jueves, 13 de octubre de 2011
MONUMENTO A LA VICTORIA DEL PUEBLO SOVIÉTICO SOBRE LA ALEMANIA NAZI, EN SAN PETERSBURGO
Se realizó en 1975 coincidiendo con el XXX aniversario del final de II Guerra Mundial. Este sombrío monumento se levanta en el lugar donde se alzó un arco de triunfo para recibir a las tropas que volvían del frente. Denominado monumento a los Heroicos Defensores de Leningrado, honra a las víctimas del asedio y a los supervivientes. Fue proyectado por Serguei Speranski y Valentín Kamenski y realizado por el escultor Mijail Anikushin. Un obelisco de 48 metros de granito rojo se levanta junto a un recinto circular. El monumento está rodeado de esculturas de tamaño más grande que el natural.
Desde un paso subterráneo que hay en Prospect Moskovski se llega a un salón conmemorativo. Con una música de fondo solemne, se escucha el sonido de metrónomo y la señal de una radio de guerra que tratan de representar el desafiante latido de la ciudad. La tenue iluminación costa de 900 lámparas de color naranja (una por cada día de asedio). En las paredes se han inscrito los nombres de 650 héroes de la Unión Soviética, título concedido después de terminar la guerra, y en un muro distante hay un mosaico que representa a la mujer en la ciudad recibiendo a los soldados.
En el salón se exponen diversos objetos, como el violín de Shostakovich, que recuerdan la contribución de los distintos sectores al esfuerzo bélico. Un plano ilustra las líneas de batalla. Lo más espeluznante es la diminuta rebanada de pan, ración de comida diaria de mucha gente.
Fuente: El País Aguilar
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