Jaroslav Hasek como comisario del Ejército Rojo
Apuntes biográficos sobre Jaroslav Hašek
Jaroslav Hašek, probablemente el escritor más famoso de las letras checas, gracias, esencialmente, a su novela Osudy dobrého vojáka Švejka za světové války (1921-1923, Las maravillosas aventuras del buen soldado Švejk durante la Guerra Mundial), fue un autor tremendamente prolífico a pesar de su pronta muerte a la edad de 39 años. Así lo atestiguan las cerca de 1500 historias, bocetos y artículos que escribió. Su excepcional capacidad fabuladora estaba estrechamente ligada a su estilo de vida. Bohemio (en el doble sentido de la palabra1) empedernido, era un habitual de las tabernas de la capital checa. Borracho y alborotador, epítetos que se ganó a pulso, son sólo dos de los rasgos más referidos a la hora de trazar su semblanza.
Jaroslav Hašek nació en Praga en 1883, hijo del profesor de enseñanzas medias Josef Hašek. En 1896, tras la prematura muerte del padre a causa de su alcoholismo, Jaroslav se vio obligado a abandonar el instituto e inició una formación profesional en la droguería Kokoška de Praga, un episodio, como tantos otros de la biografía del autor, que quedó reflejado no sólo en su obra maestra, sino también en una colección de historias sobre una antigua droguería. Apenas un año duró en su puesto de aprendiz hasta que lo despidió su jefe. Después ingreso en la Academia Comercial, que concluyó con éxito a los tres años. A los 17 comenzó a publicar sus primeros escritos, en su mayoría en el periódico Národní listy, uno de los diarios más influyentes y de mayor tirada durante el periodo del Imperio austro-húngaro y de la Primera República checoslovaca. Obtuvo un puesto de trabajo en el banco Slavia, pero al año fue despedido por haber encadenado una serie de ausencias injustificadas. A partir de ese momento se dedicó a escribir, si bien apenas podía mantenerse con los textos que conseguía publicar.
Otro rasgo destacado fue su militancia política. Años antes de unirse al movimiento anarquista (1906), Hašek ya había mostrado desde joven su rechazo al statu quo de la pertenencia de su patria al Imperio austrohúngaro:
As a schoolboy he had taken part in the anti-German riots in Prague in 1897, tearing down proclamations of martial law, damaging emblems of the Austro-Hungarian monarchy, breaking windows of government offices and joyfully helping to set fire to the yard of a Prague German
Las peculiaridades del carácter y comportamiento de Hašek se vieron, asimismo, reflejadas en un curioso viaje «de formación» por Centroeuropa en el que se embarcó en lo sucesivo:
A menudo, lo detenían por alborotador y borracho, de manera que decidió irse de viaje por Europa Central y los Balcanes, básicamente a pie porque no tenía dinero. Mientras vagabundeaba aprendió alemán, francés, húngaro y, más tarde, también ruso.
En 1907 se convirtió en editor de la revista anarquista Komuna. Sin embargo, su deseo de unirse sentimentalmente a Jarmila Mayerová, una joven praguense que había conocido en 1906, le obligaron a llevar una vida más ordenada y abandonar el anarquismo. Aumentó considerablemente su producción literaria, publicando 64 cuentos en 1909 y llegando a 75 en 1910 para demostrar a sus futuros suegros que podía mantener a la familia. La mayoría de estos cuentos vieron la luz en Karikatury, una revista humorística editada por su amigo Josef Lada, el futuro ilustrador de su famosa novela, a quien había conocido dos años antes. Consiguió el puesto de editor de la revista El mundo de los animales y se casó con su amada. Pero pronto se cansó del aburguesamiento que suponía el matrimonio y volvió a las andadas. Al poco tiempo de iniciar su labor como editor de la revista dedicada a la fauna, comenzó a inventarse animales, asignaba cualidades absurdas a animales existentes y mantenía disputas científicas con reconocidos expertos sobre este tema. Tuvo que abandonar su puesto tras haber dañado seriamente la reputación de la revista. Nuevamente se trata de un capítulo de su vida que elaborará literariamente en la novela: en concreto, le asigna esa faceta de su biografía al personaje de Marek, el voluntario de un año y alter ego de Hašek en la ficción, junto con el personaje de Švejk.
En 1911 publicó en Karikatury las primeras historias sobre la figura literaria que le daría fama mundial. Al año siguiente vio la luz la colección de cuentos El buen soldado Švejk y otras historias extrañas. Aún en estado embrionario, presenta ya rasgos que caracterizarían la futura figura novelada. Su vuelta a los comportamientos anteriores a su relación con Jarmila, llevaron a Hašek a proseguir con sus embustes y bromas, a menudo, pesadas. Así un buen día fingió su propio suicidio al tirarse del puente de Carlos en el punto en el que San Juan Nepomuceno fue arrojado al Moldava en 1393. Como consecuencia, la policía lo llevó a un sanatorio para enfermos mentales, otro episodio que reelaboraría en la ficción. En esta misma línea se sitúa la creación de su propio ‘Instituto Cynológico’ (Kynologický ústav), nombre pomposo que asignó a su negocio dedicado a la venta de perros, supuestamente de pura raza, pero que resultaban ser chuchos callejeros; o la fundación del ‘Partido Progresista Moderado dentro del Marco de la Ley’, una farsa destinada a criticar el sistema político del Impero austrohúngaro en un momento de gran tensión debido a la pujanza de los movimientos nacionalistas. La fuerte impronta autobiográfica que lleva la novela se percibe ya desde los primeros compases, cuando el narrador nos presenta al protagonista, Josef Švejk, como vendedor farsante de perros: «-Así que nos han matado a Fernando –dijo el ama al señor Švejk que, una vez declarado idiota por la comisión médica militar, había abandonado el servicio y vivía de la venta de perros, unos horribles monstruos híbridos para los cuales inventaba falsas genealogías».
En 1912 nace su hijo Richard y se produce la ruptura definitiva del matrimonio con Jarmila. Después no se le conoce residencia habitual y suele vivir en casa de amigos (durante un tiempo con Lada). En 1915, con la guerra ya en curso, se adelantó al más que probable llamamiento a filas y se hizo voluntario de un año (otro de los rasgos autobiográficos conferidos, en este caso, a Marek). Fue incorporado al regimiento 91, estacionado en Česke Budějovice (el mismo al que pertenecería Švejk). El recorrido que realizó el autor con su regimiento hasta el frente en Galitzia se reproduce de forma exacta en la novela. El 23 de septiembre de 1915, Hašek se dejó capturar por los rusos y pasó por dos campos de prisioneros de guerra. Cuando en 1916 se le brindó la ocasión de formar parte de la Legión Checoslovaca, una unidad militar de reciente creación, la aprovechó. Sus capacidades escritoras sirvieron para que fuese empleado en labores periodísticas y propagandísticas. En su tiempo libre trabajaba en la edición de la revista Cechoslovan y comenzó a escribir una segunda colección de historias sobre su personaje más famoso, titulada El buen soldado Švejk en captividad, publicada en 1917 en Kiev en formato libro. En 1918 se incorporó al Ejército Rojo y se convirtió en miembro del partido bolchevique. Con el triunfo final de los bolcheviques, Hašek logró hacer carrera y convertirse en Comisario comunista. Por presiones de sus superiores, dejó de beber y comenzó a llevar una vida ordenada. En 1920 aprovechó la invitación por parte del Partido Socialdemócrata de Checoslovaquia para regresar a Praga, junto con su esposa rusa (se había vuelto a casar a pesar de no estar oficialmente divorciado de su primera esposa). Los problemas con los que se encontró fueron múltiples: se le consideraba un traidor (por su deserción del ejército autro-húngaro), bígamo y, además, un bolchevique. El oscuro panorama laboral le llevó a emprender a principios de 1921 por primera vez la escritura de una novela. Se retiró al campo, a la localidad de Lipnice, para poder centrarse en su labor escritora. Tuvo que publicar en autoedición el primer volumen por la ausencia de interés de las editoriales. Él mismo vendía su texto por fascículos. Gracias al éxito de venta de esa primera parte, consiguió un contrato para el resto del libro. Sin embargo, no pudo concluir su plan inicial de escribir 6 volúmenes porque murió prematuramente a causa de los problemas de salud provocados por sus excesos con la bebida y los efectos negativos de la prisión en Rusia.
Fuente: Juan Antonio Albaladejo-Martínez
Jaroslav Hasek en 1920
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