14 MUJERES SOVIÉTICAS QUE CONTRIBUYERON A DERROTAR EL NAZISMO
Por Nestor Guadaño.
1. Lidia Litviak
Con 12 victorias aéreas, la piloto Lidia Litvyak mantiene actualmente el récord de derribos en combate real a manos de una sola mujer. Resultaron notorias sus acciones sobre todo durante la batalla de Stalingrado.
Entre sus compañeros y compañeras la llamaban cariñosamente Lilia (Lirio) y hizo dibujar un lirio en su carlinga, empezó a volar sobre el frente de Saratov en 1942. Asignada al 437º Regimiento de caza, fue trasladada con urgencia por en los durísimos combates al frente de Stalingrado, asignándole entonces el mejor avión que tenía la aviación soviética, un La5. Y en cuanto tomó contacto con sus mandos, el 13 de septiembre de 1942 derribó sus dos primeras aeronaves enemigas. En la siguiente misión un bombardero Heinkel o Junker, ella misma no pudo afirmarlo, en pareja con su comandante de regimiento. Ya de vuelta a la base en solitario, derribó al as de la aviación nazi Erwin Maier, que pilotaba un Messerschmitt Bf1909 G-2 "Gustav". Cuando cayó en paracaídas en territorio soviético, no quiso reconocer que había sido derribado por Lilia.
A finales de 1942 fue trasladada al 9º Regimiento de Cazas de la Guardia, donde se encontró con extraordinarios y sobresalientes pilotos, tanto mujeres como hombres. Con ellos, fue derribando aviones enemigos de bombardeo y caza. Así, a finales de febrero del 43, fue condecorada con la Orden de la Estrella Roja. El 13 de Junio de 1943 era comandante del 3º Escuadron del 73º Regimiento de Cazas de la Guardia, condecorada por sus acciones con la Orden de la Bandera Roja, teniendo ya dos órdenes de la Guerra Patriótica.
Murió en combate durante la batalla de Kursk, el 1 de agosto de 1943, con tan solo 21 años.
2. Ekaterina Budánova
Tras trabajar en una fábrica de aviones cerca de Moscú, Katia aprendió a pilotar aviones antes de la guerra. Se le atribuyen 11 victorias.
Al
principio estuvo en el 586º Regimiento de Cazas con Marina Raskóva,
pero tras los intensos combates de Stalingrado fue trasladada al 437º
Regimiento. En este frente el 23 de febrero recibió la Orden de la
Estrella Roja, ya en el mismo regimiento de Lidia Litviak.
Falleció luchando contra tres cazas alemanes en la región de Lugansk, el 13 de Julio de 1943, a los 26 años.
3. María Oktiábrskaia
Poco después del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, María Oktiábrskaia perdió a su compañero, comisario de su regimiento, en las cercanías de Kiev. Ella se encontraba entonces refugiada en Siberia, en Tomsk. Junto con sus hermanas, trabajó, vendió todas sus propiedades y juntaron 50.000 rublos para adquirir un T-34. En una carta al Presidente del Consejo Estatal de Defensa, le pedía ser enviada al frente con el tanque, para vengar la muerte de su compañero. Tenía instrucción militar (estaba en posesión del título de tiradora de ametralladoras "Voroshilov"), sabía conducir un tanque.
Su petición fue atendida, y con el blindado al que bautizó “Compañera de armas” estuvo luchando en las ofensivas por recuperar Kiev. Fue la primera mujer en el mundo en conseguir comandar un blindado.
María
Oktiábrskaia fue gravemente herida en los combates por la liberación del
norte de Bielorrusia en 1944, tenía 38 años. A título póstumo le
concedieron la condecoración de Heroína de la Unión Soviética.
4. Zoya Kosmodemiánskaia
Se unió al Komsomol, las juventudes comunistas en 1939, y en 1941 conformó la Unidad 9903 de guerrilleros soviéticos, enviados a la retaguardia nazi tras la invasión nazi. La misión de la unidad de Zoya era minar los caminos, destruir depósitos alemanes y aplicar la orden de "tierra quemada", contra las fuerzas nazís en su avance.
En octubre de 1941, todavía estudiante de secundaria en Moscú, se ofreció como voluntaria para una unidad partisana. A su madre, que trató de disuadirla, ella respondió: "¿qué puedo hacer cuando el enemigo está tan cerca? Si vinieran aquí, no podría seguir viviendo". De las mil personas que se unieron a su unidad en octubre de 1941, solo la mitad sobrevivió a la guerra.
Aislada Zoya de su unidad se refugió en un pueblo, donde fue delatada por un colaboracionista. Capturada e interrogada, fue torturada y vejada, finalmente públicamente ahorcada a los 18 años.
Las últimas palabras de Zoya fueron:
¡Camaradas! ¿Por qué se ven tan tristes? ¡Sean valientes, luchen, venzan a los alemanes, quemen, pisoteen! No tengo miedo a morir, camaradas. ¡Es felicidad morir por mi pueblo!Ahora me cuelgan, pero no estoy sola. Hay doscientos millones de nosotros. No pueden colgarnos a todos. Me vengarán.
¡Adiós, camaradas! Luchen, no tengan miedo! Stalin está con nosotros! ¡Stalin vendrá!
Fue la primera mujer condecorada como Heroína de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En la URSS Zoya se convirtió en uno de los símbolos más populares de la resistencia a los nazis.
5. Natalia Meklin
Natalia Meklin fue teniente en el famoso 46º Regimiento de la Guardia de Tamán de Bombardeo Nocturno. Realizó 982 misiones. Los alemanes las llamaron "Las brujas de la noche".
En 1940 terminó sus estudios en la escuela de planeadores en el Palacio de los Jóvenes Pioneros de Kiev, graduándose en el Instituto de Aviación de Moscú.
Desde 1942 con diecinueve años comandó un escuadrón de bombarderos, hasta el final de la guerra. Fue ascendida a Teniente de la Guardia, concediéndosele el título de Heroína de la Unión Soviética.
Falleció en el año 2005, a los 82 años de edad.
6. Liudmila Pavlichenko
Liudmila Pavlichenko esta considerada como una de las mejores francotiradoras de la Gran Guerra Patria. Eliminó a 309 fascistas.
En 1941 Pavlichenko se alistó al ejército a los 25 años y solamente hizo un curso breve de francotiradores antes de llegar al frente.
Participó en las batallas de Odessa y Sebastópol. En esta batalla, Liuda fue herida y evacuada. Después de su recuperación, Pavlichenko fue enviada a EE UU y Canadá como miembro de una delegación. Recibida por el presidente de EE UU, Franklin Roosevelt y su esposa, y ésta admirada del temple de la francotiradora, organizó un recorrido por el país.
Pavlichenko llamaba a los aliados a abrir un segundo frente en Europa. En Chicago exclamó: “Señores, tengo 25 años. En el frente ya he liquidado a 309 invasores fascistas. ¿No creen ustedes, señores, que llevan ya mucho tiempo escondiéndose detrás de mis espaldas?”.
En 1943 Pavlichenko recibió la condecoración del Heroína de la Unión Soviética aunque no volvió al frente. Se dedicó a la preparación de francotiradores.
7. Tatiana Makárova
Teniente del 46º Regimiento de la Guardia, de Bombardeo Nocturno, desde muy joven quiso volar y así antes de la guerra , con diecinueve años obtuvo el diploma de piloto civil.
Estuvo
en diferentes frentes desde 1942. Por sus acciones de bombardeo recibió
la Orden de la Bandera Roja. Soltaba las bombas a 15 m. y hasta 100 m.
con el motor parado. Sin aparante fatiga realizaba en un día de ocho a
nueve incursiones.
Falleció en
combate, el 25 de agosto de 1944 en los cielos de Polonia. Tenía 23 años.
Makárova recibió a título póstumo el título de Heroína de la Unión Soviética: "Por el cumplimiento ejemplar de las misiones ordenadas y la demostración de coraje y heroísmo en las batallas contra los invasores fascistas alemanes".
8. Alexandra Samusenko
La tanquista Alexandra Samusenko fue comandante de un blindado T-34, además entonces era la única mujer subcomandante de un batallón de tanques.
Participó
ya como soldado de milicias en la campaña contra Finlandia. Siguió unos
cursos acelerados de tanquista y fue enrolada en el 1º Ejército de
Tanques. Recibió la Orden de la Estrella Roja, en los combates de su
unidad en las contraofensivas de Lvov-Sandomierz
Samusenko con 23 años, falleció a resultas de las heridas recibidas en una acción en la liberación del Este de Pomerania, el 3 de marzo de 1945.
9. Roza Shánina
Roza Shánina fue cuidadora en una guardería. A los 19 años consiguió ir al frente después de pasar dos años peleándose con las autoridades militares que se negaban a enviarla. En junio de 1942 fue destinada a la Escuela central de instrucción de francotiradores que terminó con notas sobresalientes.
Destinada al 184º División de Fusileros del 3º Frente Bielorruso, destacó muy pronto por su extraordinaria puntería. En un par de días tras su ingreso, había eliminado a diez soldados enemigos y un mes más tarde recibió la Orden de la Gloria de tercera clase.
Poco después fue condecorada con la Orden de la Gloria de segunda clase. Fue la primera mujer en la URSS que recibió estas distinciones. Los mismos expertos francotiradores alemanes la llamaban "El beso de la muerte", y muchos de ellos fueron eliminados por Roza. Enseguida se hizo famosa dentro del país y fuera de sus fronteras. Los periodistas extranjeros la apodaron “Terror invisible de Prusia Oriental”, ya que fue allí donde combatió desde otoño de 1944.
En su diario Rosa escribió que no se merecía esta gloria. Ella creía que había hecho muy poco en la guerra. Pasó nueve meses en el frente, y en ese escaso tiempo eliminó a 59 fascistas, casí todos oficiales nazis, muchos de ellos ases francotiradores.
Murió en enero de
1945, faltaban solo tres
meses para que acabase la guerra. Dejó consignadas sus vivencias en tres
cuadernos muy finos. Le fue concedida la Medalla al Valor.
10. Nina Petrova
De las más de 10.000 francotiradoras que tuvo el Ejército Rojo, la más veterana fue Nina Petrova. Rozaba la edad de 46 años cuando comenzó la Gran Guerra Patria.
En los años 30, en Leningrado educó a su hija, fue instructora en la sociedad deportiva «Spartacus». Era una muy buena deportista, paseaba a caballo, viajaba en bicicleta, practicaba natación, baloncesto y patinaje. Justo en 1940 inició un cursillo de aprendizaje de "tiro de puntería", obteniendo un pequeño fusil de precisión y enrrolándose en el grupo de trabajadores que ostentaban en el apoyo al Ejército en tiempo de emergencia (Dosav) en las unidades «Listo para el trabajo y la defensa de la URSS».
Tras
el ataque nazi, se eroló voluntariamente en 4ª División de la Milicia
Popular como enfermera, y un año después, fue admitida como
francotiradora en el 284º Regimiento de Infantería. Estuvo en todo este
tiempo en el Frente de Leningrado y eliminó a 122 fascistas.En 1944 fue condecorada la sargento Nina, con la Orden de la Gloria. Por aquellas fechas escribió a su hija:
«Mi
querida, querida hija. Estoy cansada de pelear. Ya es el cuarto año en
el frente. Preferiría terminar esta maldita guerra y regresar a casa.
¡Quiero abrazarte y besar a mi querida nieta! Tal vez vivamos para ver
este día feliz. Pronto recibiré la Orden de la Gloria de Primer Grado y,
así, esta abuela se convertirá en un “caballero” hecho y derecho».
No pudo ver el final de la guerra, falleció en un accidente de automóvil el 1 de mayo de 1945.
11. Leen Kulman
Nació
en 1920, en el seno de la familia de un zapatero estonio de la ciudad
de Tartu. En la República Estonia de los años 30, a los 12 años se quedó
sin padre, tuvo que dejar la escuela para ayudar a su madre a mantener a
cinco niños. En 1940 su vida cambia totalmente. Como muchas hijas de
trabajadores, el ingreso de Estonia en la URSS cambió su vida. Buena
estudiante, ingresó en el Komsomol, estudió en el Instituto Pedagógico
de Tallín, y en 1941 era ya profesora de secundaria.
Ante el ataque nazi, junto con otros miembros del komsomol ayudaron a la evacuación del koljós estonio Leninski Put a la región de Cheliabinsk. Después, en enero de 1942, ingresó en el Ejército Rojo en el batallón médico de la 7ª División de Fusileros de Estonia.
En
Marzo del 42, fue enviada a Leningrado para ingresar en la Escuela de
la Inteligencia Militar Soviética bajo el nombre de Linda Tulliman.
En
la noche del 13 al 14 de septiembre de 1942, fue lanzada en paracaídas
contra la retaguardia del enemigo en el área de su ciudad, Tartu.
Alojada por su hermana, su misión era la exploración. Enviaba informes
sobre el movimiento de las tropas de la Wehrmacht en el área del lago
Peipsi, y las fuerzas navales enemigas en el puerto de Pärnu.
Sus
radiogramas fueron esenciales para la Flota Soviética del Báltico. En
el período comprendido entre el 14 de septiembre de 1942 y el 2 de enero
de 1943, Leen envió varias docenas de radiogramas a la sede de la Flota
del Báltico sobre la situación en los condados de Pärnu, Tallin,
Tartumaa y Võrumaa de Estonia. Sobre la base de sus datos, un submarino
soviético hundió un transporte alemán en el área de Pärnu. Otras
informaciones importantes fueron la ausencia de grandes barcos en el
lago Peipsi, los datos sobre la protección nazi de la costa en la
sección Mustvee-Vasknarva, el número de tropas, material de guerra y
especialmente de fuerzas de las unidad fascista "Legión de Estonia".
El
2 de enero de 1943, Leen Kulman fue arrestada en la finca Oyaere cerca
de la aldea Luutsniku de la región de Võru, donde vivían su hermana y su
esposo. Junto con ella, todos sus familiares fueron arrestados: su
hermana Olga Mägi con su esposo August Mägi, así como sus hermanas y su
madre en Tartu.
Tras
durísimos interrogatorios de la Gestapo, fue ejecutada el 6 de Marzo de
1943. A título póstumo fue condecorada como Heroína de la Unión
Soviética. Su ejemplo inspiró a centenares de mujeres soviéticas en
lucha contra los nazis y el fascismo.
12. Aniela Krzywoń
Aniela Krzywoń nació en Puzniki, que era de la República Polaca burguesa y tras 1939 recobró su ingreso en Ucrania Occidental.
Ingresó voluntariamente como soldado a principios del año 43, en la 1ª División Polaca de Infantería Tadeusz Kościuszk del Ejército Popular de Polonia, dentro del Ejército Rojo. Fue asignada al Batallón de Mujeres Independientes “Emilia Plater” que operó entre las fuerzas soviéticas durante la guerra.
El 12 de octubre de 1943, Emilia, de 18 años, falleció a resultas de las quemaduras, mientras rescataba a varios soldados heridos, y trataba de salvar una serie de importantes documentos de un camión en llamas, tras una incursión de la Luftwaffe. Es la única mujer polaca galardonada con el título de Héroe de la Unión Soviética.
13. Alía Moldagúlova
Alía Moldagúlova nació en Kazajistán, pero se encontró con la guerra en Leningrado. En marzo de 1942 el orfanato en el que creció la niña, fue evacuado de la ciudad cercada. En diciembre del mismo año Alía entró en la Escuela central de instrucción de francotiradores. Allí, debido a sus excelentes resultados de tiro, fue galardonada con un fusil que llevaba su nombre grabado y en julio del año siguiente fue enviada al frente.
A sus 18 años ya había matado 32 fascistas. Según recuerdan sus amigas del frente, Alía no tenía miedo a nada ni a nadie. Además de ser una francotiradora excelente, sacaba a los heridos del campo de batalla y eliminaba a alemanes.
Alía murió durante la batalla de liberación de Pskov en el noroeste de Rusia, en enero de 1944.
Su historial de guerra incluye 78 soldados y oficiales alemanes. La condecoración del Héroe de la Unión Soviética le fue otorgada de manera póstuma. Le dedicaron la película Francotiradores en 1985 y el ballet Alía.
14. Marina Raskóva
Raskóva, nacida como Malinina, se convirtió en navegante de vuelo, tras aprobar los cursos para ingresar en la Fuerza Aérea Soviética en 1933. Fue la primera mujer instructora en la Academia Aérea Zhukovski al año siguiente. Como aviadora conquistó entre 1937 y 1938 varios records de distancia de vuelo. El más importante de ellos, fue establecer un record femenino de distancia sin escalas, Moscú-Komsomolsk cerca del Océano Pacífico. El vuelo fue realizado en 26 horas y 29 minutos sobre una distancia en línea recta de 5.947 kms. y un distancia recorrida de 6.450 kms. Las tres integrantes Valentina Grizobudova, Polina Osipenko y Marina Raskóva fueron las primeras mujeres que recibieron el título de heroínas de la Unión Soviética, antes de la Gran Guerra Patria.
Tras el ataque alemán de 1941, en un estudio previo y a petición directa de Marina al C. C. del Partido y al Consejo Estatal de Defensa, propuso la creación de tres regimientos aereos conformados por experimentadas aviadoras, navegantes y mecánicas. Estos fueron los regimientos 586, 588 y 125.
El 586.º Regimiento de Combate Aéreo, fue una unidad de cazas que entró en servicio el 16 de Abril de 1942, equipado con aviones Yak1, Yak7B y Yak9. Realizó 4.419 misiones de lucha directa, derribando 38 cazas enemigos. Sus comandantes fueron Tamara Kazárinova y Alexandr Gridnev.
El 588º. Regimiento de Bombardeo Nocturno, siendo su comandante Yevdokía Bershánskaya. Volaron alrededor de 24.000 misiones, en aviones Polikarpov Po-2, biplanos, que en el ataque no hacían ruido al apagar el motor. 24 de sus pilotos fueron distinguidas como Heroínas de la Unión Soviética. Los nazis les tuvieron auténtico pavor por sus ataques nocturnos apodándoles Las brujas de la Noche.
Y el 125º Regimiento de Bombarderos, siendo su comandante ella misma, hasta su muerte en un accidente cerca de Stalingrado. Tenía a su servicio los mas modernos aparatos de bombardeo soviéticos Petliakov Pe-2. La unidad participó en 1.134 misiones aéreas. Cinco de sus integrantes fueron condecoradas como Heroínas de la Unión Soviética.
Sus restos están sepultados junto a la Muralla del Kremlin en Moscú.
Fuente: Amistad Hispano-Soviética
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