domingo, 7 de octubre de 2018

"MUJER DE LOS ESCOMBROS" (TRÜMMERFRAU), ESCULTURA DE WALTER REINHOLD


Mujer de los escombros
Walter Reinhold
1952
Bronce
Plaza del Ayuntamiento de Dresde

Las Trümmerfrauen, literalmente mujeres de los escombros, (del alemán Trümmer, escombros, y Frau, mujer) fueron las mujeres que, tras la II Guerra Mundial, se dedicaron a limpiar y a reconstruir las ciudades alemanas y austriacas mediante la reutilización de los escombros de los edificios bombardeados.

Las mujeres de los escombros tenían entre 15 y 50 años, ya que los mandos de las potencias ocupantes aliadas habían decidido que todas las mujeres de esa edad debían ocuparse del desescombro de las ciudades. Las estadísticas de población de 1945 muestran que había 7 millones más de mujeres que de hombres, por lo que entre las mujeres de los escombros abundaban viudas con uno o dos hijos. Durante la guerra, los bombardeos aliados destruyeron unos cuatro millones de viviendas y redujeron a escombros numerosas fábricas de Alemania. De acuerdo con las estimaciones, en Alemania había más 400 millones de metros cúbicos de escombros tras el final de la guerra. Las empresas que recibieron el encargo de eliminar los escombros de las ciudades alemanas dieron trabajo a las Trümmerfrauen como ayudantes de construcción, trabajadoras de los escombros o trabajadoras de evacuación.

El trabajo principal consistía en desmontar los restos de edificios, y se llevaba a cabo con cabestrantes manuales o picos. Rara vez se utilizaba tecnología más avanzada. Tras esto, había que desmontar los trozos de muro sin romper los ladrillos, para poder reutilizarlos en reparaciones y nuevas construcciones. Los ladrillos se transportaban a mano desde los las ruinas hasta la acera mediante una cadena humana. Allí se colocaban en soportes de madera o de otros materiales sólidos y se limpiaban de restos de mortero con una piqueta o alcotana. Después de esto, se apilaban los ladrillos limpios formando pilas de 200 ladrillos. Las mujeres transportaban los escombros en carretillas, carretas de caballos, ferrocarriles (conocidos como trümmerbahnen, los ferrocarriles de los escombros), camiones o vagonetas.

Además de las Trümmerfrauen profesionales, había muchas mujeres que trabajaban de manera voluntaria. Las mujeres de los escombros trabajaban bajo cualquier condición atmosférica, en grupos de entre 10 y 20 personas, conocidos como Kolonnen (columnas).

De los dieciséis millones de viviendas que había en Alemania, un 25 por ciento quedaron totalmente destruidas y otro 25 por cierto quedaron muy deterioradas. La mitad de los centros escolares quedaron inutilizables y un 40 por cierto de las vías de comunicación, inservibles.

En 1951, se fundó en la zona de ocupación soviética el Nationales Aufbauwerk, organismo que coordinaba el trabajo de las Trümmerfrauen.


Los méritos de las mujeres de los escombros se conmemoraron mediante actos solemnes, como la construcción de monumentos, la organización de exposiciones y de entregas de condecoraciones. Uno de los primeros homenajes que recibieron se dio con la introducción del marco en la República Federal de Alemania en 1949, y se encontraba en el diseño de las monedas de 50 céntimos. En ellas aparecía una reforestadora de robles, que deben ser recordadas tanto como las mujeres de los escombros.

En la RDA, donde se erigió el monumento de Walter Reinhold, se honró con el título de Activista de la Primera Hora a las mujeres de los escombros que consiguieron realizar varios cientos de apilamientos.

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