Desde que tomó el poder en nuestra patria, Siria, el 8 de diciembre de 2024, como resultado de un ataque militar totalmente apoyado por las potencias coloniales que son miembros de la agresiva OTAN, la camarilla oscura ha comenzado a restringir los derechos sociales del pueblo. Decenas de miles de trabajadores del Estado y del sector público han sido despedidos y muchos de estos establecimientos han sido liquidados, lo que empeora aún más la situación económica y social. Además, está aumentando la discriminación entre los ciudadanos en función de sus creencias y afiliaciones. Se han producido y se siguen produciendo secuestros y asesinatos, así como robos, saqueos y extorsiones.
El 29 de enero de 2025, los rasgos de la tiranía política de los oscurantistas comenzaron a cristalizar más claramente. Ese día se realizó una reunión ampliada de los líderes de los grupos armados que se habían apoderado de la mayor parte del país por casualidad histórica, sin contar con más cualificaciones que el poder de las armas.
En esta reunión se acordó establecer el estilo autoritario de gobierno en el país. A una persona se le otorgaron plenos poderes ejecutivos y legislativos para gobernar el estado. Esto supone poner de relieve un régimen dictatorial flagrante bajo el mandato turco. Vale la pena mencionar que este peligroso paso fue precedido por numerosas reuniones con representantes de centros imperialistas y regímenes árabes reaccionarios, además de la presencia permanente del guardián turco, lo que indica que esta transformación se produjo con la bendición de estos círculos. Todas las promesas de lograr libertades democráticas y de tomar medidas en esa dirección han sido arrojadas a la basura. Siria se ha quedado sin constitución para el país, controlada por los caprichos de los oscurantistas y los intereses de los poderes que están detrás de ellos. Cabe señalar que la Constitución de 2012, que fue derogada, no contiene ninguna referencia al partido gobernante, pero estipula derechos sociales generales. Por lo tanto, esta constitución fue considerada un obstáculo en el camino de transformar nuestro país en un refugio para los fuerzas reaccionarias oscuras y sus amos. El colonizador turco quiere llevar a cabo en Siria transformaciones extremistas y oscuras que no puede llevar a cabo en su propio país.
La desafortunada reunión del 29 de enero también decidió disolver varios partidos nacionales, incluido el Partido Comunista Sirio. Vemos esta medida como un primer paso, al que seguirán otros pasos para restringir todas las verdaderas fuerzas nacionales y democráticas.
El Partido Comunista Sirio, que tiene más de cien años de existencia, durante los cuales ha luchado en diversas circunstancias, no se someterá a esta injusta decisión de disolverlo. Continuará su lucha para defender los derechos de las masas y restaurar la independencia y la soberanía de la patria. Nosotros, los comunistas sirios, no tememos la opresión ni la persecución, y nuestra historia es testimonio de ello. El pueblo sirio nos conoce por nuestra firmeza en los principios y nuestra integridad al servir al pueblo.
En esta etapa crítica, vemos que una de nuestras primeras tareas es trabajar para unificar las filas de todas las buenas fuerzas de nuestro país, independientemente de sus afiliaciones, para enfrentar la tiranía y la opresión oscura.
¡Juntos en la lucha por una patria libre y un pueblo feliz!
30 de enero de 2025. Comité Central del Partido Comunista Sirio
Fuente: Solidnet.
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