"DEFENSA DE VIOLETA PARRA", DE NICANOR PARRA, EN EL 105 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE LA CANTAUTORA CHILENA
Poema escrito por Nicanor Parra reivindicando a su hermana Violeta.
Publicado por primera vez en 1958, contaba con 16 estrofas. Tras la
muerte de Violeta, es publicada una segunda versión, la cual contiene 31
estrofas en 1969.
Voz de Nicanor, con musicalización de Violeta. Imágenes del documental
"Violeta Parra. Bordadora Chilena" y de la "Primera exposición de
Violeta en el Museo de Louvre".
DEFENSA DE VIOLETA PARRA
Dulce vecina de la verde selva
Huésped eterna del abril florido
Grande enemiga de la zarzamora
Violeta Parra
Jardinera
locera
costurera
Bailarina del agua transparente
Árbol lleno de pájaros cantores
Violeta Parra
Has recorrido toda la comarca
Desenterrando cántaros de greda
Y liberando pájaros cautivos
Entre las ramas
Preocupada siempre de los otros
Cuando no del sobrino
de la tía
Cuándo vas a acordarte de ti misma
Viola piadosa
Tu dolor es un círculo infinito
Que no comienza ni termina nunca
Pero tú te sobrepones a todo
Viola admirable
Cuando se trata de bailar la cueca
De tu guitarra no se libra nadie
Hasta los muertos salen a bailar
Cueca valseada
Cueca de la Batalla de Maipú
Cueca del Hundimiento del Angamos
Cueca del Terremoto de Chillán
Todas las cosas
Ni bandurria
ni tenca
ni zorzal
Ni codorniza libre ni cautiva
Tú
solamente tú
tres veces tú
Ave del paraíso terrenal
Charagüilla gaviota de agua dulce
Todos los adjetivos se hacen pocos
Todos los sustantivos se hacen pocos
Para nombrarte
Poesía
pintura
agricultura
Todo lo haces a las mil maravillas
Sin el menor esfuerzo
Como quien se bebe una copa de vino
Pero los secretarios no te quieren
Y te cierran la puerta de tu casa
Y te declaran la guerra a muerte
Viola doliente
Porque tú no te vistes de payaso
Porque tú no te compras ni te vendes
Porque hablas la lengua de la tierra
Viola chilensis
¡Porque tú los aclaras en el acto!
Cómo van a quererte
me pregunto
Cuando son unos tristes funcionarios
Grises como las piedras del desierto
¿No te parece?
En cambio tú
Violeta de los Andes
Flor de la cordillera de la costa
Eres un manantial inagotable
De vida humana
Tu corazón se abre cuando quiere
Tu voluntad se cierra cuando quiere
Y tu salud navega cuando quiere
Aguas arriba!
Basta que tú los llames por sus nombres
Para que los colores y las formas
Se levanten y anden como Lázaro
En cuerpo y alma
¡Nadie puede quejarse cuando tú
Cantas a media voz o cuando gritas
Como si te estuvieran degollando
Viola volcánica!
Lo que tiene que hacer el auditor
Es guardar un silencio religioso
Porque tu canto sabe adónde va
Perfectamente
Rayos son los que salen de tu voz
Hacia los cuatro puntos cardinales
Vendimiadora ardiente de ojos negros
Violeta Parra
Se te acusa de esto y de lo otro
Yo te conozco y digo quién eres
¡Oh corderillo disfrazado de lobo!
Violeta Parra
Yo te conozco bien
hermana vieja
Norte y sur del país atormentado
Valparaíso hundido para arriba
¡Isla de Pascua!
Sacristana cuyaca de Andacollo
Tejedora a palillo y a bolillo
Arregladora vieja de angelitos
Violeta Parra
Los veteranos del setenta y nueve
Lloran cuando te oyen sollozar
En el abismo de la noche oscura
¡Lámpara a sangre!
Cocinera
niñera
lavandera
Niña de mano
todos los oficios
Todos los arreboles del crepúsculo
Viola funebris
Yo no sé qué decir en esta hora
La cabeza me da vueltas y vueltas
Como si hubiera bebido cicuta
Hermana mía
Dónde voy a encontrar otra Violeta
Aunque recorra campos y ciudades
O me quede sentado en el jardín
Como un inválido
Tu delantal estampado de maqui
¡Río Cautín!
¡Lautaro!
¡Villa Alegre!
¡Año mil novecientos veintisiete
Violeta Parra!
Pero yo no confío en las palabras
¿Por qué no te levantas de la tumba
A cantar
a bailar
a navegar
En tu guitarra?
Cántame una canción inolvidable
Una canción que no termine nunca
Una canción no más
una canción
Es lo que pido
Qué te cuesta mujer árbol florido
Álzate en cuerpo y alma del sepulcro
Y haz estallar las piedras con tu voz
Violeta Parra
Esto es lo que quería decirte
Continúa tejiendo tus alambres
Tus ponchos araucanos
Tus cantaritos de Quinchamalí
Continúa puliendo noche y día
Tus toromiros de madera sagrada
Sin aflicción
sin lágrimas inútiles
O si quieres con lágrimas ardientes
Y recuerda que eres
Un corderillo disfrazado de lobo
De Obra gruesa, 1969
"Defensa de Violeta Parra", de Nicanor Parra
El
pasado 4 de octubre se cumplieron cien años del nacimiento de Violeta
Parra (1917-1967), cantautora, pintora, escultora y ceramista chilena,
considerada una de las más importantes folcloristas de América del Sur y
gran divulgadora de la música popular de su país. Por esta razón, no
podíamos terminar el año sin recordar su figura y rendirle nuestro
pequeño homenaje mediante la selección del poema "Defensa de Violeta
Parra", escrito por su hermano mayor, el antipoeta Nicanor Parra*.
La versión de "Defensa de Violeta Parra" incluida en Obra gruesa
es la segunda del poema de Nicolás Parra. Con el poema original,
formado por dieciséis estrofas e incluido en el volumen recopilatorio
titulado La cueca larga (1958), el poeta pretendía, como indica
su título, hacer una defensa de su hermana Violeta, pues consideraba que
no había recibido el reconocimiento ni la ayuda que merecía en su afán
de descubrir y difundir las expresiones más auténticas de la cultura
chilena. La segunda versión, mucho más extensa (31 estrofas), se
transforma en una elegía tras la muerte de su hermana el 5 de febrero de
1967.
Elvira
Santana Dubreuil ("Entre la tradición y la antiposesía: Defensa de
Violeta Parra"), para quien el poema es una "elegía antipoética",
descubre identidades textuales entre los dos primeros versos del poema y
el comienzo de la oda "Al céfiro" del poeta español Esteban Manuel de
Villegas (1589-1669), en cuyos versos iniciales leemos: "Dulce vecino de
la verde selva, /huésped eterno del abril florido". Observa, además, la
asimilación del modelo estrófico de la citada oda (la estrofa sáfica),
con algunas modificaciones.
La
estrofa sáfica o sáfico adánica (cuyo origen se remonta al siglo VI a.
C. en la isla griega de Lesbos, donde vivió Safo, quien le dio nombre)
consta, según Navarro Tomás, de cuatro versos sueltos, los tres
primeros endecasílabos sáficos (con acentos en 4ª, 6ª u 8ª y 10ª) y el
cuarto pentasílabo dactílico, llamado generalmente "adónico". Como
observa Elvira Santana, la estructura tradicional de la estrofa sáfica
se encuentra "desplazada, fragmentada y diseminada" en algunas de las
estrofas del poema de Nicanor Parra. Al esquema métrico tradicional se
adscriben 18 de las 31 estrofas, pero la puntuación se ha suprimido
totalmente y en 13 estrofas los endecasílabos sáficos "se han
fragmentado y diseminado en diferentes tipos de líneas versales,
predominantemente escalonados". Y, en cuanto a la estrofa final, cuenta
con once líneas poéticas de versos de diferentes medidas, con predominio
de los endecasílabos sáficos, uno de los cuales se encuentra
fragmentado en dos líneas. El
poema se adscribe a la antipoesía ya que cuenta con algunos de los
rasgos propios de esta estética, según ha señalado Elvira Santana:
En
síntesis, las estructuras formales de "Defensa de Violeta Parra" se
ciñen a la estética de la antipoesía, si bien no están presentes el
humor y la ironía, debido al tema que la motiva, pero es posible
encontrar las otras formas antipoéticas como: mezcla del lenguaje lírico
con el cotidiano, distanciamiento, limitado por el tema que involucra
emocionalmente al hablante; narración o testimonio del ser de Violeta;
prosaísmo manifiesto en algunos casos con giros del habla coloquial o
lugares comunes; léxico que apunta a realidades ontológicas y,
finalmente, imágenes escuetas como representaciones plásticas o hechos
puntuales de la realidad carentes de complejidad semántica.
No obstante, en opinión de Santana, la mayor innovación reside en su métrica, un nuevo elemento antipoético: la antimétrica, resultante de la descomposición de un modelo consagrado por la tradición, originandouna nueva estructura versal. El "gran desendecasilabador" que es Nicanor Parra (así se proclama en uno de sus Artefactos) ha desestructurado los endecasílabos sáficos, creando una nueva estrofa de raíz sáfica.
1 comentario:
Mujer inolvidable. Decir Violeta Parra es decir Nuestra América, y viceversa.
Gracias por esta emotiva entrega.
Salud y comunismo.
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