miércoles, 18 de junio de 2025

POEMAS DE HRISTO SMIRNENSKI, EN EL 102 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL POETA COMUNISTA BÚLGARO

 

Hristo Smírnenski (1898 – 1923) fue un poeta y prosista búlgaro del siglo XX. Comenzó su carrera literaria escribiendo en ediciones satíricas. Miembro del Partido Comunista Búlgaro, transmitió a través de su obra los ideales socialistas. Publicó principalmente en revistas y periódicos como Baraban, Mladezh, Cherven Smiah, Rabotnicheski Vestnik, Smiah i Salzi. Durante su corta vida, logró publicar dos libros, entre ellos Da bude den! (¡Que haya día!). Murió de tuberculosis a la edad de 24 años.

¡Que haya día!

Negra es la noche y siniestra,
la noche es helada como la muerte.
En el pecho desgarrado de la tierra
fluye lenta la sangre ardiente.
Entre el humo de las ruinas
el demonio sin ojos de la guerra
ondea feroz la bandera
espada contra espada sin cesar resuenan.
Entre tinieblas, opaca y espesa
se eleva la silueta siniestra
de una enorme cruz,
y el gentío desde todos lados
avanza, perseguido,
por la ira del dios áureo.
Y la oscuridad se hace más densa,
y la multitud lenta se agolpa.
De aire están sedientos los pechos;
los ojos piden luz,
un ansia, un único sueño
arde y se funde en las almas
y a través de las lágrimas y la sangrienta represión,
a través del horror de la fría oscuridad
un grito rebelde truena:
¡Que haya día! ¡Que haya día!

 

En la tormenta

Aguardo el festejo de mis hermanos
y su batir de alas
cuando en miles de frentes
trace su marca de muerte el destino
y la tormenta reclame tronando
a sus hijos sublevados.

Entre el tumulto del duro pesar e inquietud
entre el eterno rugir del trabajo
al alba brillará la estrella
y desde encorvadas chabolas sombrías
luchadores sin nombre se abalanzarán
por la empinada y sagrada senda de Espartaco.

Veré inéditas masas titánicas,
que hasta ayer gemían dolientes,
ante portales donde la calamidad siempre vela,
acechando pálida escasez,
y en las oscuras ventanas rotas
la Muerte golpetea sus heladas alas.

Veré el épico ataque del esclavo,
oiré el trueno furioso sacudir
las dormidas plazas y llevando
a lo largo y ancho el rojo augurio
de la humanidad oprimida,
roto ya su yugo.

Silencioso y lívido entre mis pobres hermanos,
cargaré mi negra cruz
y que un dedo ensangrentado marque
mi pecho el día de la victoria final
cuando Caín destroce mi frente
y mi sueño terrenal ametrallándome.

Pero tú, querida camarada – mi último consuelo,
valiente, exaltada, ve
al sol de los días primaverales.
Y besaré tu brillante prenda
y la mañana de nuestro primer festejo
con coralinas gotas de humeante sangre.  

 

Nosotros

Todos somos hijos de la madre tierra,
aunque su pecho no nos amamante,
en la vertiginosa órbita del camino terrenal,
ansiando luz, nos disolvemos en la oscuridad:
nosotros, pobres hijos de la madre tierra.

Azotan látigos, nos pesa la opresión
y la ley esclava del metal amarillo;
en la escasez crecemos, de penas morimos
rociando en nuestro camino lágrimas y sangriento sudor:
nosotros, pálidos mortales - nacidos a la vida.

Pero somos océano de llamaradas,
épica marcha hacia cumbres de luz;
En nuestros corazones late el universo,
la vida se aferra a nuestros hombros,
pero somos océano de gemidos.

Somos eternos creadores de riqueza terrenal,
pero contra su pecho frío nos sofoca la pobreza.
Bajo las negras alas de la muerte acechante
inclinamos las frentes coronadas de espinas:
nosotros, eternos creadores, agotados luchadores.

¡Pero se acerca el día del Juicio! Sobre la madre Tierra
un huracán se cierne y en su atronador
reclamo se funden odio y amor
y la madre Tierra se estremece,
aplasta el pecado, zafada de la vergüenza.

Batallando en la esclava oscuridad
un océano de rebeldía se alza rugiendo
pues se desborda nuestra sagrada ira
y su grito en miles de voces truena:
¡Nosotros los hijos de la madre tierra!
 
Proletario

A media noche, ante puertas cerradas,
me yergo ignorado, no invitado
y en mis manos de ira tiembla
la furiosa y fatal maza.

En opulentas salas de mármol blanco
serpentean ondas luminosas:
indiferentes a la tristeza del esclavo
mujeres y hombres gozan bailando.

El banquete del ruin festejo
se colma de vil opulencia
y cada hora, a través del trémolo resplandor,
erizada avizora la noche.

Habiendo cruzado la gelidez abisal
y oleadas torrenciales de sangre 
en pie, levanto mi mano de hierro:
soy hercúleo, porque fui esclavo.

A través de años de negra tristeza
me hice hombre, enardecí mi pecho;
desde las banderas de mi juventud
el espíritu de mis sufrimientos vela.

Indómito, irrefrenable,
astillaré la puerta atrancada,
esplendente como poderoso Mesías,
destruiré todo, crearé vida.

Ya al alba, entre canciones exaltadas,
alzaré estas curtidas manos
y alto, muy alto, brillará
la luz de un tierno corazón.

Traducción del búlgaro al español de Marco Vidal González

Fuente: La Tortuga búlgara 

martes, 17 de junio de 2025

"RAPSODIA SOBRE TEMAS MOLDAVOS", DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO MIECZYSLAW WEINBERG, SOBRE TEMAS FOLCLÓRICOS DE LA REPÚBLICA SOVIÉTICA DE MOLDAVIA

RAPSODIA SOBRE TEMAS MOLDAVOS, Op. 47, nº 1

Durante la última década, aproximadamente, ha comenzado un verdadero renacimiento de Mieczysław Weinberg en las salas de concierto de todo el mundo. Weinberg, quien huyó de los nazis de Polonia a la Unión Soviética y pasó la mayor parte de su vida en Moscú, compuso siete óperas, 22 sinfonías, 17 cuartetos de cuerda y más de 100 obras, grandes y pequeñas, en prácticamente todos los géneros posibles de la música clásica. Fue amigo íntimo y frecuente compañero de dúo de piano de Shostakovich, quien lo tenía en gran estima. Durante su vida, la música de Weinberg fue interpretada por los músicos más destacados de la Unión Soviética y recibió numerosos premios; sin embargo, salvo una sola visita a su Polonia natal, nunca viajó al extranjero y su obra fue, durante muchos años, un secreto bien guardado fuera del país.

 Weinberg nació en Varsovia, hijo de padres originarios de Besarabia, la actual República de Moldavia. Su padre era violinista y compositor y trabajaba para compañías de teatro judías en Besarabia antes de emigrar a Polonia, donde él y su esposa criaron a sus dos hijos. Con la excepción de Mieczysław, quien escapó a tiempo, sus padres y su hermana fueron asesinados por los nazis tras la invasión de Polonia.

El Partido Comunista Soviético siempre instó a los compositores a utilizar melodías de las diversas tradiciones étnicas del país. Para Weinberg, era natural recurrir a Moldavia, la tierra natal de sus padres, que había sido anexada por la Unión Soviética en 1940, un año después de su huida de Polonia. (La región había formado parte del Imperio ruso antes de la revolución, aunque la mayor parte perteneció al Reino de Rumania durante el período de entreguerras).

Obedecer las directivas políticas era más vital que nunca en 1949, un año después de que una infame resolución del Partido no solo denunciara duramente, sino que amenazara físicamente a los compositores más famosos del país. Fue en tales circunstancias históricas que se escribió la Rapsodia sobre temas moldavos .

La Rapsodia une varias canciones folclóricas de Moldavia, un país cultural y lingüísticamente muy cercano a Rumanía. La mayoría de las melodías que Weinberg utilizó pertenecen a la población mayoritaria, pero la apasionada sección final es una inconfundible melodía de danza klezmer judía. 


lunes, 16 de junio de 2025

DECLARACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE IRÁN ANTE LA AMENAZA DE UNA GUERRA CON ISRAEL

  

Declaración: Ante la amenaza de una guerra en expansión entre dos polos reaccionarios, intensifiquemos la lucha por el derrocamiento revolucionario de la República Islámica

Mientras la sexta ronda de negociaciones nucleares entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán estaba programada para el domingo 15 de junio en Mascate, el jueves por la noche y la madrugada del viernes 13 de junio de 2025, el ejército israelí lanzó una operación mucho más intensa y extensa que sus dos ataques anteriores, dirigida contra docenas de instalaciones nucleares, sistemas de defensa, bases militares y emplazamientos donde se alojaban altos mandos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Esta operación, llevada a cabo con el conocimiento y la coordinación del gobierno estadounidense, se está utilizando como palanca para avanzar en las negociaciones nucleares y someter a la República Islámica. Durante el ataque, se destruyeron instalaciones atómicas y centros militares, y varios altos mandos del CGRI y del ejército iraní murieron. El ataque aéreo coordinado por cazabombarderos de la Fuerza Aérea Israelí, en colaboración con el Mosad, demostró una vez más la vulnerabilidad de la infraestructura defensiva, de seguridad y de inteligencia de la República Islámica, a pesar de las bravuconadas y exageraciones de Jamenei y los comandantes del CGRI. Un día antes, Estados Unidos había evacuado sus embajadas en la región en preparación para posibles represalias de la República Islámica. Sin embargo, el régimen ni siquiera pudo asegurar un lugar seguro para una reunión de los comandantes del CGRI.

Los comandantes del CGRI y los científicos nucleares están absorbidos por una guerra iniciada en gran parte por la propia República Islámica. Sin embargo, las consecuencias de la continuación de esta guerra, los bombardeos y los enfrentamientos con misiles entre la República Islámica y los gobiernos de Israel y Estados Unidos no se limitarán a estos acontecimientos. Más allá de la propagación de la inseguridad, la amenaza de la radiación nuclear y la profundización de la pobreza y la miseria económica, esta escalada militar y la intensificación de la situación bélica sirven principalmente para retrasar el desarrollo y el avance de las luchas obreras y populares, así como del movimiento revolucionario para derrocar a la República Islámica. Al explotar el clima de guerra, intensificar la represión e imponer un estado policial, la República Islámica pretende obstaculizar el progreso de la lucha revolucionaria para derrocar al régimen y reprimir a su propio enemigo interno.

El gobierno de Estados Unidos aún no busca derrocar a la República Islámica; más bien, busca obligar al régimen a ceder en las negociaciones nucleares aprovechando la presión generada por las operaciones militares israelíes. Sin embargo, si la República Islámica persiste en sus esfuerzos de enriquecimiento de uranio en suelo iraní y continúa su actual rumbo aventurero, los enfrentamientos militares y de misiles se intensificarán. Junto con los continuos bombardeos, los esfuerzos por establecer un gobierno alternativo —mediante la participación de fuerzas de oposición burguesas y de derecha— se integrarán cada vez más en un proyecto más amplio entre Estados Unidos e Israel para configurar un orden regional en Oriente Medio según su visión estratégica. En el orden regional imaginado por Estados Unidos e Israel, no hay cabida para una República Islámica con armas nucleares.

Por lo tanto, como hemos enfatizado repetidamente, el conflicto entre la República Islámica y Estados Unidos e Israel por el programa nuclear no tiene nada que ver con los intereses de la clase trabajadora ni del pueblo iraní ni de la región. Como parte de su estrategia de supervivencia, la República Islámica ha gastado cientos de miles de millones de dólares de la riqueza nacional —generada mediante el trabajo y la explotación de los trabajadores iraníes— en proyectos y programas nucleares, cuyas consecuencias han perjudicado directamente al pueblo iraní. Este conflicto entre la República Islámica y el eje estadounidense-israelí es una continuación de sus políticas existentes y representa una confrontación reaccionaria y capitalista por ambas partes. Para protegerse de los peligros de esta guerra en escalada, la clase trabajadora, las masas trabajadoras y el pueblo iraní que anhela la libertad no tienen otra alternativa que expandir e intensificar su lucha contra la República Islámica, redoblar sus esfuerzos para organizar sus filas y construir un liderazgo nacional que lidere un levantamiento masivo y el derrocamiento revolucionario del régimen. Al mismo tiempo, no se debe permitir que ciertas entusiastas fuerzas de oposición burguesa engañen al pueblo para que emprenda acciones prematuras, como levantamientos, que exigen un alto nivel de organización y preparación que, en la actualidad, aún no existe.

El Partido Comunista de Irán, al tiempo que condena este conflicto y esta guerra reaccionarios, llama a todos los trabajadores, trabajadores y ciudadanos iraníes que anhelan la libertad a ampliar e intensificar la lucha por el derrocamiento revolucionario de la República Islámica. Insta a los activistas y elementos de vanguardia del movimiento obrero y otros movimientos sociales progresistas a redoblar sus esfuerzos para organizar y construir un liderazgo unificado a nivel nacional. Solo acelerando e intensificando los esfuerzos y la lucha para preparar las condiciones necesarias para el derrocamiento revolucionario de la República Islámica, el pueblo iraní y la región podrán liberarse de la tiranía de este régimen criminal. Esta es también la única manera de neutralizar los intentos de las fuerzas de oposición burguesas y de derecha de imponer una alternativa verticalista y de ofrecer un horizonte claro y esperanzador a los trabajadores y pueblos oprimidos de Oriente Medio frente al orden regional imperialista y reaccionario que buscan Estados Unidos e Israel.

No a esta guerra reaccionaria ¡
Abajo la República Islámica!
¡Viva la libertad, la igualdad y el gobierno de los trabajadores!

Comité Central del Partido Comunista de Irán
13 de junio de 2025

domingo, 15 de junio de 2025

"LA MADRE", DE JUAN GENOVÉS

 
La madre
Juan Genovés
1967
Óleo sobre lienzo
135.6 x 109.9 cm 
Colección Fundación María Cristina Masaveu Peterson

Sin necesidad de grandes detalles, en solo 5 escenas, esta obra de Juan Genovés es capaz de radiografiar el pánico. En un primer momento vemos a una mujer con su hijo en brazos; a su derecha asoma el arma de una figura indeterminada pero amenazadora. En la segunda escena, la silueta del policía con su casco y su uniforme holgado se dibuja ya con más precisión. En la tercera, la distancia entre la madre y el hijo es escasa por lo que la tensión alcanza su punto culminante. Justo después, tras el paso de la gente, contemplamos a la madre sin el hijo en las manos. El menor se ha volatilizado, lo que provoca una sensación de incertidumbre y desesperación aún mayor en el espectador. En la última imagen la madre lleva sus brazos a la cabeza en un gesto de dolor. Su soledad queda subrayada por ese fondo claro que parecen volverla completamente

Esta obra es una de las más importantes y con mayor poder comunicativo de Juan Genovés. El artista valenciano centró gran parte de su trabajo en la denuncia de los excesos policiales y de la represión franquista durante las décadas de los 60 y los 70. Con esta intención recurría a una estética que bebía de la de los medios de comunicación de masas. En esos años, la proliferación de la televisión y la irrupción del consumismo, como publicitados síntomas de la modernidad, coincidían en España con la pervivencia de la violencia y al autoritarismo institucional. Para oponerse a ellos, Juan Genovés y movimientos artísticos, como crónica de la realidad, optaron por una vuelta a la figuración y al compromiso social Se trata, en gran parte, de una reacción frente al informalismo que había terminado identificado con el régimen. Ante él, estas nuevas generaciones reinventa la representación de la realidad, crean su propio lenguaje con un ojo crítico. En el caso de La madre, la estructura narrativa secuencial casi cinematográfica aporta gran impacto emocional. Lo mismo sucede con la estética seriada del agresor, de una sencillez gráfica total y sin variación. Esta repetición idéntica de la figura del policía en las distintas escenas parece simbolizar el funcionamiento indiscriminado de un sistema autoritario que avanza sin reflexión alguna.

Fuente: Fundación María Cristina Masaveu Peterson

sábado, 14 de junio de 2025

"CAZA TRÁGICA", PELÍCULA DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE LOS PARTISANOS DE ITALIA, DIRIGIDA POR GIUSEPPE DE SANTIS

Dirección:
Giuseppe De Santis
Guion: Michelangelo Antonioni, Umberto Barbaro, Giuseppe De Santis, Carlo Lizzani, Cesare Zavattini, (Sobre una historia de: Giuseppe De Santis, Carlo Lizzani y Lamberto Rem-Picci)
Producción: G.Giorgio Agliani, Marcello Caccialupi - Associazione Nazionale Partigiani d'Italia (ANPI) / Dante Film
Año: 1947
Fotografía: Otello Martelli
Música: Giuseppe Rosati
Intérpretes: Vivi Gioi, Andrea Checchi, Carla Del Poggio, Vittorio Duse, Massimo Girotti, Checco Rissone, Umberto Sacripante, Alfredo Salvatori, Folco Lulli, Michele Riccardini, Eugenia Grandi, Piero Lulli, Guido Dalla Valle, Ermanno Randi, Massimo Rossini, Enrico Tacchetti
Duración: 83 minutos
Sinopsis: Michele y Giovanna acaban de casarse y regresan a la cooperativa agrícola de Emilia-Romagna donde trabajan como jornaleros a bordo de un camión que lleva el dinero de los subsidios del gobierno. En el camino, un grupo de bandidos armados intercepta el vehículo y matan al conductor y al contable. Escapan con cuatro millones de liras llevándose a Giovanna como rehén. Alberto, un veterano de guerra desempleado, es el cabecilla de la banda y le acompaña su amante Daniela, una excolaboracionista nazi apodada "Lili Marlene". 
 
La película fue producida por la “Associazione Nazionale Partigiani d'Italia” (ANPI) con un préstamo de 12 millones de liras del ministerio liderado por el comunista Emilio Sereni. 

Primer film de De Santis, verdadero manifiesto de su poética y film clave dentro del neorrealismo. Desde "la lógica de un cine que tenga una acción política directa e inmediata sobre la realidad nacional", De Santis traspuso con sorprendente eficacia la influencia de directores soviéticos como Pudovkin y Donskoi al universo campesino de la llanura del Po de la primera posguerra. Se presenta, la toma de conciencia, a raíz de la caída del fascismo, de las gentes de buena voluntad, que les llevaba a la necesidad de encontrar, por encima de las barreras ideológicas, una unidad superior para abatir al real enemigo y proponer la cuestión de un nuevo modo de convivencia social. Todo esto forma la base de una ambiciosa intriga narrativa, unificada no sólo por la lógica concatenación de los hechos, sino también por el desarrollo simultáneo de purificación y perdición de todos los personajes principales. Riguroso análisis de las fuerzas sociales y visión directa de la realidad humana y social, a menudo se contrató a los actores entre la gente del lugar, pero fundamentalmente superación de los modos didácticos de la cinematografía soviética y la ideología de la literatura nacional-popular con un uso original de la cámara, que reproducía cadencias y ritmos narrativos propios del cine yanqui.

Monzi, en Patio de Butacas, 

VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO:

viernes, 13 de junio de 2025

"LA MAGNITUD DE LOS ACUERDOS FIRMADOS EN LOS PAÍSES SOCIALISTAS", DISCURSO DEL CHE GUEVARA, EN EL 97 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

 

"LA MAGNITUD DE LOS ACUERDOS FIRMADOS EN LOS PAÍSES SOCIALISTAS"

por Ernesto Che Guevara

Comparecencia televisada el 6 de enero de 1961 para informar sobre la firma de acuerdos con los países socialistas.

Primero tengo que saludar a los oyentes de toda Cuba, después de un tiempo de ausencia de la vida pública, y anunciarles que el motivo de esta comparecencia es explicar claramente, dentro de la brevedad de una intervención de este tipo, la magnitud de los acuerdos firmados en los países socialistas, fundamentalmente con la Unión Soviética, y con la República Popular China; y, además, establecer exactamente cuál fue la intervención de cada cual en esta negociación, que pudo parecer larga pues estuvimos dos meses, –en la Unión Soviética estuvimos, en el curso de esos dos meses, durante tres oportunidades diferentes–, y pudo parecer todo el resultado final como la coronación de unas largas, difíciles negociaciones en las cuales la Delegación cubana salió triunfante, imponiendo las ya conocidas medidas económicas, de compromisos de compra por parte de la Unión Soviética y de los países socialistas, de cuatro millones de toneladas a cuatro centavos la libra, es decir, un precio sustancialmente más alto que el que actualmente rige en el mercado mundial, en cualquiera de las dos Bolsas que están operando a diferentes niveles, o sea, la de Nueva York o la de Londres.

En realidad, no hubo tal cosa. El viaje y las conversaciones en la Unión Soviética, desde el primer momento fueron llevadas con extraordinaria facilidad, debido al espíritu con que los gobernantes de los países socialistas supieron analizar la petición cubana.

Nosotros, evidentemente, no podíamos pedir al mundo socialista que hiciera el esfuerzo de comprarnos esa cantidad de azúcar y que la comprara a ese precio y basar esa petición en motivos económicos, porque realmente no hay ninguna razón, dentro de los términos del comercio mundial, para que se realizara esta compra. Ella se produce, sencillamente, como un planteamiento político.

Cuba está frente a una agresión económica a fondo del imperialismo norteamericano, y todavía es un país de monocultivo. Cuba tiene que contar, para desarrollarse y para realizar su comercio exterior, con el azúcar. O vende su azúcar, o sufre quebrantos muy grandes en el comercio exterior. Y, además, la vende a un determinado precio, o lo que se produce es una efectiva descapitalización del país, pues el principal producto hay que venderlo muy por debajo de su precio de costo.

En estos términos políticos fue planteada la petición cubana, hecha directamente por el Gobierno y firmada por el Primer Ministro, Fidel Castro, y fue recibida con extraordinaria simpatía y comprensión por los países socialistas. En el primer momento, se convocó una reunión en Moscú a resueltas de la cual se firmó un Convenio multilateral de pagos. Fue, quizá, un caso único. Mientras nosotros nos reuníamos, se estaban reuniendo los delegados de ochenta y un países del mundo, de los partidos comunistas de los ochenta y un países que tiene el partido, para resolver una serie de problemas importantes que llevaron la atención de personalidades tan relevantes en el mundo socialista como Liu Shao-Chi, y como Jruschov.

Sin embargo, tuvieron tiempo para convocar a una reunión que fue prácticamente, a nivel de Ministros de Comercio Exterior –una categoría que nosotros no tenemos todavía; ellos dividen su comercio en Comercio Interior y Exterior–. Varios de los Ministros de Comercio Exterior y otras figuras representativas, se trasladaron a Moscú para tener conversaciones con nosotros, y simplemente el único tema de discusión era la cantidad de azúcar que cada país podía absorber, para ayudar a Cuba.

La Unión Soviética se compromete a comprar 2 millones 700 mil toneladas de azúcar, en el caso de que los Estados Unidos no nos compren –lo que parece muy probable–; China compra un millón de toneladas de azúcar, y los demás países socialistas, se comprometen a comprar 300 mil toneladas. Esos son los países de Europa. Además, como compras adicionales, la República Democrática Popular de Vietnam cinco mil toneladas; y, como una compra simbólica, para expresar el apoyo monolítico de todo el bloque socialista a nuestro Gobierno, la República Popular de Mongolia compra mil toneladas de azúcar.

La Misión, que durante una parte del recorrido presidí yo y que actualmente está presidida por el sub-secretario de Relaciones Exteriores, Rodríguez Llombart, recorrerá todos los países del bloque socialista. Actualmente está en Bulgaria; falta la visita solamente a Rumania y a Albania. Y llevó como misión suplementaria la de firmar los protocolos de comercio para el año 1961 y para años posteriores, con todos los países de ese bloque.

Era una tarea sumamente difícil; una tarea difícil, porque nosotros hemos tenido que cambiar la estructura de nuestro comercio en muy pocos meses. De ser este país aún a finales del año 1959, es decir, hace exactamente un año, un país de estructura totalmente colonial, con un sistema de comercio interior y exterior dominado totalmente por los grandes importadores dependientes de los capitales monopolistas, ha pasado a ser en el curso de diez meses, hasta octubre, en que ya se cierra definitivamente el ciclo, un país donde el Estado ejerce el monopolio absoluto del comercio exterior, y, además, una gran parte del comercio interior.

Este cambio, necesariamente, trae aparejadas violentas conmociones y dificultades muy grandes. Recibimos felicitaciones sinceras de los países socialistas, no por haber llevado todos nuestros pedidos enormes, eso era imposible, sino por habernos equivocado poco, dada la magnitud del trabajo. Pudimos, sin embargo, llevar un esquema de las necesidades fundamentales de nuestro país para este año 1961, y afrontamos allí una nueva dificultad. Esta dificultad es que los países socialistas se rigen, en primer lugar, por patrones métricos, del sistema decimal, y aquí nosotros seguíamos, naturalmente, la práctica colonial de pesar todo en libras, de medirlo en yardas, o millas, en fin, de realizar todos nuestros sistemas de medidas, de presiones, de los distintos instrumentos, de las cañerías, las bocas de las bombas, en fin, todo el instrumental industrial que se precisa, era de un tipo diferente. Incluso, en la electricidad, en los países socialistas es de cincuenta ciclos por segundo; aquí la electricidad es sesenta ciclos por segundo. Hay que adaptar todas las máquinas a ese ciclaje diferente.

Y todo esto en países con una planificación altamente desarrollada, donde ya tienen previstas las principales producciones para el año 1961; y algunos países, como Checoslovaquia, tienen ya estructurado su plan de desarrollo para 1980. Es decir, que tenían que cambiar, fundamentalmente tenían que adaptar su comercio exterior a las necesidades de Cuba en muchos artículos que eran fundamentales para Cuba, que había que suministrárselos, porque si no a Cuba se le detenía su desarrollo, y había que suministrarlos en un determinado tiempo, y adaptarse a las necesidades cubanas.

Es realmente un caso insólito en estos últimos tiempos, y en los anales del comercio exterior, que todo un bloque de países tenga que cambiar hasta su tipo de producción para ayudar a un país como el nuestro, tan pequeño territorialmente y en habitantes, tan desvalido frente al poderío norteamericano.

Sin embargo, encontramos la mejor disposición en todos lo países visitados. Se pudo realizar, en este corto espacio de tiempo, en los dos meses en que estuve personalmente –y todavía seguimos trabajando–, realmente un trabajo extraordinario. Además, pudimos ver la insospechada capacidad que tiene Cuba de expandir su comercio exterior en el área socialista, sobre todo en los países asiáticos, y fundamentalmente en China, donde nuestro producto principal, el azúcar, puede ser absorbido totalmente por ese país, y todavía mucho más de nuestra producción, si tuviera la posibilidad de trasladarlo, ya que hay la posibilidad de intercambiar productos.

Por ejemplo, China es un país que en este momento tiene un consumo de menos de dos kilos de azúcar por habitante por año. En Cuba, la cifra es alrededor de 40, y en los países industrializados del mundo es entre 30 y 40 kilos por habitante. Pero a China subir el consumo un kilo por habitante por año, le significa en estos momentos entre 650 mil y 700 mil toneladas. Es decir, que para China subir su consumo a 10 kilos, que es bajo todavía, de azúcar, por habitante y por año, consumiría la cosecha de Cuba de siete millones de toneladas, es decir, consumiría la cosecha actual de seis millones holgadamente, porque serían cerca de siete millones de toneladas.

Simplemente, nosotros podríamos desarrollar nuestro comercio de azúcar intercambiándolo por otros productos con China. La Unión Soviética es el primer productor de azúcar del mundo en estos momentos; superó a Cuba, precisamente, hace dos años, y ha pasado a ser el primer productor. Tenía un amplísimo plan de desarrollo industrial del azúcar, para ponerse también en esta materia a la misma altura que los demás países industriales del mundo, y alcanzar y sobrepasar posteriormente a los Estados Unidos.

Actualmente el consumo de la Unión Soviética es más bajo que el de Estados Unidos en el azúcar, pero piensan alcanzarlo en unos cuantos años. Nuestra capacidad de venta también es grande, pero precisa todavía, en estos países, conversaciones muy largas para poder adecuar nuestras economías y poder hacer lo que los norteamericanos llaman complementar las economías, que en realidad significaba, en la jerga de ellos, absorber todas las riquezas de los países coloniales, pero que significa, en un plano de igualdad, puede significar el desarrollo armónico de países como el nuestro. El Convenio multilateral de pagos que se firmó, permite a Cuba jugar un poquito con su capacidad de vender azúcar y comprar materiales industriales y materiales de importación de todo tipo, dentro del área de los países socialistas europeos, y éstos compensan entre sí esas cantidades; se resuelve todo con ese Convenio multilateral. Es decir, que, por ejemplo, nosotros les vendemos dos millones setecientas mil toneladas de azúcar a la Unión Soviética y nos queda un saldo favorable con la Unión Soviética; podemos comprarle a Hungría una cantidad, digamos, de un millón de pesos, y esa cantidad constituye un saldo negativo para nosotros. Pero Hungría y la Unión Soviética arreglan sus cuentas de tal forma que lo que le sobra a la Unión Soviética se lo pasa a Hungría, y en esa forma establecemos una paridad entre todos los países del área socialista de Europa, y Cuba. En ese Convenio intervinieron todos los países socialistas de Europa y, además, la República de Mongolia, del Asia.

Además de eso llevamos ya un Acuerdo para el consumo total del crédito de cien millones de pesos que nos había otorgado la Unión Soviética en ocasión de la visita del viceprimer ministro Mikoyán a Cuba. Ustedes saben que todos los problemas industriales no son sencillos; hay que hacer estudios y negociaciones posteriores para poder, definitivamente, realizar los contratos.

Ya han sido firmados los contratos que consumen los cien millones de pesos del primero de esos créditos, y están en marcha los estudios para instalar la siderúrgica, cuyo lugar exacto no se ha determinado, todavía, depende de la localización de nuestras riquezas minerales, pero tendrá que estar, muy probablemente, entre Oriente y Las Villas.

Además, firmamos también un Protocolo para que la Unión Soviética se encargara de hacer la prospección geológica de nuestro país, y descubrirnos, en un tiempo muy corto, las riquezas minerales fundamentales. Tenemos riquezas muy grandes: el cobre, el níquel, también el manganeso que vamos a desarrollar; además, otras menores como cromo y algunos minerales de menor importancia.

Ya están técnicos de los países socialistas estudiando nuestras minas y trabajando en ellas para desarrollarlas. El plan de inversiones en minería en este año 61 es de 27 millones de pesos. Es un plan muy ambicioso, y nos permitirá en pocos años aprovechar las riquezas en cobre, en níquel, en manganeso.

Con respecto al níquel hay una cuestión todavía más importante: todo el mundo sabe que la Nicaro estuvo semiparalizada, y que la Moa, directamente, está paralizada. ¿Cómo fue el sistema por el cual la Moa la pudieron ellos dejar paralizada al irse, los norteamericanos? Pues muy sencillo, la Moa constituye el setenta por ciento de la producción del producto final que es el níquel metálico, el otro treinta por ciento, es decir, el producto final, se hacía en los Estados Unidos y se traían de los Estados Unidos todos los materiales, los materiales necesarios para la producción del níquel.

De esta forma estábamos presos en una red imposible de cortar en otros tiempos que no fueran los tiempos revolucionarios; incluso, ahora, nosotros resolvimos simplemente que era preferible que la Moa no produjera a tener que soportar todas las presiones y todos los chantajes que se nos hacían alrededor de esta mina y de su correspondiente plan. Los soviéticos mandaron técnicos y se comprometen a ponerla a funcionar en poco tiempo. Eso va a significar un ingreso de divisas muy grande para el país, pero además de eso se comprometen en adecuar el sistema de producción de tal forma, que en el país, en el curso de algunos años se produzca totalmente el níquel, y nosotros seamos entonces productores del níquel metálico, que es uno de los minerales fundamentales en la industria moderna para el desarrollo de la química. Toda la química actualmente, además de todos los tipos de vehículos especiales, cuentan con el níquel como un componente esencial, prácticamente.

Además, la Nicaro se desarrollará también hasta sus posibilidades máximas. Todo esto trayendo las materias de la Unión Soviética fundamentalmente, y de Checoslovaquia también, y contando con la asistencia técnica de soviéticos y checos.

También firmamos en la Unión Soviética Protocolos de menor importancia, algunas fábricas, una fábrica de limas y una fábrica de repuestos que en el monto no tienen importancia, pero que son estratégicamente fundamentales para el país. Porque nosotros tenemos que producir aquí nuestro propio repuesto, por una causa muy sencilla: porque los países socialistas que están dispuestos constantemente a brindarnos toda su ayuda no tienen el tipo de repuesto que corresponde a la maquinaria norteamericana, que es la que nosotros tenemos en su gran mayoría en el país. De tal forma tenemos un programa para ir desarrollando plantas que produzcan repuestos específicos. Esta que viene de la Unión Soviética será para la reposición industrial en general; habrá otra para la reposición de piezas de ómnibus, piezas de automóviles, &c. Además, la Unión Soviética nos instalará una refinería completa, con una capacidad de un millón de toneladas anuales aproximadamente, también en un lugar a fijarse, y se compromete a hacer la búsqueda necesaria para nuestro petróleo, que hasta ahora ha sido infructuosa la búsqueda; hemos logrado pequeñas cantidades en algunas áreas como en la de Jatibonico, otra cerca de La Habana, pero son cantidades que no llegan a uno por ciento de nuestro consumo nacional.

Tenemos esperanzas de que los nuevos trabajos del Instituto Cubano del Petróleo y los trabajos de los técnicos soviéticos nos permitan conseguir cantidades considerables de petróleo.

En Checoslovaquia, que fue el primer país visitado, firmamos, como cosa importante, un aumento del crédito de veinte millones de pesos que se había dado en un primer momento, en ocasión de la visita del Ministro Kracji, del Comercio Exterior, a cuarenta millones y, además, se dispuso que esos cuarenta millones de pesos estuvieran destinados a la construcción de toda la primera etapa de los talleres para la construcción de vehículos, como tractores, camiones, motores en general, motocicletas y, posteriormente ampliar esas líneas también a ómnibus y a automóviles.

Este complejo industrial, que será uno de los importantes de Cuba, muy probablemente, podemos ya decirlo, aunque no es una seguridad absoluta, muy probablemente estará instalado en Santiago de Cuba.

Además, hemos firmado con Checoslovaquia protocolos para comprar una gran cantidad de plantas pequeñas, plantas que ya han empezado a venir. En Santiago de Cuba se está construyendo ya una de tornillos, que está acabada la construcción de mampostería, y en todo el país empezarán a surgir durante este año 61 las plantas compradas en los países socialistas. Actualmente ya hay más de cien plantas cuyos contratos se han firmado en firme para establecerlas durante el quinquenio 61-65, y hay otro número igual o mayor de plantas que están en discusión para ser adquiridas también durante el curso del quinquenio.

Nuestra generación de corriente eléctrica, que es fundamental, para la industria, será aumentada de un sesenta por ciento la capacidad instalada, en aproximadamente un ciento por ciento del suministro durante el quinquenio, también con compras fundamentalmente de la Unión Soviética y Checoslovaquia. Es para nosotros sumamente importante el desarrollo de la energía eléctrica; sin energía eléctrica en los momentos actuales no se puede desarrollar una industria.

Esto trae aparejado problemas también, porque nosotros tenemos que producir energía eléctrica a partir de petróleo. No se puede producir a partir de agua energía eléctrica, porque nuestras corrientes son pequeñas. De tal forma tenemos que asegurar nuestro suministro de petróleo, y aun cuando estamos buscándolo, también ya tenemos asegurado el suministro con la Unión Soviética, y vamos a firmar en algún tiempo protocolos que aseguran la venta del petróleo a Cuba durante varios años, de forma de tener asegurado nuestro abastecimiento. Y además, tenemos asegurada la venta con esto de una cantidad considerable de azúcar que es el pago que nosotros damos por ese petróleo.

Con los otros países de Europa, con la Alemania Oriental, el otro país de Europa visitado, también fue grande la cosecha de plantas industriales que se lograron. Se logró, además, un crédito en principio, la promesa de un crédito de diez millones de pesos, que será firmado en La Habana con la representación comercial que la República Popular de Alemania mantiene aquí en Cuba.

Es muy significativo este préstamo, porque Alemania no solamente está pasando por un período muy difícil, puesto que Alemania Occidental que era su principal cliente en el área occidental ha resuelto no comprarle nada este año 61, ha denunciado el tratado que tenía ya desde hace varios años, y Alemania se ve en la necesidad de guardarse ya una serie de materias que solamente las consume la otra parte de Alemania que no tiene otro mercado en el mundo, y que ya está programada su producción. A pesar de eso resolvieron también darnos un crédito pequeño, pero que demuestra la disposición de Alemania también a ayudarnos. Además, ellos son productores fuertes de azúcar y exportadores de azúcar, sin embargo, nos compraron sesenta mil toneladas a cuatro centavos, y públicamente anunciaron que esas toneladas de azúcar las guardarán en sus depósitos, es decir, no entrarán para nada en el mercado mundial.

Por supuesto, la Unión Soviética está en la misma disposición, y todo el azúcar que no consume este año la guardará para años posteriores, además de incrementar mucho el consumo dentro del país.

La República Popular China no tiene esos problemas, porque tiene gran carencia de azúcar. El millón de toneladas que hemos firmado, y el acuerdo por cien millones de pesos se cumplirá fácilmente.

Es bueno puntualizar el extraordinario grado de desarrollo que ha alcanzado China, que es increíble para todos los que conocen la historia de los países atrasados del mundo, y cómo habían dos países que eran el símbolo del hambre, el símbolo de la miseria y el oprobio colonial, que eran China y la India.

En el viaje que nosotros realizamos durante el año antes pasado, el 59, tuvimos oportunidad de visitar la India. Evidentemente es un gobierno popular, un gobierno que ha tomado una serie de medidas para mejorar el nivel de vida de su población, pero todavía se ve un hambre espantosa, miseria inmensa, un grado de explotación terrible y, sobre todo, se nota que la estructura actual es incapaz de dar lo que ansía toda esa masa de seres humanos que están verdaderamente famélicos.

En China todo el mundo recuerda que era hace poco el paraíso de los traficantes de opio; hace relativamente muy pocos años era el país donde se vendían las mujeres, donde, incluso, los campesinos mataban a sus mujeres hembras, exactamente igual como hacen los campesinos con las hembras que nacen de un animalito, de un perro o de un gato. Así se hacía en China hasta hace pocos años. Incluso llegaban a cosas tan terribles como comerse los seres humanos.

Para el que conoce todas esas antiguas realidades de China, es realmente extraordinario ver lo que pasa ahora. China tiene más de seiscientos cincuenta millones de habitantes. Ellos no saben bien la cantidad exacta de sus habitantes; les pasa como a nosotros, pero nosotros no sabemos porque todavía no hemos podido hacer el censo, y antes se habían encargado de que no supiéramos bien, de que no tuviéramos censo, de nada. A ellos no, para ellos el problema es que son demasiados, un país muy grande, y todavía no tienen suficientes medios de comunicación. Pueden calcularse alrededor de seiscientos setenta millones de habitantes.

Naturalmente, no se va a pretender decir que el nivel de vida de China alcanza al de los países desarrollados del mundo capitalista, pero no se ve absolutamente ninguno de los síntomas de miseria que se ve en otros países del Asia que hemos tenido oportunidad de recorrer; incluso mucho más desarrollados, como el mismo Japón. Y se ve a todo el mundo comiendo, todo el mundo vestido –vestido uniformemente, es cierto, pero todo el mundo correctamente vestido–, todo el mundo con trabajo, y un espíritu extraordinario.

Verdaderamente, China es uno de esos países donde uno encuentra que la Revolución cubana no es un hecho único y que es un hecho normal en la historia de los pueblos encontrar esa efervescencia que uno encuentra en Cuba. China está viviendo esa parte de su historia revolucionaria similar a la cubana; todo el mundo está entusiasmado, todo el mundo trabaja horas extras, todo el mundo tiene interés en la producción, en aumentar la productividad, en ir mejorándose en todos los sentidos. No hay trabajador, prácticamente, que no esté con un libro bajo el brazo, estudiando alguna materia técnica; se está luchando contra el analfabetismo, pero muy vigorosamente, y en pocos años se dominará; en fin...

Yo sé que hace un tiempo, hace como unos cuatro o cinco meses, el compañero Núñez Jiménez hizo un viaje por los países socialistas; vino una comparecencia, empezó a decir lo que había visto por allá; y después la gente le puso «Alicia en el País de las Maravillas». Realmente, yo puedo decir que como he recorrido más aún, he recorrido todo el continente socialista, a mi me pueden decir «Alicia en el Continente de las Maravillas». (Risas.) Pero uno debe decir realmente lo que ve, y ser honesto; y las realizaciones de los países socialistas, de los que ya han alcanzado un alto grado de desarrollo o de los que todavía están en procesos muy similares al de Cuba, son extraordinarias. No puede haber comparación ninguna, en sus sistemas de vida, en sus sistemas de desarrollo, con los de los países capitalistas; y, sobre todo, no hay comparación ninguna entre la forma en que la gente ve un hecho como nuestra Revolución en esos países y en cualquier país capitalista del mundo. El entusiasmo es extraordinario en todos ellos.

Quizás la Unión Soviética sea donde se pueda palpar más. Han pasado cuarenta y tres años de Revolución, todo el mundo tiene un altísimo grado de cultura política; y es realmente emocionante ver cómo personas desconocidas lo conocían a uno –dos o tres de los que llevábamos algo de barba–, inmediatamente empezaban a dar vivas a la Revolución cubana, empezaban a hacer afirmaciones de su solidaridad. Y al llegar a cualquier acto o cualquier espectáculo, las demostraciones fervientes de todos los asistentes eran cosas que entusiasmaban, realmente.

Nosotros fuimos invitados el día del informe del viceprimer ministro de la Unión Soviética, Koslov, un informe anual que se hace. Nosotros entramos primero, y al reconocernos el público: un aplauso enorme; después se nos invitó a subir al Presidium, y al nombrarse a Cuba por parte del informante hubo una ovación que duró varios minutos, que fue la más entusiasta de todo el informe, aun cuando se trataba de problemas fundamentales en la Unión Soviética, problemas que estaban directamente en relación con el pueblo soviético y con el porvenir del pueblo soviético y del mundo; lo que más entusiasmó fue el nombre de Cuba.

Además, tuvieron extraordinaria gentileza –algo que yo, personalmente, no olvidaré nunca– de invitarme, como Jefe de la Delegación Cubana, a estar en el Presidium del desfile del 7 de Noviembre, un lugar donde solamente estaban presentes los Jefes de Estado de los países socialistas y los miembros del Presidium del Soviet Supremo, es decir un total de veinte o veinticinco personas. Y allí, al reconocernos la gente –porque eso es lo extraordinario que en ese país se conozca tanto la Revolución cubana– eran atronadores los gritos vivando a Cuba. Quizás ese sea uno de los momentos más emocionantes de nuestro viaje; allí, y también en China, y en Corea, el ver el entusiasmo con que la gente ve a la Revolución cubana, la capacidad de sacrificio que tiene ese pueblo es consciente para ayudarnos a nosotros.

En China, naturalmente, ocurrió un hecho parecido. También tuvimos que hablar en varias reuniones importantes, y se le dio mucha trascendencia a la visita de la Delegación cubana, que era la primer delegación económica oficial. Además, en China nos dieron un crédito de sesenta millones de pesos, o de dólares, que no llevan interés, y para ser devueltos durante los quince años siguientes a la ejecución del préstamo.

Además, tuvimos algunas conversaciones con altos dirigentes socialistas, que nos demostraron la forma en que esta ayuda –porque no se puede catalogar de otra forma– ha sido dada a Cuba.

Con el primer ministro, Chou En-Lai, tuvimos una discusión, porque se firmó un Comunicado Conjunto; en ese Comunicado Conjunto, la Delegación cubana puso, en un párrafo: «la ayuda desinteresada de los países socialistas». Eso provocó una larga discusión casi filosófica, porque ellos se negaron absolutamente a admitir la palabra «desinteresada». Ellos dijeron que de ninguna manera, que ellos daban un ayuda, pero una ayuda interesada; y que era una ayuda interesada, aun cuando no tuviera intereses monetarios, porque Cuba era en este momento uno de los países que estaban en la vanguardia de la lucha contra el imperialismo y el imperialismo es enemigo común de todos los pueblos, que el ayudar a Cuba era el interés de todos los países socialistas. Ni que decir que la frase «ayuda desinteresada» quedó cambiada por «ayuda» solamente.

Además, nos explicaron que todos esos préstamos tienen que hacerse bajo la forma de préstamo, porque es lo que indica el Derecho Internacional, el respeto entre dos países soberanos, pero que Cuba no tenía obligación de pagarlo si no hasta el momento en que pudiera pagarlo, que si se veía precisada a no pagarlo no tenía importancia ninguna. (Aplausos prolongados.)

Esa es la forma en que los países socialistas recibieron nuestras peticiones, peticiones que, por supuesto, si las hubiéramos hecho en los Estados Unidos, en tiempos normales, no digamos ahora, hubieran provocado la carcajada de todos los gobernantes y de todos los comerciantes del país.

Eso, y el espíritu de humanidad de esos pueblos, es algo que realmente convence de que definitivamente no podemos contar como Gobiernos amigos sino, en primer lugar, con esos países del mundo. Y, además, la fuerza, la tasa de desarrollo económico tan grande, la pujanza que demuestran, el desarrollo de todas las fuerzas del pueblo, nos hacen a nosotros estar convencidos de que el porvenir es definitivamente de todos los países que luchan, como ellos, por la paz del mundo y por la justicia, distribuida entre todos los seres humanos.

Esto no quiere decir, de ninguna manera, que lo que se haya visto es nada más que maravillas. Naturalmente que hay cosas que para un cubano, viviendo en el siglo veinte, con todas las comodidades con que el imperialismo nos ha acostumbrado a rodearnos en las ciudades, podrían parecer como faltas de civilización incluso; son países que tienen que emplear hasta el último centavo de su producción en su desarrollo.

Nosotros aquí teníamos que plantear algunos problemas que nos daban algo de vergüenza, realmente; porque, por ejemplo, planteábamos el problema de que el pueblo cubano necesitaba materias primas para hacer desodorantes, y en esos países no entendían eso, porque son países que desarrollan toda su producción para el bienestar general del pueblo, y que tienen todavía que superar atrasos enormes, y quieren alcanzar a los países más desarrollados del mundo capitalista en la producción de los artículos fundamentales; no se pueden ocupar de esas cosas. En nuestro país sí... yo sé que por aquí siempre hay problemas por la «Gillette», y por el desodorante, y por otros artículos de consumo de este tipo, que suelen faltar porque, naturalmente, nosotros también tenemos que ocuparnos ya de cosas más importantes. Al fin y al cabo, el jabón y esas cosas no se comen, y primero tenemos que asegurar la comida de la gente; la comida, porque estamos en guerra.

Estamos en una guerra económica, y casi casi en una guerra que no es económica ya; contra un poder enorme, apoyados también por un poder enorme, pero nosotros tenemos que desempeñar nuestro papel, nosotros no somos espectadores en esta lucha entre dos grandes colosos, alrededor de Cuba, nosotros somos una parte importantísima de esa lucha. Y nosotros tenemos que mantener la unidad de nuestro pueblo, el espíritu de nuestro pueblo, la capacidad de sacrificio de nuestro pueblo, desarrollarla mucho más; porque todavía aquí, verdaderamente, cuando uno conoce la historia de todos esos países, aquí no se ha pasado, afortunadamente, no se ha pasado nada. Uno habla de veinte mil muertos, pero allá se habla de veinte millones de muertos; y es realmente extraordinario también ver cómo esos países, que han tenido veinte millones de muertos –que no es una palabra, ni es un cifra, son veinte millones de personas que faltan de sus casas, a las que todavía se recuerda, que fueron perdidas en la última guerra, hace quince años– sin embargo, en ese país que quiere tan profundamente la paz, como la Unión Soviética, que está saturado de la idea de la paz y del convencimiento de que por medios pacíficos llega a todas las metas que se ha propuesto. Sin embargo, está dispuestos a arriesgarlo todo en una guerra de características atómicas, de destrucción inimaginable, donde la cifra de muertos puede superarse muchísimo, simplemente por mantener un principio y defender a Cuba.

Eso lo hemos visto en todos los países, pero, naturalmente, siempre los países grandes, los que tienen que llevar el peso de la guerra, una guerra de esa magnitud, son en los que uno puede medir realmente la importancia que tenemos en este momento, y lo que nosotros tenemos que desarrollar para ser dignos de esa confianza.

De los países socialistas que visitamos personalmente, Corea es uno de los más extraordinarios. Quizás es el que nos ha impresionara más de todos ellos. Tiene solamente diez millones de habitantes y tiene el tamaño de Cuba, poquito menos, unos ciento diez mil kilómetros cuadrados; la misma extensión territorial que la parte del sur de Corea, pero la mitad de habitantes. Fue asolado por una guerra tan fantásticamente destructiva que de sus ciudades no quedó nada, y cuando uno dice nada, es nada; es como los pequeños poblados de guano que Merob Sosa y Sánchez Mosquera y esa gente quemaba aquí, y de los cuales no quedaban nada más que cenizas. Así quedó, por ejemplo, Piongyang, que es una ciudad de un millón de habitantes. Hoy no se ve un sólo resto de toda aquella destrucción; todo es nuevo. El único recuerdo que queda es, en todos los caminos, los huecos de las bombas, que caían unas al lado de otras.

Ellos me mostraron muchas de las fábricas, todas ellas reconstruidas y otras hechas nuevas, y cada fábrica de esas había soportado entre 30 y 50 mil bombas. Si nosotros nos hacemos una idea de lo que eran 10 o 12 bombas tiradas alrededor nuestro en la Sierra, que significaba un bombardeo terrible, y había que tener su dosis de valor para aguantar esas bombas, imagínense lo que significan 30.000 bombas tiradas en un espacio de tierra a veces menor que una caballería.

Corea del Norte salió de la guerra sin una industria en pie, sin una casa en pie, hasta sin animales. En una época en que la superioridad aérea de los norteamericanos era tan grande, y ya no tenía qué cosa destruir, que los aviones se divertían matando bueyes, matando lo que encontraban. Era, pues, una verdadera orgía de muertes lo que se cernió sobre Corea del Norte durante dos años solamente, y en el tercer año aparecieron los Mig-15, y ya la cosa cambió, pero esos dos años de guerra significaron, quizás, la destrucción sistemática más bárbara que se ha hecho.

Todo lo que se puede contar de Corea parece mentira. Por ejemplo, en las fotografías se ven gentes con el odio, ese odio de los pueblos cuando llega a la parte más profunda del ser, que se ve en las fotos de cuevas donde se meten 200, 300 y 400 niños, de una edad de 3 o 4 años, y se asesinan allí con fuego, otras veces con gas; los descuartizamientos de las gentes, el matar a mujeres embarazadas a bayonetazos para hacerles salir el hijo de las entrañas; el quemar heridos con lanzallamas; las cosas más inhumanas que pueda imaginar la mente humana fueron efectuadas por el ejército de ocupación norteamericano. Y llegó casi hasta el confín de Corea con China, y ocupó, en un momento dado, casi todo el país. Sumado a eso que en la retirada lo destruían todo, podemos decir que Corea del Norte es un país que se hizo de muertes. Naturalmente, recibió la ayuda de los países socialistas, sobre todo de la Unión Soviética, en una forma generosa y amplísima. Pero lo que más impresiona es el espíritu de ese pueblo. Es un pueblo que salió de todo esto, tras una dominación japonesa de 30 años, de una lucha violenta contra la dominación japonesa sin tener siquiera un alfabeto. Es decir, que era de los pueblos más atrasados del mundo en ese sentido. Hoy tiene una literatura y una cultura nacionales, y un orden nacional, y un desarrollo ilimitado, prácticamente, de la cultura. Tiene enseñanza secundaria, que allá es hasta el noveno grado, obligatorio para todo el mundo.

Tienen en toda la industria el problema que ojalá nosotros tuviéramos hoy –que tendremos dentro de 2 o 3 años–, que es el problema de la falta de mano de obra. Corea está mecanizando aceleradamente toda la agricultura para lograr mano de obra para poder realizar sus planes, y también se está preparando para llevar a los hermanos de Corea del Sur el producto de fábricas de tejidos y otras, para ayudarlos a sobrellevar el peso de la dominación colonial norteamericana.

Es, realmente, el ejemplo de un país que gracias a un sistema y a dirigentes extraordinarios, como es el mariscal Kim Il Sum, ha podido salir de las desgracias más grandes para ser hoy un país industrializado.

Corea del Norte podía ser para cualquiera aquí en Cuba, el símbolo de uno de los tantos países atrasados del Asia. Sin embargo, nosotros le vendemos un azúcar semielaborado como es el azúcar crudo, y otros productos aún sin elaborar, como es el henequén, y ellos nos venden tornos prensadores, toda clase de maquinaria, maquinaria de minas, es decir, de productos en que ya se necesita una alta capacidad técnica para producir. Por eso es uno de los países que nos entusiasma más.

Ya he consumido como una hora de los minutos que me dieron para hacer este pequeño informe.

Quería decirles que en la República Popular China, del crédito de sesenta millones, que no está agotado todavía, hemos comprado una textilera, de cien mil husos y hemos comprado otra textilera de cien mil husos en Alemania democrática. Dentro de poco tiempo –en lo que tardan en llegar aquí esos husos– el problema textil de elaboración de telas quedará concluido, y quedará todavía otro problema, que corre por cuenta, directamente, del Departamento de Producción del INRA.

Además, naturalmente, industrias que sería muy largo enumerar y que nos permitirán al fin de este quinquenio, el quinquenio que acaba en el 65, podernos llamar un país agrario e industrial, por lo menos.

Si todavía logramos éxitos en uno de nuestros empeños más cálidos, como es el de convertir el azúcar en un subproducto, es decir, lograr el aprovechamiento integral de los hidrocarburos de la caña de azúcar para una serie de funciones químicas importantísimas, y dejar que el azúcar sea nada más que un producto más, y de los menos importantes, podremos entonces considerarnos un país industrial agrario, no agrario industrial. Claro que yo no me puedo, de ninguna manera, animar a hacer vaticinios. Por ahora ya es mucho que en el transcurso de estos cinco años seamos un país agrario industrial.

Tal vez no sea mucho, nosotros hemos aprendido ahora que nunca nada es mucho, y que siempre se puede lograr algo más. Pero, en fin, es mucho, por lo menos, para lo que hay en los otros países de América Latina, nuestros hermanos más queridos, que cuando empezó la Revolución cubana estaban en nuestro mismo nivel de subdesarrollo, y que cuando acabe este quinquenio, si no suceden cosas muy importantes en América, desgraciadamente, en su gran mayoría seguirán estando en el mismo estado de subdesarrollo, quizás un poco más apretado por la bota imperialista.

Ahora, creo que estoy a disposición del panel, para que trabaje algo.

Fuente: Proyecto Editorial Che Guevara 

miércoles, 11 de junio de 2025

MUSEO DEL LEVANTAMIENTO NACIONAL ESLOVACO, EN BANSKÁ BYSTRICA

En agosto de 1944, comenzó el Levantamiento Nacional Eslovaco contra el régimen de Jozef Tiso. El epicentro del levantamiento fue la ciudad de Banská Bystrica (en eslovaco: Neusohl), en el centro del país. Además de varios monumentos, un museo conmemora la lucha de los insurgentes desde la década de 1950.

Historia

Eslovaquia, independiente desde 1939, participó en la guerra contra la Unión Soviética como aliada del Reich alemán. A medida que la guerra avanzaba negativamente, el régimen autoritario de Jozef Tiso se enfrentó a un creciente descontento popular. En 1943, comunistas y otras fuerzas antifascistas formaron un Consejo Nacional secreto. Dentro del Consejo Nacional, las ideas sobre el futuro sistema político diferían considerablemente, pero todos mantenían el objetivo de restaurar Checoslovaquia. En cooperación con el gobierno checoslovaco en el exilio en Londres, el movimiento partisano y los contactos soviéticos, el Consejo Nacional comenzó a preparar un levantamiento contra el régimen. El objetivo estratégico era derrocar a Tiso y asegurar el acceso del ejército soviético a través de los Cárpatos. 

El general de brigada eslovaco Jan Golian asumió la tarea de organizar una revuelta militar en la región central de Eslovaquia, alrededor de Banská Bystrica. Cuando las tropas alemanas cruzaron la frontera el 29 de agosto de 1944 para combatir el movimiento partisano en Eslovaquia, Golian se vio obligado a iniciar el levantamiento prematuramente. Alrededor de 18.000 soldados amotinados participaron en la acción contra las tropas alemanas invasoras. Tras una mayor movilización, la cifra ascendió a 47.000, además de los grupos partisanos ya activos. Todos los insurgentes fueron reconocidos por el gobierno londinense en el exilio como miembros del ejército checoslovaco. Sin embargo, los alemanes lograron impedir que las tropas eslovacas y soviéticas unieran fuerzas en los Cárpatos tras el despliegue de tropas alemanas desde Hungría a Eslovaquia para proporcionar refuerzos. Los insurgentes, rodeados, lucharon durante dos meses contra las SS, la Wehrmacht y las milicias del Partido Hlinka eslovaco. El levantamiento fue finalmente derrotado militarmente el 27 de octubre de 1944. Las tropas alemanas permanecieron en el país hasta abril de 1945.

Memoria

Ya en 1947 se fundó en Banská Bystrica un instituto para el estudio del Levantamiento Nacional Eslovaco. En 1955, el instituto fundó un museo, inicialmente ubicado en el ayuntamiento. En 1969, el museo se trasladó a un nuevo y monumental complejo museístico, que aún alberga la colección sobre el levantamiento, así como varios artículos de equipo militar y un monumento conmemorativo. Durante el régimen comunista, el museo destacó principalmente el papel de los comunistas checoslovacos y la ayuda de la Unión Soviética en el levantamiento. Desde el fin del régimen ura comunista, el museo también ha abordado otros temas, además del Levantamiento Nacional Eslovaco, como la vida de la sociedad eslovaca entre 1938 y 1945 y el Holocausto en Eslovaquia.

El museo

El Museo del Levantamiento Nacional Eslovaco es un museo especializado con archivos de especial importancia que documentan el desarrollo de la sociedad eslovaca entre 1938 y 1945, con especial énfasis en la documentación de la resistencia antifascista y el Levantamiento Nacional Eslovaco. El museo está ubicado en el monumental edificio conmemorativo del Levantamiento Nacional Eslovaco, construido en la parte sureste del centro histórico desde 1969. Actualmente, es uno de los lugares más destacados de la capital del condado de Banská Bystrica, Eslovaquia.

El monumento se creó como parte de un concurso en 1959. En él, el arquitecto buscó una forma característica de la época: la masa baja de un sencillo volumen cuadrado se alza sobre el zócalo. En su fuerza elemental, se percibe una superación de la ornamentación historicista previa con una forma geométrica lapidaria. Debido a objeciones políticas, Kuzma no pudo retomar el proyecto hasta 1963. Sin embargo, su propio talento se inclinaba más hacia la forma escultórica, por lo que, para concebir una forma más definitiva de la obra, colaboró ​​con el joven escultor Jozef Jankovic. La sugerente escultura de Jankovic, «La advertencia a las víctimas», se convirtió en el elemento central de todo el edificio (tras la invasión soviética de 1968, se trasladó a Kalist y regresó al monumento en 2004 para la conmemoración del 60.º aniversario del levantamiento). El efecto estético del edificio se basa en la fuerza del hormigón visto, del que se forman los dos segmentos de la carcasa desde la base horizontal. En su interior se encuentran los espacios principales del museo del movimiento partisano antifascista eslovaco de 1944.

Este interesante edificio arquitectónico simboliza la historia de la nación eslovaca mediante dos monumentos asimétricos de hormigón armado unidos por un puente que evoca la idea del Levantamiento Nacional Eslovaco como un hito importante en la vida de la sociedad eslovaca durante la Segunda Guerra Mundial. El monumento se compone de una base horizontal y una masa escultórica dividida en dos por el centro. Los laterales de la incisión son de vidrio; las losas del techo de ambos volúmenes están suspendidas libremente. En el centro de la composición se encuentra el vestíbulo conmemorativo en la planta baja, con losas de madera. En la planta baja se encuentran un archivo de investigación, un aula, aseos y áreas de almacenamiento y depósito. El monumento está declarado monumento nacional.

El espacio entre ambos monumentos se utiliza como sala de oración, con la tumba simbólica del Soldado Desconocido y la llama eterna, importantes campos de batalla del levantamiento y lugares de represión nazi. Allí también se encuentran placas conmemorativas en honor a las víctimas del Holocausto eslovacas y a los combatientes extranjeros del Levantamiento Nacional Eslovaco. Todo el monumento conmemorativo del Levantamiento Nacional Eslovaco fue declarado patrimonio cultural nacional. El Levantamiento Nacional Eslovaco se presenta como un elemento importante de la resistencia antinazi europea durante la Segunda Guerra Mundial.

El Museo del Levantamiento Nacional Eslovaco está rodeado por un amplio parque. En el parque se encuentra una exposición al aire libre de armamento pesado. Cerca de la entrada se encuentra la pieza más interesante: el avión LI-2. Este avión se utilizó para transportar personas y material a la base aérea de Three Oaks durante el Levantamiento Nacional Eslovaco. El interior del avión está abierto al público.

http://www.muzeumsnp.sk

muzeumsnp@muzeumsnp.sk

Kapitulská 23
975 59 Banská Bystrica





martes, 10 de junio de 2025

SE PONE EN MARCHA INICIATIVA ONLINE PARA DAR A CONOCER LA HISTORIA DEL CINE PALESTINO, CON UN AMPLIO CATÁLOGO DE PELÍCULAS Y DOCUMENTALES

 

La Academia del Cine Europeo (EFA), el Palestinian Film Institute (PFI) o la web cinepalestino.com ofrecen un amplio archivo documental y un catálogo de cortos, documentales y filmes de ficción hechos en Palestina.

Mientras el mundo mira a Gaza como bastión de resistencia del último aliento del pueblo palestino por su supervivencia ante el cruel y devastador asedio israelí, la Academia del Cine Europeo en colaboración con el Palestine Film Institute (PFI) ha puesto en marcha una iniciativa online (palestinefilminstitute.org) para dar a conocer la historia del cine hecho en aquel país que aún hoy muchos no reconocen con un catálogo que permite acercarse a sus ficciones, cortos y documentales.

Son precisamente estos últimos los que marcan su nacimiento, fechado en 1935, con la presentación del filme de Ibrahim Hassan Sirhan sobre la visita del rey de Arabia Saudí Ibn Saud. A Sirham le debemos también Realized dreams, sobre un orfanato, el retrato de Ahmed Hilmi Pasha, miembro del Alto Comisionado Árabe, o la fundación de la Arab Film Company, que produjo el primer largo de ficción palestino, Holiday Eve (1937).

Tras la expulsión de sus tierras en 1948 y la desaparición de la práctica totalidad de su legado, el cine palestino tardaría otros veinte años en retomar su actividad, ya con un cariz claramente político y reivindicativo respecto a la ocupación de sus territorios o la vida en los campos de refugiados o el exilio. Sólo a partir de 1967 comienza un cierto renacer del documental activista con Escenas de la ocupación en Gaza (1973), uno de los primeros títulos en verse en el exterior gracias al Festival de Bagdad. Ya en 1980, Fertil memory, de Michel Khleifi, consiguió llegar a Cannes, mientras que buena parte de los archivos cinematográficos se perdían tras una gran explosión en 1982 en Beirut. Recientemente, Kamal Aljafari ha explorado este hecho traumático en la experimental y elegiaca A Fidai Film, una de las mejores películas del pasado año según la crítica internacional.

Ya en el siglo XXI, y a través de las co-producciones, el cine palestino ha encontrado mayor visibilidad y alcance internacional gracias a cineastas como Elia Suleiman (Intervención Divina, Premio del Jurado en Cannes), capaz de abordar el conflicto en clave de humor, Hany Abu-Assad, cuya Paradise now (2005) sobre dos niños reclutados para cometer atentados consiguió el Globo de Oro y una nominación al Oscar, el recientemente desaparecido Ahmad Natche (Dos metros de esta tierra, 2012), o los jóvenes Abraham y Adra, responsables del documental ganador del Oscar No other land. El corto de Mahdi Fleifel I signed the petition, sobre los efectos del apoyo al boicot cultural a Israel, fue nominado por la EFA en 2018, mientras que Between heaven and earth (2020, N. Najjar), se remonta a un periodo sin guerras religiosas donde el amor intercultural aún era posible.

La web en español cinepalestino.com también ofrece un nutrido número de títulos, archivo y documentación. 

Manuel J. Lombardo

Fuente: Diario de Sevilla 

lunes, 9 de junio de 2025

"CONCIERTO PARA PIANO" DE ALAN BUSH, INSPIRADO EN UN TEXTO DEL POETA COMUNISTA RANDALL SWINGLER

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Alan Bush nació en 1900 en Londres en el seno de una familia de clase media. Inicialmente fue a una escuela pública y más tarde, su talento musical lo llevó a la clase de Frederick Corder en la Academia Real de Música, estudiando más tarde con John Ireland y Benno Moiseiwitsch. En 1925, se volvió profesor de composición en aquella institución, en la que se volvió una eminencia al enseñar contrapunto estricto al estilo de Palestrina, al menos hasta su muerte 70 años después. Por sus orígenes humildes, pronto entró en contacto con la inteligencia académica de izquierda y militó en frentes comunistas, al punto de unirse al Partido Comunista de Inglaterra y a la Internacional Obrera; el desafortunado surgimiento de la Guerra Fría lo volvió una persona no grata y de la que había que desconfiarse, por lo mismo su obra fue juzgada en función de su persona. Pero, por otro lado, Bush compuso obras dedicadas a asociaciones de obreros y desfiles para el partido comunista. Su música fue celebrada en Europa Oriental y algunas de sus óperas incluso se estrenaron primero en la URSS y en Alemania Oriental antes que en Inglaterra

El Concierto para piano de Bush fue compuesto entre 1935 y 1937, y se estrenó el 4 de marzo de 1938 en la London Broadcasting House. Fue interpretado por la Orquesta Sinfónica de la BBC y el Coro de Voces Masculinas dirigidos por Sir Adrian Boult, con el compositor al piano y Dennis Noble como barítono. Aunque las críticas de prensa posteriores fueron favorables, las interpretaciones posteriores han sido escasas, siendo la reposición con motivo del centenario la más importante. La duración de la obra y el final coral invitan a comparaciones con el Concierto para piano en do mayor de Busoni: la obra más extensa del género. Sin embargo, mientras que la obra de Busoni es una apoteosis de un romanticismo delirante, libre de cualquier lógica o restricción, la obra de Bush es una apoteosis de la ideología marxista. En este caso, separar al hombre de sus opiniones políticas es prácticamente imposible. El final utiliza un texto del poeta comunista inglés Randall Swingler, que reflexiona sobre el estado del mundo con un enfoque revolucionario. 

El primer movimiento se asemeja ligeramente a la forma sonata. Comienza con un tema principal rítmico de naturaleza marcial, presentado por el piano sobre pizzicati y pronto retomado por las cuerdas. A continuación, aparece un segundo tema más melódico, que ofrece el contraste adecuado. A continuación, comienza un vigoroso desarrollo, basado en el tema principal. Pasajes más tranquilos y coloridos contrastan con las incesantes transformaciones del material principal de una manera bien construida. La recapitulación retoma los temas principales, dando paso a un pasaje cadencioso para el solista y los metales. Una cola firme cierra el movimiento. El segundo movimiento es una inusual broma monotemática. El pianista introduce un tema principal nervioso, presentado de forma ligera y voluble. Gradualmente, se añaden más motivos y elementos a este material básico. La música se vuelve gradualmente más disonante y oscura. El tema se transforma entonces en figuras de arpegio en cascada en las zonas agudas del teclado y parece convertirse en un ostinato salvaje y estratosférico. Una idea más lírica aparece en las maderas, antes de que un repentino estallido nos lleve a una inesperada coda en pizzicato. El tercer movimiento es bastante libre en su forma. Comienza con una entrada árida y oscura de los contrabajos, seguida de una respuesta más lírica de las cuerdas agudas, especialmente con la entrada del clarinete. El solista entra con un tema meditativo y vibrante, presentado a través de un solo que florece con un tratamiento virtuoso. La virtuosa escritura para piano se extiende incluso a una figura de acompañamiento tranquila, mientras que los clarinetes se entregan a un pasaje muy cantable. Esta figura de acompañamiento adquiere el carácter de un movimiento perpetuo. Tras un expresivo clímax en las cuerdas, el piano interpreta una cadencia. Sonoros acordes rotos, cada vez más intensos e insistentes, nos conducen al final. El cuarto movimiento también es muy libre en su forma. Comienza con un tema principal brillante y animado, introducido por las cuerdas, que el piano desarrolla poco después. A un pasaje fuertemente contrapuntístico le sigue uno más reflexivo y melódico. Tras una escritura pianística virtuosa, un brillante floreo final arpegiado y un largo redoble de bombo fuerte marcan la entrada del coro masculino. El coro se une entonces a la letra y, en el verso «Has oído al piano presumiendo de su brillantez», el solista de piano entra amablemente con un ostinato de tresillo legado, sobre el que continúa el coro. El barítono solista se alterna con el coro, compartiendo el texto que advierte a los oyentes sobre los peligros de la sociedad y cómo superarlos, incluyendo una crítica contundente a los líderes del capitalismo y el imperialismo. La música se apasiona, reflejando el texto con fuego y pasión, culminando en una coda orquestal triunfal.