martes, 1 de julio de 2025

100 AÑOS DE LA MUERTE DEL COMPOSITOR COMUNISTA ERIK SATIE

 
Erik Satie: el genio que revolucionó la música

Erik Satie fue un músico genial que compuso grandes obras, inspiró a la música minimalista de la segunda mitad del siglo XX y tuvo un compromiso político, tras pasar una juventud inclinada hacia la espiritualidad. El próximo 1 de julio de 2025 se cumple un siglo de su fallecimiento. Esta es su biografía.

Erik Satie, cuyo nombre completo fue Éric Alfred Leslie Satie, nació el 17 de mayo de 1866 en Honfleur, Normandía, Francia. Hijo de Jules Alfred Satie y de Jane Leslie Anton, tuvo orígenes escoceses por vía materna.

En 1870, Erik Satie se mudó a París con su familia. Pero, tras la temprana muerte de su madre, él y su hermano Conrad regresaron a Honfleur con sus abuelos paternos y se convirtieron en católicos, abandonado el culto anglicano que habían seguido hasta entonces.

En 1878, Erik Satie y su hermano volvieron a París con su padre y éste se casó con la profesora de piano y compositora Eugénie Barnetche, situación que provocó que el joven Erik aprendiese los fundamentos del instrumento e ingresase en el Conservatorio de París en 1879. Considerado sin talento por sus profesores, terminó expulsado del centro, aunque, al poco tiempo, demostró que se habían equivocado.

En 1884, así pues, Erik Satie compuso Allegro. En 1887 y 1888, las tres Gymnopédies para piano. Y, justo después, las Gnossiennes también para piano. A temprana edad, el músico tocó el cielo con esas obras magnas, las cuales se convirtieron en la fuente de inspiración de la música minimalista desarrollada en la segunda mitad del siglo XX.

En esa etapa de su vida, Erik Satie se interesó por las enseñanzas de los rosacruces, basadas en el trabajo interior y la transmutación espiritual, y llegó a ser, en 1891, el maestro de capilla y el compositor oficial de una de sus ramas: la Orden de la Rosa Cruz Católica y Estética del Templo y del Grial. Fundada en ese mismo año por Joséphin Péladan, Satie compuso para ella piezas como Sonneries de la Rose+Croix.

En 1892, Satie se separó de Péladan y fundó la Iglesia Metropolitana de Arte del Jesús Conductor, centrada en la religión católica y el arte. Para su iglesia, escribió la Misa de los Pobres.

Después de una efímera relación con la pintora Suzanne Valadon, ya en 1898, Erik Satie abandonó París y se fue a vivir a Arcueil, una población situada a las afueras de la capital francesa. Y su vida sufrió un cambio radical.

La experiencia de vivir en Arcueil en una simple habitación rodeado de obreros provocó que el músico dejase atrás definitivamente su etapa espiritual y abrazase el socialismo, militando a partir de entonces en partidos socialistas y comunistas como el propio Partido Comunista Francés (PCF).

Satie permaneció fiel hasta sus últimos días a esa ideología y a la causa de los obreros. Y una frase del escritor francés André Breton lo dice todo al respecto: “Satie afirmaba que el piano, como el dinero, no resulta agradable más que a quien lo toca”.

La evolución de Erik Satie, en cierta forma, fue similar a la de otro artista genial: el pintor mexicano Diego Rivera. De joven, Rivera fue rosacruz y Oficial en la Gran Logia Quetzalcóatl de la Antigua y Mística Orden Rosa-Cruz (AMORC) para, después, convertirse en comunista. Si Satie compuso piezas musicales para los rosacruces, Rivera pintó por encargo de ellos la obra Quetzalcóatl, serpiente emplumada.

En Arcueil y entre los obreros, Erik Satie volvió a inspirarse y a componer obras notables de repercusión en la historia de la música. En 1915, conoció al escritor y artista Jean Cocteau y los dos iniciaron una colaboración fructífera de la que nació el ballet Parade, considerado el precursor del surrealismo. Estrenado en París en 1917, fue dirigido por Serguéi Diáguilev, con música de Satie, libreto de Cocteau y vestuarios y escenografía de Pablo Picasso.

En 1924, Erik Satie también compuso la música de los ballets Mercure y Relâche, asociados al dadaísmo o dadá, el antepasado directo del surrealismo. Ambos fueron estrenados en París, con música suya y vestuarios y escenografía de Pablo Picasso en el primero de ellos. Resultaron sus últimas grandes obras. Su despedida artística.

Erik Satie falleció finalmente en el Hospital de Saint-Joseph de París el 1 de julio de 1925 a los 59 años de edad, envuelto en problemas económicos y de salud. Y fue enterrado, de inmediato, en el cementerio de Arcueil, ante el dolor de los allí presentes y de otros que, desde la distancia, se conmocionaron.

Con el paso de las décadas, poco a poco, Erik Satie recibió todo tipo de homenajes. Francia le dedicó calles, conservatorios y escuelas e, incluso, la comunidad científica le puso su nombre al asteroide (9438) Satie, descubierto el 5 de marzo de 1997 por el Observatorio Nacional de Kitt Peak de Estados Unidos.

Los enemigos políticos del músico tampoco lo olvidaron. No le perdonaron su militancia en el Partido Comunista Francés, su internacionalismo y haber afirmado que el patriotismo se resume en la máxima: “todo para mí, nada para los demás”. En 2016, el Frente Nacional francés lo señaló por haber sido “comunista” e intentó parar un homenaje que le preparaba el Ayuntamiento de Arcueil.

A día de hoy, la música de Satie sigue cautivando a millones de personas y sus piezas son interpretadas y grabadas por artistas de todo el mundo. Entre sus sucesores minimalistas, destacan compositores de gran talla como Michael Nyman o Philip Glass.

Erik Satie compuso obras memorables, fue clave para la música minimalista posterior, realizó aportaciones históricas al surrealismo y al dadaísmo y tuvo un compromiso político duradero, tras una juventud inclinada hacia la espiritualidad. Su legado es extraordinario, no tanto por el volumen como por la excepcionalidad. No tanto por la composición como por la innovación. Único.

Santiago Rusiñol dijo de él allá por 1890: “Si la fortuna no le juega una mala pasada, su nombre sonará con el tiempo. Su táctica tiene mucho de oriental, pues tiende a simplificar su arte para llevarlo a la última expresión de sencillez”. No se equivocó.

Gabe Abrahams 

Fuente: Rebelión

"MISA DE LOS POBRES", DE ERIK SATIE

lunes, 30 de junio de 2025

"HURACANES EN LA PERIFERIA", POEMARIO DE ÁNGELA MARTÍNEZ PUBLICADO POR LA OVEJA ROJA

Huracanes en la periferia  
Ángela Martínez Fernández
Editorial La Oveja Roja 
100 páginas
Año: 2024 
PVP: 15,00 euros (IVA incluido)
ISBN: 978-84-16227-78-5

La intención de Ángela Martínez Fernández (Valencia, 1992) en su primer poemario, Huracanes en la periferia (La Oveja Roja, 2024), es “narrar la experiencia de la enfermedad y la muerte en el interior de una familia de clase obrera”, de su familia. Y lo hace tras un trabajo paciente y meticuloso de nueve años de escritura. Se recorre un camino desde la biografía en sus páginas, entonces, pero la posición desde la que se enuncia permite comprobar que no se trata de un asunto personal, sino que pertenece a todo un colectivo: las y los trabajadores. Es lo “íntimo colectivo” que señaló Isabel Pérez Montalbán y que permite desarmar el argumento individualista y de la excepcionalidad del capitalismo. No son cuestiones individuales, sino de clase. La asistencia sanitaria, el impacto en las relaciones laborales, la red social que puede sostener y acompañar ese proceso y las expectativas; todo está determinado por la necesidad de vender la fuerza de trabajo para subsistir. De ahí la importancia del barrio en estas páginas, de las compañeras de trabajo y de las comunidades que se forman alrededor de la resistencia.

Su escritura nace del dolor y de la rabia, y se extiende con la ferocidad de quien sabe que la literatura constituye un campo de batalla ideológico para quienes se les ha robado la voz.  También con la cadencia rizomática de los huracanes, que giran sobre un mismo centro. Sus versos, aún así, saben medir la furia y, en esa contención, precisamente, se acumula una tensión que nos reverbera en el pecho. El miedo, la explotación y la incertidumbre de la precariedad y la violencia visible y la subterránea del patriarcado se suman al pesar de la enfermedad y de la pérdida, al amor y al desgarro al ver sufrir a tus seres queridos en estos poemas. La esperanza de vida depende, lo sabemos, del nivel de renta. La muerte también es una cuestión política, y estos textos nos lo recuerdan.

Alberto García-Teresa

______________________

SI SE SUBE AL ANDAMIO

y le dan convulsiones
ningún escritor va a contar su historia

porque la literatura, casi siempre, deja caer una sábana
sobre el cadáver de los obreros muertos

así nadie sufre
ni se entera
ni se quiebra el papel con historias poco interesantes para
la gente que se regodea en la puerta de las facultades
o en la Fnac

la literatura

casi

siempre

(he dicho casi siempre por temor a que nadie lea nunca este poema)

olvida contar las convulsiones
de nuestra clase social.

**

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo, grave
(César Vallejo)

YO NACÍ UN DÍA EN QUE EL PESET ESTABA LLENO
y mandaron a mi madre a otro hospital
como si hubiese ido a pedir mesa a un restaurante y no tuvieran sitio libre.

Mi infancia me tintó las pupilas de
blanco y negro
igualitas al uniforme de los camareros que a todas horas de
blanco y negro
pasaban por delante de mis ojos.

Me convertí en equilibrista de las barras
y mamá
con cara de camarera

con cuerpo de camarera
con manos de camarera
me levantaba a pulso para que viese cocer el arroz.

El presente
es un pozo confuso donde habita la niña que fui y mi conciencia de clase.

Por culpa de sus gritos
nunca duermo
ni me adapto.

**

PUEDE QUE LOS ESCRITORES SE HAYAN PASADO
LA VIDA HABLANDO SOBRE LA MUERTE
pero a mí nadie me dijo que nos la habían
robado los dueños de los tanatorios

miro desde el sofá hacia el ataúd abierto
entra una mujer con tacones y pregunta
si podemos firmar los papeles
que certifican la muerte de un ser querido

pienso en el tiempo que se ha tardado en tejer ese sistema
perverso de burocracia y muerte y en el tiempo que se ha
tardado en naturalizarlo, cómo hemos sabido que no podemos
quitarle a esa señora los tacones y sacarla de allí a golpes

porque la rabia de la muerte y el dolor
porque la rabia de la muerte y el dolor no
debería tener barreras burocráticas
firmas
papeles
ingresos
notarios
¿de qué color van a querer ustedes el ataúd? tenemos tres modelos preciosos…

ocupo el último banco de la sala
lloro
le cojo la mano a mi madre, pero
por debajo de la tristeza
aflora un sentimiento de rabia

es mi primer entierro

la llegada a la vida adulta me muestra
que hemos perdido
el derecho a elegir
cómo decimos adiós.

**

SE ACERCA TORMENTA
el iris me arde enquistado de dolor
y tengo
el cuello como acero
duro
de piedra tieso el cuello como acero desde que firmé el
contrato la respiración cortante mi cuerpo un montón
de hormigueros por donde no sale el aire
ganarse la vida significa trabajar doce horas tener algo en el
bolsillo no dormir en la calle el autobús por mi barrio no pasa
con frecuencia a las seis de la mañana ganarse la vida decir
ganarse la vida significa regalársela a otros y luchar
por volver a conseguirla con el cuello
duro hinchado tieso de ansiedad
como un corredor de fondo exhausto las pupilas dilatadas
aquella travesía era un engaño financiado por BBVA
desde que firmé el contrato
se acerca tormenta
y apenas puedo moverme.

**

A las compañeras de Voces del Extremo

NACÍ EN EL EXTREMO
en el extremo de la barra del bar en el filito al borde del abismo de la fregona de mi madre nací en el extremo y en el extremo crecí me hice mujer libre oyendo los lamentos de las viudas en el barrio los hombres se nos mueren por el amianto que hay en la fábrica y el colegio mi colegio público en el extremo del mapa donde a nadie molestamos nací en el extremo y en el extremo crecí mirando el mundo la porquería los sueños con grietas grietas grietas las abro con mis manos con las suyas uñas largas carcomidas abren grietas en el suelo del capital tengo que nombrarlo para que suceda en el poema tengo que nombrarlo para que suceda en el extremo mi voz suena libre grande colectiva nuestras voces suenan como la tribu como flamenco a media noche retumba en mis sienes el anhelo de una vida nueva de un mundo extremo hecho con trocitos de extremos sin centro como un caleidoscopio hay noches con estrellas en un patio andaluz donde las niñas cantan revolución revolución hasta la luna nací en el extremo y en el extremo crecí mirando de reojo la literatura desconfiando siempre de aquel libro que viene sin cuerpo detrás y se olvida que la poesía es primero abrazo toca tócame y luego texto mira mírame nací en el extremo y contra todo pronóstico lo desplacé abrí grietas grietas grietas caminando por el centro de las ciudades soy un extremo que abre posibilidades y os busca soy una extremidad con afán de reventar el mundo que conocemos.

**

SE NOS CAE LA CARA AL SUELO cuando nuestras madres se ponen a recordar y hablan en voz alta sobre las personas que ya no están cerca y que más bien están del lado de allá del otro lado poco importa mi jornada laboral cuando con la fregona entre las manos repasa las líneas del piso y dice el cáncer se ha llevado a la mitad de la familia y la otra mitad está repartida por el mapa como migas de pan que buscan volver a ser hornada que buscan volver a encontrarse entre los huecos de la necesidad económica llamémoslo exilio ya que nos llamaban xarnegos ¡xarnegos! a nosotros andaluces de Jaén aceituneros nocivos para el sistema cuando supura la conciencia de clase por los poros el cáncer dice el cáncer se ha llevado a tanta gente la miro de reojo en el balcón de enfrente se suicidó un vecino a las 6.05 de la madrugada ochenta y dos años a la espera de una operación en la cadera a la espera se quedó mirando imagino cómo brillan las ace-ras del barrio cuando amanece y emprendió un camino que no tiene retorno en caída libre contra el abismo se suicidó un vecino esta mañana poco importa mi jornada laboral del lado de acá he necesitado leeros a todas para sentirme en casa para tener relato he necesitado escucharos a todas para poder escribirme y escribirnos al mismo tiempo entre tanta enfermedad tanto ayuno tanta noche eterna y tanto llanto mi madre cuida de mi prima vigila su embarazo lo protege la miro de reojo terminamos de fregar y me pregunto qué vamos a decirle a ese niño cuando llegue
si se nos cae la cara al suelo todavía
siempre que nuestras madres
nos hablan de la muerte.

**

ESTÁBAMOS MEZCLANDO ALCOHOL Y ANSIOLÍTICOS PORQUE NUESTROS AMIGOS ENFERMABAN
y se morían
como ocurrió antes con padres, abuelas, vecinos
como ocurrió antes con los ancianos del barrio
los que poblaban los bancos de madera al lado del conte-nedor de basura y pelaban pipas con la dedicación de los orfebres

todo aquello del incendio interior la autodestrucción las noches llenas de lagunas los gritos también las carcajadas rompiendo mandíbulas los secretos en voz baja dentro del cuarto de baño la música altísima las ventanillas del coche bajadas los vasos rotos por el suelo la necesidad de besar otros cuerpos sin importar edades ideologías solo caras bonitas a la luz de la luna todo aquello del incendio interior sucedía
ahora lo sé
por la cercana presencia de la muerte y el pensamiento constante de sabernos fantasmas en un mundo de ausencias en un sistema donde ninguna sobreviviría
así que por lo menos
por lo menos
dejábamos que la cabeza volase hacia otros lugares donde a ratos ya no éramos hijos de la precariedad el desconsuelo herederos de todas las barreras y las lamentaciones estábamos mezclando alcohol y ansiolíticos en el maletero de un coche azul oscuro cuando alguien dijo
a mi padre
mañana
le dan los resultados de la biopsia

voy a llegar sin dormir.

**

Fuente: Viento Sur

domingo, 29 de junio de 2025

"RETRATO DE FRANK PAÍS", DE DAVID ALFARO SIQUEIROS

 
Retrato de Frank País
David Alfaro Siqueiros 
1960
Acrílico sobre madera
85.5 x 70.5 cm
Museo de la Lucha Clandestina de la ciudad de Santiago de Cuba
 
El retrato de Frank País García en la huella artística de David Alfaro Siqueiros en Cuba

Por Mariela Rodríguez Joa y Moraima Betancourt Revilla, especialistas en arte de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba

En el panorama de las artes visuales cubanas de todas las épocas, existen artistas extranjeros que en su paso por la Isla o desde su permanencia en ella, han captado para la posteridad imágenes rurales y urbanas de determinados sitios históricos o parajes pintorescos. Estas recreaciones artísticas, producidas en los siglos precedentes, fueron una práctica sistemática en aquellos artífices impactados por la luminosidad y transparencia del entorno cubano, descubierta como una novedad que animaba una pluma para el dibujo o un pincel de paleta amplia, diestros en adueñarse de los encantos del terruño. Algunas de estas piezas, hoy día, se hallan en museos formando parte del patrimonio cultural del país.

Otra expresión que caracteriza a las artes visuales desde una óptica foránea es la difundida manifestación de la fotografía, que le ha permitido a los creadores ampliar el diapasón en asuntos y motivos; así lo aseveran excelentes instantáneas, cada vez más presentes en galerías y espacios expositivos como resultado del quehacer fotográfico de una buena parte de los artistas profesionales y aficionados que nos visitan y retornan, para entregarnos la visión que tienen del universo mágico que conforma la vida del cubano desde diversos puntos de vista.

Dentro de todo el conglomerado de artistas extranjeros que han incursionado desde o para la Isla, no faltó quien recreara el retrato como género, privilegiado por la representación de relevantes personajes del contexto político e histórico cubano, además de los que, por voluntad propia, se hicieron retratar a modo de perpetuar su imagen en el ámbito familiar y social de su época, entre otras motivaciones.

La realización del presente estudio se enmarca en el enunciado anterior donde se resalta el retrato de corte histórico de una figura de connotada trascendencia para el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 y su posterior desarrollo. La obra, realizada por el destacado pintor David Alfaro Siqueiros, nos permite acercarnos a un tema poco conocido dentro y fuera del país; así como dignificar a través de este artículo la impronta del creador y ponderar la importancia que reviste para el patrimonio artístico y cultural la existencia de un Siqueiros en Santiago de Cuba.

David Alfaro Siqueiros (1) es una de las figuras máximas, junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco, del muralismo mexicano, movimiento artístico tributario de una sólida estética y de una retórica declamatoria que le exigía su radicalismo político; la pintura de Siqueiros aunó la tradición popular mexicana con las preocupaciones del surrealismo y el expresionismo, aprehendidos en su decursar por el arte europeo.

Para Siqueiros, socialismo revolucionario y modernidad tecnológica eran conceptos íntimamente relacionados. Estaba convencido de que la naturaleza revolucionaria del arte no dependía tan sólo del contenido de sus imágenes, sino de la creación de un equivalente estético y tecnológico en consonancia con los contenidos; toda su vida artística estuvo presidida por la voluntad de crear una pintura mural experimental e innovadora. (2)

Su anhelo por lograr la armonía entre las técnicas pictóricas y la contemporaneidad tecnológica le llevó a crear en 1936 un Taller Experimental en Nueva York. Las prácticas del taller buscaban integrar la arquitectura, la pintura y la escultura con los métodos y materiales ofrecidos por la industria. Allí se experimentaba con lo que Siqueiros denominaba «el accidente pictórico», la práctica de la improvisación mediante técnicas como el goteo de pintura y las texturas con arena. (3)

La pasión y el vigor creador son características esenciales en obras de un estilo particular e internacionalmente reconocido, donde se mezclan los valores plásticos del arte prehispánico, colonial y vanguardista. Esta combinación de elementos neoclásicos y tendencias contemporáneas se imbrican dentro del referente figurativo de fuerte neorrealismo pictórico que lo distingue, junto al  interés por relacionar la esencia formal y la captura del movimiento vital que se traduce en el efecto ambiental y el valor monumental de sus piezas, que según el caso, recrean imágenes de escenarios naturales agrestes, fantásticos paisajes y asombrosos retratos. La integración de todas las artes fue un propósito que anheló a lo largo de toda su vida; se hizo realidad con el proyecto que ocupó sus últimos años, el Polyforum Cultural Siqueiros (1967-1971, Ciudad de México). (4)

Siqueiros en Cuba en la década de los 60

Un incansable luchador como Siqueiros acudió a la Isla, a principios de 1960, convocado por las nuevas circunstancias; el triunfo de la Revolución Cubana trajo consigo profundos cambios en las estructuras sociales y culturales del país que favorecieron la presencia de prestigiosos artistas e intelectuales. De esta manera, la participación del magnánimo muralista se concreta en diversas conferencias impartidas en centros culturales y comenzó a dirigir la realización de dos murales exteriores en el edificio que se construía para una Escuela Politécnica, en la zona de Vento, en La Habana.

A partir de los años 60, el arte cubano se vio emplazado por una coyuntura histórica en la que el ideario siqueiriano cobraba vigencia. Buena parte del repertorio plástico cubano de entonces, se nutría de temas de la realidad cambiante de la Isla; era la época que se da en llamar Poética de la Identidad, donde los artistas recrean el tema patriótico, los héroes y mártires de las gestas libertarias, con cierto sentido épico que contribuía a afianzar los valores de identidad nacional, abordados con los presupuestos estéticos de las tendencias artísticas contemporáneas que irrumpieron en Cuba como el Pop Art, el fotorrealismo, el expresionismo abstracto, entre otros estilos.

En 1964 la otrora Dirección de Artes Plásticas del Consejo Nacional de Cultura, en el empeño por llevar el arte al pueblo, comenzó la publicación de una serie de cuadernos sobre grandes artistas. La primera figura seleccionada fue Siqueiros, en tanto se adecuaba perfectamente a las necesidades de una época plena de proyectos, donde el artista ocupaba un papel principal en el impulso de la cultura para todos. El cuaderno incluyó 40 grabados y 4 documentos de la trayectoria política y artística del muralista. De este año data el conocido poema de Nicolás Guillén, publicado a principios de 1964, titulado “No olvides a Siqueiros”, con lo que Cuba rendía homenaje al líder encarcelado en México. (5)

Siqueiros vuelve a Cuba a principios de 1968, invitado a participar en el Congreso Cultural de La Habana. Publicaciones de toda la isla destacaron la presentación en el Museo Nacional de Bellas Artes, de una ponencia que incluía la proyección de películas sobre dos de sus obras monumentales: La Marcha de la Humanidad y Del Porfirismo a la Revolución, resultando pequeña la sala para albergar al numeroso público; paralelamente, se mostraba una exposición fotográfica de obras del gran muralista en el vestíbulo de Bellas Artes. Una vez más, esta paradigmática figura había logrado ganarse la admiración y respeto de los creadores e intelectuales cubanos.

El pincel de Siqueiros recrea la imagen de Frank País García               

Para Siqueiros, la figura humana dentro del espacio pictórico se eleva en pretexto y contenido de los temas que aborda para mostrar el sufrimiento y los conflictos del hombre y la sociedad. En este sentido, una importante lista de obras son los retratos históricos, así aparecen los de Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Abraham Lincoln, Simón Bolívar, José Martí, entre otros.

Su inclinación plástica por las personalidades históricas refuerza el símbolo y la esencia humanista de los revolucionarios. Con este propósito llega la foto pasaporte de Frank País García a la galería de retratos históricos de Siqueiros, quien entre muchos patriotas y héroes cubanos escoge al intrépido insurgente del movimiento armado y de la lucha clandestina en Santiago de Cuba.

El retrato pictórico del mártir cubano Frank País García, creado por el muralista mexicano en su viaje a la Isla en 1960, forma parte de la colección del Museo de la Lucha Clandestina de la ciudad de Santiago de Cuba; (6) uno de los sitios claves en la rememoración de la vida y muerte de Frank,  jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, fuerza motriz del triunfo de la Revolución Cubana.

Se sabe a ciencia cierta que Siqueiros no conoció físicamente al legendario combatiente, pero supo de su mítica impronta en la historia de Cuba. En su bregar revolucionario Frank visitó en dos ocasiones el país del creador, con el fin de conocer personalmente a Fidel, en primer lugar, y para recibir los últimos detalles de la preparación del apoyo al desembarco del yate Granma. Esto ocurrió en los meses de agosto y octubre, respectivamente, del año 1956 y siempre en la ciudad de Cuernavaca. Si se toma en cuenta la cultura que poseía el joven Frank, bien pudo haber conocido la labor artística y política de un hombre de la talla de Siqueiros, quien para esta fecha era un hombre maduro y poseía un camino recorrido tanto en el mundo del arte como en el de la acción.

En 1979, al conmemorarse el XXIII aniversario del levantamiento del 30 de noviembre, el entonces Ministro de las FAR, General de Ejército Raúl Castro Ruz, trajo el encargo del Comandante en Jefe, Fidel Castro, de entregar a la dirección del Museo el preciado objeto; el propio Raúl colocó el cuadro en el sitio que hoy día ocupa dentro de la institución. Para la celebración de esta fecha se ubicaron también las diez primeras tarjas, fundidas en bronce y traídas desde México, en los sitios y viviendas que estuvieron vinculadas al hecho revolucionario. (7)

La valiosa pieza refleja la imagen del joven líder de la lucha clandestina, ultimado a balazos el  30 de julio de 1957 en una calle de la urbe santiaguera por fuerzas del régimen tiránico de Fulgencio Batista, e inmortaliza a quien, al ser asesinado a los 22 años, dejó una estela inolvidable en la memoria nacional.

En esta obra de caballete (acrílico/madera 85.5 X 70.5 cm), las manos unidas y poderosas ubicadas en primer plano, se tornan pretextos recurrentes de significados y metáforas alegóricas para reforzar el sistema conceptual referente a la unidad del signo histórico: afirmación popular de exigencias políticas revolucionarias, rebeldía de la juventud contra los sistemas opresivos y el pasado-presente visto en proyección de futuro bajo un compromiso ideológico.

El pincel del artista se adueña de colores neutralizados que connotan la sobriedad de los pigmentos, el aura de tristeza y el dramatismo que vigoriza el realismo de la propuesta iconográfica. Dinámicas áreas de fuertes emplastes delimitadas por una ligera aventura lineal, satisfacen su recreación formal; mientras que la racionalidad de un dibujo constructivista más abierto y libre a la sonoridad de un lenguaje sin ataduras académicas, denota una estética enmarcada en el escorzo expresivo y en laespiritualidad de lo monumental, de lo que él llamó  «arquitectura dinámica», basada en la construcción de composiciones en perspectiva poliangular.

La existencia y conservación del retrato de Frank País, nacido de las manos de David Alfaro Siqueiros, nutre de un alto valor patrimonial el universo de las artes plásticas cubanas, al resumir, en el hecho pictórico, la impronta de dos hombres que se erigen símbolos glorificados de la historia política y cultural de México y Cuba.

Notas

(1) Siqueiros nace en la ciudad de Camargo, Chihuahua, en 1898. Estudia en la Academia de San Carlos de Ciudad de México y en la Escuela al Aire Libre de 1911 a 1913. Con apenas dieciséis años, se alistó en el ejército constitucionalista para luchar por la Revolución. Si importante fue la influencia del activismo revolucionario para su formación, no lo fue menos la huella artística que dejaron los tres años que pasó en Europa. Estas experiencias determinaron su pensamiento creador, cristalizado en el manifiesto publicado en 1921en la revista Vida Americana, en Barcelona, y con los primeros encargos pictóricos de José Vasconcelos, destacado filósofo, educador y político mexicano, quien impulsó una corriente crítica y de renovación ideológica-política.

Se afilió al Partido Comunista de México y fue su decisiva participación en la fundación del Sindicato de artistas y del periódico El Machete, por lo que a partir de 1924 decide imbricar su trayectoria artística con la militancia ideológica, lo que determinó el rumbo de su vida.  Entre otras acciones relevantes están: la manifestación del 1º de mayo que provocó su exilio; la participación en la Guerra Civil Española, al lado del ejército republicano; la colaboración en el asesinato de Trotsky, lo que le valió ser desterrado a Chile y el presidio por promover la «disolución social» en 1960.

(2) El mural que realizó en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (1939-1940, Ciudad de México) bajo el título Retrato de la burguesía, recoge el aprendizaje obtenido tras las investigaciones efectuadas a lo largo de toda la década del treinta, y constituye una de las obras murales más significativas del siglo XX. Siqueiros eligió para el mural la escalera principal del edificio.

(3) Los chorreones y salpicaduras sobre el lienzo, que luego pasarían a ser emblemáticas del expresionismo abstracto norteamericano, fueron una práctica gestada en el taller de Siqueiros, al que asistieron Jackson Pollock y otros jóvenes que llegarían a formar la primera generación de artistas estadounidenses con un lenguaje propio contemporáneo y renovador.

(4) El edificio (Polyforum) concebido por él, posee doce lados totalmente cubiertos por murales, cada uno con un tema diferente. En el techo abovedado del piso superior pintó Marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos, para cuya contemplación los observadores se colocan sobre una estructura móvil que gira siguiendo el sentido narrativo de las imágenes, y permite transitar por el relato mientras un juego de luz y sonido hace más vívida la experiencia. Ese mismo año, se celebra una retrospectiva de su obra en el Museo Universitario de Ciencias y Arte de la Ciudad de México. En 1972, se le dedica una gran retrospectiva en el Museo de Arte Moderno Kobe de Japón.

(5) Fue encarcelado en 1960, acusado de promover la «disolución social». Cuando salió de la cárcel, cuatro años después, llevaba consigo las ideas de la que sería su última obra: Marcha de la Humanidad en América Latina hacia el cosmos. Muere en México en 1974 y es enterrado en la Rotonda de los Hombres Ilustres.

(6) Ubicado en la otrora Estación de Policía que fuera asaltada por comandos revolucionarios el 30 de noviembre de 1956, fecha que se convirtió en conmemoración anual en homenaje a los caídos en esa gloriosa gesta.

(7) Entrevista realizada a la licenciada Magalis Martínez Riera, directora del Museo de la Lucha Clandestina y viuda de Arturo Duque de Estrada, destacado combatiente de la clandestinidad en Santiago de Cuba.

Fuente: DCUBANOS

sábado, 28 de junio de 2025

"NIVEL 5" ("LEVEL 5"), DE CHRIS MARKER

Título original: Level Five (Level 5)

Dirección: Chris Marker
Guión: Chris Marker
Música: Michel Krasna

Fotografía: Yves Angelo, Gérard de Battista, Chris Marker
Reparto: Catherine Belkhodja, Kenji Tokitsu, Nagisa Oshima, Ju'nishi Ushiyama, Kinjo Shigeaki

Productora: Les Films de l'Astrophore / Argos Films
País de producción: Francia

Año: 1997  
Duración: 104 min.

Level Five es una película que aborda el universo virtual de los juegos de ordenador, las bases de datos e internet como vehículo para combinar una minuciosa investigación documental sobre la batalla de Okinawa con un drama ficcional de un amor perdido. Y empieza con una mano sobre un ratón.

Navegando día y noche por la red de la 'lechuza' OWL (Optional World Link), Laura trata de completar la programación de un videojuego sobre la Batalla de Okinawa que su amante ha dejado inacabado al fallecer. Para ello recurre a su amigo Chris, experto conocedor de la historia de Japón y de cómo las imágenes pueden llegar a asociarse. A través del viaje interior, virtual, de Laura, así como de los repetidos viajes de Chris a Japón y el encuentro con testigos presenciales de la tragedia, el espectador va conociendo uno de los episodios más dementes y mortales de toda la Segunda Guerra Mundial, eludido por la historia y borrado de la consciencia colectiva, pero cuyo desarrollo desempeñó un papel decisivo en el fin de la Segunda Guerra Mundial, en la posguerra y hasta el presente.

El juego es muy singular pues, a diferencia de los juegos de estrategia clásicos cuyo objetivo es revertir el curso de la Historia, Level Five sólo permite reproducir esta historia tal y como fue. Al indagar sobre Okinawa, Laura se topará con una misteriosa red paralela de informadores y testigos de la batalla. Así, acumulará los vestigios de la tragedia que empezarán a interferir en su propia vida. Como todos los videojuegos, Level Five avanza por niveles. Laura y su interlocutor, intoxicados por su misión, acabarán por componer una metáfora de la vida, distribuyendo por "niveles" a todo lo que les rodea.

Level Five es un cruce entre varios duelos, el de lo real y lo virtual, el de la Historia y las mentiras sobre la Historia, el de la memoria y el olvido, el de la manipulación de las imágenes y su resistencia a ésta, el de la vida y el amor contra la muerte.

Level Five es una película-ensayo sobre los territorios no explorados de la Historia, pues, como explica Marker, "memorizar el pasado para no revivirlo es la ilusión del siglo XX".

La Web constituye sin ninguna duda el espacio soñado por el que moverse 'al estilo Chris Marker': un espacio de suma ubicuidad, bastante alejado del que el cine podría ofrecer, y que permite tomar prestadas identidades múltiples. Y si bien el nombre de Chris Marker se ha asociado corrientemente al cine, las películas que circulan por la web ya no pertenecen sin duda alguna al cine pues son objetos suspendidos a la espera de ser reactivados por cada una de las singularidades en red que representan los internautas, son objetos de memoria errando a través de las ventanas, esos múltiples marcos puestos a nuestra disposición sobre el escritorio de trabajo.

Eso es algo de lo que Marker era conocedor desde hace mucho tiempo pues soñaba con una memoria en red, con una máquina en forma de pantalla capaz de hacer viajar en el tiempo, hacer todas las imágenes disponibles, establecer la lista índice y permitir jugar con ellas. Sus películas han imaginado las posibilidades del ordenador personal, del videojuego y de la Web incluso antes de su invención. En 1982, la película 'Sans soleil' ve en la simplicidad del Pacman la metáfora gráfica de la condición humana; se presenta así un protoordenador llamado "la zona", que permite a su manipulador "jugar con los signos de su memoria", "clavarlos con alfileres y decorarlos como insectos que parecen haber volado respecto al tiempo y que él podría contemplar desde un punto situado en el exterior del tiempo. La única eternidad que nos queda".

En una película que corealiza con Alain Resnais en 1953, Les Statues meurent aussi, Marker percibía ya a través de la estatuaria africana las posibilidades mediáticas de la Web: "Miren bien sus cicatrices: este campo magnético en el que confluyen todas las formas del cielo y de la tierra (...); las técnicas se mezclan, la madera imita sutilmente el tejido (...). Nos damos cuenta de que esta creación no tiene límite, que todo se comunica, y que este planeta y sus átomos, que este mundo de rigor encierra a su vez el mundo de la belleza". El arte textil más antiguo parece anticipar el Pacman evocado en 'Sans soleil' y ofrece una pista a lo que se convertirá en su última guarida: la página Web de Gorgomancy.

Level 5.

Internet no es, pues, más que otra posibilidad para la memoria, donde las imágenes especulativas le recuerdan a menudo a Marker a las ciudades imaginarias, una geografía de rostros y de luz, de pantallas que forman la figura de las estatuas o de los museos. Entrar en el ordenador es como acceder a la memoria.

Con la Web, Marker realiza una mutación: la costumbre adquirida desde las primeras instalaciones en vídeo de hacer que las imágenes videográficas migraran hacia las instalaciones museísticas evoluciona hacia el 'tejido' abierto, hacia la Gran Tela. En lugar de las películas que anticipan o imaginan las nuevas tecnologías de la imagen (ordenador personal, videojuegos, dispositivos futuristas de inferfaz) las instalaciones parecen configuradas de acuerdo con la transferencia futura hacia Internet y la proliferación de avatares (la 'red de redes', el Optional Work Link, imaginado en Level Five, donde 'se pueden llevar máscaras virtuales').

Okinawa...

De no haberse producido el sacrificio de Okinawa, es muy probable que no hubiera existido el holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki y, de seguro, la historia del siglo XX habría sido otra muy distinta. Marker reconstruye, gracias a la memoria, el mosaico de aquello que fue y restituye, gracias a la distancia, nuestra capacidad de comprensión más allá de la explicación de unos hechos.

...mon amour.

Ayer tuve un divertido diálogo con una máscara. Le escuché porque era un búho rival y conocerlos, hoy en día, demuestra una cierta cultura. Me decepcionó, claro. Cuando intentó quedar conmigo le corté: 'Piensa en el tiempo que nos ahorramos. Seis meses de pasión. Dos años de celos, cuatro de engaños, ocho de malentendidos. Una primavera de reconciliación, un verano de discusiones, un otoño de ruptura, un invierno de desesperación. Adiós y gracias por el tiempo ahorrado, Okinawa.'

Fuente: Foro Histórico de las Telecomunicaciones

VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO:

 

https://ok.ru/video/5870644824606

viernes, 27 de junio de 2025

EDICIONES ALTAMAREA PUBLICA "EL ESCRIBA SENTADO", UNA RECOPILACIÓN DE ARTÍCULOS Y ENSAYOS DEL ESCRITOR COMUNISTA CATALÁN

Autor: Manuel Vázquez Montalbán.
Título: El escriba sentado.
Editorial: Altamarea
Año: 2025 

Publicada en 1992, la Autobiografía del general Franco, del escritor y periodista Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939-Bangkok, 2003), fue traducida a diferentes idiomas, como el italiano, francés, holandés y portugués; en el libro de 880 páginas, Vázquez Montalbán hace que el dictador se exprese con las siguientes palabras:

“Nací en El Ferrol, a las doce y media de la madrugada del 3 al 4 de diciembre de 1892, año del cuarto centenario del descubrimiento de América y de la unificación del territorio del estado español, mediante la conquista del reino árabe de Granada a cargo de los Reyes Católicos”.

En otro pasaje de la autobiografía, Franco Bahamonde pone de manifiesto sus ideas sobre la oposición política: “El espíritu antipatriótico disfrazado de antimilitarismo fue cultivado en España tanto por la masonería como por los movimientos de izquierda, muchas veces teledirigidos por la propia masonería hasta que apareció Moscú como centro de emisión de consignas desintegradoras de la civilización cristiana”.

El ensayista y poeta barcelonés, también gastrónomo, cultivó la novela negra, en la serie protagonizada por el detective Pepe Carvalho; por ejemplo en Tatuaje; La soledad del mánager; Asesinato en el comité central o Los pájaros de Bangkok.

Los mares del sur (1979) forma parte de la serie Carvalho; el detective privado ha de resolver el asesinato de un empresario influyente, Stuart Pedrell, a quien se le suponía de viaje por las islas de Polinesia; en conversación con su ayudante Biscuter, Pepe Carvalho explica cómo a los detectives se les considera el termómetro de la moral dominante; y que la sociedad se halla podrida, en parte por la falta de creencias.

Una perspectiva distinta es la que aporta El escriba sentado, libro editado por Altamarea en enero; se trata de una recopilación de artículos y ensayos de Manuel Vázquez Montalbán, sobre las obras y autores que marcaron –primero- su universo literario como lector; y después, el recorrido como escritor de narrativa y en los periódicos.

La editorial Altamarea destaca el estilo “analítico, ácido y sagaz” con el que el novelista aborda obras como El lazarillo de Tormes, autores como Dostoievski o -en el ámbito catalán- Juan Marsé, Josep Pla y el poeta Josep Maria de Sagarra; asimismo reflexiona en torno al dramaturgo Samuel Beckett, Franz Kafka, Alberto Moravia, Elias Canetti, Borges, Jonathan Swift, Agatha Christie, Shakespeare o Cervantes.

El escriba sentado incluye los artículos Diez años después de aquel Mayo florido; La pervertida sentimentalidad de Pío Baroja; 1984. La literatura del miedo; Sciascia y Sicilia o la metáfora de la postmodernidad; La saga de los Marx. La aventura ecuatorial de Juan Goytisolo y Juan García Hortelano: el mirón apasionado pero escéptico.

“Retengo de una nota de Caballero Bonald que la poesía de Benedetti refleja el amor como programación solidaria de la existencia y la historia como experiencia moral”, subraya Vázquez Montalbán en el texto Benedetti o el romanticismo ante el tercer milenio.

Y añade, sobre el escritor uruguayo: “Leer a Benedetti desde la simplificación de la escritura del compromiso es una de las muchas maneras de no leerle y, en los tiempos que corren, de situarlo más como caso de estudio antropológico que poético (…); todo escritor se compromete a través de lo que piensa, lo que escribe o lo que omite”.

Eduardo Mendoza ganó el Premio Cervantes en 2016, y este año el Premio Princesa de Asturias de las Letras; en 1978 publicó la novela El misterio de la cripta embrujada, en 1986 La ciudad de los prodigios y, antes, en 1976, otra de sus obras más relevantes: La verdad sobre el caso Savolta (ambientada en Barcelona -entre 1917 y 1919- en el contexto de las huelgas obreras y el pistolerismo empresarial).

En el artículo Algunas posibles verdades sobre la verdad sobre el caso Savolta, Vázquez Montalbán subraya que la obra representa “el primer manifiesto novelístico novísimo ratificado por la crítica con el premio anual. Este hecho, el fatídico 1975 y la circunstancia de que en aquellas fechas estuvieran acabando sus estudios universitarios buena parte de los hoy aún jóvenes catedráticos dominantes en la sociedad literaria española, otorgó un valor de referente exclusivo” a la novela.

Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el filósofo parisino Jean-Paul Sartre ya tenía escrita su primera novela, La Náusea, de 1938; esta sensación de absurdo y angustia, a la que hacía referencia la narración, cobraba pleno sentido en la posguerra.

Vázquez Montalbán interpreta que no se trata de la náusea ante los horrores (“concretos”) de la contienda mundial, sino más bien de la congoja intelectual ante una evidencia objetiva: el sinsentido de la vida y de la historia.

En su reflexión sobre Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, el autor de Yo maté a Kennedy y La rosa de Alejandría empieza con una analogía del escritor mexicano, Carlos Fuentes: Cien años de soledad es como el Don Quijote de la Mancha de la literatura latinoamericana.

“Que la falsedad del espontaneísmo de Cien años de soledad sea su mejor virtud técnica habla de la sabiduría literaria de un hombre capaz de escribir piezas tan maestras como Relato de un náufrago o El coronel no tiene quien le escriba”, valora Vázquez Montalbán.

En cuanto a Federico García Lorca, murió fusilado por el bando fascista (español) el 18 de agosto de 1936, en el camino de Viznar a Alfacar, en Granada; tenía entonces 38 años y como poeta -de la Generación del 27- había publicado Romancero Gitano y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías; no menos importante fue su obra teatral: Bodas de sangre; Yerma y La casa de Bernarda Alba.

En El escriba sentado figura el siguiente comentario: “Su estatura (de Federico) creció una vez muerto hasta ocupar el horizonte del mundo y seguir allí como un retrato de la poesía”.

Además, “los profesionales de la literatura dicen que lo mejor de Federico fue Poeta en Nueva York (…); y en cuanto a su teatro, representó la última posibilidad de tragedia simbólica sobre la crueldad individual y colectiva de los españoles (…)”. 

Enric Llopis 

Fuente: Rebelión

Reproducimos las primeras páginas de El escriba sentado (Altamarea), de Manuel Vázquez Montalbán.

***

Todo escriba sentado reúne un hieratismo añadido al presupuesto hieratismo de la estatuaria egipcia. Es como si, desde una entregada placidez, el escriba esperara la orden del señor, en la confianza de que su escritura le complace. Hay en ese escriba sentado una autosatisfacción de esclavo privilegiado y así lo razona uno de ellos en un fragmento del papiro dirigido a su hijo, joven aprendiz de escribidor en una escuela de escribas.

Yo he considerado que el trabajo manual es violento: entrega tu corazón a las letras. También he contemplado al hombre que se ha liberado del trabajo manual, y de seguro no hay nada más valioso que las letras. De la misma manera que un hombre se zambulle en el agua, igualmente debes descender a las profundidades de la literatura egipcia […]. He visto al herrero dirigiendo su fundición y al metalúrgico ante el horno encendido: sus dedos son como la piel del cocodrilo y huelen peor que los huevos de pescado. ¿Y el carpintero que trabaja o sierra la madera? ¿Acaso puede descansar más que el labriego? Sus campos son la madera, sus instrumentos de trabajo, el cobre. Al descansar por la noche sigue trabajando más que sus brazos durante el día. De noche enciende la lámpara […]. El destino del tejedor que trabaja en la habitación cerrada es peor que el de la mujer. Sus piernas están dobladas, encogido el pecho, sin que pueda respirar libremente. Si un solo día deja de producir la cantidad de tela que le corresponde, es golpeado como el lirio en el estanque. Solo comprando a los vigilantes de las puertas con sus dádivas puede llegar a ver la luz del sol […]. Te digo que el oficio de pescador es el peor de todos; realmente no puede subsistir con su trabajo en el río. Se mezcla con los cocodrilos y si le fallan los bloques de papiro, debe gritar para pedir socorro. Si no le dicen dónde se halla el cocodrilo, el miedo ciega sus ojos. Realmente no hay mejor ocupación que la del escriba, que es la mejor de todas. El hombre que conoce el arte de escribir es superior a los demás por ese simple hecho y eso no puede decirse de las otras ocupaciones de las que te he hablado. Realmente todo trabajador reniega de sus compañeros y en cambio nadie le dice al escriba: «Ara los campos de ese hombre» […]. Un día que pases en la clase es mejor para ti que una eternidad fuera de ella; los trabajos que hagas allí perdurarán como las montañas […]. Te he colocado en el camino de Dios. La fortuna del escriba está en sus hombros ya el día de su nacimiento. Alcanzará el puesto, la Sala del Consejo. Mira, no hay escriba que carezca de comida o bienes de palacio.

John D. Bernal, en su Historia social de la ciencia, apostilla:

Los trabajadores de cuello blanco, o por lo menos de falda blanca, se consideraban moral y prácticamente superiores, a pesar del intenso trabajo que representaba la escritura y los complicados sistemas de cálculo de la civilización primitiva.

En el instante en que el escriba sentado se preocupa por el porvenir de su hijo, que es el porvenir de su casta, ya han pasado suficientes siglos de organización social y de división social del trabajo para llegar a la lucidez individualista y corporativista del viejo escriba. Ha aprendido a escribir en cuclillas, a ver a sus señores y al mundo desde las cuclillas y conoce la ventaja que le otorga ser poseedor del lenguaje como instrumento, con una significación convenida por los señores o por los brujos. Ha de utilizar el código para perpetuar el sistema: en realidad, el escriba sentado es un reproductor de ideas y las palabras no le pertenecen. «Las palabras tienen dueño», aseguraría muchos años después un personaje de Alicia en el país de las maravillas.

En la Grecia antigua ya se convenía que la especialización del brujo de las palabras fuera peligrosa para los demás brujos y para los fines del poder. Temían que el escriba pudiera levantarse tras rechazar el mero papel de reproductor de ideología y creerse Prometeo, el que roba la palabra o el fuego o el saber a los dioses para dárselo a los hombres. El mito de Prometeo hace referencia exacta a la osadía del héroe robando el fuego a los dioses para dárselo a los hombres y dotarles así de un instrumento de transformación que les liberaba de la dependencia divina. Esconde el uso que del saber y de sus códigos herméticos hacían las castas privilegiadas para mantener sus privilegios: el saber y la posibilidad de transmitirlo o modificarlo; era un modo de perpetuar o no una determinada organización de la sociedad. Y no solo «el saber», sino la simple mirada sobre lo existente traducida en palabras mediante la literatura podía ser enemiga del orden establecido. Platón previene a los señores de la ciudad sobre las disidencias de los poetas y les incita a que, por las buenas o por las malas, entren en la razón de la ciudad-estado: «Cuando el poeta haya escrito bellos versos que provoquen nuestro entusiasmo y aplauso, el legislador ha de persuadirlo —y tiene que recurrir a la coacción si la persuasión no lo consigue— para que emplee sus rimas y sus acordes en hacer sabios los gestos y los cantos de la gente; virtuosos en todos los aspectos, para conseguir una obra de sana razón». Ya por entonces no todos los escribas están sentados, como Isócrates, que felicita a Alejandro porque no se presta a debate, ya que el jefe no debe discutir con los conciudadanos. Zoilo de Anfípolis fue condenado a la crucifixión por Ptolomeo Filadelfo, ya que había discutido la existencia de Homero, y otro tirano ordena quemar las obras de Protágoras, condenándole así al silencio histórico eterno.

Aunque la connotación del escriba disidente sea reciente, más o menos fijada durante la Ilustración prerrevolucionaria, la historia ha ofrecido un continuado espectáculo entre escribas sentados y no sentados, entre ese intelectual mero reproductor o avalador directo o indirecto de la ideología dominante y su contrario, el especialista de la liberación, al que se ha referido Marcuse. Sacerdotes, latines y campanas por una parte y, por la otra, el hereje tratando de convertir las ideas de cambio en energía histórica por el procedimiento de inocularlas a las masas. Los revolucionarios ingleses y franceses de los siglos XVII y XVIII demuestran el valor de la palabra subversiva de lo establecido y codifican el papel del intelectual crítico, o posibilista hasta que la guillotina no demuestre lo contrario. El romanticismo añadirá radicalidad al gesto mesiánico del intelectual crítico y los socialismos, utópicos o científicos, le dotarán de una definitiva racionalidad y emocionalidad histórica: la apuesta por el reino de la libertad, una vez superado el reino de la necesidad. Un nuevo cliente histórico legitimaba la función del escriba disidente, un cliente culturalmente desvalido, domesticado por las palabras de los escribas sentados al servicio del poder económico, político y religioso, y cuando las palabras no eran suficientes, cuando los escribas se mostraban impotentes para garantizar la integración de las masas proletarias en el sistema, entonces sobraban las palabras y entraban en función los sables y las descargas de fusilería. Ante esta obviedad obscena, la palabra vendida a los dueños de la tierra era tan culpable de las masacres como el sable de la tropa.

Fueron muchos los intelectuales que dieron el paso en busca de las filas de la vanguardia del movimiento obrero y se desclasaron, aunque Marx ya previniera sobre la versatilidad de aquellos intelectuales burgueses, transitoriamente desafectos de su propia clase por motivos éticos, estéticos o emocionales. El siglo XX hereda la polémica sobre el subjetivismo o el objetivismo del compromiso intelectual con el movimiento obrero, sujeto contemporáneo de cambio histórico; para unos es una toma de posición populista y redentorista, para otros, un acto de racionalidad por cuanto el intelectual se realiza en viaje hacia el progreso y ese viaje solo lo garantiza el salto cualitativo que representará la revolución socialista y el nuevo protagonismo histórico de la clase obrera. Es decir: un populista se resigna a ayudar a la nueva clase ascendente, aun a costa de perder sus propios privilegios; un intelectual socialista establece ese compromiso porque su propia realización como intelectual depende de esa nueva verdad que establecerá la clase ascendente.

[…]

Fuente: Zenda 

jueves, 26 de junio de 2025

"NACIMIENTO (DE LA IMAGEN) DE UNA NACIÓN", DE JEAN-LUC GODARD, EN EL 50 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MOZAMBIQUE

Fotos aparecidas en el nº300 de Cahiers du Cinéma 

Fotos aparecidas en el nº 300 de Cahiers du Cinéma

Jean-Luc Godard / Nacimiento (de la imagen) de una Nación

En 1977, una sociedad que produce y realiza filmes cinematográficos así como emisiones de televisión, Sonimage, entra en contacto con representantes de la República Popular de Mozambique por intermediario de unos amigos comunes, tras una conferencia en Ginebra.

La sociedad Sonimage propone a Mozambique aprovechar la situación audiovisual de ese país para estudiar la televisión antes de que exista, antes de que inunde (incluso si solo es en veinte años) todo el cuerpo social y geográfico mozambiqueño.

Estudiar la imagen, el deseo de imágenes (el deseo de recordar, el deseo de mostrar ese recuerdo, de efectuar una marca, de salida o llegada).

Estudiar la producción de esos deseos de imagen(es) y de su distribución a través de las ondas (¡oh, sirenas!) o los cables. Estudiar la producción, por una vez, antes.

Pensar juntos la televisión porque cada uno por su lado, la pequeña sociedad occidental de cine ahogada en el flujo diario de imágenes, y el gran país nuevo y desdichado surgido de la noche colonial, los dos poseen simple y aproximadamente el mismo número de cámaras, grabadoras y monitores.

«Nacimiento (de la imagen) de una Nación» contará pues las relaciones y la historia de esas relaciones momentáneas (históricas) entre un país que no tiene aún televisión y un pequeño equipo de televisión de un país que tiene demasiada.

Este equipo estará compuesto por un productor, una locutora/fotógrafa, y un técnico, que se encontrarán en el lugar con un hombre de negocios, representante de una gran firma industrial, alojado en el mismo hotel.

Los filmes nº1 y 5 estarán consagrados más específicamente a la pareja productor/locutora, a sus reflexiones lejos de su casa (film nº1) durante el rodaje, y después a su sentimiento de regreso a Europa (film nº5).

El productor y la locutora serán interpretados por un actor y una actriz.

Los filmes nº2, 3 y 4 serán croquis, cuadernos de notas y de ruta, de pensamientos, de esbozos, de impresiones expresando en el film nº2 el punto de vista del productor, en el film nº3 el del hombre de negocios, y en el film nº4 el de la locutora fotógrafa.

El film nº2 (el productor) estará esencialmente hecho de entrevistas en vídeo ligero con aquellos que nunca han visto imágenes todavía (la mayoría de la población mozambiqueña).

El film nº3 estará formado por documentos en Súper 8 mm o 16 mm, proyectados en análisis como un film amateur llevado por el hombre de negocios a su familia.

El film nº4 estará sobre todo compuesto por fotos, sobre todo negras y blancas, expresando el punto de vista del fotógrafo.

Si la serie de cinco filmes se emite en la televisión, los filmes 1 y 5 encuadrarán a los otros tres.

Los filmes 1 y 5 serán proyectados en las salas de cine como un solo film en dos partes, primero lejos de Europa y después lejos de África.

De este modo quizás habremos entrevisto como se forma e informa una sociedad y la independencia de esta información, al mismo tiempo que la formación de su independencia.

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Este texto fue publicado en el número 300 de Cahiers du Cinéma, número editado por el propio Godard como director invitado.
Fuente: Cinema Comparat/ive Cinema
Godard fue a Mozambique en 1978 para desarrollar un proyecto de televisión pública y producir cinco programas sobre este proceso que designaría como Nord contre Sud ou naissance (de l’image) d’une nation. En los dos viajes que hizo junto con Anne-Marie Miéville al «nuevo país surgido de la noche colonial», además de impartir formación a técnicos del INC, intentó «pensar la televisión», «estudiarla antes de que existiera» y «estudiar las imágenes y el deseo de imágenes». Para ello, hizo varios estudios de campo, previos al acto de filmar, para auscultar el «deseo de imágenes» de las poblaciones rurales no familiarizadas con el cine. Pero este proceso de investigación que Godard llevó a cabo para establecer las bases del servicio público de la televisión mozambiqueña era muy distinto al esperado por el gobierno de Samora Machel. El fracaso de este proyecto, que se materializó después sin seguir el modelo de producción que planteaba el cineasta, expresa algunas de las contradicciones del programa del INC. «Comment faire une télévision qui puisse servir le peuple sans desservir le pouvoir en place?», se pregunta Godard en Changer d’image - Lettre à la bien-aimée (1982), película que reflexiona sobre esta experiencia y sobre los proyectos no realizados en este país, donde la ausencia e invisibilidad de sus imágenes devienen visibles en este film. Fuente: Xcéntric 

miércoles, 25 de junio de 2025

"MOZAMBIQUE: REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICO-POPULAR", DE SAMORA MICHEL, DESCARGABLE EN PDF, EN EL 50 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MOZAMBIQUE

 

  Mozambiqueños,

obreros y campesinos, trabajadores de las plantaciones, de los ferrocarriles, de los puertos y de las fábricas, intelectuales, funcionarios, estudiantes, soldados mozambiqueños en el ejército portugués, hombres y mujeres, jóvenes y compatriotas:

            En nombre de todos vosotros

el FRELIMO proclama hoy solemnemente la insurrección general armada del pueblo mozambiqueño contra el colonialismo portugués para la conquista total de su independencia.

La lucha no deberá cesar sino con la liquidación completa del colonialismo portugués.

            Unámonos de Rovuma a Maputo.

            Viva Mozambique independiente.

            Viva FRELIMO.

            Viva África unida.

(Proclama del Comité Central con ocasión del desencadenamiento de la lucha armada de liberación nacional de Mozambique)

La independencia de Mozambique se logró el 25 de junio de 1975, después de una guerra de liberación contra Portugal. Samora Machel, líder del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), se convirtió en el primer presidente del país independiente. El gobierno de Machel implementó políticas socialistas y nacionalizó sectores clave como la tierra, la educación y la salud. 

La guerra de independencia de Mozambique, también conocida como la "Lucha Armada de Liberación Nacional", se inició oficialmente el 25 de septiembre de 1964 y terminó con un alto el fuego el 8 de septiembre de 1974, llevando a una independencia negociada en 1975 tras los acuerdos de Lusaka. Samora Machel, quien lideró la lucha desde el FRELIMO, se convirtió en el presidente de la República Popular de Mozambique. 

 El gobierno de Machel, inicialmente marcado por la adopción de políticas socialistas, llevó a la nacionalización de la tierra, la educación y la sanidad. También se implementaron cambios radicales en los medios de comunicación, con la eliminación de tres estaciones de radio y la centralización de la prensa bajo el control del gobierno y del partido. A pesar de la visión de un estado socialista de partido único, sectores dentro del FRELIMO y otros partidos políticos compitieron por el poder. El Tercer Congreso del FRELIMO, en 1977, formalizó la adhesión del partido al marxismo-leninismo. 

La figura de Samora Machel es central en la historia de Mozambique, representando la lucha por la independencia y la construcción de un nuevo país. Su liderazgo, aunque controvertido, marcó profundamente la trayectoria de Mozambique en sus primeros años como nación independiente. 

DESCARGAR LIBRO EN PDFhttps://s3.eu-west-3.amazonaws.com/webpte/Libros/MOZAMBIQUE+REVOLUCION+DEMOCRATICA-POPULAR+SAMORA+MACHEL.pdf

martes, 24 de junio de 2025

"PALESTINA", DEL COMPOSITOR COMUNISTA OTAR TAKTAKISHVILI

 Imagen: Poster "Gloria al pueblo soviético", Abu Manu, 1987.

"PALESTINA", DEL COMPOSITOR OTAR TAKTAKISHVILI, CON LETRA DE IRAKLI ABASHIDZE 

Una canción escrita desde la perspectiva de Shota Rustaveli, poeta georgiano cuyo último refugio fue Palestina, donde murió en Jerusalén y permanece hasta nuestros días. Durante la era soviética, Rustaveli se convirtió en una especie de héroe nacional, y sus obras fueron traducidas a idiomas de todo el Bloque del Este. Su lugar de descanso final en Palestina también proporcionó un vínculo adicional entre la Unión Soviética y la lucha de liberación palestina, con quienes compartían estrechos vínculos.

Otar Taktakishvili (1924-1989) en georgiano ოთარ თაქთაქიშვილი o en cirílico Отар Васильевич Тактакишвили, nació en Tiflis el 27 de julio de 1924. Hijo de un noble de Abjacia y de una princesa de Georgia, Elizabeth Taktakishvili, tomó el nombre de la madre.

Empezó sus estudios musicales en la Escuela de Música de Tiflis y luego en el Conservatorio, graduándose en 1947. Luego siguió estudios de composición con el Profesor Barkhoudaryan hasta el año 1950.

Mientras estudiaba en el Conservatorio de Tiflis se afilió en la Unión de Compositores de Georgia a partir de 1945. Se convirtió en el autor del Himno Nacional de la República Socialista Soviética de Georgia. Entre 1944 y 1946 trabajó como director del Coro de la Radio de Georgia. Entre 1952 y 1956 fue el director artístico del Coro del Estado de la República Socialista Soviética de Georgia.

Desde 1947 fue Profesor de música coral, llegando a ser en 1952 maestro de polifonía e instrumentación, hasta conseguir entre 1962 y 1965 ser rector del Conservatorio, siguiendo como Profesor de Música desde 1966.

Muere el 21 de febrero de 1989 en Tiflis. Miembro del Partido Comunista desde 1951, fue nombrado Ministro de Cultura de Georgia entre 1965 y 1984. Recibió el Premio Lenin en 1982 por su ópera "El rapto de la luna" compuesta en 1977. También trabajó como director de orquesta, dirigiendo sus propias obras.

lunes, 23 de junio de 2025

CARTA DE JEAN-PAUL SARTRE RECHAZANDO EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA EN 1964, EN EL 120 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

 

«Todo esto es el mundo del dinero y las relaciones con el dinero son siempre falsas»»¿Por qué rechacé ese premio? Porque estimo que desde hace cierto tiempo tiene un color político.

Si hubiera aceptado el Nobel – y aunque hubiera hecho un discurso insolente en Estocolmo, lo que hubiera sido absurdo – habría sido recuperado. Si hubiera sido miembro de un partido, del partido comunista, por ejemplo, la situación hubiera sido diferente. Indirectamente hubiera sido a mi partido que el premio habría sido discernido; es a él, en todo caso, que hubiera podido servir. Pero cuando se trata de un hombre aislado, aunque tenga opiniones «extremistas» se lo recupera necesariamente de un cierto modo, coronándolo. Es una manera de decir: «Finalmente es de los nuestros». Yo no podía aceptar eso.

La mayoría de los diarios me han atribuido razones personales: estaría herido porque Camus lo había obtenido antes que yo…tendría miedo que Simone de Beauvoir se sintiera celosa, a lo mejor era un alma bella que rechazaba todos los honores por orgullo. Tengo una respuesta muy simple: si tuviéramos un gobierno de Frente Popular y que me hubiera hecho el honor de discernirme un premio, lo habría aceptado con placer. No pienso para nada que los escritores deban ser caballeros solitarios, por el contrario. Pero no deben meterse en un avispero.

Lo que más me ha molestado en este asunto son las cartas de los pobres. Los pobres para mí son las personas que no tienen dinero pero que están suficientemente mistificadas para aceptar el mundo tal cual es. Esa gente forma legión. Me han escrito cartas dolorosas: «Deme a mí el dinero que rechaza».

En el fondo lo que escandaliza es que ese dinero no haya sido gastado. Cuando Mauriac escribe en su agenda: «Yo lo hubiera usado para arreglar mi cuarto de baño y el cerco de mi parque», es un maligno: sabe que no provocará ningún escándalo. Si hubiera distribuido ese dinero habría chocado más a la gente. Rechazarlo es inadmisible. Un norteamericano ha escrito: «Si me dan 100 dólares y los rechazo, no soy un hombre». Y además está la idea de que un escritor no merece ese dinero. El escritor es un personaje sospechoso. No trabaja, gana dinero y puede ser recibido, si lo quiere, por un rey de Suecia. Eso ya es escandaloso. Si además rechaza el dinero que no ha merecido, es el colmo. Se considera natural que un banquero tenga dinero y no lo dé. Pero que un escritor pueda rechazarlo, eso no pasa.

Todo esto es el mundo del dinero y las relaciones con el dinero son siempre falsas. Rechazo 26 millones y me lo reprochan, pero al mismo tiempo me explican que mis libros se venderán más porque la gente va a decirse: «¿Quién es este atropellado que escupe sobre semejante suma?». Mi gesto va pues a reportarme dinero. Es absurdo pero no puedo hacer nada. La paradoja es que rechazando el premio no he hecho nada. Aceptándolo hubiera hecho algo, que me habría dejado recuperar por el sistema».

Explicación de Jean Paul Sartre al rechazar el Nobel de Literatura en 1964

Lamento profundamente el hecho que este incidente se haya convertido en algo así como un escándalo. Un premio me fue entregado, y yo lo rechacé. Esto sucedió enteramente porque no fui informado lo suficientemente pronto de lo que estaba pasando. Cuando leí en el Figaro littéraire del octubre 15, en la columna del corresponsal sueco, que la decisión de la academia sueca se dirigía hacia mí pero que no había sido aún determinada, supuse que al escribir una carta a la academia, la cual envíe el día siguiente, podría aclarar las cosas y no habría más discusión.

En ese momento no era consciente que el Premio Nobel se otorga sin consultar la opinión del destinatario, y creí que había tiempo para prevenir que eso sucediera. Pero ahora entiendo que una vez la Academia Sueca ha tomado la decisión no puede ser revocada posteriormente.

Mis razones para rechazar el premio no conciernen ni a la Academia Sueca ni al Premio Nobel en sí mismo, como expliqué en mi carta a la academia. En ella acudí a dos tipos de razones, personales y objetivas.

Las razones personales son estas: mi negativa no es un gesto impulsivo, siempre he declinado los honores oficiales. En 1945 cuando me ofrecieron la Legión de Honor, la rechacé aunque simpatizaba con el gobierno. De la misma manera, nunca he intentado entrar al Collège de France como muchos de mis amigos me sugirieron.

Esta actitud se basa en la concepción que tengo sobre la empresa del escritor. El escritor que adopta una posición política, social o literaria debe actuar únicamente con los medios que le son propios, es decir, la palabra escrita. Todos los honores que puede recibir expone a sus lectores a una presión que no considero deseable. Si me designo a mí mismo como Jean Paul Sartre no sería lo mismo si me designara Jean Paul Sartre, ganador del Premio Nobel.

El escritor que acepta un honor de esta clase se involucra a sí mismo con la asociación o institución que lo ha honrado. Mis simpatías por los revolucionarios venezolanos solo me comprometen a mí mismo, Mientras que si Jean Paul Sartre, ganador del Premio Nobel campeón de la resistencia venezolana, también compromete todo el Premio Nobel como su institución.

El escritor debe, por lo tanto, negarse a dejarse transformar en una institución, incluso si esto ocurre bajo las más honorables circunstancias, como es en el presente caso.

Esta actitud es, por supuesto, completamente mía, y no contiene críticas de aquellos que ya han sido galardonados con el premio. Yo tengo gran respeto y admiración por varios de los laureados que tengo el honor de conocer.

Mis razones objetivas son las siguientes: La única batalla posible hoy en el frente cultural es la batalla por la coexistencia pacífica de dos culturas, la de Oriente y la de Occidente. No me refiero a que deban abrazarse mutuamente; sé que la confrontación de estas dos culturas debe tomar necesariamente la forma de un conflicto, pero esta confrontación debe ocurrir entre hombres y entre culturas sin la intervención de las instituciones.

Yo mismo estoy profundamente afectado por la contradicción entre las dos culturas: estoy hecho a partir de tales contradicciones. Mis simpatías van innegablemente al socialismo y lo que es denominado el Bloque Oriental, pero nací y me crié en una familia burguesa y en una cultura burguesa. Esto me permite colaborar con todos aquellos que buscan acercar a las dos culturas. Sin embargo espero, por supuesto, que «el mejor hombre gane» es decir, el socialismo.

Es por eso que no puedo aceptar un honor otorgado por las autoridades culturales, más con las de occidente que las de oriente, incluso si simpatizo con su existencia. Aunque todas mis simpatías están del lado del socialismo. Por lo tanto, to sería incapaz de aceptar, por ejemplo, el Premio Lenin, si alguien quisiera dármelo, que no es el caso.

Sé que el premio Nobel en sí mismo no es un premio literario del Bloque Occidental. pero es de lo que está hecho, además pueden ocurrir eventos que están por fuera de los terrenos de los miembros de la academia sueca. Esta es la razón por la cual, en la presente situación, el Premio Nobel se mantiene objetivamente como una distinción reservada para los escritores de Occidente o los rebeldes de Oriente. No ha sido otorgado, por ejemplo, a Neruda, quien es uno de los más grandes poetas latinoamericanos. Nunca ha habido una cuestión seria de dárselo a Louis Aragón quien ciertamente se lo merece. Es lamentable que el premio haya sido entregado a Pasternak y no a Sholokov, y que la única obra honrada de la Unión Soviética debiera ser publicada en el extranjero y censurada en su propio país. Se pudo haber logrado cierto equilibrio gracias a un gesto similar en la otra dirección. Durante la guerra en Argelia, cuando firmamos la declaración de los 121, debí haber aceptado el premio con gratitud porque no me hubiera honrado únicamente a mi, sino también la libertad por la cual estábamos luchando. Pero las cosas no ocurrieron de esa manera, y solo al terminar la batalla el premio me ha sido otorgado.

Al discutir los motivos de la Academia Sueca, se ha hecho mención de la libertad, una palabra que sugiere muchas interpretaciones. En occidente solo se entiende una libertad general: personalmente, me refiero a una libertad más concreta que consiste en el derecho de tener más de un par de zapatos y comer lo suficiente. Me parece menos peligroso declinar el premio que aceptarlo. Si lo acepto, me ofrezco a lo que llamaré «una rehabilitación objetiva». de acuerdo con el articulo del Figaro littéraire «no se celebrará contra mí un controversial pasado político». Sé que este artículo no expresa la opinión de la Academia, pero muestra claramente como la aceptación del premio podría ser interpretada por ciertos círculos de derecha. Considero que este «controversial pasado político» sigue siendo válido, incluso si estoy muy preparado para reconocer a mis camaradas ciertos errores pasados.

No quiero decir que el Premio Nobel es un premio burgués, pero tal es la interpretación burguesa que inevitablemente se daría en ciertos círculos con los que estoy muy familiarizado.

Por último, he llegado a la cuestión del dinero: es una carga muy pesada la que la Academia impone sobre el laureado acompañando su homenaje con una enorme suma, y este problema me tortura. Cualquiera que acepte el dinero del premio puede apoyar organizaciones o movimientos que uno considere importantes: mis propios pensamientos fueron al comité del Apartheid en Londres. O bien uno declina el premio con principios generosos, y por lo tanto priva al movimiento de de tal apoyo que tanto se necesita. Pero creo que esto no es un problema real. Obvio renuncio a 250,000 coronas porque no deseo ser institucionalizado ni en occidente ni en oriente. Pero no se puede pedir, por otra parte, que renuncie por 250,000 coronas a principios que no son propios, sino que compartimos con todos los camaradas.

Esta es la razón que ha hecho tan doloroso para mi tanto la concesión del premio como el rechazo que estoy obligado a hacer.

Deseo terminar esta declaración con un mensaje de sentimiento de camaradería para el público sueco.

Fuente: www.ersilias.com