lunes, 3 de septiembre de 2018

EL MAUSELEO DE MAO ZEDONG


El Mausoleo de Mao (Maozhuxi Jinian Tang en chino) es el complejo funerario construido para albergar los restos del líder del Partido Comunista y máximo mandatario de la Républica Popular China, Mao Zedong. Las obras de este comenzaron el 24 de noviembre de 1976, unos meses después de la muerte del dictador, que falleció el 9 de septiembre de dicho año. Su inauguración tuvo lugar el 24 de noviembre de 1977, tan solo un año después.

El hecho de que fuera realizado por su sucesor a la cabeza del Partido Comunista Chino, no es aleatorio. Hua Guofeng no tenía la popularidad y el apoyo de Mao, por lo que se cree que esta magnánima obra se realizó con el objetivo de utilizar la imagen de Mao para promocionarse a sí mismo. No obstante, Hua Guofeng será apartado del poder en detrimento de Den Xiaoping y de otros miembros del partido.

El lugar elegido para erigir este complejo monumental fue la Plaza de Tiananmén (Puerta de la Paz Celestián), en Pekín, un sitio cargado de simbolismo por varios motivos. En primer lugar, está situado donde tiempo atrás se levantaba la Puerta de China, que constituía la entrada sur de la capital imperial cuando las dinastías Ming y Qing estuvieron en el poder. Además, para el maoísmo supone una importante plaza porque es donde, el 1 de octubre de 1949, el mismo Mao Zedong proclamó el nacimiento definitivo de la República Popular China.



También, la plaza de Tiananmén es célebre por ser uno de los lugares en los que se concentraron miles de guardias rojos durante el año 1966 cuando estaba teniendo lugar la llamada Revolución Cultural China, que enfrentó a Mao, con el apoyo de un sector importante del partido, así como de estudiantes y del resto de la población, contra una serie de intelectuales y políticos a los que consideraba que habían traicionado los principios del comunismo alineándose hacia una derecha procapitalista. Curiosamente, Liu Shaoqi, Peng Zeng y Deng Xiaoping, a los que se acusaba de virar hacía el capitalismo, fueron los que se hicieron con el poder tras la muerte de Mao.

En el extremo sur de dicha plaza, la más grande del mundo con unas medidas de 880 metros de norte a sur y 500 metros de este a oeste (400.000 metros cuadrados en total), también se encuentra un gigantesco obelisco llamado “Monumento a los Héroes del Pueblo”, erigido en honor a los caídos en la lucha revolucionaria e inaugurado en mayo de 1958.



Características del mausoleo

El proyecto fue supervisado en persona por Hua Guofeng, hombre de confianza de Mao y sucesor de este como cabeza del Partido Comunista Chino a la muerte del dictador. En la obra intervinieron más de 700.000 personas, tanto en su concepción como construcción, de todos los extremos de china e, incluso, ciudadanos de otros países. Muchos de estos prestaron su mano de obra de manera gratuita.

Para elaborar y decorar esta construcción de dos plantas, en la que predomina el granito, utilizaron materiales traídos desde diversos lugares entre los que encontramos granito de Sichuán, platos de porcelana de Guangdong, pinos de Yan’an (provincia de Shaanxi), semillas de las montañas de Tian Shan (región de Xianjiang), tierra de Tangshan, piedras de distintos colores de Nanjing, cuarzo de las montañas de Kunlun, troncos de pino de Jiangxi, rocas del Everest y agua y arena del Estrecho de Formosa (para confirmar el dominio simbólico de la República Popular China sobre Taiwán).

El edificio que conforma el mausoleo ocupa un espacio de 57,2 mil metros cuadrados, con unas dimensiones de 220 metros de ancho y 280 de largo. Coronando la entrada principal encontramos una placa de mármol blanco con la inscripción “Salón memorial del presidente Mao”, cuyas letras están inscritas en oro.

En cuanto a sus características físicas, está levantado sobre un podio de granito de color rojizo, lo que hace que se acceda al interior del recinto a través de una doble escalinata. A su vez, está rodeado de 44 columnas de granito que cargan con el peso del techo, de un llamativo color dorado. En su acceso principal, una enorme cristalera ocupa casi la totalidad de la fachada.

En el exterior de la entrada sur, encontramos dos llamativos grupos escultóricos de arcilla, erigido uno de ellos en honor a la Revolución China y el otro para conmemorar la Nueva Democracia que se construyó en el país tras la revolución. Frente a la entrada norte también se han situado dos conjuntos de estatuas de menor importancia que las primeras. Los hombres y mujeres esculpidos tienen una altura de 3’5 metros y, en total, estos cuatro monumentos tienen 62 figuras. En la confección de esta obra trabajaron durante cinco meses más de cien escultores que provenían de 18 provincias distintas de China.

En la puerta sur, unos metros antes que el “Monumento a los Héroes del Pueblo”, están colocadas 30 banderas rojas que aluden a la representación en el lugar de las 30 provincias y regiones que constituyen China.
 



 Salones conmemorativos

El edificio principal de dos pisos está dividido en tres salones conmemorativos. Estos son el llamado Gran Salón Norte, Gran Salón Sur y el Salón Memorial.

El Gran Salón Norte es el recinto previo al gran Salón Memorial y el que le da entrada. En dicho lugar está alojada una estatua de mármol blanco de Mao, que mide 3´45 metros de altura. La curiosidad de dicha estatua es la postura en la que aparece el líder chino, que es representado sentado y con las piernas cruzadas, algo poco común en el resto de esculturas que encontramos repartidas por el país. Además, tras efigie de Mao encontramos una gran pintura mural bordada con hilo de seda titulada “La extensa patria”, la cual mide 23’74 metros de ancho por 6’6 metros de alto. Esta sala se utiliza fundamentalmente para eventos conmemorativos, en los que se suele depositar flores y otras ofrendas a los pies de la estatua de Mao.




En el centro del Salón Memorial, encontramos un ataúd de cristal en el que se exponen los restos embalsamados del presidente Mao, ataviado con el uniforme del partido, característico de Sun Yat Sen, y cubierto con la roja bandera del Partido Comunista de China. Este ataúd se encuentra sobre una base de granito negro en cuyos lados se encontraba respectivamente el emblema del partido, el emblema nacional, el del ejército y la echa de nacimiento y de la muerte de Mao.




El material utilizado para el cristal del ataúd es fundamentalmente cuarzo que tuvo que ser traído desde el Mar Oriental de China y, debido a la complejidad de su diseño y confección, se tuvieron que emplear nuevas técnicas para poder realizarlo, siendo elegido en el que se encuentra el cuerpo entre doce ataúdes más que se presentaron para el proyecto. Por su parte, para su iluminación se eligió un sistema de lámparas de xenón que redujeran las arrugas y dieran una impresión de un tono normal respecto al color de la piel, incluso cuando uno de los focos se fundiera. También está preparado para resistir terremotos de una magnitud de 8.0 puntos según la Escala Ritcher y para cambios de temperatura bruscos sin llegar a deteriorarse.

Las complicaciones que hubo a la hora de realizar el ataúd de cristal y el embalsamamiento de Mao son causadas por el enfriamiento de relaciones con la Unión Soviética, país del que anteriormente habían importado las técnicas de conservación de cuerpos y de confección de la urna.

En un primer momento se intentó utilizar para Mao la urna que la URSS les regaló anteriormente para Sun Yat Sen, pero esta no se pudo habituar al líder chino porque era más alto que Sun Yat Sen. Además, los médicos que se encargaron de embalsamar el cadáver (importando técnicas a través de Vietnam, utilizadas para Ho Chí Minh) actuaron en principio de manera negligente.

Los factores que afectaron a este proceso fueron varios. El primero es la tardanza en decidir que se iba a hacer con el cuerpo de Mao, lo que hizo que sus restos se deteriorasen. En segundo lugar, se le inyectó 22 litros de formol para su limpieza vascular y conservación. Esto hizo que su cara y cuello se hinchasen, adquiriendo la piel un tono brillante y rezumando formol por los poros. Esto se solucionó mediante una serie de masajes que redistribuyeron el formol por el cuerpo. Del mismo modo, el cadáver de Mao no fue vaciado en las dos horas posteriores a la muerte, algo fundamental para evitar la aparición de bacterias que deterioraran el cuerpo.

Las partes no visibles del cuerpo de Mao están rodeadas por una atmósfera seca, mientras que las visibles están impregnada de un líquido imperceptible para la vista que favorece su conservación. Además, al final de cada jornada el cuerpo es bajado a una cámara especial que está a bajas temperaturas y que favorece la conservación del mismo. Del mismo modo, anualmente se humedecen el rostro y las manos del dirigente chino.

El Gran Salón Sur es el que encontramos a la salida del Salón Memorial. En la pared norte de este encontramos grabado con escritura dorada la palabra “Manjianghong”, copiada de una escritura original de Mao.

En el segundo piso del edificio encontramos varias salas conmemorativas en honor a los logros revolucionarios obtenidos por Mao y otros dirigentes importantes del Partido Comunista como Zhou Enlai, Liu Shaoqi, Zhu De, Deng Xiaoping y Chen Yun. Las estatuas de mármol de estos se encuentran en el centro de las seis alas que ahí se encuentran. Además, hallamos otros elementos como fotos o escritos que confirman los actos sobresalientes de estos durante los distintos periodos que constituyen la revolución y la constitución del país.

También se ha instalado una sala de cine en la que se proyecta la película documental “Huainian”, realizada en honor de los seis líderes anteriormente mencionados.

Fuente: Archivos de la Historia

1 comentario:

Loam dijo...

Todo muy faraónico.