miércoles, 19 de enero de 2022

90 AÑOS DEL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR A LOS SOLDADOS DEL EJÉRCITO


MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR A LOS SOLDADOS DEL EJÉRCITO

San Salvador, enero 20 de 1932.

Camaradas:

El Comité Central del Partido Comunista se dirige a ustedes en los momentos
en que las clases trabajadoras de la república comienzan la lucha armada por
conquistar el poder, que emplearán para libertarse y libertar a ustedes del yugo
del capital y de los grandes dueños de tierras, que hoy están condenando al
hambre a muchísimas familias trabajadoras en fábricas, ferrocarriles, talleres,
fincas, haciendas y demás empresas capitalistas con salarios tan bajos que no
alcanzan a remediar la miseria de todos los que producimos las riquezas.

Ustedes mismos conocen las matanzas que los gobiernos de Romero Bosque,
Araujo y Martínez, de acuerdo con los ricos y el imperialismo han hecho en los
trabajadores de Santa Tecla, Sansonate y Zaragoza y últimamente, el 5 de
este mes, en el cantón Santa Rita, jurisdicción de Atiquizaya. Ustedes conocen
también que las huelgas que declaramos los trabajadores tienen por objeto
obligar a los ricos a que nos aumenten los jornales, pues no podemos vivir con
los mismos pagos que siempre y ahora son miserables. Los ricos y el gobierno
actual no quieren que los trabajadores organizados reclamemos derechos y
por eso han matado y matan, han puesto presos y ponen todavía a cientos de
trabajadores a quienes están mandando a la carretera de Cojutepeque a pesar
de que las huelgas se hacen en la forma más ordenada.

Este Comité Central ha guiado a los trabajadores en las elecciones
municipales y de diputados. En todas las ciudades, villas y pueblos, todo el
mundo se ha dado cuenta de que el Partido Comunista es el más grande de
todos, habiendo obtenido mayoría de votos, como los mismos diarios de la
clase rica lo han dicho; pero a pesar de esa mayoría el gobierno de Martínez,
que es el criado de los ricos, no ha permitido que los trabajadores lleguemos a
ocupar las alcaldías, ni puestos de diputados en la Asamblea Nacional.
Comprenden los ricos y el gobierno que los trabajadores en esos puestos
hubiéramos favorecido a nuestra clase pobre, que toda la vida ha estado con
el yugo de la esclavitud.

Por estos motivos, el Comité Central del Partido Comunista tiene armados
para lanzarse con ellos a todos los obreros, obreras, campesinos y
campesinas para conquistar el poder y establecer un gobierno de obreros,
campesinos y soldados, quienes por medio de Consejos en que estén
representados los obreros, los campesinos y los soldados, tendrán toda la
fuerza para aplastar sin piedad a los ricos y a la burguesía en general, dando
las tierras a los campesinos y soldados y protegiendo a los campesinos pobres
que tienen su pedacito de tierra, puesto que nuestra lucha va contra los ricazos
que tienen grandes fincas y haciendas y no contra los que tienen un pedacito
apenas y no tienen ni siquiera donde morir.

El levantamiento armado de las masas obreras y campesinas, dirigido por este
Comité Central, debe encontrar en ustedes, camaradas soldados, toda la
ayuda, todo el apoyo que son ustedes capaces de prestar como hermanos
nuestros en la lucha a muerte contra los ricos explotadores, que son los
mismos que los tienen a ustedes ahí condenados a la disciplina dura del
cuartel, no pagándoles y ocupándolos solo para oprimir a la misma clase de
pobres a que ustedes también pertenecen.

En cuanto el movimiento armado comience, en cuanto las grandes masas de
trabajadores se levanten al grito de la revolución, deben ustedes nombrar
delegados que recibirán amplias instrucciones del Comité Central. Deben
nombrar Comités de Soldados entre ustedes mismos y a un soldado como
Comandante Rojo, quien de acuerdo con este Comité Central los dirigirá en el
movimiento. No deben disparar ni un solo tiro contra nosotros. ¡Viva el ejército
rojo! Viva el comité central del partido que es el jefe de la revolución proletaria!

¡Abajo los oficiales y jefes!

Fuente: El Sudamericano 

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