viernes, 29 de diciembre de 2017

RECOPILACIÓN DE POESÍA SOCIALISTA RUMANA

Extraído de Un Vallekano en Rumanía
(http://imbratisare.blogspot.com.es)

Hemos recopilado los poemas de escritores socialistas rumanos traducidos al castellano en este blog, incluyendo a diferentes autores como Scarlat Callimachi, Nicolae Labis, Mihai Beniuc, Cristian Sarbu, Nichita Stanescu, Petre Solomon, Sebastian Lascar, Veronica Purumbacu, Contanta Buzea, Maria Banus y Alfred Margul-Sperger, además de un poema dedicado a Stalin por una trabajadora textil, Petra Dutu, publicado en el diario Scanteia en 1949, y una pequeña poesía de un manual de escuela primaria de la República Socialista Rumana.

Y, como introducción, que mejor que las descriptivas palabras de Pablo Neruda sobre la poesía socialista rumana, escritas tras su visita a Rumanía en 1969,  en su libro Confieso que he vivido:

"Los poetas rumanos, con su larga historia de padecimientos durante los regímenes monarcofascistas, son los más valerosos y al par los más alegres del mundo. Aquel grupo de juglares, tan rumanos como los pájaros de sus tierras forestales, tan decididos en su patriotismo, tan firmes en su revolución, y tan embriagadoramente enamorados de la vida, fueron una revelación para mí. En pocos sitios he adquirido con tanta prontitud tantos hermanos"
***
SCARLAT CALLIMACHI (1896-1975)

Octubre 1917

¡Silencio!...

¿Escuchas revolviéndose
en la lejanía
el silencio,
en un ruido sordo de puertas que se abren,
de cadenas que caen,
de detonaciones de armas,
de disparos de metralletas,
de murmullo de voces,
de gritos fuertes de victoria?

¡Mira!...

¿Ves cómo una multitud de trabajadores,
con caras ennegrecidas por el humo de las fábricas,
miles de campesinos desharrapados,
hombres canosos por las preocupaciones,
mujeres pálidas,
niños de ojos grandes, asustados,
con banderas rojas,
buscan una salida –
de los sótanos y de las cárceles
hacia la libertad?

¡Escucha!...

En el yunque el golpe del martillo
como una lengua de campana,
todas las sirenas, trompetas gigantes
levantadas hacia el cielo,
maldicen el pasado;
desde pechos bárbaros
surge la consigna rítmica;
canta la multitud
la canción de hoy,
la canción de mañana:

PAZ, 
PAN, 
LIBERTAD.

Esta es la llamada del día de hoy
y del día de mañana.

La tierra hierve,
una lava ardiente
fluye
de cuerpo a cuerpo,
de alma a alma,
de casa en casa,
de fábrica a fábrica,
de ciudad a ciudad,
de pueblo a pueblo.

Un mundo nuevo nace.
El pasado se apaga lentamente
como se apagan carbones olvidados en un fogón.
Todo pasa
como las hojas llevadas por el viento del otoño.
Ayer verdes estaban todos los árboles,
hoy... gigantescos brazos desnudos,
de vida angustiada.

Y toda la vida
pide

 PAZ
PAN
LIBERTAD

Octubre 1917
Delirio rojo

Un grito raro,
una risa sarcástica,
un viento demoníaco y
frío, una tormenta calurosa
y un vacío de un rojo extraño.

Llevando sobre la frente
un nimbo diáfano y
rojo, en sus pálidos
labios guardando la fría huella
de la sonrisa roja, eterna,

viene la mujer
creada por el odio
de la humanidad callada,
y el grito raro y la risa
sarcástica, poco a poco, la glorifican.

El cielo es rojo
la tierra es roja,
el agua es roja y
el viento es frío y rojo.
... La Naturaleza bebe a sorbos el calor rojo.

Es uno de los días
del rojo banquete.
Y el genio que hizo
la caricatura negra
de la hecatombe humana

sirve, en una
bandeja de oro rojo,
cadáveres escondidos en sangre,
a la naturaleza impasible...
Y ella goza en silencio.

Ríe la mujer
creada por el odio
de la humanidad callada. Y
envuelta en un delirio rojo
ella traga tierra y sangre.

Ni la súplica de los
cadáveres olvidados,
ni las lágrimas de la sangre,
ni la mirada irónica
de la naturaleza, la arrancan del delirio.

Gime la mujer,
creada por el odio
de la humanidad callada.
Traga tierra y sangre... y
entona después el himno del delirio.

Un grito raro,
una risa sarcástica...
La mujer canta, canta...
Y su canto es rojo,
más rojo que la sangre roja.

Petrogrado, 1918.
NICHITA STANESCU (1933-1983)

Insignia

Nuestras horas son bellas
como el huevo solar
del que nace el dia.

Nuestras horas se iluminan,
se cumplen.

Todo lo que el comunismo sueña, será.
Nosotros somos el tiempo, 
somos sus columnas rojas. 


Internacional

No apareció ningún cometa el dia de su nacimiento,
ni del juicio final se ha dicho nada,
ni una palabra,
Aunque al antiguo régimen le llegó su hora
mientras los mares golpeaban,
golpeaban en sus tímpanos.

Si se pudiera mirar desde muy lejos,
desde la constelación centauro,
así como dentro de unos años mirarán
mis sucesores,
!y tan solo veinte veces ha girado
la tierra alrededor del sol!,
gritaría.
Y, !mira!, la cuarta parte de la esfera
ha sido ya juzgada:
!Y que los holgazanes se vayan donde quieran!

Y fue una guerra terrible,
y a su final lo puedes llamar paz,
o Lenin lo puedes llamar,
pues tienen idéntico significado.

Los proletarios mueren por la libertad,
pueden ser contados por  las estrellas de la Via Lactea.
Todo lo viejo será juzgado sin prisa,
con la balanza precisa de la historia.

Será un juicio sin concesiones
y puedes llamarlo paz,
o Lenin lo puedes llamar,
pues tienen idéntico significado..

El cielo, luciendo por las estrellas de los hombres,
se va a poner debajo de ellos.
Las ciudades crecerán en las alturas
y los desiertos los llevaremos sobre los hombros
como se lleva un ataud al cementerio.

!Oh!, después de cada arcoiris extendido entre dos orillas,
después de cada plataforma alzada hacia lo alto,
después de cada montaña horadada,
se escuchará más fuerte, cada vez más alto:

!A la lucha final!

Autorretrato en tiempos de vigilia:

Vigilo la puerta de un mundo sin cercos:

Aquí, las ideas, nuestras palabras, se hacen realidad.
Toman el rostro esbelto de los bosques de hormigón,
toman el cuerpo viejo de los esqueletos de hierro,
las tocas con el oido y  suenan, tienen tono,
las miras atentamente y no desaparecen,
las palpas con el cuerpo y con el espíritu y ves que existen.

Aquí comienza el nuevo mundo comunista.
Las palabras vacías, las ideas incompletas, se quedan fuera,
se hacen aire, humo, calavera enterrada en la arena de los riñones.
Vigilo y estoy erguido, y alta es mi sombra,
la constelación de mis ojos es atraida por la estrella roja.

!Oh!, incluso los pajaros podrían descansar sobre ellas,
como sobre ramas coloreadas. 
Al partido

Te agradezco por esta primavera,
en la cual nuestras voces hacen que se agiten los árboles,
y por mis pensamientos que se han hecho claros
como el cuarzo.
La verdad me sonrie con cada recuerdo,
el foco de la luz del sol corre
por delante de mi;
es una escalera que asciende un estallido,
al final de la cual brilla tan solo una estrella. 
MIHAI BENIUC (1907-1988)

En mi siglo 

Hemos pasado ya una era, me parece,
porque no hay más boyardos en los campos
y ni el oro ni la ciudadelas, señores,
son tristes desiertos para los pobres.

Con trembita y gaitas domamos a las fieras
dejando que el pueblo se divierta
mientras trabajan duro
con las hoces y los martillos.

Hoy quizás somos en la bandera roja
un punto entre millones de gotas de vino,
o quizás una ola espumosa que se rompe 
en las grandes turbinas hidroelectricas,
el ruido que estalla cuando arranca
eslabones y cadenas.

Bandera en el horizonte 

Los que pudieron llegaron por la bandera,
pues era suficientemente roja para ser vista,
y algunos se pararon ante el umbral,
presos de su propia impotencia

Yo sigo caminando, pero cuando ya no pueda,
andar adelante en la vida tempestuosa,
la brillante bandera la izaré en el horizonte,
como el hermoso sol rojo sobre el mar
que en las mañanas claras, brilla,
sobre las extensiones verdes plateadas
.


Estrella roja 

Se chocan las nebulosas,
los sistemas solares, las estrellas,
los astros se apagan y devienen
materia muerta,
y resucitan despues como una supernova,
los átomos murmuran..

Las esferas cantan,
y millones de años luz atraviesan,
o vienen, ¡Quién sabe!
Limitado por el infinito
está el hombre, en el cabo de Buena Esperanza.
Nombra las estrellas innumerables,
mide la lejania sin fin,
y corre con su pensamiento,
a veces adelante, otras hacia atrás,
construyendo efímeras verdades y grandes sueños,
sobre incertidumbres cada día más grandes.
El sueño está lejos.
Como las rojas estrellas inmensas,
que son miles de veces
más poderosas que nuestro sol,
en cuanto a su luz, en cuanto a su calor.
La libertad es una estrella roja
y el hombre la observa, soñador,
a través de su telescopio.
 CRISTIAN SARBU (1897-1961)

El orgullo del proletario

Estoy orgulloso de llamarme proletario.
Estoy orgulloso de vivir del trabajo de mis manos.
Estoy orgulloso de mantener mi frente en alto,
tal que la rebeldia de mis antepesados ante la esclavitud.

Estoy orgulloso de formar parte,
de lo que llaman muchedumbre,
de los honestos y de los descalzos.

Estoy orgulloso de tener esperanza,
codo a codo con los obreros de las fábricas,
en hermandad con el pueblo hacia tiempos mejores.

Estoy orgulloso
de llevar conmigo tesoros de luz.
Estoy orgulloso de no tener más que miradas desdeñosas
hacia los parásitos del pueblo,  los que se llaman boyardos,
que no hacen más que vivir
sobre la espalda de los trabajadores,.
Estoy orgulloso de sus dolores.

Los míos, los robots,
han alzado ciudades hacia el cielo,
han puesto trenes en movimiento por el continente
han construido barcos
Y estoy orgulloso de su nobleza creadora.

Estoy orgulloso de tener que llevar cada primavera
flores a las tumbas de los indómitos.
Estoy orgulloso de poner en mis poemas
aromas de eternidades y de estrellas.

Estoy orgulloso del destino que me espera
ante los obstáculos de la historia,
en el cambio de rumbo que se percibe
Estoy orgulloso de mi fuerza.
Canto de primavera

!Proletario!
Canto nuestro amor por la luz
¿tú no te levantas?
¿te quedas también hoy cerca de la fábrica?
Es fiesta

!Ah, este momento es tan sagrado!
Las grullas vuelan por el cielo alegres,
despertando de nuevo mis penas,
porque la noción de la salvación de la oscuridad
no se ha sentado aún en la mesa de mi hogar.

¿Por qué no vienes
con la llegada de la primavera a las llanuras?
Despejado, el cielo nos espera en el horizonte,
con gorriones de viento rosado,
con nubes sin timón ni mástil,
y con su orquesta de alondras.

Por siglos hemos vivido entre lágrimas y barro.
Y la vida no sería tan difícil
si pudiéramos echar de nuestro lado
con la luz de la razon al imperio de la noche,
y al pensamiento que nos hunde en la humillación.

Expulsa de tu interior, hermano, a la noche
a los ensordecedores ruidos de motores,
y rompe los límites a tu alrededor, que te atraviese
la blanca sonrisa de los árboles en flor.

Levanta el estandarte de tu pensamiento
para que dios mismo entienda
que la historia ha dado a luz en las fábricas
en cada esclavo a un Prometeo.
¿Por qué no vienes
con el ritmo de los tiempos a los campos?
El signo de los tiempos

Fábricas de guerra
preparan en secreto batallas entre los pueblos.
Preparan
la lucha entre la luz y la oscuridad.

En las cabezas desiertas ya no quedan recuerdos del paraíso
en los que poder reposar los ojos cansados.
Mandan los dioses de la guerra.
En la cruz de la conciencia yace Jesús crucificado.
Los caminos hacia los cementerios son más cada vez.
Los pájaros cantan en el cielo, pero, ¿quién los escucha?
La locomotora de la historia grita histérica sobre las vias del tiempo.
Las ideas se quiebran bajo la atroz ventisca.
Mira: se alquila a cualquier hombre atrevido un lugar en el Olimpo,
para toda la eternidad.

¿Quien pude seguir yendo cada semana
por los jardines del alma como si fuera domingo?
Los tanques esperan tensos en las fronteras.
La noche crece de entre las malas hierbas, se acerca la tormenta.
Pronto detrás de las montañas del horizonte saldrá la luna
con el rostro bañado en sangre.
Los chacales gruñen, y el corazón se acogota.
ALFRED MARGUL-SPERGER (1898-1967)

Radio Europa libre

Ellos lloran por la democracia del pasado. 
Tanto gritan que parece que les duele la tripa;
pero más les duele todo lo que han perdido
(las fabricas y tierras que acumulaban).

Les roe "la libertad"; les molesta
no poder seguir enriqueciéndose.
Pero "la libertad" que ellos desean hoy,
es la de volver a humillar al pueblo.

!Para nada pierdes días y noches, celosamente,
queriendo moldearnos como te conviene!
!Ya no nos engañas con tu dulce voz!

!Hemos aprendido a conocerte bien!

!Oh, Wallstreet, es inútil! !No te canses!
!Conocemos tu gruñido y tus garras de hiena!
!Sabemos que profesional eres de la maldad!
!Ya no nos engañan tus cantos de sirena!

Lo hemos oído demasiado, cuando nos robaban
tus barones el petróleo, en otros tiempos,
mientras nosotros bailábamos la musica que ellos tocaban
!Pero tu música de hoy ya no nos embriaga!.


Ficha del comunismo

Barbilla:

Decisión;
!Voluntad y poder!
Una esquina afilada
de la piedra
que golpean
las terribles
tormentas y huracanes
sin que puedan
derrumbarla.
Tortura...
Persecución...
Cárcel...

Boca:

Bondad,
la amargura del sufrimiento,
un corazón ardiendo
por amor y odio.
Amor profundo
hacia la humanidad
y a la justicia.
Odio enorme
contra la cruel
y horrenda tiranía.
Confianza en los dias
mejores
que vendrán.
Pero, ¿qué sucede?
De repente,
una sonrisa
florece.
Se trata de los camaradas,
los amigos,
el partido.

Ojos:

Profundos e inquietos
como el mar.
La tormenta de 
los años pasados
en ellos esconde 
su tristeza
y el llanto 
por los caidos.

Y ahora
continuemos el expediente,
otras características:

Señales particulares:

Sobre las cejas
se alza
el arco de la frente
pensante.

A destacar:

Apunta
hacia lo lejos
!hacia los tiempos futuros!

VERONICA PURUMBACU (1921-1977)

Simple



Fluyen
sobre nosotros
-las piedras-
el agua,
el fuego,
el viento,
el tiempo.
Cargados
de recuerdos
gritamos en silencio,
nosotros,
los grises,
nosotros,
las piedras del mundo.

Una guerra,
una sequía,
una epidemia,
un diluvio,
además de otras
grandes o pequeñas
heridas
de las que ya no hablamos.

Y  a pesar de todo eso
-una génesis-

NICOLAE LABIS (1935-1956)

Nuestra Constelación

 "Las estrellas rojas de cinco puntas
diseminadas por el cielo de la humanidad"
V. Maiakovski

Se ha elevado a las alturas del cielo
la estrella roja de cinco puntas,
espantando al enemigo estelar,
la estrella roja de cinco puntas.

Nuevas estrellas acaban de amanecer

alrededor de la estrella roja,
multiplicando la energía del mundo
bajo la luz de la estrella roja

Somos los caballeros de la estrella roja, 

un camino espinoso es
el que recorren nuestros pasos;
caballeros de la estrella roja somos,
soñadores y constructores.

Cada uno con sus veinte años -

alzamos las armas metálicas -
cada uno con sus veinte años -
que en total suman milenios.

Con el entusiasmo de nuestra vida

los diques podridos romperemos,
del estusiasmo de nuestra vida
el comunismo tomará cuerpo.



MARIA BANUS (1914-1999)

Primer libro comunista



Qué universo nebuloso como una taberna
fue el mundo en el que nacimos nosotros dos.
El siniestro gong de la primera guerra
golpeó, y pareció que regresábamos a las cavernas.

!Oh! Cuántas noches lloramos, con el rostro en la almohada
sin entender a la salvaje multitud,
su vida estúpida, los años vacios,
su mirada ávida y hueca.
¿Te acuerdas qué pasó? ¿Cómo se abrió,
como arrancada por el viento, entre aquella niebla triste,
una ventana hacia la libertad y hacia nuestro sueño?

Y cómo las alondras cantaban; cantaban: existe
un mundo nuevo - Entrad en él, como está escrito
en nuestro primer libro comunista.

PETRE SOLOMON (1923-1991)

Hace un año en Barcelona 

Una calle en Barcelona, hace un año.
Un jeep y un senador americano
al que le suena el dinero en el bolsillo.
Dinero para Franco, verdugo en venta.
El chofer conduce, a ciegas, junto a las casas
sin ventanas, hostiles.
El  senador, y sus rollizos estratos de grasa,
echan un vistazo con el ceño fruncido.
—¡Diablos! ¡Parece un cementerio!
(el chofer agacha la cabeza y repite: ¡Sí, señor!)
En su guía había leído: trovadores, 
sonrisas, cánticos, mujeres con encanto
y castañuelas, corridas de toros;
Una verdadera mina: por todos lados, oro.
Y ahora, fíjate: no hay nadie en las calles.
Está fuera de sí el señor senador:
ni rastro de sonrisas ni un ápice de vida.
De vez en cuando, algún niño, escuálido,
con las mejillas ajadas, se cruza en su  camino.
Llega con el coche hasta una plaza.
El silencio, también allí, está presente.
Atraviesa la plaza un tranvía
que quita la vista al senador.
Hoy nada sale bien. Se saca la tabaquera
y enciende un cigarrillo. De repente,
aparece otro tranvía, y después otro y,
curiosamente, todos vacíos, sin viajeros.
—¡Cabrían en ellos miles de senadores!
Pero, ¿qué se ve al final de aquella calle?
Se acercan voces amenazantes.
Cada vez éstan mas cerca. —¿Qué es esa muchedumbre?
Oye los gritos pero no los entiende.
El tranvía está en medio, largo y vacío.
¿Se encontrará en tierra española?
¿estará escuchando castellano?
Se acerca la multitud como si fuera a aplastarle.
Ahora lo vislumbra bien, mira:
al frente marchan un trabajador y una muchacha,
llevando en las manos una bandera que le deslumbra.    
Detrás van otros jóvenes, con pancartas
en las que escribe: PAZ…, en las que escribe
(las otras palabras no las entiende).
Son incontables, parece, incontables,
en filas estrechas, hombro con hombro.
Hay entre ellos ancianos, también niños,
y gritan… gritan, ¿qué sera?
Incontenible se desborda el torrente por las calles.
Escucha claramente: ¡Abajo Franco! ¡No a la guerra!
Toda Barcelona está afuera,
por estas calles –que parecen el país entero.
con el pueblo de nuevo presente en la lucha.
…Tembloroso, observa el senador,
le late su corazón -como late el reloj-
mientras le falla la voz en la garganta.
La vista le lleva, de repente,
hacia el muro de una casa que le muestra
un nombre escrito allí: PASIONARIA.
Y más allá de aquellas letras el horizonte,
y en él, la sublevación de una España
que grita: ¡Abajo Franco! ¡Fuera los americanos!
SEBASTIAN LASCAR (1908-1976)

La balada de los piojos

Ávaros como las garrapatas de sangre azul;
con sus ventosas te sorben la sangre hasta matarte,
impacientes, arramplan con todo
-si nosotros se lo permitimos
¿qué tienen ellos que perder?-

En el arte de chupar son maestros
mirando por encima del hombro
mientras clavan los colmillos
como si fueran arados;
la pereza les exige ser parásitos,
y ellos, sin esfuerzo, lo son.
Es imposible hacerles cambiar
sus gustos de piojo glotón.

El burgués fue siempre un vago
extraordinario:
-Tú trabaja, que el beneficio sé yo
como roerlo.
Se puede dar fé de lo que dice,
porque de un día para otro
construye fábricas de acero,
mientras, por las noches, 
los burgueses voluptuosos se desmayan
entre muslos y pechos de seda;
aunque cuando se acerca la muerte
necesitan de rezos, cruces y curas.
En el momento supremo intentan transformar
en bien el mal
porque ya no podrán gorronear más.

Aunque hasta el momento en que desaparecen
los piojos tienen tiempo para ordeñarnos;
es verdad que son pequeños, según aparentan:
sin embargo, ya ves, que tienen la boca
(no se sabe bien como) muy grande.
Y si te atreves a rascarte un poco
perturbas su seguridad y su calma.
Entonces, en hordas sobre la piel se agrupan
multiplicando el saqueo de tu sangre.
¡No te rasques más! !Cuidado! Que llamas
a las insaciables liendres codiciosas.

DEDICATORIA:

Camaradas, ¿los soportaremos también mañana, como hoy?
¡Oh, no! Desinfectémonos con alcohol o gasolina,
y entonces, aunque no creamos en milagros,
de los piojos fondones escaparemos para siempre.
CONSTANTA BUZEA (1941-2012)

Canto a la Rumanía Socialista




Desde el nacimiento de la mirada, y del oido, y de las manos,
desde cuando mi rostro formó el primer cielo en torno a ellos,
desde el sabor de la madrugada, y de la hoja, y del pan,
desde la primera aventura en la naturaleza y en las ideas.

Es algo que no termina de formar espuma en el agua,
de crecer en la fruta, de volar por el cielo.
Queda en mi cuerpo tanta nación como tuve bajo los párpados
desde el primer golpe de luz en mis oidos.

De heroes está llena nuestra tierra, con los heroes la mirada siente
más allá de mi misma representando esta tierra
con una llamarada de sangre seguida de palabras
que se encarnan en la idea de lo que soy.

Canto para siempre la pasión por lo nuevo
los muros como torres de los nuevos edificios
canto los veranos intimidados por una densa tierra de liras,
madurez de los campos, el polen de los amores vegetales.

Y cuando llega el futuro y la igualdad existe entre nosotros,
uno a la columna de hombres un cántico de brindis,
por la iluminada tierra heroica, patria socialista,
Rumanía, época de oro, espacio con fortalezas de fuego.

De este modo, los cuerpos con los que nacemos
y que durante la vida son alimentados sin pausa por la tierra,
son aquellas partes del pais, de su soberanía,
protegidas por aquellos que la conquistaron.
PETRA DUTU (trabajadora textil)

Tu nombre significa paz, pan, libertad, (Diario Scanteia,  4 de diciembre de 1949)

Mi amor es demasiado grande
para que entre en una pequeña carta.
Un manojo de mi amor, algunas líneas,
palabras latentes bajo millones de ideas.

Para que todo lo que yo siento entre en un escrito
me harían falta enormes fábricas de papel,
libros enteros, que no cabrían en decenas ni en miles de bibliotecas.
¿Hablarte sobre el pasado?
Es demasiado negro, como tú sabes.
Ha dejado huellas profundas, caras crispadas,
no se pueden olvidar fácilmente, aunque estén hoy curadas. 

Como yo, mucho han sufrido millones de mujeres 
hasta la llegada del día de la alegría.
El gran júbilo que nos trajo tu ejército
que nos ofrecio el Partido,
conquistando la libertad sobre los muros de las cárceles derrumbadas.
Nos lo dio tu lucha al frente de millones de trabajadores,
camarada Stalin.

Camarada Stalin,
para mi tu nombre significa
pan, paz, libertad
significa el futuro de mis hijos.
¿Te escribo sobre mí,
sobre la mujer que no ha sabido de libros
de la mujer que ha vivido pisoteada?

No, hoy te escribo sobre la mujer nueva, combativa,
sobre la mujer trabajadora, invencible,
que maneja la manivela, el arma
con la que supera la producción planificada.
Y los hechos crecen, la victoria se alza,
forjando para mi República, con mi trabajo, una vida nueva.

Mis actos, mi alegría,
la patria, el partido, la libertad,
tú me enseñaste a amarlos,
a defenderlos, a honrarlos.

Camarada Stalin,
con motivo de tus 70 años de lucha
te envío esta carta.
La he llenado con mi reconocimiento,
con el amor de madre luchadora
por la victoria de la paz entre los pueblos.
ANÓNIMO

El partido  (Poema en un Manual de Escuela Primaria)


Allá donde voy,
en todo lo que hago,
a mi lado estás,
!Partido amado!

Eres el libro hermoso,
la nueva escuela,
eres el pan caliente,
sobre nuestra mesa.

Eres el verde campo,
el despejado día,
y la hidrocentral
que nos ilumina.

!Viva el Partido Comunista Rumano!

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