martes, 28 de febrero de 2012

NERUDA Y EL CENTENARIO DEL PARTIDO COMUNISTA


ARTÍCULO DEL POETA NORTON CONTRERAS ROBLEDO PARA REBELION

Este año celebramos y conmemoramos los 100 años de vida del Partido Comunista De Chile. Cien años de vida y de lucha junto al pueblo y a los trabajadores. No ha sido una vida, ni un camino fácil. Pero a pesar de la represión, pese a los golpes que hemos recibido en los diferentes periodos de la vida partidaria. Aún en estos días, aún en estos tiempos, seguimos presentes, vigentes, y seguimos siendo un partido de raigambre obrera, campesina e intelectual, inspirado por el pensamiento de Marx y Lenin. Seguimos existiendo y porfiadamente luchando por el socialismo en el convencimiento de que otro mundo mejor es posible. En esta nota dedicada Pablo Neruda y desde el oficio de escribir, entrego un aporte militante en el año del Centenario de mi Partido.

Pablo Neruda , militante del Partido Comunista De Chile, fue un destacado activista político, siendo Senador de la República, integrante del Comité Central del Partido Comunista y pre-candidato a la Presidencia.

Pablo, tu p oesía, alimento necesario como el aire que respiramos . A España en el corazón, tu canto renació en la guerra. B ella tu obra, el Nobel no cambió tu esencia terrenal. L a lucha de los pueblos, vegetaciones milenarias, O das al amor, como el pan en la mesa, eso nos diste. N osotros, recibimos tu poesía, tu canto, tu verbo. E mocionados vimos en tus palabras, vida, ilusiones. R esidencia en la tierra tu dirección. Poeta tu curriculum. U na Prosa Poética al camarada Pablo, alma poética, terrenal, estelar. D ejaste para las generaciones futuras tu poesía militante A l pueblo, a las gentes. Nos llega en las lluvias del sur.

Sobre la sangre derramada en ciudades y pueblos de la patria, sobre pirámides de libros cuyas palabras murieron en la hoguera, sobre el destino truncado de los presos políticos, de los desaparecidos, de los asesinados, sobre las almas desterradas a tierras sin nombres, construyó el general de mercenarios el gobierno militar de la incultura, la dictadura de los halcones de la guerra.

Pablo, cuando tu alma se fue hasta las alturas de Machu Pichu, comenzó una época terrible. Tus palabras quedaron junto a las gente organizando futuro. El mismo día de tu funeral comenzó a renacer el verbo sobreviviente del holocausto.

Modestas mujeres, hombres de trabajo la gente, el pueblo obrero y el pueblo campesino, estudiantes y cantantes, poetas y artistas, gritaron tu nombre, tus versos eran un grito de combate, bajo la mirada atenta de soldados armados. Con llanto en los ojos y coraje en el alma, el pueblo comenzó a cantar La Internacional. En todo el territorio de la patria prisionera se agitaron las almas combatientes. Ese día pusiste en el pecho del pueblo cuchillos que yacían enterrados.

Yaces poeta insomne, en tu lecho de elementos terrenales, ojos de futuro, cantos prolongados en la historia del tiempo. Vengo a cantar contigo. Traigo del sur las lluvias y las vegetaciones exuberantes, traigo rayos y truenos para que sembremos tempestades.

Vengo a cantar contigo, vengo de montes y quebradas vengo del Valle del Elqui, del pueblo de Canela, por esos lares dejé el arado esperando en las semillas. Estoy aquí para cantar contigo, y reencender el horizonte con las palabras. Estoy aquí, vengo a cantar contigo

Pablo Neruda , vienes desde el vientre del pueblo, desde las profundidades de la vida, desde socavones dormidos en lechos minerales, desde caminos rurales por los que la brisa de los días va besando la piel de los senderos. Vienes desde las alturas de los andamios con los que los obreros construyen grandes edificios.

Vienes desde las grandes ciudades de carreteras de asfalto y cemento, de rostros fríos, indiferentes, ausentes como el amor en fuga. Vienes desde el campo con olor a madre tierra en la que los labradores depositan semillas germinales.

Vienes desde territorios de alfareros, manos de arcilla y greda de las que salen ollas, jarros y vasos como pájaros del nido. Vienes desde mares reflejados en la luna de tus ojos, vienes desde los continente perpetuados en los versos de tu poesía.

Vienes volando desde las alturas de cordilleras milenarias, testigos del paso de la cruz y la espada testigos del paso de la sangre y el fuego que invadieron de norte a sur nuestras tierras. Vienes desde territorios de habitantes indomables renaciendo en la raza templada por el fuegon de los volcanes. Vienes desde la serenidad de las noches silenciosas del desierto, Desde todos los rincones de la patria, viene tu voz, tu canto, tu poesía.

Pablo Neruda, camarada poeta, en las grandes alamedas de la patria cerradas aún para el pueblo, entre banderas incendiarias y consignas, la gente grita e invoca tu nombre.

Pablo Neruda, camarada poeta, ¡Ven a renacer en la semilla!

Desde las alturas viene la poesía nerudiana, en estos tiempos. Aún vital y vigente. Trae las lluvias torrenciales del sur en sus pupilas. Sus pies van reconociendo los caminos, re- bautizando las tierras con nombres y recuerdos renacidos de los tiempos antiguos, antes de que las botas, fusiles y bayonetas las dividieran en regiones. Sus pasos van reencendiendo fuegos dormidos años centenarios, siglos milenarios.

Pablo aire y agua, Pablo fuego y tierra, Tu poesía se contiene en todos los elementos. Tu poesía conjuga la esencia de la vida. ¡Canta, canta poeta del pueblo! ¡Canta, canta poeta de raza indomable! Lautaro y Caupolicán cantan contigo.

¡Canta, canta poeta de los enamorados!¡Canta, canta poeta de amantes fortuitos! Tu poesía de corazón rebelde, canta en las voces del viento. El pueblo hace suyo tu canto, sus manos buscan la lámpara que dejaste encendida. Capitanes del pueblo la encontrarán, y tu canto llevando aires de libertad, iluminará la patria desde el norte hasta la Araucanía.

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