En 1978, el Partido Comunista Portugués trasladó su Sede Nacional a la Rua Soeiro Pereira Gomes de Lisboa. El edificio, concebido como vivienda, sufrió varias adaptaciones para su propósito previsto. El PCP, que siempre ha fomentado las artes visuales y a los artistas, decidió colocar un mural cerámico en ese lugar, que sigue siendo, a día de hoy, la mayor obra colectiva de este tipo en Portugal. El panel se creó con la colaboración de 39 artistas, la mayoría de ellos miembros y simpatizantes del Partido. Elaborado en la Fábrica Viúva Lamego, una prestigiosa instalación que contribuyó significativamente al desarrollo de la cerámica en Portugal y brindó apoyo y aliento a numerosos ceramistas portugueses, como Jorge Barradas, Querubim Lapa, Cargaleiro y Cecília de Sousa, el proyecto fue coordinado por Rogério Ribeiro, quien trabajaba allí en aquel momento, y también participó como artista y ejecutor de las obras presentadas por los demás artistas, quienes le entregaron dibujos en cartulinas para que él los plasmara en azulejo. Querubim Lapa, con formación cerámica especializada y un profundo conocimiento de las técnicas de fabricación y montaje, también colaboró en el proyecto.
El proyecto se finalizó en 1978, pero los artistas ya llevaban trabajando en él desde finales de 1976. Los materiales utilizados fueron azulejo industrial, pizarra, cemento moldeado, hormigón, baldosa cerámica, piedra, adoquín y mosaico. El panel está dividido en dos partes, separadas por la puerta de entrada al edificio. Las dimensiones son: 16,35 m x 2,27 m y 13,10 m x 2,27 m. De los treinta y nueve proyectos, nueve son esculturas y el resto, pinturas. Se destinó un metro cuadrado como área de trabajo para cada artista. Un problema que surgió a medida que los proyectos fueron surgiendo fue la escala. Algunos proyectos tuvieron que ser modificados (utilizando solo una parte, ajustando el dibujo a la escala especificada) para mantener la armonía del panel. A diferencia de otras obras colectivas, como el panel realizado el 10 de junio de 1974 en Belém, este revela una armonía en su composición que contribuye a la unidad del conjunto. Esta unidad se logró gracias a la pericia de Rogério Ribeiro, quien, utilizando retales de azulejos industriales, creó un conjunto de líneas diagonales ascendentes que conectaban los diversos proyectos, dándoles un carácter uniforme. Así, se produce una fusión de las obras de varios artistas, haciendo casi imposible discernir dónde termina una y dónde empieza la otra: un espíritu verdaderamente colectivo.
Mural creado con la participación de:
Américo Moura Aníbal Alves António Domingues António Trindade Armando Alves Armando Matos Simões Cipriano Dourado Fernando Oliveira Gil Teixeira Lopes Guilherme Casquilho Henrique Ruivo Hilário Teixeira Lopes Humberto Lebroto Isabel Sabino Jaime Cenoura João Navarro Hogan João Vieira Jorge Trindade Jorge Vieira José António Flores José Dias Coelho Luís Lobato Lurdes de Freitas Manuel Augusto Araújo Manuel Jorge Manuel Moura Maria Barreira Maria Isabel Cabral Maurício Penha Pilo (Manuel Estevão Pilo da Silva) Querubim Lapa Reinaldo Rodrigo Rogério Amaral Rogério Ribeiro Rui Anahory Teresa Dias Coelho Vasco Pereira da Conceição Virgílio Domingues




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