Este singular mosaico de la era soviética se aleja, sorprendentemente, del ámbito del realismo socialista tradicional. Se encuentra situado en la entrada a uno de los edificios del campus de la Universidad Nacional.
En la composición, una mujer alegórica une dos grupos de figuras: la de la izquierda, con sombreros tradicionales, simboliza el pasado, mientras que la de la derecha, ondeando una bandera roja, representa al pueblo soviético kirguís. Los patrones en espiral y los colores vibrantes crean un flujo visual que guía al espectador de izquierda a derecha, del pasado al presente comunista. Esta evolución ilustra la continuidad, el progreso y la prosperidad prometidas bajo la influencia socialista. La mujer parece liderar el camino. Fue creada en 1978 por Satar Aitiev, un artista distinguido, monumentalista y pintor.
El mosaico se complementa con una serie de obras más pequeñas a ambos lados del panel principal. Son fáciles de pasar por alto, están ocultas detrás de los árboles y su color se desvanece. Todas están hechas de esmalte , un tipo especial de vidrio de cobalto procedente del Báltico.
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