sábado, 13 de febrero de 2021

"VIOLETA SE FUE A LOS CIELOS", EN 54 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LA CANTAUTORA CHILENA

Título original: Violeta se fue a los cielos
Año: 2011
Duración: 110 min.
País: Chile
Dirección: Andrés Wood
Guión: Andrés Wood, Eliseo Altunaga, Guillermo Calderón, Rodrigo Bazaes
Música: Violeta Parra
Fotografía: Miguel I. Littin-Menz
Reparto: Francisca Gavilán, Cristián Quevedo, Patricio Ossa, Thomas Durand, Luis Machín, Vanesa González
Sinopsis: “Escribe como quieras, usa los ritmos que te salgan, prueba instrumentos diversos, siéntate al piano, destruye la métrica, grita en vez de cantar, sopla la guitarra y toca la corneta. Odia las matemáticas y ama los remolinos. La creación es un pájaro sin plan de vuelo, que jamás volará en línea recta” (Violeta Parra). Reconstrucción sin una línea cronológica del mundo interior de la artista chilena y de las personas que compartieron su vida, sus viajes, amores, sueños, frustraciones, ilusiones y miedos.
 
Es un lujo que tengamos la oportunidad de conocer más sobre ciertas figuras sudamericanas emblemáticas, de la mano de artistas del mismo país. Esto es lo que ocurre al ver Violeta se fue a los cielos, con la cual el director chileno Andrés Wood nos acerca a una de las representantes más importantes de la cultura chilena: la poetisa, cantautora, tejedora, recopiladora y artista plástica Violeta Parra (1917 – 1967).

El exitoso director de Machuca (2004), La fiebre del loco (2001) e Historias de fútbol (1997) se inclinó siempre por ficciones con personajes chilenos, por lo general con una buena cuota de humor. Violeta se fue a los cielos es su primer film biográfico, y como suele ser en el caso de personajes contemporáneos, no resultó ser un proyecto fácil.

La película está basada en el libro homónimo del hijo de la cantante, Ángel Parra. Andrés Wood se asesoró también con otras biografías y entrevistas con personas claves en la vida de Violeta. Algunos familiares de la artista no recibieron de muy buena manera el film, como es el caso de la familia de Isabel, hermana de Ángel e hija del primer matrimonio (con Luis Cereceda).

Pero sacando estas opiniones encontradas en la familia de Violeta, el consenso casi general de los que tuvieron la suerte de conocerla, es que estaban viendo en la pantalla grande a la verdadera Violeta. Ocurrió una simbiosis con la actriz Francisca Gavilán, y así podemos ver en la historia los rasgos más importantes de la personalidad de la artista: su carácter fuerte y determinado, la enorme capacidad de trabajo, la confianza plena en su obra artística, el amor incondicional a su tierra y, en general, la pasión en todos sus emprendimientos.

El realizador chileno elige contarnos esta historia de vida de una forma muy entretenida. La película se nos brinda como un rompecabezas, en el cual vamos analizando cada una de las piezas para armar el retrato de Violeta. Hay muchas piezas que faltan, otras que toman más preponderancia de lo que imaginamos que sucedió en la realidad y otras son de una belleza y poesía de tal nivel que nos dejan boquiabiertos. Paisajes de la cordillera combinados con canciones de La Viola interpretadas por Francisca Gavilán, nos trasladan de lleno a las vivencias de la artista.

Las canciones aportan a la historia y se disfrutan de forma natural mediante un buen recurso cinematográfico. La actriz comienza a cantar la canción en algún recital, pero luego permanece de fondo en las escenas que continúan la historia.

Hay simbología a través de recuerdos de niña en escenas recurrentes. Violeta pequeña come moras con mucho gusto y voracidad, se mancha las manos, la boca y gran parte de su ropa, ilustrando su carácter rebelde y apasionado. Una escena para no olvidar, Violeta embarazada, sola en un escenario, toma un bombo al finalizar la función e interpreta Arriba quemando el sol. Se ve el despertar de una artista talentosa, que tiene una exitosa carrera por delante.

El relato se apoya en una entrevista televisiva, cuyos fragmentos vemos a lo largo del film. De esta manera se comparten con el espectador algunos cuestionamientos que la gente tuvo hacia la figura pública de Violeta. Al dar también la oportunidad de respuesta, podemos ver cómo la artista se defendía de esas opiniones. El entrevistador, interpretado por el argentino Luis Machín, no tiene reparos en ser desagradable con Violeta, pero ella responde con humor, inteligencia, sinceridad y mucha altura.

Se le da importancia a una de las pasiones mayores de Violeta, crucial para la época y para la cultura de su país: la recopilación de canciones de folklore chileno. Se trasladaba sola, o con su hijo Ángel, por lugares recónditos del país. Con su simpatía lograba que la gente cantara para ella, para registrar en su cuaderno las canciones populares que debían llegar a todas las escuelas del país. En una labor crucial para la educación, logra recopilar más de tres mil canciones del acervo chileno.

En otras biografías se hace hincapié en esta pasión, y pareciera ser el sentido mayor de su carrera artística: Violeta estaba convencida de que su país tenía un tesoro cultural, y ella quería compartir ese tesoro con todo el mundo.

Esta idea fue la que la impulsó a mostrar su arte en Europa. A diferencia de otros artistas contemporáneos, ella no fue a absorber cultura a París, sino a mostrar la suya.

En sus últimos años se encamina en un proyecto también basado en la misma idea, establecer un lugar que sirva de universidad del folklore. Una carpa donde la gente pueda escuchar sus canciones, ver sus cuadros y tapices y comer alimentos regionales. Allí los músicos invitados aportan también a un fructífero intercambio cultural. Pero lamentablemente su sueño no resulta como lo esperado, y a Violeta se le cansa el cuerpo y se va a los cielos a disfrutar de la eternidad.

Creo que ha sido uno de los objetivos de Andrés Wood dar a conocer al mundo esta mujer maravillosa. Con Violeta se fue a los cielos lo logró ampliamente, participando en tantísimos festivales internacionales, llevándose el premio a mejor ficción internacional en Sundance 2012. No sé si la imagen que nos muestra Wood es la más cercana a la realidad, pero es un privilegio poder conocer más sobre ella mediante un film tan bello y poético, que logra interesarnos definitivamente por esta artista tan particular y adelantada a su época.

Fuente: El espectador imaginario

VER PELICULA:  https://zoowoman.website/wp/movies/violeta-se-fue-a-los-cielos/

1 comentario:

Loam dijo...

¡ Qué grande Violeta Parra !