ser ministro de la Guerra, pero continuara como presidente del Gobierno. "Stalin le dijo a Alberti que quizás Caballero no era un buen ministro, pero sí un presidente a conservar", relata. Con todo, una fuerte campaña del PCE llevó al derribo total del político.

También, dice, se produjeron divergencias sobre el acoso de los trotskistas del POUM. "Moscú se quejó de la tibia implicación del PCE en la campaña para su liquidación total". El POUM había sido el invitado sorpresa en los enfrentamientos de mayo de 1937 entre anarquistas (CNT) y comunistas (PSUC).

Choque de trenes

Los anarquistas habían aprovechado el semiderrumbe del Estado en el 36 para impulsar una revolucionaria colectivización del campo y la industria en sus zonas de influencia. Para los comunistas, lo más importante era "oponer a un golpe de Estado de un ejército centralizado con un mando único y apoyos exteriores, una maquinaria de guerra similar", explica el autor. Concentrados en poner en marcha un "esfuerzo de guerra total contra un proyecto de guerra total", los comunistas cargaron contra la fragmentación en proyectos locales que, decían, detraían energías para el mantenimiento del esfuerzo bélico. En última instancia, lo que se puso en juego en mayo del 37 fue el choque entre dos conceptos antagónicos: "La necesidad de culminar un proceso de centralización y reconstrucción del Estado o el mantenimiento del poder colectivo de la calle", afirma.

Sobre este conflicto emergió el periférico POUM, que acabaría pagando los platos rotos de la división de las izquierdas. "No se ha divulgado suficiente que una parte de la CNT estuvo en contra del estallido. Los hechos de mayo, en parte, son el resultado de una escisión en el seno de la CNT, que tenía tres ministros en el Gobierno, pero cuyas bases no renunciaban a su proyecto libertario y antiestatalista", cuenta. Por esta rendija se coló el POUM, que pretendía"explotar estas contradicciones para sacar rentabilidad política en Catalunya". Paradójicamente, su aparición "sirvió de pretexto a los comunistas, que presentaron al POUM como un agente del enemigo que había montado una guerra civil dentro de la guerra civil".

Los tentáculos comunistas eran alargados, sí, pero no tanto como para imponer la cacareada dictadura del proletariado. En marzo de 1939, durante la última reunión de la dirección del PCE en España, Palmiro Togliatti, de la Internacional Comunista, le preguntó a Enrique Líster si habían podido tomar el poder. La respuesta fue un no rotundo. "Nunca se planteó realmente esa posibilidad. Ni se formuló una estrategia para logra el objetivo de tomar el poder", dice el historiador.

El mayor éxito del PCE, según Hernández, fue ir más allá de la retórica marxista-leninista para "asumir un ideario republicano de izquierdas" que hacía hincapié en "la justicia social, el federalismo, el laicismo, y la necesidad de extender la educación". Las organizaciones que habían blandido antes esa bandera no estaban preparadas para afrontar los desafíos del 36. Mientras que los viejos partidos republicanos "no tenían un potente aparato organizativo" y "dependían de la valía intelectual de sus líderes", el PCE creó un partido republicano de masas gracias al uso de "técnicas aprendidas de la propaganda bolchevique", conjugando "el ideario popular con las métodos modernos de agitación y propaganda. El éxito del PCE fue convertirse en el mejor partido republicano conocido hasta entonces", concluye.

¿Su mayor fracaso? Su imagen "vanidosa, prepotente y arrogante", propia de las organizaciones que crecen muy rápido e intentan "apropiarse del ideario popular". "Los demás partidos vieron al PCE como una fuerza avasalladora", zanja.

Fuente: Carlos Prieto (Público)

Fernando Hernández Sánchez es profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid y de Enseñanza Secundaria, Doctor en Historia Contemporánea por la UNED, miembro de la Asociación de Historiadores del Presente y colaborador del Centro de Investigaciones Históricas de la Democracia Española. Preside la Asociación Entresiglos 20-21: Historia, Memoria y Didáctica, dedicada a la investigación sobre la enseñanza escolar de la historia reciente. Sus investigaciones versan sobre la historia del movimiento comunista en España. Ha publicado artículos sobre este tema en diversas revistas (Historia16, La Aventura de la Historia, Historia del Presente, Cuadernos Republicanos, Ebre38). Es autor de Comunistas sin partido: Jesús Hernández, ministro en la Guerra Civil, disidente en el exilio (2007). Es coautor, con Ángel Viñas, de El desplome de la República (Crítica, 2009).

domingo, 28 de noviembre de 2010

"LA JUNGLA", DEL ARTISTA CUBANO WIFREDO LAM


La Jungla
1943
Aguada sobre papel montado sobre lienzo
239,4 x 229,9 cm
Museum of Modern Art, de Nueva York
Fondo Interamericano

La Jungla fue pintado en Cuba y expuesto por primera vez en la galería Pierre Matisse de Nueva York. Provocó un escándalo a causa de su supuesta ferocidad, pero también a causa de que Lam se había negado a participar en una exposición de arte cubano que en ese mismo momento se estaba celebrando en el MOMA. Esta negativa fue motivo de su desacuerdo con el régimen cubano de Batista de entonces.

En muchos aspectos, La Jungla es típico de la obra madura de Lam. Hace uso de un polimorfismo que asocia las vidas humana, animal y vegetal; alude al arte africano y en especial a las máscaras africanas. Una composición atentamente integrada, como de friso, une cuatro figuras y entrelaza sus cuerpos en una espesura cada vez más densa de tallos articulados. Esta espesura, a su vez, ayuda a crear un espacio del cuadro que es al mismo tiempo claustrofóbico y perturbadoramente indefinido. Es, de hecho, una variante más ambiciosa del original “espacio plano” del cubismo sintético (como, por ejemplo, en las dos versiones de Tres músicos, de Picasso) donde las figuras y los objetos parecen flotar en una zona estrecha justo detrás del plano del cuadro. Las figuras de Lam están alargadas verticalmente gracias a sus brazos y piernas como tiras, los cuales apenas tienen algún modelado. Poseen pies enormes, torsos rudimentarios, nalgas y pechos a punto de reventar, hinchados como frutos maduros. Lam describió su intención al pintar el cuadro con las siguientes palabras:

Cuando lo pinté, las puertas y ventanas de mi estudio se encontraban abiertos y los transeúntes podían verlo. Solían gritarse unos a otros: “¡No mires. Es el diablo!”. Y tenían razón. De hecho, un amigo mío dice que en cuanto al espíritu está muy cerca e mis representaciones medievales del infierno. De todas maneras, el título no tiene nada que ver con el verdadero campo de Cuba, donde no hay jungla, sino bosque, colinas y campo abierto, y el fondo del cuadro es una plantación de caña de azúcar. Mi intención fue comunicar un estado físico.

Creo que desde mi infancia había algo en mí que me estaba llevando a este cuadro. El Aduanero Rousseau, usted sabe, pintó la jungla en El sueño, El león hambriento, Los simios, con flores y serpientes enormes. Fue un magnífico pintor, pero no la misma clase de pintor que soy yo. El no condena lo que sucede en la jungla. Yo así. Mire mis monstruos y los gestos que hacen. El de la derecha ofreciendo su trasero, tan obsceno como una puta. Mire, también, las tijeras en el ángulo superior derecho. Mi idea fue representar el espíritu de los negros en la situación en la que se representaban entonces. Yo he usado la poesía para mostrar la realidad de aceptación y protesta.

No obstante, una de las peculiaridades de La Jungla es que claramente no fue creado para un público latinoamericano (como sí lo fue la obra de los muralistas mexicanos). Su cometido fue describir la realidad de Latinoamérica, o por lo menos un aspecto de esa realidad, a la gente de fuera de la región.

Fuente: Edward Lucie-Smith

sábado, 27 de noviembre de 2010

COMUNICADO DE AGENTES DE LA CULTURA EN SEVILLA ANTE LA SITUACIÓN DE LA BIACS


Ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación locales sobre las medidas para “el rescate” de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (BIACS), un considerable grupo de agentes, productores, artistas y organizadores de eventos culturales de la ciudad
de Sevilla manifestamos nuestro profundo desacuerdo con las políticas culturales que se están poniendo en valor por parte del Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla y por ello pedimos, tanto al Ayuntamiento como a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que retire cualquier apoyo a un evento que ha gastado mucho y ha dejado muy poco en la ciudad.

La BIACS es una iniciativa privada que ha usado el dinero público para organizar un evento grande en presupuesto y aún mayor en deuda. La BIACS no ha conseguido el impacto que prometió, por el contrario ha seguido acumulando deudas hasta el punto que estos momentos se encuentra en la necesidad de recibir una subvención in extremis de 15 000 euros para gastos corrientes.

Por estos motivos no entendemos, y por supuesto no estamos de acuerdo, cómo en un año de crisis y recortes a la cultura, los responsables de la gestión municipal apuestan por resucitar un cadáver “cueste lo que cueste” y “sea donde sea”. Y más sabiendo que a día de hoy no hay ni
fecha, ni proyecto, ni dirección artística, ni siquiera tema. La BIACS, pensábamos, era un proyecto enterrado. ¿Por qué se intenta resucitar?

Solicitamos tanto a la Delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla como al Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía que retiren su apoyo a la BIACS y que permitan que desaparezca un proyecto que no ha conseguido agradar a nadie, que la ciudad no lo demanda, que consume muchísimos recursos, con deudas por aclarar y con dudosa repercusión.

viernes, 26 de noviembre de 2010

"MARHABA! CAMPAMENTO DE ARTES POR EL SÁHARA"


EXPOSICIÓN EN EL CENTRO ANDALUZ DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE SEVILLA

MARHABA! / bienvenid@s! es un campamento nómada creado por artistas en solidaridad con el pueblo saharaui. Una serie de jaimas levantadas en un patio del CAAC acogen actuaciones musicales, proyectos artísticos, materiales documentales y acciones solidarias con las que se quiere visibilizar las dimensiones culturales e históricas del conflicto en el Sahara Occidental. Todo ello desde la convicción de que, como señala la poetisa Sukeina Aali-Taleb, el arte, la cultura y la educación son armas de lucha pacífica por el respeto a los Derechos Humanos y el derecho de todos los pueblos a su tierra, sus raíces y su libertad.

Comisariado por Alonso Gil y Federico Guzmán, curadores de ARTifariti 2010, en colaboración con la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, este proyecto recoge el impulso de los Encuentros Internacionales de Arte en Territorios Liberados del Sáhara Occidental. Un festival experimental en el que han participado más de 150 artistas de 20 nacionalidades diferentes. Entre otras cosas, MARHABA! / bienvenid@s!, incluye una exposición de documentación sobre ARTifariti que se contextualiza con una muestra sobre la memoria histórica del Sáhara Occidental.

Insertado dentro de la exposición Públicos y contrapúblicos, este proyecto -que se presentó en la edición de 2009 de la Noche en Blanco de Madrid- participa y potencia algunos de los ejes de la "sesión expositiva" con la que se cierra la programación de 2010 del CAAC, como el que se dedica a los dispositivos relacionales o el que se centra en la inteligencia y acción colectiva.

PROGRAMA DÍA INAUGURACIÓN (26 noviembre)

JAIMA DE LA MEMORIA

Tuizza. Encuentros sobre prácticas artísticas y Derechos Humanos.
Dirigido por Esther Regueira

· 12:00 - 14:00 h.
Tácticas contra la ocupación: el caso del Sahara Occidental.
Participan: Federico Guzmán, Alonso Gil, Agustine O’doherty

· 16:00 - 19:00 h.
Prácticas artísticas en zonas de conflicto.
Participan: Juan Carlos Jimeno, Pedro G. Romero, Fran Illich (videoconferencia), Kirby Gookin (videoconferencia)

JAIMA DE LAS ARTES

· 19:00 h.
Ceremonia del té
Videoconferencia con los territorios ocupados del Sahara Occidental

· 19:30 h.
Presentación de Sergio Caro

· 20:30 h.
Presentación de Walid Aidoud: Traces

· 20:50 h.
Acción de Antonio Gómez

· 21:00 h.
Africa ma tembaa. Concierto de Pililli y Moakara

jueves, 25 de noviembre de 2010

DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUEJERES

"CONTRAVIOLENCIAS: PRÁCTICAS ARTÍSTICAS CONTRA LA AGRESIÓN A LA MUJER"

Fecha: Hasta el 5 de febrero de 2011

Lugar: Sala de exposiciones, Koldo Mitxelena Kulturunea (Donostia – San Sebastián)

Artistas: Shoja Azari, Nazan Azeri, Maya Bayevic, Louise Bourgeois, Stephan Constantinescu, Alicia Framis, Coco Fusco, Regina José Galindo, Cristina Lucas, Sükran Moral, Beth Moysés, Alexandra Ranner, Paula Rego, Azucena Vieites, Teresa Serrano

La figura de la mujer víctima de la violencia, divulgada por los medios de comunicación y las industrias visuales, no revela la violencia histórica y estructural de unas sociedades patriarcales y arcaicas cuyos modelos y prácticas de violencia se perpetúan y ejercen en la actualidad desde múltiples formas. Por ello, la violencia que explota cuando la mujer se separa de la jerarquía y del orden impuesto, tanto en sociedades democráticas como autoritarias, no puede ser abordada desde posiciones de identidad sino desde la crítica a la cultura y a las estructuras de poder con sus tecnologías y mecanismos de producción, control y distribución de la violencia (incluyendo un imaginario femenino de ideales corporales, deseos, afectos y relatos amorosos). Las políticas y leyes contra la violencia de género a menudo actúan en “los hechos” y eluden la dimensión narrativa, visual y simbólica en que se representa y transmite. La gestión de la violencia por los medios de comunicación y las industrias visuales la difunden y convierten en un espectáculo, eludiendo su relación con la pobreza y la corrupción. La indiferencia, el silencio y la invisibilidad son las dimensiones que permiten y reproducen la violencia.

Las estéticas y prácticas artísticas que desde el activismo feminista de los años sesenta reivindicaban la identidad, la sexualidad y el cuerpo se trasladan desde los noventa a la denuncia de la violencia y la lucha política y social, viendo el cuerpo de las mujeres como el lugar de cruce de unas prácticas sociales, culturales, religiosas, militares y económicas. La cuestión artística pasa de la concepción del cuerpo “privado” a la del cuerpo estatal, configurando las tecnologías imaginarias y los mapas geográficos, simbólicos, políticos y sociales de la violencia.

CONTRAVIOLENCIAS. Prácticas artísticas contra la agresión a la mujer aborda, en una interacción de actitudes, medios y formatos, una diversidad de acciones y miradas artísticas que utilizan o confrontan las ficciones de la violencia, oponen la memoria, los afectos y una vivencia no fragmentada de la experiencia a la objetividad y desconexión de las representaciones mediáticas y desvela la complicidad entre emisor/ejecutor/espectador. El realismo de las industrias visuales es negado por una mirada artística que, más allá de las apariencias, muestra otra manera de ver, revelando las imágenes y técnicas que han investido a las mujeres, el silencio político que las ha ignorado, la invisibilidad a la que han sido condenadas, el dolor infligido, la amenaza que las ha coaccionado frente a la indiferencia o el consentimiento de la sociedad. El arte cuestiona la imagen simbólica e imaginaria de la mujer víctima y se opone a la significación –sumisión, impotencia, sufrimiento– que le es socialmente asignada, oponiéndose a la violencia por medio de acciones trans/políticas que subvierten el sentido y bloquean sus imágenes y representaciones.

Artistas como Alicia Framis, Regina José Galindo y Beth Moysés realizan performances urbanas como acciones públicas en las que reúnen a mujeres víctimas de la violencia doméstica y de la agresión social y manifiestan el juego entre la ocultación y lo público o, como Coco Fusco, delatan la violencia de que son objeto en situaciones de trabajo, pobreza y emigración, simbólica y legalmente consensuada y silenciada por los medios y la opinión pública. Cristina Lucas, Nazan Azeri y Sükran Moral revelan en sus videos y performances la violencia religiosa, cultural e histórica de la hipermasculinidad contra las mujeres, mientras que Shoja Azari y Stephan Constantinescu evidencian el silencio, la indiferencia, el miedo y la pasividad de la sociedad. Alexandra Ranner, Maya Bayevic y Paula Rego delatan su privacidad en el ámbito doméstico y las estructuras sociales ocultas en que se produce, mientras que Teresa Serrano muestra la circularidad de las construcciones simbólicas y afectivas de las relaciones de género y del acoso sexual y Sükran Moral cuestiona el propio papel de las mujeres en la transmisión tradicional de la violencia. Los dibujos de Louise Bourgeois y Azucena Vieites reclaman la fragmentación y la subjetividad frente a una visión total y al determinismo de los constructos culturales y históricos y los cómics de Phoebe Gloekner, Debbie Dreschler, Roberta Gregory, Mary Fleener y Claire Bretécher, entre otras, reivindican la trasgresión, la sexualidad y la libertad frente a los abusos familiares y una memoria traumática, o como Jorge de Juan y Luis Iglesias, Isabel Franc y Susana Martín, Carlos Giménez, Jean-Marc Reiser, Jessica Abel, Marjane Satrapi, Ange Feuchtenberger e Yoshihiro Tatsumi, las dificultades de las mujeres y la fuerza que desarrollan para no ser víctimas de los estereotipos del poder y la violencia masculina –presente, como contrapunto, en los cómics de la Colección Luis Gasca.

Piedad Solans (Comisaria de la Exposición)


miércoles, 24 de noviembre de 2010

ABOGADOS CRISTIANOS SE QUERELLAN CONTRA LEO BASSI

Leo Bassi, en una imagen de archivo en la convocatoria por un Estado laico. (Reyes Sedano)

Tratan de amedrentar al actor y sus posiciones críticas con la Iglesia al asegurar que es una ofensa pública hacia la religión católica

La Asociación Estatal de Abogados Cristianos ha presentado una querella en un juzgado de Valladolid contra el actor Leo Bassi, al considerarlo autor de una ofensa pública hacia la religión católica, con incitaciones al odio y violencia por razones confesionales.

No es la primera vez en la que el humorista italiano es perseguido por su actitud crítica con la Iglesia y por sus espectáculos transgresores. Hace un mes, el payaso acudió a los tribunales para "pararle los pies a la extrema derecha". Denunció a Libertad Digital y HazteOir.org por difamación, al ponerle en su boca palabras que según el actor, nunca dijo.

Bassi protagonizó el pasado 6 de octubre en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid una conferencia-espectáculo organizada por el Ateneo Republicano, titulada "Las raíces judeo-cristianas de Occidente: un fraude histórico a combatir" y en cuya parte escénica se disfrazó de Papa en actitud crítica, cómica y burlesca.

"Pensamos que Leo Bassi puede haber incurrido en un delito perfectamente tipificado en el Código Penal (artículo 525.1) como es la ofensa y el escarnio hacia las creencias de una confesión religiosa", ha explicado esta tarde a Efe Guillermo Garabito, firmante de la querella en nombre de la Asociación de Jóvenes por la Información Objetiva (AJIO).

Además de Leo Bassi (Nueva York, 1952), de origen italiano, la querella ha sido interpuesta contra el Ateneo Republicano, como organizador de la conferencia-espectáculo, y contra el rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, como cabeza visible de la institución académica que prestó sus instalaciones.

La queja ha sido depositada a las 17 horas de esta tarde en el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid por Apolonia Castellanos, miembro de la Asociación Estatal de Abogados Cristianos; Guillermo Garabito, portavoz de AJIO, y Juan Arias, voluntario de HazteOir.org, un portal digital puesto en marcha por "ciudadanos reflexivos y comprometidos", según se define.

Fuente: Público

VER FRAGMENTO DE SU INTERVENCIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID: http://www.youtube.com/watch?v=VPa-njue6Gw&feature=related

DESCARGAR VÍDEO COMPLETO: http://www.au.uva.es/spip.php?article119

martes, 23 de noviembre de 2010

EL PATRONATO MARTÍNEZ GUERRICABEITIA RINDE HOMENAJE AL ARTISTA ITALIANO GIANGIACOMO SPADARI CON SU PRIMERA EXPOSICIÓN ANTOLÓGICA EN EL EXTRANJERO

Rosa y Karl, 1972-73

VALENCIA ACOGE UNA MUESTRA INÉDITA DE UNO DE LOS MÁXIMOS REPRESENTANTES DEL REALISMO SOCIALISTA ITALIANO

La exposición "Spadari, cronista visual", que organiza el Patronat Martínez Guerricabeitia de la Fundació General de la Universitat de València, presenta la producción más representativa del artista italiano Giangiacomo Spadari (1938-1997) a través de más de una veintena de sus obras, traídas desde Italia ex profeso para esta muestra. La exposición de este artista puede visitarse en la Sala Martínez Guerricabeitia del Centre Cultural La Nau de la Universitat de València hasta el 30 de enero de 2011.

"Spadari, cronista visual” se enmarca en “Encuentros”, la línea expositiva a través de la que el Patronato Martínez Guerricabeitia pretende dar a conocer las obras de pintores presentes en la colección. Las anteriores ediciones, ya recuperaron, por orden cronológico, a Martín Caballero, Sergio Sarri, Antoni Miró, Darío Villalba, Julián Pacheco y Anzo.

Esta exposición es una de las muestras más ambiciosas de este curso para el Patronato Martínez Guerricabeitia, porque no se ha realizado con los fondos de la colección sino que ha requerido la localización y el traslado de obras desde Italia.

Esta muestra antológica, comisariada por Mireia Sánchez Barrachina, desea rendir un merecido homenaje a quien fuera una de las personalidades más características de la escena artística italiana contemporánea. Cabe recordar que desde su fallecimiento hace más de una década-, no se ha llevado a cabo ninguna exposición personal en el extranjero; muy a pesar del excelente currículum expositivo que tuvo en vida fuera de las fronteras italianas.

"El legado de dicho artista precisaba de una investigación profunda que proporcionase una nueva perspectiva formulada desde la actualidad, una mirada nueva que aportase claves diferentes a su obra. Pues una de las singularidades de su producción es que se trata de un pintor de historia, en donde la representación de los acontecimientos no es mostrada de manera crítica sino cronística", señala Sanchez Barrachina de una singularidad que en su época fue entendendida como "realismo socialista, calificativo que aunque el artista siempre rechazó, le supuso una cierta censura".

Sin embargo sus telas, según la comisaria, "deben ser valoradas especialmente por su aportación documental, como así demuestran las múltiples citaciones que podemos encontrar a la historia y la cultura universal de los años 60 y 70."

A medio camino entre la corriente neofigurativa y el pop-art, los lienzos de Spadari, de técnica sencilla, basada en la solarización y posterior proyección de la imagen sobre la tela, consiguen cautivar al espectador por la plasticidad y el colorido estrepitoso que muestran sus obras.

Los protagonistas de sus obras parecen querer reclamar algo; cada uno de un lugar, cada uno de un momento determinado de la historia. Pero todos identificables por el individuo del siglo XXI, pues los conflictos sociales mostrados por Spadari resultan ante todo globales, al ver que esas mismas historias se han ido repitiendo una y otra vez a lo largo de la historia universal.

En la muestra se pueden contemplar dos de las obras de este artista, propiedad de la colección que Jesús Martínez Guerricabeitia y Carmen García Merchante donaron a la Universitat en 1999. Así, por ejemplo, en La Escalinata de Odessa, Spadari transforma en pintura una escena de la famosa película de Eisenstein y se apropia de la imagen cinematográfica para convertirla en emblema revolucionario. En Construcciones, el artista se vuelve a inspirar en los medios audiovisuales, en concreto en una foto soviética aparecida en la portada de la revista La URSS en construction, de 1949, en la que aparece Lenin. Además de diversas obras expuestas por primera vez al público.


La escalinata de Odessa, 1978

Construcciones, 1970

lunes, 22 de noviembre de 2010

"LA LIBERTÉ RAISONNÉ", DE LA ARTISTA JIENNENSE CRISTINA LUCAS


Cristina Lucas
La liberté raisonné
Vídeo 4`18``
2009


La liberté raisonné, es una reconstrucción en vídeo de la conocida pintura de historia del romántico francés Eugène Delacroix La libertad guiando al pueblo, que representa la revolución de 1830 contra el monarca Carlos X y que supuso la instauración del régimen burgués de Luis Felipe.

Sin embargo, en esta obra, Lucas anima ese instante que quedó detenido en el cuadro para crear una secuencia de video donde los personajes de la composición toman vida. En el video de Lucas la despetrificación de la libertad, en vez de ser celebrada como acto emancipador, resulta en una historia trágica.

Cristina Lucas (Jaén, 1973), vive y trabaja entre Madrid y París. Estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de California, Irvine. Fue residente de la Rijksakademie en Ámsterdam. Entre algunas de sus exposiciones individuales más recientes se encuentran: Talk/Habla, Stedelijk Museum de Schiedam, Holanda, 2007 y Caín y las hijas de Eva, Galería Juana de Aizpuru, Madrid, 2007.

Entre sus exposiciones colectivas destacan Dominó Canibal, PAC, Murcia, 2010; Eurasia. Geographic cross-overs in art, MART, Rovereto, Italia, 2008; The Furious Gaze, Centro Cultural Montehermoso, Vitoria, 2008; Altadis, Palais de Tokio, París, 2004 y The Real Royal Trip, Museo Patio Herreriano, Valladolid, 2004.

Lucas ha participado en la bienales En vivo contacto, 28 Bienal de Sao Paulo, 2008; Optimism in the age of global war, 10 Bienal de Estambul, 2007 y Belief, 1 Bienal de Singapur, 2004. Su obra forma parte de las colecciones de museos internacionales como el Kiasma (Helsinki), el Centre Georges Pompidou (París) o el MUSAC (León).

VER "LA LIBERTÉ RAISONEÉ": http://www.youtube.com/watch?v=wnfrkOWettQ

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL DIBUJANTE DE MAO


Li Kunwu narra en un cómic el destino de una China transformada por el Gran Timonel comunista

¡Jamás se debe dudar de Mao Zedong! Las palabras del Gran Timonel son las pautas para crear una gran China. Y la mejor herramienta para llevar a cabo la revolución maoísta es... un pincel. Miembro del Partido Comunista Chino (PCCh) y antiguo dibujante de propaganda, Li Kunwu nació en 1955, cuando el gigante asiático estaba a punto de convertirse de una sociedad feudal en una gran potencia comunista. Li vivió una transformación sólo comparable con la Revolución rusa de 1917.

Li dio su vida a Mao, al PCChy a su país. Una vida marcada por el Pequeño Libro Rojo (conjunto de citas de Mao que los chinos llaman Yu Lu), el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, una vida entregada a la revolución, aceptando sus éxitos y sus excesos. Un destino personal y el de un país hoy, la segunda potencia económica del mundo después de Estados Unidos que Li narra en Una vida china, una novela gráfica en tres tomos publicada en Francia. La primera parte salió en las librerías españolas este verano y se espera la segunda para esta última semana de noviembre (editorial Astiberri).

A partir de sus recuerdos de niño y de sus experiencias como adulto después, Li muestra el cambio y el desarrollo de China en los últimos 50 años. "Este era el objetivo. Lo más importante es explicar a los jóvenes de dónde viene la sociedad actual; que entiendan su evolución y la situación en la que estábamos ayer, anteayer e incluso antes", explica por correo electrónico Li, en la actualidad administrador de la Asociación de Artistas de Yunan (sur de China) y del Instituto Chino de Estudios de Dibujos de Prensa.

Li no es, sin embargo, el único autor de Una vida china, una obra que necesitó cinco años de trabajo. Para narrar su vida y la historia de su país, contó con la ayuda de un francés instalado en el país asiático y casado con una china, Pascal Ôtié. "Quería buscar una visión de China, desde un punto de vista histórico y cultural, que todo el mundo, tanto chinos como occidentales, pueda aceptar. Porque es muy difícil hablar de China y de satisfacer a todos: cada uno tenemos nuestra visión sobre este país, según nuestras opiniones políticas o nuestra nacionalidad", apunta el francés.

Sueño revolucionario

El primer tomo de Una vida china se llama El tiempo del padre y arranca en 1950, cuando el sueño revolucionario de Mao se hace realidad, y termina en 1976, año de la muerte del líder comunista. Li confía sus recuerdos más íntimos y expresa con toda naturalidad las contradicciones del nuevo orden chino: canta las palabras de Mao y es testigo de la hambruna de los años cincuenta y sesenta causada por el Gan Salto Adelante; admira a su padre, comunista desde la primera hora recluido durante años en un "campo de reeducación" tras la Revolución Cultural, una época de terror cuyo objetivo oficial era acabar con la antigua China.

Porque el sueño de Li era ser miembro del Partido Comunista Chino y "hacer la revolución": fue soldado, voluntario en el campo, propagandista. Había que renunciar a los cuentos de hadas ancestrales y "amar a Mao más que a sus propios padres". La segunda entrega del cómic se titula El tiempo del Partido, cuando el dibujante está dispuesto a sacrificarlo todo por sus ideas políticas, incluso a su familia.

"Había que ayudar a Li a buscar en lo más profundo de sí mismo. Es sólo después de un año y medio de trabajo que recordó haber visitado a su padre en un campo de reeducación. Esos momentos, muy dolorosos para él, fueron difíciles de sacar. Fue una labor lenta y agotadora", explica Ôtié. Para recordar, Li utilizó los bocetos que hace desde niño para comunicarse: "Para decir a mi madre que iba a comer a la cantina, le dejaba el dibujo de un cuenco rodeado de gente".

La fuerza de Una vida china es presentar por primera vez en formato cómic considerado como un género menor en China la historia de una de las actuales mayores potencias del mundo desde la perspectiva de un chino. La obra aún no se ha publicado en China, aunque Li espera que sus compatriotas puedan leerla pronto: "Cuando los jóvenes entran en el mercado del trabajo, sólo piensan en cómo comprarse un coche y un piso. Esto es algo que me preocupa mucho. Recuerdo un viejo dicho de mi país: si una persona no conoce el sufrimiento, no hay esqueleto". Una frase que no aparece en el Pequeño Libro Rojo de Mao.

Fuente: Guillaume Fourmont (Público)

sábado, 20 de noviembre de 2010

"METRÓPOLIS", DEL PINTOR COMUNISTA ALEMÁN GEORGE GROSZ


George Grosz
Título: Metrópolis
Fecha: 1916-1917
Técnica: Óleo sobre lienzo
Medidas: 100 x 102 cm
Úbicacion: Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

La transformación de las ciudades en grandes metrópolis fue uno de los temas que más apasionaron a los artistas de comienzos del siglo XX y muchos, como George Grosz no pudieron resistirse a plasmar sus rápidos y constantes cambios. Berlín es retratada por Grosz en pleno transcurso de la Primera Guerra Mundial en un estilo expresionista en el que el rojo es el color dominante. La escena está construida haciendo uso de los recursos del cubismo y futurismo para representar, por medio de una perspectiva muy forzada y la superposición de las figuras, la aceleración de la vida urbana. Sin embargo, frente a la visión triunfalista de otros artistas, Grosz marcado por sus propias experiencias en el frente, da a su obra un aire apocalíptico que pone en evidencia la alienación del hombre y su camino de autodestrucción.

George Grosz (Berlín, 1893-1959)

George Grosz fue un pintor comprometido ideológicamente, un agitador que usaba el arte como arma en la convulsa Alemania de las primeras décadas del siglo XX. Estudió en la Akademie für Bildende Künste de Dresde entre 1909 y 1911, en la Kunstgewerbeschule de Berlín y, por último, en la Académie Colarossi de París en 1913. Su carrera comenzó como caricaturista dentro de un estilo de fuerte crítica social, tendencia que se vería agudizada a raíz de las traumáticas experiencias vividas durante la Primera Guerra Mundial En 1917 fundó, junto a los hermanos John Heartfield y Wieland Herzfelde la editorial Malik dedicada a la publicación de libros y revistas de carácter subversivo, donde Grosz publicó numerosos dibujos y algunos escritos, que le llevaron, en ocasiones, frente a la justicia. De 1917 a 1920, empujado por su desencanto hacia la sociedad que le rodeaba, se unió al grupo dadaísta de Berlín y participó junto a Heartfield y Otto Dix en la Erste Internationale Dada-Messe de 1920. Poco después se convertiría en el principal protagonista de la Neue Sachlichkeit (nueva objetividad).

Durante la década de los años veinte su estilo artístico expresó su disgusto por la Alemania de la posguerra. La moderna metrópoli se convirtió en el tema recurrente de su obra y, como un Bosco contemporáneo de incisivo tono crítico y agudo sentido de la observación, plasmó su entorno en obras con una intención moralizante. Fue quizá el artista que mejor supo hacer una crónica fidedigna del Berlín de los años veinte.Hoy en día, una de las principales imágenes que tenemos de la Alemania de la República de Weimar es la que nos ha dejado Grosz con sus mordaces caricaturas y la captación magistral de la vida de las calles berlinesas.

Su fama comenzó a extenderse a nivel internacional y pronto sería reconocido como uno de los principales artistas alemanes. En 1925 Alfred Flechtheim se convirtió en su marchante y en 1932 fue llamado por la Art Students League de Nueva York como profesor invitado. En 1933 se instaló definitivamente en los Estados Unidos tras la llegada al poder del partido nacionalsocialista, si bien volvería a Berlín poco antes de morir. En 1938, al verse privado de su pasaporte alemán, adoptó la ciudadanía norteamericana.

Fuente: Museo Thyssen

viernes, 19 de noviembre de 2010

SE INAUGURA EN VENEZUELA EL I ENCUENTRO DE ESCRITORES DEL ALBA

El evento se desarrollará en la Universidad de las Artes de Caracas

Este jueves se inauguró en Caracas, la capital venezolana, el I Encuentro de Jóvenes Escritores e Intelectuales de los países que integran la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA).

Al evento, que se realizará en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Uneartes), asistirán representantes Bolivia, Cuba, Ecuador y Venezuela, además de delegaciones de otras naciones como Chile y Argentina.

Hasta el próximo sábado, un total de 35 jóvenes especialistas abordarán una serie de temas entre los que destacan Creación Literaria y Medios Alternativos; Estética y Creación, Nuevos Lenguajes, Hegemonía Imperical versus Alternativas en Resistencias, además de Identidades en la Globalización y Cambio Social y Cultural.

Las discusiones de los participantes en el Encuentro tendrán el objetivo de propicial el matyor conocimiento de los pueblos latinoamericanos, sobre reflexiones en torno a los desafíos actuales del mundo.

Se prevé que durante el evento además de impulsen proyectos artísticos culturales, a través de los cuales se amplíen las posibilidades de promoción del trabajo de jóvenes creadores en América Latina.

La coordinación del evento, auspiciado por el Centro Nacional del Libro de Venezuela (Cenal) y el Centro Cultural Dulce María Loynaz de Cuba, lo cual es posible a través del Convenio Cuba-Venezuela.

El I Encuentro de Jóvenes Escritores e Intelectuales del ALBA acontecerá en el marco de la VI edición de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven-2010) que abrió sus puertas el pasado día 12 y culminará el próximo domingo.

Con el lema La Patria Grande Escribe su Historia, la cita ha presentado como principales propuestas más de 300 actividades artísticas y literarias en cinco salas, 117 stands, un salón de cómic y una reunión internacional de promotores de lecturas.

Filven-2010 conmemorará los 200 años de la Independencia de los países de Nuestra América, al estar dedicada a Argentina, Colombia y México

Fuente: teleSur

jueves, 18 de noviembre de 2010

I MUESTRA DE CINE PALESTINO DE MADRID


DEL 19 AL 30 DE NOVIEMBRE DE 2010

La Muestra de Cine Palestino es un festival de cine dedicado exclusivamente al cine palestino. Tiene su sede en Madrid y está organizado por la asociación Handala, min Palestina. Su caracter pretende ser anual y su fin es dar a conocer la historia, la cultura y la creación palestina entre el público hispano hablante, siguiendo los pasos de otros festivales de cine palestinos como el de Boston, Londres, Chicago o Toronto.


Del 19 al 30 de noviembre, Madrid se acercará a Palestina desde múltiples perspectivas ofrecidas por la I Muestra de Cine Palestino, que nace con el objetivo de presentar diferentes visiones para conocer la riqueza de la cultura palestina así como crear una visión propia del conflicto árabe-israelí.

Esta Muestra de cine apuesta por abrir un espacio de encuentro y reflexión, un espacio para el conocimiento y el diálogo crítico en relación a la situación de Palestina, y las condiciones de su cine en una fase aún colonial y dentro de un sistema de ocupación. El propósito es mostrar la identidad y la cultura árabe palestina a través del cine, no se reduce a mostrar la opresión del pueblo palestino, sino que expone su heterogeneidad vista desde dentro, a través de la variedad de sus prácticas, géneros e historias cinematográficas. Desde esta perspectiva, la Muestra promociona principalmente la autorrepresentación palestina, desde los enfoques conceptuales y experimentales de innovación artística, hasta el cine de lucha realista sociopolítico y activismo social.

La Muestra de Cine Palestino de Madrid 2010 cuenta con un total de 54 películas y está centrada en la filmografía realizada por profesionales palestinos, dentro y fuera de su territorio. Pero también tienen cabida aquellos materiales audiovisuales realizados sobre Palestina por otros realizadores extranjeros:

· Cine Palestino: se proyectarán 20 largometrajes, 23 cortometrajes y video-arte de jóvenes artistas.

· Cine sobre Palestina: se proyectarán 3 largometrajes israelíes, 4 largometrajes españoles y un ciclo de 4 documentales realizados por ONG palestinas e israelíes.

Son 4 las sedes de la Muestra de Cine Palestino en Madrid: Pequeño Cine Estudio, La Boca Espacio de Cultura, Filmoteca Española (Cine Doré) y Ateneo de Madrid. La entrada es libre hasta completar aforo (excepto en Filmoteca Española, los días 19, 23, 26 y 27).

Junto a la proyección de las películas, la Muestra cuenta con diferentes espacios que completan la agenda cultural para conocer de cerca a sus protagonistas e intercambiar con directoras palestinas, debatir sobre los temas expuestos en los documentales y forjarse una idea de la realidad cinematográfica palestina y de su vida cotidiana por medio de su filmografía.

Los eventos más destacados son:

- Inauguración de la Muestra de Cine Palestino el 19 de noviembre en la Filmoteca Española (Cine Doré) presentación por el director palestino Michel Khleifi, la directora española Inés París y el Embajador de la Misión Diplomática de Palestina en España, Musa Amer Odeh.

- Coloquios tras las proyecciones en Pequeño Cine Estudio:

· Palestina, ¿Qué es la Ocupación?, Ignacio Álvarez Ossorio (20 de nov.).
· Palestina en la diáspora, encuentro con refugiados y exiliados palestinos (22 de nov.).
· Los asentamientos y el Muro en el paradigma del apartheid sionista, Agustín Velloso (23 de nov.).
· Campos de refugiados: Resistencia al exterminio, Luz Gómez (24 de nov.).

- Presentación literaria, con la participación de Teresa Aranguren y Luciana Coconi en La Boca Espacio de Cultura (23 de nov.). Los dos libros son: Gaza, seguimos siendo humanos (2010), Vittorio Arrgoni, Bósforo Libros; Apartheid contra el pueblo palestino (2010), Luciana Coconi, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.

- Día internacional contra la violencia de género el 25 de noviembre en Pequeño Cine Estudio: cine y coloquio sobre violencia y género en Palestina, con Buthina Canaan Khoury acompañada de una directora española de la Asociación de Mujeres Cineastas y de medios Audiovisuales CIMA.

-Charla-taller sobre BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) el 25 de noviembre en La Boca Espacio de Cultura (21:00).

- Encuentro de mujeres directoras (Palestina-España) el 28 de noviembre en Ateneo de Madrid, en colaboración con CIMA, en el que participarán las directoras españolas: Inés París y Chus Gutiérrez, y las directoras palestinas: Khadijeh Habashneh, Buthina Canaan Khoury y Nadine Naous.

- Día internacional de solidaridad con el pueblo palestino el 29 de noviembre en Pequeño Cine Estudio: Cine Español sobre Palestina, con la proyección de cuatro documentales españoles sobre Palestina, participación del actor Alberto San Juan, el director Gustavo Gil Pérez y Manuel Tapial.

- Conferencia: Cine palestino en los años 60 y 70, Khadijeh Habashneh acompañada por la directora Patricia Ferreiro, y estreno en España de Ellos no existen y Niños y sin embargo, dos documentales de los años 70.

- Gala de clausura: Poesía, música y danza palestinas, presentada por Pepe Villuela.

Las 54 películas que componen la Muestra de Cine Palestino están clasificadas en función de la temática a la que se refieren:

Historia (21, 26, 28 de nov.)
Jerusalén bajo ocupación (20, 21, 27, 28 de nov.)
Ataques militares israelíes (22, 25, 26, 27, 28, 29, 30 de nov.)
Ocupación y pueblo palestino (19, 20, 21, 22, 23, 24, 26, 27, 28, 29 de nov.)
Ocupación y sociedad israelí (23, 24, 26, 27 de nov.)
Mujeres (22, 24, 25, 28 de nov.)
El Muro (21, 23, 25 de nov.)
Palestina en la diáspora (19, 21, 22, 27, 28, 30 de nov.)

La Muestra de Cine Palestino es un proyecto de la asociación Handala, min Palestina constituida con el fin de desarrollar ideas innovadoras y actividades creativas y artísticas que de forma crítica y con un enfoque de transformación social permita construir espacios de integración social y cultural para el fomento de las relaciones sociales entre los pueblos español y palestino. Entre sus acciones está la creación de un fondo de recursos audiovisuales de y sobre Palestina, como base de documentación a disposición de ONG, asociaciones, redes, comunidad educativa y científica, medios de comunicación y público en general, y que servirá de referencia para toda persona que quiera conocer Palestina y la cuestión palestina a través del cine.

Programa e información: http://muestradecinepalestino.com/

miércoles, 17 de noviembre de 2010

"WALTER BENJAMIN. CONSTELACIONES"


EXPOSICIÓN SOBRE EL FILÓSOFO MARXISTA EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES DE MADRID

La recepción de la obra del filósofo Walter Benjamin (1892-1940) fue relativamente tardía, hasta los años sesenta del siglo veinte no comenzó a despertar un interés masivo. En la actualidad, Benjamin se ha convertido en el intérprete privilegiado de las transformaciones más características de nuestro tiempo. Esta muestra propone una intervención contemporánea en su pensamiento a través de tres elementos.

En primer lugar, Constelaciones es un intento de pensar a través de imágenes algunos conceptos centrales de la obra de Walter Benjamin. Se trata de un conjunto de citas audiovisuales –escenas de películas, fotografías, pinturas, grabaciones sonoras, animaciones, documentos históricos…– articuladas según una metodología que desarrolló el propio Benjamin. El resultado es una pieza audiovisual, dividida en seis capítulos, cada uno de ellos dedicado a un concepto central de la obra de Benjamin.

En segundo lugar, el Atlas Benjamin es una herramienta informática que permite navegar por una amplia selección de textos benjaminianos unidos por hipervínculos y de temática y procedencia diversa. De nuevo, es una estrategia que Benjamin anticipó mediante el complejo sistema de referencia, archivado e indexado que empleaba en sus escritos.

Por último, los Modelos de Audición recuperan los guiones que Benjamin elaboró entre 1929 y 1933 para la Radio del Sudoeste de Alemania en Fráncfort, con nuevas locuciones en castellano.

Esta exposición forma parte del engranaje de un proyecto de largo alcance que el CBA ha emprendido en torno a la obra del filósofo alemán. Un proyecto cuya programación la completan un congreso y un ciclo de cine con las películas y géneros que influyeron particularmente a Benjamin a lo largo de su vida.

Fechas: Del 17 de Noviembre de 2010 al 6 de Febrero de 2011

Más información del congreso "Pasajes y Constelaciones. En torno a Walter Benjamin": http://www.circulobellasartes.com/ag_humanidades.php?ele=163

Más información del ciclo de cine "Walter Benjamin. Constelaciones cinematográficas": http://www.circulobellasartes.com/ag_cine.php?ele=296

martes, 16 de noviembre de 2010

EN EL 90 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL ESCRITOR COMUNISTA JOHN REED

La mujer de John Reed, Louise Bryant, vela el cadáver del escritor revolucionario en el Templo del Trabajo de Moscú el 24 de octubre de 1920


"¿QUÉ PASA EN MÉXICO?"

Informe que el reportero comunista John Reed publicó en 1914 sobre su país, USA, y la Revolución Mexicana


Nadie entendió en USA la Revolución Mexicana de 1910 pero, a pesar de ello, ésta ocupó un lugar importante en numerosas novelas y relatos y en el cine mudo de Hollywood, si bien fue un lugar marcado por los estereotipos, en el que los mexicanos a menudo aparecían como los malos, siempre derrotados por heroicos cowboys. Tales estereotipos dominaron el cine yanqui sobre México durante la mayor parte del siglo XX. A pesar de todo ello, Francisco Villa, el líder de las revueltas campesinas en el norte de México, se aprovechó del interés usamericano en la revolución para sus propios fines: firmó un contrato con una compañía de documentales en el que se comprometió a guerrear durante el día para que las batallas pudiesen filmarse y destinó el dinero a la compra de armas. También concedió entrevistas a reporteros prominentes, incluido el comunista John Reed, quien publicó este artículo, “What About Mexico?”, en la revista Masses en junio de 1914. En él se declaró contrario a la intervención usamericana y contrarrestó la imagen negativa de los mexicanos, que solía difundirse en su país, representando su lucha como heroica y valiente.

En primer lugar, dejemos las cosas claras sobre si el pueblo mexicano está luchando únicamente porque es pendenciero o porque quiere algo que no puede conseguir de otra manera.

Es evidente que a quienes desean la intervención y la anexión de México les interesa difundir la idea de que ésta es una “revolución de opereta”. Quienes deseen saber la verdad de primera mano deben hacer lo que yo hice: recorrer el país, sobre todo con el ejército constitucionalista, y preguntar a las gentes por qué están luchando y si les gusta la revolución como manera de vivir.

Se sorprenderán al descubrir que los peones están hartos de la guerra, que, por raro que parezca, no les gusta pasar hambre, sed, frío, necesidades ni sufrir heridas sin que les paguen durante tres años; que eso de perder sus hogares y de pasar años sin saber si sus mujeres y sus hijos están vivos no les hace mucha gracia.

Pero, por supuesto, lo que cuentan los concesionarios extranjeros se parece mucho a ese otro argumento tan familiar en este país nuestro: que la razón por la que los patronos no pagan mejores salarios es que los mexicanos no sabrían en qué gastarlos, porque su nivel de vida es muy bajo. Pero cuando se le pregunta a la gente por qué lucha, a menudo la respuesta es que “vale más luchar que trabajar en las minas o como esclavos en las grandes haciendas”.

He visitado esas minas, donde las casuchas de los trabajadores son infinitamente más espantosas que las de los cinturones de miseria de los pueblos mexicanos. Doy un ejemplo, las propiedades de la American Smelting and Refining Company, en Santa Eulalia, donde ha construido una iglesia para contentar a los trabajadores mientras que, al mismo tiempo, aplasta las huelgas sin piedad y mantiene a aquellos pobres diablos en los barracones más asquerosos; allí, las relaciones entre mineros y operadores son “tan buenas” que estos últimos no se atreven a aparecer por el pueblo al caer el día. Y para demostrar lo diferente que podría ser, he ido a Magistral, donde está la planta de la National Mines and Smelters, que es el pueblo más feliz que he visto en México.

Allá, los trabajadores, aunque no reciben una paga mucho mejor que los demás, viven en sus propias casas y es rara la noche en que no hay baile, en el cual los muy populares directivos de la compañía siempre están presentes. No tengo tiempo de explicar las diferencias entre Santa Eulalia y Magistral, pero lo cierto es que son diferentes. Los mineros de Santa Eulalia se unieron a la revolución para escapar de las minas; los de Magistral no lo hicieron. Y aquellos que no elijan luchar en vez de trabajar en la mayoría de las minas yanquis de México son unos degradados.

Sólo hay un libro que cuenta la verdad sobre la Revolución Mexicana y es el recientemente publicado The Mexican People. Their Struggle for Freedom, de Lázaro Gutiérrez de Lara y Edgcumb Pinchon. Recomiendo encarecidamente su lectura. En este artículo no voy a entrar en profundidad en lo que cuenta, únicamente citaré lo que dice sobre el auténtico carácter de esta revolución. En primer lugar, no se trata de una revolución de la clase media, sino de una lenta y progresiva acumulación de quejas de los peones, la clase más baja del país, que por fin ha estallado. Si se les pregunta a veinte de ellos al azar, ni uno solo dejará de decir por qué está luchando: por la tierra. Hace cuatrocientos años que han luchado de maneras diferentes por lo mismo y, la mayoría de las veces, como les sucede a todos los pueblos sencillos y medio primitivos, no fueron capaces de expresar este deseo con claridad. Pero que lo han sentido profundamente lo demuestra el hecho de que se levantaron en armas cada vez que alguien supo expresarlo por ellos.

Ésta es la causa subyacente de la revolución. Poco a poco, los propietarios libres de impuestos de las grandes haciendas, originalmente creadas por concesiones de tierras de la corona española, han ido absorbiendo las tierras comunales de los pueblos, el campo abierto y las pequeñas granjas independientes, y al pueblo no le ha quedado otra elección que ser esclavo en las grandes haciendas o renunciar a cualquier futuro. A veces, el gobierno nacional entregaba valles enteros como concesiones a capitalistas extranjeros o declaraba zonas enteras abiertas para la colonización sin tener en cuenta a quienes vivían en ellas, como sucedió con las tierras de los yaquis en Sonora, un acto que convirtió a una etnia de agricultores, que había vivido en paz a lo largo de trescientos años, en una tribu guerrera que no ha dejado de resistir desde entonces.

La culminación de este proceso fue la infame ley de tierras de 1896, de la que es responsable Porfirio Díaz. Esa ley permitía la reclamación de todas las tierras de la República que no tuviesen atribuido un título legal de propiedad.

La cínica criminalidad de esa ley sólo salta a la vista cuando uno considera que tres cuartos de las pequeñas granjas independientes, e incluso la propiedad de los pueblos, eran de peones demasiado ignorantes como para saber lo que significa un título de propiedad de unas tierras que sus antepasados ya labraban desde hace cuatro generaciones sin que el gobierno nunca se las hubiese reclamado. Ésas son las gentes a quienes los grandes propietarios despojaron de sus hogares y las obligaron a elegir entre morirse de hambre ser esclavos. Y cuando se negaban a irse, regimientos enteros de soldados federales caían sobre ellos y los exterminaban.

Sé de un caso en el que cuatrocientas familias fueron literalmente masacradas para que un hombre que ya poseía quince millones de acres de tierra pudiese añadir unos cuantos centenares más a su hacienda. De Lara cuenta casos todavía más horribles.

Y el resultado fue que en 1910 las grandes haciendas ocuparon todo el territorio del norte de México y los campesinos quedaron encadenados a haciendas particulares por deudas, por superstición religiosa o por la disipación mental más astutamente calculada. Las escuelas dejaron de funcionar o, lo que es peor, lo hicieron porque eso es lo que los hacendados querían. No era posible implantar allí la enseñanza pública, ya que la ley dice que las haciendas son de “propiedad privada”.

Pero los peones, dispersos, incapaces de comunicar entre sí, sumidos deliberadamente en la ignorancia por sus empleadores, sin ninguna esperanza de poder mejorar, siguieron alimentando un sueño.

He dicho que los mexicanos son un pueblo campesino. Son más que eso. Como cualquier otro pueblo, nada los estimula más que ser propietarios de sus hogares y herramientas. Los peones de las haciendas soñaban con las granjas que sus abuelos habían poseído y que ellos deseaban poseer. Este instinto era tan fuerte que los propietarios entregaron a cada peón su propio campito para que pudiesen trabajar los domingos. Con tantas dificultades a las que enfrentarse, lo extraño no es que fuesen tantos los peones que se sublevaron, sino que llegasen a sublevarse.

Porque hay otra mentira que gente muy interesada también les contará: que el porcentaje de mexicanos que están luchando en la revolución es muy bajo, que de una población de diecisiete millones sólo unos 400,000 están luchando en los dos bandos desde hace tres años.

Es verdad que quienes se sublevaron originalmente en 1910 eran un pequeño porcentaje del pueblo, pero eso es porque las noticias y las ideas se difunden con mucha lentitud en la República.


Cada día hay más mexicanos que se unen a la revolución, cada día hay más pueblos remotos a los que llega la sorprendente noticia de que hay esperanza para los peones. Cada uno de los estados de la República se ha sublevado ya y rinde cuentas semanalmente a Carranza; en todos esos estados la revolución progresa. El ejército constitucionalista del Norte cuenta ya con más de 50,000 hombres y un cálculo por lo bajo en el resto de la República deja entrever que los revolucionarios alcanzan ya los 200,000 hombres.

No todos ellos son soldados todavía. Pero incluso los pacíficos, los peones que uno encuentra cultivando los campos y cuidando el ganado en los pueblos y en las haciendas del país, están a favor de los constitucionalistas.

Dan la bienvenida a los rebeldes cuando llegan a sus pueblos; odian a los federales. Con frecuencia, les he preguntado por qué no se unieron a la lucha.

“No nos necesitan”, fue su respuesta. “La revolución va bien. Si alguna vez va mal y nos llaman, todo el país se levantará. Pero si nos vamos a luchar ahora, ¿quién cultivará el maíz para el ejército y quien criará animales para alimentar a los soldados? ¿Y quién tendrá hijos para que crezcan y vayan a luchar?”

Así de profunda es su fe. Saben que quedan por delante muchos años de lucha y entienden la necesidad de crear una nueva generación de soldados que lleven adelante la revolución.

Zapata fue el primer líder de los peones en esta revolución que los llamó a las armas para solucionar el problema de la tierra, casi un año después de que Madero presentase su famoso Plan de San Luis, que enardeció al pueblo porque prometió la distribución de las grandes haciendas entre los pobres. Zapata se unió a él y no lo abandonó hasta que Madero demostró que era incapaz de arreglar el problema. Los ricos latifundistas sobornaron a Orozco para que iniciase la contrarrevolución contra Madero, pero la única posibilidad que tenía Orozco de reclutar gente era prometiéndoles granjas y, cuando descubrieron que todo era un engaño, lo abandonaron y regresaron a sus casas. A la muerte de Madero, Carranza tomó su lugar y refrendó vagamente los principios del Plan de San Luis, pero se decidió por la restauración del gobierno constitucionalista. Zapata denunció entonces a Carranza, que se negó a comprometerse en el problema de la tierra pero que, sin embargo, apoyó a Villa, el cual ha confiscado las grandes haciendas y las ha distribuido entre los pobres. Estoy seguro de que Carranza y el general Villa romperán su pacto por esa misma razón, pues la Revolución Mexicana no se ganará hasta que los peones obtengan sus tierras.

No permitan que nadie les diga que en las batallas mexicanas no hay muertos, eso es un chiste, porque los mexicanos no son sólo valientes, sino quizá el pueblo más valiente y temerario del mundo. Los he visto avanzar por la ladera de una colina de 400 metros de altura haciendo frente a la artillería; los he visto hacerlo siete veces y, en cada una de ellas, los masacraron; he visto cómo avanzaban a pie, armados únicamente con bombas de mano, y atacaba un corral defendido por mil doscientos hombres que les disparaban desde troneras y cinco nidos de ametralladoras; lo hicieron ocho veces y prácticamente ninguno de ellos regresó de cada uno de los ataques. Y, con respecto a los pocos muertos que, según dicen, hay en las batallas mexicanas, déjenme decirles que unos tres mil soldados del ejército de Villa murieron y fueron heridos en los primeros cinco días de lucha en Torreón; y recuerden que ha habido cientos de batallas en estos tres años.

¿Han oído alguna vez a uno de esos compatriotas que, cuando se refieren a los “condenados latinos”, dicen que “un yanqui vale por veinte mexicanos” o que son “una raza sucia, ignorante, traidora, cobarde e inmoral”? Durante dos semanas estuve marchando con un centenar de antiguos bandidos, quizá la compañía de peor reputación en todo el ejército constitucionalista, que también odian a los gringos. No sólo esos pobres harapientos, inmorales y sin sueldo no me robaron nada, sino que no permitieron que comprase comida ni tabaco. Me prestaron sus caballos y sus sábanas para dormir.

Los mexicanos son uno de los pueblos más generosos y con más buen corazón que conozco. Son grandes, buenos jinetes, buenos tiradores, buenos bailarines y buenos cantantes. Aguantan a diario lo que haría desertar a un soldado yanqui y nunca se quejan. Y déjenme decirles: ¡excepto en tiempos de guerra prácticamente ningún extranjero corre peligro de que lo maten o lo secuestren en México! Y en cuanto a los ataques a extranjeros, los mexicanos no opinan nada de los asesinatos de latinos en el lado yanqui la frontera con Texas. Durante los últimos diez años ha habido tantos ataques a ciudadanos de México en Texas y California como para haber justificado cincuenta veces una intervención del ejército mexicano. Puedo darles una lista de todos ellos si me la piden.

Y eso que el tejano no es particularmente un mal hombre. Es como el resto de los yanquis, no comprende el temperamento mexicano y tampoco quiere comprenderlo; pero los tejanos están en contacto con mexicanos y son un poco menos civilizados que el resto de nosotros más al Norte. Basta con investigar quiénes son los que preconizan la intervención para enterarse de que son tejanos o bien gente que ya posee grandes intereses en México o esperan poseerlos al abrigo de nuestra bandera. O quizá sea algún hombre de negocios yanqui de los que viven en México, que son lo peor de lo peor.

Porque los hombres de negocios yanquis en México son una auténtica vergüenza. Desprecian a los mexicanos por ser diferentes, parlotean de nuestras intenciones democráticas y, al mismo tiempo, afirman que los peones deberían trabajar para ellos a punta de pistola. Se jactan en privado de nuestra superioridad y luego se ponen del lado del partido que esté en el poder.

Los otros extranjeros que hay en México suelen apoyar al opresor, pero al yanqui se lo puede ver en la sala de audiencias del palacio a todas horas para que le protejan su pequeña inversión. Y nuestro país está al borde de una guerra de conquista para proteger a esos hombres, que claramente obtienen ganancias del 40% o 50% con su dinero porque, según dicen, toman riesgos… pero luego se quejan cuando pierden.

Si están interesados en conocer qué pasa en México, seguro que encontrarán a mucha de esa gente que lo sabe todo porque, les dirán, “han vivido allí desde hace quince o veinte o treinta años”. No se dejen intimidar, porque esa gente no sabe nada de México, desde luego no más de lo que sabe sobre el mundo del trabajo el capitalista que “ha tenido trabajadores a su cargo veinte años”.

Cada vez que oigan que alguien se refiere a Porfirio Díaz como el “gran educador” o el “estadista guerrero”, estén seguros de que conocen a uno de esos que “han vivido en México desde hace quince años”, así que salgan corriendo, pero no antes de decirle que la prueba de la barbarie del régimen de Díaz es que fracasó y que ninguna de las grandes repúblicas sudamericanas progresó menos que México durante su caritativo mandato.

Por el momento, Villa se ha negado sabiamente a dar la orden que levantaría en armas al Norte contra nuestras legiones que ocupan Veracruz. Tiene la promesa de nuestro presidente de que no estamos en guerra contra el pueblo mexicano, de que vamos a retirarnos de México tan pronto como nos indemnicen y, sin duda, respetará su neutralidad y hará que la mitad de México la respete también –le basta con dar la orden– a menos que rompamos nuestra promesa. Las presiones sobre el presidente Wilson para que declare la guerra son muchas y en la frontera están tratando por todos los medios de provocar algún tipo de agresión por parte de los mexicanos. No insistiré aquí en Mr. Hearst, porque todos recuerdan que hace unos años declaró que iba a invertir la fortuna de su familia en México para asegurar el porvenir de sus hijos.

Pero si atravesamos la frontera y nos inmiscuimos en la política mexicana, eso significará el fin de la revolución. Porque nunca reconoceríamos a un gobierno que no le conviniese a los poderes europeos (de hecho, no veo cómo podemos ahora) y un gobierno que le convenga a los poderes europeos significaría la confirmación de las concesiones extranjeras, el establecimiento de la gente “respetable” en el poder y el fin de cualquier redistribución radical de la tierra entre los peones. No podríamos reconocer a un gobierno realmente elegido por los peones, porque éste les daría aquello por lo que han estado luchando durante tanto tiempo. Y eso significa confiscaciones, algo que cualquier niño de escuela sabe que es un crimen peor que el robo.

Estoy convencido de que el gobierno yanqui tiene en mente la política de “civilizarlos a punta de fusil”, un proceso que consiste en imponer a la fuerza nuestras grandes instituciones democráticas a extranjeros que tienen temperamentos extranjeros, y me estoy refiriendo al gobierno de los inversionistas, del desempleo y de los salarios de miseria.

Fuente:
http://www.tlaxcala-int.org
Traducido por: Manuel Talens
Editado por: Atenea Acevedo
Fuente original: John Reed, “What About Mexico?”, Masses, June 1914.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA "COLECCIÓN MARTÍNEZ GUERRICABEITIA", EN SEVILLA

Poder de accón, del islandés Erró

La sala Santa Inés de Sevilla acoge uno de los mejores fondos de arte social español

Llega a Sevilla la principal colección de arte sociopolítico español en manos de una universidad pública para lanzar, desde la sala Santa Inés, "un grito de protesta y una apuesta por el compromiso y la reflexión". Así define su comisario, Francisco Sebastián el espíritu de la exposición que aglutina una cuarta parte de la colección de Jesús Martínez Guerricabeitia, quien en 1999 donó sus valiosos fondos artísticos a la Universidad de Valencia para consolidarla como "motor de ideas".

Jesús Martínez nació en la localidad valenciana de Villar del Arzobispo en 1922 y era hijo de un trabajador de las minas de arcilla. Desde muy joven se comprometió con la libertad y los derechos sociales, al igual que su hermano José, que llegó a dirigir desde el exilio la editorial Ruedo Ibérico. Jesús desafió sus orígenes humildes y hasta la condena de dos años y medio en las cárceles franquistas con su activismo, su talento para los negocios y su amor por la cultura. Tras salir de prisión inició una intensa carrera comercial, que le llevó por Latinoamérica y Estados Unidos, y le permitió dedicar parte de sus ingresos a dos de sus pasiones: los libros y la pintura. Martínez Guerricabeitia atesoró una extraordinaria biblioteca de más de 20.000 volúmenes -que también donó a sus paisanos- y esta inusual colección de arte comprometido "que no es fácil ni amable, pues pretende remover conciencias", según Julio Cuesta, presidente de la Fundación Cruzcampo, que patrocina en exclusiva este evento.

El centenar de piezas seleccionadas repasa, explica Francisco Sebastián, "el trabajo de figuras mayúsculas del arte español que, en las cinco últimas décadas, han apostado en sus trabajos por la reflexión crítica y la defensa de los derechos democráticos". Las piezas ocupan diez salas y no están dispuestas por orden cronológico. Como norma, en la planta baja de Santa Inés se agrupan los trabajos originales y, en la superior, la obra gráfica. Entre las más antiguas se encuentran fotomontajes del valenciano Josep Renau firmados a su vuelta del exilio e imágenes de campesinos oprimidos a cargo de los artistas próximos a Equipo 57 y el grupo Estampa Popular, como Ibarrola, José Duarte y José Ortega. El realismo crítico de los años 60 tiene aquí un papel decisivo y está representado por Rafael Canogar (fundador del Grupo El Paso), Eduardo Arroyo, Equipo Realidad y los miembros de Equipo Crónica, autores del voluminoso e impactante acrílico y serigrafía sobre lienzo Torrijos y 52 más.

Torrijos y 52 más, de Equipo Crónica (1974)

Muy amplia es la representación de artistas andaluces que han cuestionado, a menudo desde la ironía, las contradicciones de la sociedad capitalista. Chema Cobo, José María Báez, Curro González, Francisco Cuadrado, Guillermo Pérez Villalta, el colectivo Juan del Campo (integrado por Pedro G. Romero, Abraham Lacalle y Chema Cobo), Santiago Ydáñez... son algunos de los nombres que ilustran la profundidad y rigor de este acervo. Algunas de sus pinturas se distribuyen también por las seis salas superiores junto a la obra gráfica de Rafael Alberti, Saura, Tàpies, Mompó, Yturralde, Sempere, Chicano o del estadounidense Roy Lichtenstein, cuya mirada pop tampoco elude la reflexión.

Fecha: Hasta el 30 de diciembre de 2010
Fuente: Diario de Sevilla

Guernica, de Juan del Campo (Foto de El Correo de Andalucía)