Una película propagandística sobre la mítica final olímpica se convierte en un éxito de taquilla en Rusia
Rememorando uno de los episodios deportivos más destacados de la guerra fría, mezclando hechos reales con episodios inventados, y apelando al patriotismo, el director Anton Megerdichev acaba de estrenar la película rusa más exitosa de todos los tiempos. Desde que comenzó a ser expuesta en los cines de Rusia, en diciembre, el filme 'Dvizhenie vverj', que en castellano podría traducirse como 'Movimiento hacia Arriba', ha sido vista por 8,7 millones de espectadores y ha recaudado 2.200 millones de rublos, unos 31,7 millones de euros.
La cinta narra las vicisitudes del equipo soviético de baloncesto en los Juegos de Múnich en 1972, donde se proclamaron campeones por primera y única vez derrotando al combinado de EEUU, que había ganado todos los títulos olímpicos hasta esa fecha. Ello fue posible debido a la controvertida decisión de volver a jugar los tres últimos segundos de la final, lo que permitió al jugador soviético Aleksándr Belov encestar el balón tras recibir un largo pase relizado desde el fondo por su compañero, Iván Edeshko. El equipo soviético se impuso por un ajustado 51-50.
Algunos hechos que se muestran en la cinta no se corresponden con la realidad. Ni el jugador lituano quería emigrar a Occidente, ni el cáncer que en 1978 provocó la muerte de la estrella del equipo y autor de la canasta fue diagnosticado por un médico norteamericano antes de los juegos. Tampoco se muestra que el equipo de EEUU rechazó la medalla de plata.
El filme presenta al equipo soviético como un grupo humano voluntarista y valiente, sin apenas recursos, con problemas de salud y sometido a las arbitrariedades de la burocracia. Los jugadores estadounidenses son mostrados como arrogantes y poco respetuosos con las decisiones arbitrales.
Las televisiones rusas han dedicado amplios espacios al evento cinematrográfico, con entrevistas a los actores y reencuentros con los protagonistas de la gesta. En una de estas ocasiones, el propio Edeshko realizó unas declaraciones que jamás hubiera osado pronuncir en la época del ateísmo soviético: "Es difícil ganar en tres segundos sin ayuda, y esa ayuda vino de Dios".
La película ha suscitado comentarios laudatorios desde la oficialidad. El ministro de Cultura, Vladímir Medinski, ha destacado que la obra "alimenta un apetito de sentir orgullo por su país". Durante el estreno, el cineasta y productor de la película, Nikita Mijailkov, de ideas nacionalistas y amigo personal de Vladímir Putin admitió que el filme pretende contrarrestar "las sanciones, los dobles estándares, las mentiras y las falsas noticias". Solo algunos pensadores críticos, como Kirill Shulik, lo han calificado como un ejemplo de "propaganda".
Fuente: El Periódico
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