Chocolate
Aleksandr Tarásov-Rodiónov
Círculo d’Escritores Olvidados
2015
La introducción de Joana Szipowska, autora también de la traducción,
valiosas anotaciones y un epílogo, nos acerca a la trayectoria vital de
Aleksandr Ignátievich Tarásov-Rodiónov. Nació este en 1895 en Astraján,
muy cerca de donde el Volga, deshecho en mil brazos, entrega sus aguas
al mar Caspio, en una familia acomodada, y estudió luego en Kazán,
graduándose como oficial en la academia militar de esta ciudad en 1916.
Miembro desde muy joven del partido bolchevique, en febrero de 1917
acude a San Petersburgo y participa en todas las revoluciones de ese
año. Combate después en la guerra civil, y cuando en el campo rojo se
produce un enfrentamiento entre Stalin y Trotski en las batallas por
Tsaritsin (más tarde Stalingrado, hoy Volgogrado), toma partido por
Stalin. Esto le vale conseguir en 1925 un importante cargo en la
Editorial Estatal (Gosizdat).
Publicada en 1922, Chocolate,
como nos explica Joana Szypowska en su epílogo, se basa en hechos
reales ocurridos en 1919 en la Checa de Petrogrado, cuando uno de sus
miembros inicia una relación sentimental con la compañera de un
especulador detenido y ella se sirve de él para lograr la liberación de
este y algunos otros a cambio de favores y artículos de lujo (como el
chocolate del título). La conclusión del proceso fue el fusilamiento de
los tres vértices del triángulo. La novela, que resultaba inoportuna en
los comienzos de la NEP por recordar las ejecuciones sumarias de
burgueses que se querían hacer olvidar, era muy apropiada sin embargo en
la campaña contra Trotski que arrancaba por entonces, pues presenta una
transparente caricatura de este como antipático instructor del proceso.
Una nueva versión en 1925, revisada por el propio Stalin, no
encuentra voces críticas, pues los trotskistas ya eran menos
influyentes. En 1927, 1928 y 1930 vuelve a reeditarse, seguramente
porque su visión de una justicia convertida en despiadada trituradora de
los enemigos de clase marcaba bien el signo de los tiempos. Cuando la
represión se agudiza, Tarásov-Rodiónov, que había viajado en 1931 a
Berlín para tratar de devolver a la madre patria al exiliado Vladímir
Nabókov, tenía demasiadas papeletas para que lo consideraran un espía
alemán. Arrestado en abril de 1938, en septiembre es ejecutado. Chocolate
con su lógica de exterminio y paisajes de avidez y locura, nos trae
imágenes en sepia de la Rusia que acababa de superar la guerra civil.
Jesús Aller (Fuente: Rebelión)
Blog del autor: http://www.jesusaller.com/
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