Silueta. Mujer castellana
Alberto Sánchez
1958-1960
97 cm x 31 cm
Categoría: Dibujo
Técnica: Tinta china sobre papel
Fundación MAPFRE
Exiliado en Moscú, al iniciarse en Rusia la apertura política que supuso el gobierno de Kruschew, Alberto reanuda su trabajo como escultor, desarrollando desde entonces y hasta su muerte una etapa de intensa actividad. Este último período supone un retorno al punto de inflexión abandonado en 1937 con el hallazgo de nuevas soluciones escultóricas al “hueco activo” y el inicio de sus obras en chapa de hierro. Es entonces cuando Alberto retoma el motivo de la mujer castellana, que plasma en una larga serie de esculturas que van desde la versión realista hacia la más lírica abstracción.
Paralelamente a estas piezas, realiza una serie de dibujos escultóricos que pueden ser considerados como bocetos de posibles esculturas o como obras con autonomía propia. Silueta. Mujer castellana supone un magnífico ejemplo de la exposición creativa de Alberto en este período. El artista, después de tantos años de permanecer apartado, da rienda suelta a su potencial dejando un epílogo final a su obra que vuelve a confirmarlo como el mejor escultor español de su época.
Alberto Sánchez
1958-1960
97 cm x 31 cm
Categoría: Dibujo
Técnica: Tinta china sobre papel
Fundación MAPFRE
Exiliado en Moscú, al iniciarse en Rusia la apertura política que supuso el gobierno de Kruschew, Alberto reanuda su trabajo como escultor, desarrollando desde entonces y hasta su muerte una etapa de intensa actividad. Este último período supone un retorno al punto de inflexión abandonado en 1937 con el hallazgo de nuevas soluciones escultóricas al “hueco activo” y el inicio de sus obras en chapa de hierro. Es entonces cuando Alberto retoma el motivo de la mujer castellana, que plasma en una larga serie de esculturas que van desde la versión realista hacia la más lírica abstracción.
Paralelamente a estas piezas, realiza una serie de dibujos escultóricos que pueden ser considerados como bocetos de posibles esculturas o como obras con autonomía propia. Silueta. Mujer castellana supone un magnífico ejemplo de la exposición creativa de Alberto en este período. El artista, después de tantos años de permanecer apartado, da rienda suelta a su potencial dejando un epílogo final a su obra que vuelve a confirmarlo como el mejor escultor español de su época.
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