La “Sinfonía do Trabalho" compuesta en 1939 se estrenó en 1956 interpretada por la Osquestra Sinfónica da Rádio MEC dirigida por el propio compositor. También fue dirigida por Arturo Toscanini sin conocer su fecha. Está orquestada para madera por triplicado, cuatro trompas, tres trompetas, tres trombones, tuba, percusión, piano, celesta, dos arpas y cuerda.
Escrita a partir de un guion de Mário de Andrade el título original según el compositor explicó era Sinfonía Proletária, pero para evitar malentendidos lo cambió por el actual título. Su argumento dialoga con la ideología nacionalista, resultado de la creación compartida entre Francisco Mignone y Mário de Andrade.
Se observa una fuerte influencia extra musical de su amigo y también músico Mário de Andrade. Es evidente en la obra sinfónica los lazos de afinidad entre el nacionalismo y la doctrina del realismo difundida por el Partido Comunista Brasileño.
Inspirada en las escenas cotidianas de los trabajadores en el campo y la ciudad, la palabra Sinfonía no parece representar bien los aspectos formales de la obra. Se parece más a un poema sinfónico como observa el compositor en el prefacio de la partitura. Es una sinfonía por su forma, estructurada en cuatro movimientos. El indicar en el prólogo que se trataba de un poema sinfónico es reconocer que su obra había tomado un rumbo más bien programático.
La sección de cuerda se mantiene con una escritura muy tradicional, pero adquiere un nuevo significado cuando toma un aspecto más rítmico, que combinado con la dinámica aguda muestra un efecto más dramático.
Mário de Andrade había señalado la importancia de las maderas desde el punto de vista antropológico: Algo que era naturalmente propio por las condiciones climáticas y la sangre amerindia asimilada
El uso de las maderas se evoca en el sentido de crear ambientes y la función base armónica aparece diluida. En la escritura de Mignone, también puede haber una cierta preferencia por los ritmos obsesivos. El uso de la percusión es bastante predecible, coloreando algunos pasajes y enfatizando algunos acentos, mostrando algunas paletas rítmicas brasileñas.
Su trabajo defiende el ideal socialista, así como el pragmatismo marxista: en la valorización del trabajo, luchas de clases y la contribución de la población con sus tradiciones. En cierto modo, abandonó el folclorismo para tratar con la pluralidad a través del hombre y su hacer social. Sería un error acusarlo, sin tener en cuenta también aspectos emocionales presentes en su escritura musical. Él mismo reconoce la diversidad que lleva consigo y el hibridismo musical que muestran sus obras, sobre todo, la vida cultural doméstica, la relación con su padre y los tiempos que pasó en Europa.
El primer movimiento lleva el título, O canto da máquina. Música que sugiere el ritmo de las máquinas mediante elementos rítmicos repetitivos, pero además introduce elementos melódicos típicamente brasileños. Mignone no propone un cambio efectivo de instrumentación en la orquesta introduciendo elementos folclóricos, sino más bien una transposición de la técnica. Sirve como ejemplo la particella de los primeros y segundos violines, indicando que el instrumentista debe poner el instrumento en la posición de la guitarra y esecutar [sic] con los cuatro dedos, al mismo tiempo, arriba y abajo.
El segundo movimiento, O canto da família, corresponde al movimiento lento pero por motivos expresivos lo modifica al estilo de un poema sinfónico. Presenta un apacible tema melódico que sugiere el descanso familiar Pero pronto el ritmo se anima apareciendo una marcha rancho y una samba bastante desdibujada indicando también que existe tiempo para la diversión.
El tercer movimiento, O canto do homem forte, sigue sin pausa con el anterior mediante un tema melódico de carácter popular expresando la fuerza de voluntad del trabajador.
El cuarto movimiento, O canto do trabalho fecundo,. enlaza sin transición con el movimiento anterior mediante un solo del piano, seguido por una especie de himno triunfal ensalzando el trabajo bien hecho.
Una sinfonía que hubiera sido del gusto de los gobernantes de la época soviética, por la exaltación de los valores sociales empleando una música de carácter melódico. Una muestra del realismo soviético en este caso brasileño.
Fuente: Historia de la Sinfonía
No hay comentarios:
Publicar un comentario