Muestra el interior de una fábrica textil con mujeres trabajando junto a telares. Entre 1886 y 1890 Rusiñol pintó al natural una serie de obras de lugares sin encanto y relacionadas con el mundo del trabajo como el interior de una tintorería, herrería, fábrica de paraguas o de textiles, por ejemplo "El Paraigüer" de 1887,"Magatzem" de 1889-90,"Indústria Llanera" de 1890-91, todas ellas en colecciones privadas...
A
pesar de ser cuadros cercanos al realismo (influido por la Escuela de
Olot y Dionís Baixeras), no hay ninguna reivindicación social.
El
interior de su fábrica es luminoso, ordenado y limpio. A la izquierda
se amontonan apoyadas en la pared las bobinas con las telas de algodón,
que reflejan la luz que penetra por los grandes ventanales, A la derecha, varias mujeres con pañuelo en la cabeza, están pendientes de su
trabajo.
La obra transmite un
silencio casi monacal a pesar del ruído que debían de hacer las
máquinas. Fue expuesta en 1889 en la Sala Parès de Barcelona.
Hay
que tener en cuenta que Rusiñol pertenecía a una familia de empresarios
textiles de Manlleu y fue educado como "l´hereu" por parte de su abuelo
Jaume Rusiñol.
Éste se dedicaba
al comercio del algodón y en 1879 se cobró una deuda de un cliente
quedándose con su fábrica textil embargada a la que llamó Fábrica de
Hilados y Tejidos de Algodón de Jaume Rusiñol.Tras la muerte del abuelo
en julio de 1887, la fábrica fue heredada por sus tres nietos: Santiago,
Albert y Josep Maria.
En 1888
Santiago Rusiñol cedió la gestión directa a Albert para consagrarse a la
pintura, aunque continuó vinculado al negocio familiar. Ya durante su
viaje de novios en París en el verano de 1886 escribió a su amigo, el
escultor Enric Clarasó, confesándole: "A mi sólo me interesa el demonio
del Arte".En 1889 la fábrica pasó a llamarse Hermanos Rusiñol, ya sin la
participación del hermano pequeño, Josep Maria.
La
fábrica se amplió con la creación de la Colonia Rusiñol, construyéndose
dependencias como viviendas para trabajadores, se construyó una
iglesia, la de Sant Joan Baptista (hoy en día desaparecida) y un chalet
como vivienda de los propietarios en 1890 llamada Cau Faluga.
En
ella se realizaron actos literarios, fue lugar de encuentro con sus
amigos artistas como Clarasó (que es el autor de la monumental chimenea
del salón y con el que compartió casa durante unos meses en Montmartre
entre diciembre de 1889 y principios de 1890) o Ramón Casas (el
legendario viaje en carro por Cataluña que protagonizaron ambos en junio
de 1889, se inició aquí).
La
Colonia Rusiñol estuvo en activo hasta 1912. La mano de obra de la
industria textil fue mayoritariamente femenina, ocupando los puestos de
mecheras, hiladoras y tejedoras. Se fomentaron los trabajos de mujeres y niños que cobraban menos que los hombres.
Fuente: Literatura
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