Monumento en honor de la lucha antifascista llevada a cabo por el ejército rumano desde el 23 de agosto de 1944, donde los comunistas rumanos han celebrado estos días el 70 anivesario del levantamiento
El Monumento a los héroes antifascistas está situado enfrente de la Academia Militar de Bucarest.
El homenaje a la lucha de Rumanía contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial fue la obra colectiva de un grupo de escultores rumanos, del Estudio de Arte Plástico del Ejército, formado por el coronel de la República Popular Rumana Marius Butunoiu (coordinador), Zoe Băicoianu, Ion Dămăceanu și Theodor N. Ionescu.
Sobre un pedestal en forma de paralelepípedo, de 6 metros de altura, de hormigón armado, se alza un grupo de estatuas de bronce, de 9 metros de altura, formado por tres soldados antifascistas, cada uno de un cuerpo de ejército: infantería, marina y aviación. El infante tiene en su mano derecha una rama de roble, símbolo de la victoria.
En el pedestal aparece la siguiente inscripción:
MOȘTENITORI AI TRADIȚIILOR EROICE STRĂBUNE LUPTĂTORI NEÎNFRICAȚI ÎMPOTRIVA FASCISMULUI PENTRU LIBERTATEA ȘI INDEPENDENȚA PATRIEI |
"Gloria a los soldados rumanos
herederos de la tradición heróica de sus antepasados
valientes combatientes contra el fascismo
por la libertad y la independencia de la patria"
A un lado y a otro del monumento se encuentran dos grandes altorrelieves, realizados en piedra blanca, con una superficie de 154 metros cuadrados, que representan como tema principal algunos momentos de la lucha de los combatientes rumanos en la Segunda Guerra Mundial contra el fascismo (después del 23 de agosto de 1944, cuando el Partido Comunista obliga al rey Mihai I, aliado hasta entonces de los nazis, a deponer del gobierno al Mariscal Antonescu y a ordenar a los ejércitos rumanos a volver sus armas contra el ejército alemán y sus aliados).
El monumento en honor de la lucha antifascista llevada a cabo por el ejército rumano desde el 23 de agosto de 1944 (antes protagonizada en solitario por los militantes comunistas y partisanos revolucionarios) es uno de los pocos que ha quedado en pié o en su lugar original tras el triunfo del golpe de estado de diciembre de 1989, en el que, como sabemos, se reinstauró aquello contra lo que los soldados honrados en el conjunto escultórico de la Academia Militar combatieron.
Sin embargo, el símbolo de que todo contra lo que aquellos héroes lucharon, y miles de miembros de la resistencia civil y militar murieron, se ha impuesto de nuevo es que el lugar donde se ubicara el monumento desde su inauguración, en 1957 lleva el nombre hoy de "Universidad Carol I", primer rey del país y el símbolo de la Rumania de los boyardos y oligarcas que pisotearon, como hoy, a los trabajadores y campesinos rumanos durante siglos.
Fuente: Un Vallekano en Rumanía (http://imbratisare.blogspot.de/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario