viernes, 5 de junio de 2020

"¿POR QUÉ COMBATE EL LEF?", TEXTO DEL FRENTE DE IZQUIERDAS DE LAS ARTES PUBLICADO POR VLADIMIR MAYAKOVSKI EN EL Nº 1 DE LA REVISTA LEF


Este manifiesto, redactado por Maiakovski, fue publicado en el número 1 de la revista Lef en 1923, con el titulo “¿Por qué combate el Lef?” El término significa “Frente de izquierdas de las artes”, la organización que agrupaba a artistas, poetas, escritores y directores de teatro revolucionarios, desde los futuristas a los constructivistas, y a todo intelectual comprometido en sostener la construcción del Estado socialista en la nueva República Soviética
 

¿Por qué combate el Lef?

1905. Después, la reacción. La reacción está avalada por la autocracia y por el doble yugo del mercader y del Fabricante.

La reacción creó un arte y un estilo de vida a su propia imagen, según su gusto. El arte de los simbolistas (Biely,  Balmont), de los místicos (Chiulkov, Hippius) y de los psicópatas sexuales (Rozanov) corresponde a la vida de los filisteos pequeño-burgueses.

Los partidos revolucionarios chocaron contra la vida; el arte se alzó contra el gusto.

La primera llamarada impresionista tuvo lugar en 1909 (colección El vivero de los jueces).

La llamarada fue reavivada durante tres años. La reavivaron en el futurismo.

Primer libro de la unión de los futuristas: Bofetada al gusto del público, 1914: D. Burliuk, Kamenski, Kruchionich, Maiakovski, Chlebnikov.

El viejo régimen valoró justamente la actividad de laboratorio de los futuros dinamiteros.

Se respondió a los futuristas con cortes de censura, con la prohibiciónde hablar, con el ladrido y el aullido de toda la prensa.

Por supuesto, el capitalista nunca apoyó nuestras líneas-latigazos, nuestras líneas-esquirlas.

El cerco por parte de la vida diocesana obligó a los futuristas al escarnio de las blusas amarillas y la cara pintada.

Estos métodos poco “académicos” de lucha y el presentimiento del futuro impulso rechazaron, de repente, a los estetizantes que habían dado su adhesión al movimiento (Kandinsky, los seguidores de la “Valetde diamante”, etc.).

En compensación, quien no reñía nada que perder se unió al futurismo o se amamantó de su nombre (Scherchenevich, Igor Severianin, el Rabo de Asno, etc.).

El movimiento futurista, guiado por artistas poco expertos en política,se tiñó a veces con los colores del anarquismo.Junto a los hombres del porvenir estaban los rejuvenecidos queocultaban la podredumbre estética bajo la bandera de la izquierda.

La guerra en 1914 fue el primer banco de pruebas social.

Los futuristas rusos rompieron definitivamente con el imperialismo de Marinetti, al que ya habían recibido con silbidos durante su estancia en Moscú en 1913.

Los futuristas fueron los primeros y los únicos en el arte ruso que,ahogando los clarínazos de los cantores de la guerra (Gorodechki, Gumilëv y otros), maldijeron de la guerra, luchando contra ella contodas las armas del arte (La guerra y El universo, de Maiakovski).

La guerra marcó el comienzo de la depuración futurista (los“mediocres” estallaron y Severianin se marchó a Berlín).

La guerra ordenó mirar a la revolución de mañana (La nube en pantalones).

La revolución de febrero profundizó la depuración, escindiendo el futurismo en “derecha” e “izquierda”.

Los derechistas se convirtieron en un eco de las seducciones democráticas (sus apellidos se hallan en El todo Moscú).

Los izquierdistas que esperaban el mes de octubre fueron bautizadoscomo los “bolcheviques del arte” (Maiakovski, Burliuk, Kruchionich).

A este grupo futurista se añadieron los primeros “productores”futuristas (Brik, Arvatov) y los constructivistas (Ródchenko, Lavinski).

Los futuristas, desde sus primeros pasos, desde el palacio Kschesinskaia, trataron de ponerse de acuerdo con los grupos deescritores obreros (ex Proletkult), pero estos escritores creían (a juzgar por sus obras) que el espíritu revolucionario se agotaba en un contenido propagandístico y quedaron, en el campo de las formas, en reaccionarios puros incapaces de cohesión.

Octubre depuró, reordenó y reorganizó. El futurismo se transformó en el frente de izquierda de las artes. Es decir, en “nosotros”.

Octubre nos enseñó a trabajar.

A partir del 25 de octubre nos entregamos al trabajo.

Claro está, antes los intelectuales que ponían pies en polvorosa, nos preguntaron mucho acerca de nuestras creencias estéticas.

Nosotros fundamos las secciones figurativa, teatral y musical, que entonces eran revolucionarias, y guiamos a los estudiantes al asalto de las academias.

Además de realizar un trabajo organizativo, dimos las primeras obras del arte de octubre (Tatlín, el monumento a la Tercera Internacional; Misterio y payasada, dirigida por Meyerhold; Sten’ka Razin, de Kamenski).

No fuimos estetas, no producimos por amor de nosotros mismos.

Aplicamos nuestros métodos de trabajo a la actividad artístico-propagandística exigida por la revolución (los manifiestos de la Rosta, los folletines, etc.).

A fin de propagar nuestras ideas organizamos un periódico, lskusstvo kommuny, y discusiones y lecturas de poesías en fábricas y talleres.

Nuestras ideas conquistaron al público obrero. El barrio de Vyborgorganizó un grupo de “comunistas-futuristas”.

El movimiento de nuestro arte reveló nuestra fuerza mediante lacreación de ciudadelas del frente de izquierdas en toda la URSS.

Al tiempo se desarrolló el trabajo de los camaradas del Lejano Oriente (revista “Tvorcestvo”) que afirmaba teóricamente la ineluctabilidad social de nuestra corriente, nuestra completa fusión con octubre (Chiugiak, Aseev, Palmov). “Tvorcestvo”, sometida a todo tipo deatropellos, asumió el peso de la lucha por una nueva cultura de la República del Lejano Oriente y de Siberia.

Una vez comprobado con gradual desencanto que el poder soviético seguía existiendo, los académicos en soledad o en grupitos empezaron a llamar a las puertas de los comisarios del pueblo.

Sin correr el riesgo de emplearlos en un trabajo de responsabilidad, el poder soviético les ofreció, o mejor, ofreció a sus nombres europeos, la posibilidad de trabajar en instituciones educativas y culturales.

De ahí partió la campaña de calumnias contra el arte de izquierdas, brillantemente concluida con el cierre de Iskusstvo Kommuny.

El gobierno, empeñado en los frentes y en la crisis, se interesó poco, por las discusiones estéticas; se ocupó solamente de que la retaguardia no hiciera demasiado ruido y nos invitó a respetar los nombres “más insignes”.

Hoy hay una tregua en la guerra y en la carestía. El Lef se siente obligado a presentar el panorama del arte en la URSS, a indicar sus perspectivas y a ocupar el puesto que le corresponde.

El arte de la URSS, el primero de febrero de 1923.

1. El arte proletario. Una parte de los escritores proletarios se ha oficializado y oprime con un lenguaje burocrático y con la repetición del abecé político. Otra parte ha caído bajo la influencia del academicismo y sólo recuerda a octubre con la etiqueta de las organizaciones. Una tercera parte, la mejor, se reeduca, después de los rosados Biely, en nuestras obras, y, así lo creemos, marchará con nosotros.

2. La literatura oficial. En la teoría del arte cada uno profesa una opinión personal. En la práctica, las revistas abundan en nombres de fuste.

3. La literatura “nueva” (Hermanos de Serapión, etc.), una vez asimilados y vivificados nuestros métodos, los condimenta con los métodos simbolistas y con grave aplomo los adapta al público “Nep”.

4. El gran viraje. De Occidente viene una invasión de insignesmaestros. Aleksei Tolstoi ya cepilla el caballo de la colección de sus obras completas para un triunfal regreso a Moscú.

5. Finalmente, violando toda perspectiva decorosa, en varios puntos intervienen, solitarios, los de izquierdas. Hombres y organismos (el Instituto de Cultura Artística, las estudios técnico-artísticos, el Instituto de Arte Teatral, la sociedad para el Estudio de la Lengua Poética, etc.).

Algunos se esfuerzan heroicamente en roturar en soledad un terreno muy duro; otros, con las limas de los poemas, sierran ya las cadenasde la antigualla.

El Lef debe reunir a las fuerzas de izquierda. El Lef debe pasar revista a sus filas repudiando el pasado. El Lef debe unificar el frente para minar lo viejo, para marchar a laconquista de una nueva cultura.

No resolveremos los problemas del arte con la mayoría de votos de un mítico, pero aún inexistente, frente de izquierdas, sino con la acción, con la energía de nuestro grupo de iniciativa, que dirige año tras año el trabajo de los artistas de izquierda y los orienta idealmente.

La revolución nos ha enseñado muchas cosas.

El Lef sabe bien que para consolidar las conquistas de la revolución deoctubre, revigorizando el arte de izquierdas, introducirá en el arte las ideas de la Comuna y les abrirá la vía del futuro.

El Lef agitará con nuestro arte las masas sacando de ellas su propiafuerza organizativa.

El Lef confirmará nuestras teorías con la efectiva creación-artística,elevando su cualificación.

El Lef combatirá por un arte que sea construcción de la vida.

No pretendemos poseer el monopolio del espíritu revolucionario en el arte. Nos revelaremos en la emulación.

Nosotros creemos en lo justo de nuestra propaganda, y, con la fuerza de las obras cumplidas, demostraremos que estamos en el camino justo hacia el porvenir.

VLADIMIR MAIAKOVSKI

Fuente: Socialismo y Libertad


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