EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO HASTA EL 15 DE MAYO DE 2011
Tras el caos que siguió a la Primera Guerra Mundial, surge un movimiento tendente a la figuración, a la limpieza de líneas y a la forma definida que se aleja de los espacios bidimensionales de la abstracción, las composiciones fragmentadas y los cuerpos desintegrados propios del Cubismo, del Futurismo, del Expresionismo y de otros movimientos de la vanguardia de comienzos del siglo xx. En respuesta a los horrores de una guerra propia de la nueva era de la máquina, los artistas buscaron la recuperación del cuerpo humano y su representación completa e intacta. Durante la siguiente década y media, el discurso del arte contemporáneo estaría dominado por el clasicismo: una vuelta al orden, a la síntesis, a la norma y a los valores perdurables, en lugar de la innovación a cualquier precio que tan importante había sido en los años anteriores a la guerra.
Caos y clasicismo: arte en Francia, Italia, Alemania y España, 1918-1936 realiza un recorrido por este período de entreguerras, desde la idea mítica y poética de la vanguardia parisina hasta el concepto político e histórico de un renovado Imperio Romano imaginado por Benito Mussolini; hasta la elevada modernidad neoplatónica de la Bauhaus; y, finalmente, hasta la escalofriante estética de la naciente cultura nazi. La exposición relaciona los principales movimientos que proclamaron la claridad visual y temática, el Purismo, el Novecento italiano y la Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad) a través de diferentes temas muy singulares y vinculados entre sí. La presentación en el Museo Guggenheim Bilbao incorpora importantes ejemplos del arte español que adoptó esta vuelta al clasicismo. Pese a que España permaneció neutral durante la Primera Guerra Mundial, no fue ajena a los cambios políticos que el conflicto bélico acarreó. En 1931 se produjo la caída de la monarquía española y cinco años más tarde estallaría la Guerra Civil.
Esta gran transformación de la estética de entreguerras en la Europa occidental llegó a la pintura, la escultura, la fotografía, el cine, la moda y las artes decorativas, por lo que la muestra presenta obras de Balthus, Giorgio de Chirico, Jean Cocteau, Otto Dix, Pablo Gargallo, Hannah Höch, Fernand Léger, Henri Matisse, Ludwig Mies van der Rohe, Pablo Picasso o August Sander.
Caos y clasicismo está comisariada por Kenneth E. Silver, comisario invitado y catedrático de arte moderno de la Universidad de Nueva York, que ha contado con la colaboración de Helen Hsu, Curator Adjunta del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, y el asesoramiento curatorial de Vivien Greene, Curator de arte del siglo XIX y principios del XX del Solomon R. Guggenheim Museum.
Fernand Léger, Mujer sosteniendo un jarrón (estado definitivo), 1927
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