domingo, 16 de diciembre de 2018

"COMBATE EN LA CALLE ROHAN EL 29 DE JULIO DE 1830", DE HIPPOLYTE LECOMTE


Combate en la calle Rohan el 29 de julio de 1830
Hippolyte Lecomte
43 x 60 cm
Oleo sobre lienzo
1831
Museo Carnavalet, París

El Congreso de Viena había restaurado a los Borbones en Francia en la persona de Luis XVIII, que gobierna mediante una Carta otorgada. Pero su hermano y sucesor, Carlos X, más autoritario, pretende restringir las concesiones de la Carta otorgada y en julio de 1830 firma para ello las «Cuatro Ordenanzas» antiliberales por las que suspende la libertad de prensa, disuelve la Cámara recién elegida y modifica la ley electoral excluyendo a comerciantes e industriales.

Con la libertad de expresión que queda restringida y la prensa controlada por el Gobierno, el periódico Le National encabezó la protesta, con un manifiesto por el que 44 periodistas se negaban a aceptar el control de la prensa y la disolución de la Cámara. El descontento general estalla en las «Tres Jornadas Gloriosas» los días 27, 28 y 29 de julio, con barricadas en las calles de París y con la petición de instaurar la República. En las barricadas se atrincheran estudiantes, obreros y algunos diputados, el ejército se niega a disparar contra la población civil. El Antiguo Régimen es derribado y el rey parte hacia el exilio. Es entonces cuando la alta burguesía, para quien República es sinónimo de terror, da marcha atrás y propone a la Asamblea a Luis Felipe, duque de Orleans, que es nombrado rey de los franceses.

Se restaura en Francia la monarquía parlamentaria, Luis Felipe es rey por expreso deseo de la nación, y acepta plenamente todas las ideas del liberalismo político. En esa línea se produce la ampliación de la Carta Otorgada que desemboca en la Constitución de 1830, en ella se reconoce la libertad de prensa y se amplía el número de ciudadanos con derecho a voto. La alta burguesía controla el poder, ha colocado al rey en su puesto y ha dispuesto un sufragio más ampliado pero aún censitario, lo que le proporciona el control del parlamento.

Durante dos años, Francia sigue una orientación revolucionaria, apoyándose en otros procesos similares que ocurrían en otros países y con medidas radicales en el interior.

Sin embargo, la crisis económica continuaba agravada por la misma revolución. El hundimiento de la economía, el desorden en los campos y la epidemia de cólera contribuyeron al gran pánico de 1832. Esto causó la aparición de gobiernos más conservadores, que inician la represión contra la prensa, proclaman el estado de sitio en París y señalan al progresivo distanciamiento del régimen de Luis Fe­lipe respecto a la revolución.

Fuente: Apuntes de Historia Universal

1 comentario:

Unknown dijo...

Me chupas el pito de 200cm papi