El cuadro Manifestación del primero de mayo en la fábrica de Putilov fue pintado por Boris Mikhailovich Kustodiev y muestra una escena vibrante y colorida de trabajadores manifestándose en la fábrica de Putilov en San Petersburgo. La obra refleja la lucha obrera y la importancia del Día Internacional de los Trabajadores.
La composición del cuadro destaca por sus tonos cálidos y la representación detallada de multitudes en movimiento, con banderas rojas alzadas y consignas de protesta. Kustodiev logra capturar la energía y el fervor de la manifestación a través de su estilo pictórico único, que combina elementos realistas con pinceladas expresionistas.
La obra se ha convertido en un símbolo del movimiento obrero y ha sido interpretada de diversas formas a lo largo de la historia del arte, destacando por su mensaje político y social sobre la lucha por los derechos laborales y la igualdad de clases.
La fábrica fue construida en virtud de un real decreto del emperador Pablo I el 28 de febrero de 1801 para la fabricación de herrajes con destino a Kronstadt. La primera bala de cañón se terminó el 3 de abril de 1801. En 1844 se inauguró una vía de ferrocarril que llegaba hasta la planta.
Entre 1868 y 1880, la industria pasó a ser propiedad del empresario ruso Nikolái Putílov, que fue quien le dio el nombre de "Putílov" a las instalaciones. Durante este periodo la planta se amplió para que pudiera acoger nuevas actividades industriales, como altos hornos, laminado y fabricación de acero o fundición de hierro para hacer vagones de ferrocarril. En la década de 1880, la fábrica empezó la construcción de destructores y cañones navales para barcos de guerra. En 1894 empezaría la producción de locomotoras de vapor. Así, en 1900 la fábrica Putílov era la mayor productora industrial de todo el Imperio Ruso y la tercera de Europa Occidental, solo superada por las del gigante metalúrgico Krupp en Alemania y las de Armstrong en Inglaterra.
En enero de 1905 los obreros de la fábrica Putílov se declararon en huelga por el despido improcedente de cuatro trabajadores. Fue entonces cuando se formó la "Asamblea de trabajadores fabriles rusos de San Petersburgo", dirigida por el sacerdote Gueorgui Gapón. La dirección de la empresa se negó a atender la reivindicaciones obreras. Mientras, la huelga ya se había extendido a otras ciudades rusas. Los obreros con sus familias marcharon al Palacio de Invierno para llevar en persona al zar sus reivindicaciones y pedirle unas condiciones de trabajo dignas:
Señor, nosotros, obreros, vecinos de Petersburgo, acudimos a Ti. Somos unos esclavos desgraciados y escarnecidos; el despotismo y la arbitrariedad nos aplastan.Fragmento de una de las cartas llevadas por los obreros al Zar
Lejos de atender sus peticiones, el gran duque Vladímir Aleksándrovich (que se encontraba remplazando a Nicolás II) ordenó disparar y disolver a los manifestantes; este evento sería conocido como Domingo Sangriento y sería el inicio de la Revolución rusa de 1905.
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