La muestra recorre diferentes momentos de la producción del artista argentino y pone de relieve las influencias de su estancia en los años 20 en la capital española.
Integrada por 44 cuadros, incluye obras como Escuelita rural, Los astros sobre Villa Cartón, El sueño de Ramona y Juanito y la aeronave. La mitad son de gran tamaño y están organizadas en varias zonas en las que la pintura, el xilo-grabado-gofrado y el collage dialogan exponiendo desde la materialidad aspectos de la ductilidad y reinvención permanente del artista
Dijo Diana Wechsler, curadora de la muestra y coordinadora de la maestría en Curaduría y Artes Visuales de la UNTREF: “La muestra exhibe en el montaje de la sala tres cualidades claves de la obra de Berni: su capacidad de reinvención permanente, su mirada poderosa y penetrante sobre cuestiones sociales vinculadas con la política; y su exploración con materiales diversos”.
Weschler destacó la importancia de exponer esta muestra en esta academia, donde Berni acudió a sus talleres, y en la ciudad de Madrid, donde pasó los primeros años de su viaje en Europa.
El título de la exposición "La mirada intensa" alude a profundizar en el concepto de “mirada”, “pensada como la capacidad para desmontar la realidad y replantearla plásticamente”, explicó.
Estuvieron presentes el rector de la UNTREF, Aníbal Jozami, y el Director de la Real Academia de San Fernando, Antonio Bonet Correa. La exhibición se expuso previamente durante 4 meses en el marco del Octubre Picassiano en la Fundación Pablo Ruiz Picasso- Casa Natal, en Málaga.
La muestra abre su recorrido con una obra emblemática, “El monje”, de 1928, que Berni realizó mientras estuvo en Europa y que exhibió en una galería de Madrid. Luego, recorre diferentes momentos de la producción del artista argentino en las que se ponen de manifiesto sus apuestas estéticas y la variedad de su propuesta plástica. Incluye una selección de materiales de archivo –fotografías, textos del artista, hemerografía y catálogos de época-, que facilita su lectura así como la articulación entre los itinerarios de Berni y los del movimiento moderno tanto argentino como internacional, en donde el artista tuvo particular incidencia.
Aníbal Jozami, rector de la UNTREF, destacó la trascendencia de exponer esta muestra en la Real Academia de San Fernando: “La presentación de la obra de Antonio Berni en Madrid constituye para la Universidad Nacional de Tres de Febrero un paso más en la misión que se ha auto encomendado: Difundir el arte y la cultura argentina en el exterior, con la misma voluntad que se ha propuesto hacerlo en el interior de nuestro país, la de hacer realidad las consignas de “arte para todos” y “democratización de la cultura”; y completó: “Antonio Berni es quizás el artista argentino más importante del siglo XX. Quienes en otras latitudes han podido conocer su obra, la han valorado con gran entusiasmo. Conocerla implica no sólo adentrarse en las tramas de la realidad social argentina, sino también apreciar un lenguaje pictórico, gráfico y escultórico de altísima calidad”.
Wechsler destacó la importancia que tuvo para Berni su estadía en Madrid: “En los años veinte, se puede observar en el trabajo de Berni el paso de la figuración naturalista a la conquista del arte nuevo, que es alcanzado durante su viaje a Europa y principalmente su estancia en Madrid y –entre otras cosas– en su encuentro con la emblemática exhibición de la Sociedad de Artistas Ibéricos de 1925. El viaje a Europa representaba para los artistas e intelectuales mucho más que un “viaje estético”, era la oportunidad de salir al encuentro de experiencias nuevas, de confrontarse con realidades diversas, de poner a prueba el equipamiento de formación y el horizonte desde el que se actuaba. En este sentido, más que un viaje se trató de una migración, en donde se puso a prueba todo el utillaje mental, se confrontaron las miradas, los lenguajes y las prácticas aprendidas, se incorporaron otros y se realizó un fuerte proceso de acomodación a unos espacios socio-culturales que dejaron una intensa marca en cada uno de estos artistas, en cada uno de estos “migrantes modernos”. El viaje se convierte entonces, no sólo en una revelación de mundos nuevos sino en el encuentro de la propia identidad y la migración se da no sólo a nivel de la cotidianidad de la experiencia vital sino a nivel de los lenguajes y las prácticas artísticas”.
En diciembre de 1925, el pueblo de Madrid inunda las calles. Alcalá, Gran Vía, Paseo del Prado y de Recoletos asisten al paso del cortejo fúnebre de quien fuera el fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias. La poderosa imagen de una presencia nueva en las sociedades modernas: las masas, ofreció la oportunidad de que el joven Antonio Berni experimentara el impacto de las multitudes.
La muestra permanecerá abierta hasta el 29 de mayo.
Integrada por 44 cuadros, incluye obras como Escuelita rural, Los astros sobre Villa Cartón, El sueño de Ramona y Juanito y la aeronave. La mitad son de gran tamaño y están organizadas en varias zonas en las que la pintura, el xilo-grabado-gofrado y el collage dialogan exponiendo desde la materialidad aspectos de la ductilidad y reinvención permanente del artista
Dijo Diana Wechsler, curadora de la muestra y coordinadora de la maestría en Curaduría y Artes Visuales de la UNTREF: “La muestra exhibe en el montaje de la sala tres cualidades claves de la obra de Berni: su capacidad de reinvención permanente, su mirada poderosa y penetrante sobre cuestiones sociales vinculadas con la política; y su exploración con materiales diversos”.
Weschler destacó la importancia de exponer esta muestra en esta academia, donde Berni acudió a sus talleres, y en la ciudad de Madrid, donde pasó los primeros años de su viaje en Europa.
El título de la exposición "La mirada intensa" alude a profundizar en el concepto de “mirada”, “pensada como la capacidad para desmontar la realidad y replantearla plásticamente”, explicó.
Estuvieron presentes el rector de la UNTREF, Aníbal Jozami, y el Director de la Real Academia de San Fernando, Antonio Bonet Correa. La exhibición se expuso previamente durante 4 meses en el marco del Octubre Picassiano en la Fundación Pablo Ruiz Picasso- Casa Natal, en Málaga.
La muestra abre su recorrido con una obra emblemática, “El monje”, de 1928, que Berni realizó mientras estuvo en Europa y que exhibió en una galería de Madrid. Luego, recorre diferentes momentos de la producción del artista argentino en las que se ponen de manifiesto sus apuestas estéticas y la variedad de su propuesta plástica. Incluye una selección de materiales de archivo –fotografías, textos del artista, hemerografía y catálogos de época-, que facilita su lectura así como la articulación entre los itinerarios de Berni y los del movimiento moderno tanto argentino como internacional, en donde el artista tuvo particular incidencia.
Aníbal Jozami, rector de la UNTREF, destacó la trascendencia de exponer esta muestra en la Real Academia de San Fernando: “La presentación de la obra de Antonio Berni en Madrid constituye para la Universidad Nacional de Tres de Febrero un paso más en la misión que se ha auto encomendado: Difundir el arte y la cultura argentina en el exterior, con la misma voluntad que se ha propuesto hacerlo en el interior de nuestro país, la de hacer realidad las consignas de “arte para todos” y “democratización de la cultura”; y completó: “Antonio Berni es quizás el artista argentino más importante del siglo XX. Quienes en otras latitudes han podido conocer su obra, la han valorado con gran entusiasmo. Conocerla implica no sólo adentrarse en las tramas de la realidad social argentina, sino también apreciar un lenguaje pictórico, gráfico y escultórico de altísima calidad”.
Wechsler destacó la importancia que tuvo para Berni su estadía en Madrid: “En los años veinte, se puede observar en el trabajo de Berni el paso de la figuración naturalista a la conquista del arte nuevo, que es alcanzado durante su viaje a Europa y principalmente su estancia en Madrid y –entre otras cosas– en su encuentro con la emblemática exhibición de la Sociedad de Artistas Ibéricos de 1925. El viaje a Europa representaba para los artistas e intelectuales mucho más que un “viaje estético”, era la oportunidad de salir al encuentro de experiencias nuevas, de confrontarse con realidades diversas, de poner a prueba el equipamiento de formación y el horizonte desde el que se actuaba. En este sentido, más que un viaje se trató de una migración, en donde se puso a prueba todo el utillaje mental, se confrontaron las miradas, los lenguajes y las prácticas aprendidas, se incorporaron otros y se realizó un fuerte proceso de acomodación a unos espacios socio-culturales que dejaron una intensa marca en cada uno de estos artistas, en cada uno de estos “migrantes modernos”. El viaje se convierte entonces, no sólo en una revelación de mundos nuevos sino en el encuentro de la propia identidad y la migración se da no sólo a nivel de la cotidianidad de la experiencia vital sino a nivel de los lenguajes y las prácticas artísticas”.
En diciembre de 1925, el pueblo de Madrid inunda las calles. Alcalá, Gran Vía, Paseo del Prado y de Recoletos asisten al paso del cortejo fúnebre de quien fuera el fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias. La poderosa imagen de una presencia nueva en las sociedades modernas: las masas, ofreció la oportunidad de que el joven Antonio Berni experimentara el impacto de las multitudes.
La muestra permanecerá abierta hasta el 29 de mayo.
Fuente: Diario de Cultura
Antonio Berni (Rosario, 1905-1981)
Antonio Berni nació en el seno de una familia de origen italiano. Fue un pintor y grabador muy fluido por la época convulsa que le tocó vivir. Sus obras se caracterizan por el fuerte contenido social y por una galería de personajes representativos de las clases más débiles.
Su primera exposición tuvo lugar en su ciudad natal cuando el artista tenía sólo 15 años. A los 18 obtuvo un resonado éxito en Buenos Aires, donde la crítica acogió con entusiasmo sus paisajes de una excelente factura impresionista. En 1925, el Jockey Club de Rosario le concede una beca para estudiar en Europa y se instala en París, donde entraría en contacto con la pintura metafísica y el Surrealismo. Allí conoce también a escritores, cineastas, políticos y filósofos de diferentes países con los que asiste a las importantes transformaciones que se viven en la entonces capital del mundo tras la Primera Guerra Mundial. La Revolución Soviética, el psicoanálisis, las nuevas teorías científicas... Fueron cinco años trepidantes en los que el artista viajó también por España, Italia, Bélgica y Holanda, lo que le permitió conocer todos los grandes museos y las obras maestras de la Hisotira del Arte. Durante esos años, Berni se adhiere a las tesis del marxismo y asume el compromiso de reflejar en sus cuadros la realidad de un mundo injusto para el ser humano. La pintura sería par aél a partir de entonces una manera de hacer reflexionar a sus contemporáneos sobre esa realidad para tratar de transformar la realidad.
En 1930, Berniregresa a la Argentina junto con su esposa, la artista francesa Paule Cazenave. Pinta, expone y participa en los salones de Bellas Artes durante los años difíciles que siguieron a la gran recesión de 1929 y al golpe militar que derrocó en Argentina al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen. Antonio Berni mantiene a duras penas la economía familiar trabajando como empleado municipal mientras que las manifestaciones y las huelgas se suceden en las calles. su pintura evoluciona hacia los grandes formatos en los que multitudes de obreros y campesinos toman protagonismo en descripciones extremadamente realistas que se basan en fotografías anteriores. Es el fruto del contacto con la técnica del Muralismo que adopta como propia tras conocer al mexicano David Alfaro Siqueiros en 1933. Antonio Berni se traslada a la capital en 1936, donde imparte clases en la Escuela Preparatoria de Bellas Artes a la vez que realiza numerosas exposiciones dentro y fuera del país. En 1941, una beca de la Comisión Nacional de Cultura le permitió viajar por buena parte de los países americanos y en 1944 fundó en Buenos Aires el primer Taller de Arte Mural junto a Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro. con ellos realizaría algunas de sus obras más espectaculares de esa época, como la cúpula de las Galerías Pacífico y los murales del Teatro del Pueblo y la Sociedad Hebraica Argentina.
Berni se divorció de su primera esposa en 1950 y ese mismo año se casó con Nélida Gerino. Sus obras adquieren a partir de entonces un carácter mucho más dramático y expresionista. Posteriormente su obra se orientó hacia el Expresionismo para desembocar finalmente en una especie de síntesis entre el Pop Art y el Realismo Social, auqnue su obra no perdió en ninguna de esas etapas el carácter crítico y la vocación de narrar la vida real. Todos sus trabajos de metal, zapatos y botones junto con fotografías para elaborar brillantes collages de texturas matéricas en su ciclo de Juanito Laguna y Ramona Montiel.
Estos dos personajes le sirvieron durante casi 20 años para reflejar la durísima vida que llevaba el proletariado en los barrios marginales. De esa manera trasformó el Arte que siempre se había considerado un mundo superior y exclusivo en algo cercano y popular.
Después de 60 años de carrera, Antonio Berni se corvirtió en uno de los más grandes artistas de toda América con su pintura de observación y crítica de la realidad. Desde su fallecimiento, las escasas obras de este autor que salen al mercado alcanzan cifras altísimas en las subastas internacionales y todos los grandes museos de Arte Contemporáneo cuentan con alguna de ellas en sus colecciones.
Fuente: http://www.todoslosartistas.com.ar/
Antonio Berni (Rosario, 1905-1981)
Antonio Berni nació en el seno de una familia de origen italiano. Fue un pintor y grabador muy fluido por la época convulsa que le tocó vivir. Sus obras se caracterizan por el fuerte contenido social y por una galería de personajes representativos de las clases más débiles.
Su primera exposición tuvo lugar en su ciudad natal cuando el artista tenía sólo 15 años. A los 18 obtuvo un resonado éxito en Buenos Aires, donde la crítica acogió con entusiasmo sus paisajes de una excelente factura impresionista. En 1925, el Jockey Club de Rosario le concede una beca para estudiar en Europa y se instala en París, donde entraría en contacto con la pintura metafísica y el Surrealismo. Allí conoce también a escritores, cineastas, políticos y filósofos de diferentes países con los que asiste a las importantes transformaciones que se viven en la entonces capital del mundo tras la Primera Guerra Mundial. La Revolución Soviética, el psicoanálisis, las nuevas teorías científicas... Fueron cinco años trepidantes en los que el artista viajó también por España, Italia, Bélgica y Holanda, lo que le permitió conocer todos los grandes museos y las obras maestras de la Hisotira del Arte. Durante esos años, Berni se adhiere a las tesis del marxismo y asume el compromiso de reflejar en sus cuadros la realidad de un mundo injusto para el ser humano. La pintura sería par aél a partir de entonces una manera de hacer reflexionar a sus contemporáneos sobre esa realidad para tratar de transformar la realidad.
En 1930, Berniregresa a la Argentina junto con su esposa, la artista francesa Paule Cazenave. Pinta, expone y participa en los salones de Bellas Artes durante los años difíciles que siguieron a la gran recesión de 1929 y al golpe militar que derrocó en Argentina al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen. Antonio Berni mantiene a duras penas la economía familiar trabajando como empleado municipal mientras que las manifestaciones y las huelgas se suceden en las calles. su pintura evoluciona hacia los grandes formatos en los que multitudes de obreros y campesinos toman protagonismo en descripciones extremadamente realistas que se basan en fotografías anteriores. Es el fruto del contacto con la técnica del Muralismo que adopta como propia tras conocer al mexicano David Alfaro Siqueiros en 1933. Antonio Berni se traslada a la capital en 1936, donde imparte clases en la Escuela Preparatoria de Bellas Artes a la vez que realiza numerosas exposiciones dentro y fuera del país. En 1941, una beca de la Comisión Nacional de Cultura le permitió viajar por buena parte de los países americanos y en 1944 fundó en Buenos Aires el primer Taller de Arte Mural junto a Spilimbergo, Castagnino, Urruchúa y Colmeiro. con ellos realizaría algunas de sus obras más espectaculares de esa época, como la cúpula de las Galerías Pacífico y los murales del Teatro del Pueblo y la Sociedad Hebraica Argentina.
Berni se divorció de su primera esposa en 1950 y ese mismo año se casó con Nélida Gerino. Sus obras adquieren a partir de entonces un carácter mucho más dramático y expresionista. Posteriormente su obra se orientó hacia el Expresionismo para desembocar finalmente en una especie de síntesis entre el Pop Art y el Realismo Social, auqnue su obra no perdió en ninguna de esas etapas el carácter crítico y la vocación de narrar la vida real. Todos sus trabajos de metal, zapatos y botones junto con fotografías para elaborar brillantes collages de texturas matéricas en su ciclo de Juanito Laguna y Ramona Montiel.
Estos dos personajes le sirvieron durante casi 20 años para reflejar la durísima vida que llevaba el proletariado en los barrios marginales. De esa manera trasformó el Arte que siempre se había considerado un mundo superior y exclusivo en algo cercano y popular.
Después de 60 años de carrera, Antonio Berni se corvirtió en uno de los más grandes artistas de toda América con su pintura de observación y crítica de la realidad. Desde su fallecimiento, las escasas obras de este autor que salen al mercado alcanzan cifras altísimas en las subastas internacionales y todos los grandes museos de Arte Contemporáneo cuentan con alguna de ellas en sus colecciones.
Fuente: http://www.todoslosartistas.com.ar/
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