viernes, 2 de septiembre de 2016

DEMOLIDO EL PALACIO DEL PRESIDIUM DEL KREMLIN, UN CAPÍTULO MÁS EN LA DESTRUCCIÓN DEL PASADO SOVIÉTICO DE MOSCÚ


Extraído del blog Moscú de la Revolución
(http://moscudelarevolucion.blogspot.com.es/

El centro de la ciudad de Moscú, el de verdad, se muere. O mejor dicho, oscuros intereses económicos –y posiblemente ideológicos– están convirtiéndolo en un enorme parque temático dedicado al pseudoclasicismo de cartón piedra y la religión. Un paraíso para los turistas de bermudas y palo de selfie que dentro de poco –si es que no está ocurriendo ahora mismo– pasearán por sus calles sin entender nada sobre esta metrópoli pensada en el pasado para sus ciudadanos. Para las personas, en definitiva.

El siguiente capítulo en el proceso de despersonalización de la capital rusa ha sido la demolición del Palacio del Presídium, en el interior del Kremlin. El presidente Vladímir Putin lo prometió hace un par de años y está cumpliendo con su palabra: en el espacio dejado por este edificio serán reconstruidos los dos monasterios que hubo allí hasta 1929, en la época en que dio inicio el proceso de transformación de Moscú dictado por Stalin. El Palacio del Presídium, catalogado con el número 14 en el nomenclátor oficial soviético, fue edificado entre 1932 y 1934 junto a la Puerta Spasskaya, en el recinto donde estuvieron el Monasterio de los Milagros (Chudov monastyr'), el Pequeño Palacio Nicolás (Malyy Nikolayevskiy dvorets) y el Monasterio de la Ascensión (Voznesenskiy monastyr'). Aunque hasta hace tan solo dos años se pensaba que lo había proyectado Iván Rérberg, ahora se sabe que su verdadero autor fue el arquitecto Vladímir P. Apyshkov (1871-1939), miembro del Comisariado del Pueblo para la Defensa de la URSS. De estilo neoclásico y con forma de tridente, sus características arquitectónicas no desentonaban con las del resto de los edificios del Kremlin, comenzando por el vecino Palacio del Senado, al que igualaba en altura. La fachada principal, paralela al río Moscova, estaba presidida por un pórtico central con ocho columnas jónicas y un frontón. Y pese a que los frontispicios laterales mostraban detalles estilísticos excesivamente simplificados, está claro que el diseño del Palacio del Presídium no ha sido el único motivo que ha propiciado su demolición.

Como tocado por una maldición, albergó a lo largo de su historia diversas instituciones que, paulatinamente, acabaron siendo trasladadas a otros emplazamientos. Nada más inaugurarse, fue la sede de la 1ª Escuela Militar del Ejército Rojo, dependiente del Comité Ejecutivo Central, una academia que al cabo de muy poco tiempo, en octubre de 1935, se transfirió al distrito moscovita de Lefortovo. En el año 1958 se construyó en su interior el Teatro del Kremlin, un coliseo de 1.200 asientos que fue substituido a los tres años por el Palacio de Congresos, situado casi enfrente. Un espacio más idóneo, según la opinión de sus gestores, para acoger eventos populares. El Edificio 14 del Kremlin debe su otro nombre al organismo que se trasladó a este lugar en 1938, el Presídium de la Secretaría del Soviet Supremo de la Unión Soviética, el más alto órgano legislativo del país entre ese año y 1991, cuando fue disuelto. Tras el colapso de la URSS, en la antigua sala de reuniones del Presídium se celebraron hasta 2008 las conferencias de prensa anuales del Presidente de la Federación Rusa. Y en la Sala de Mármol, construida en 1982, los discursos del presidente dirigidos cada año, entre 1994 y 2007, a la Asamblea Federal.

El Palacio del Presídium ha estado muy vinculado a la figura de Borís Yeltsin, seguramente el personaje más ególatra e histriónico que ha dado Rusia a lo largo del último siglo, con permiso de Grigori Rasputín. En julio de 1991, un mes antes del golpe del Comité Estatal para el Estado de Emergencia, Mijaíl Gorbachov ordenó instalar las oficinas del entonces Presidente de la RSFSR en la cuarta planta del palacio. Tras la dimisión de Gorbachov como presidente de la URSS, su sucesor se negó a trasladarse al Palacio del Senado del Kremlin, el edificio colindante donde habían tenido sus despachos todos los mandatarios soviéticos, desde Lenin hasta Gorbachov. Este gesto simbólico, de distanciamiento respecto de la historia reciente de Rusia, convirtió el Palacio del Presídium en un centro de poder durante el mandato de Yeltsin, entre 1991 y 1999. Su despacho se conservó intacto hasta el año 2015, fecha en que fue llevado a la sede del lujoso Centro Presidencial Borís Yeltsin de Ekaterinburgo, la ciudad donde trabajó gran parte de su vida. Se da la circunstancia de que en 1977, siendo entonces un fiel y obediente burócrata del PCUS (abandonó el partido en 1990), Yeltsin firmó la orden de derribo de la casa Ipatiev, el lugar donde fueron ejecutados el zar y su familia, sita en esa misma localidad. Una decisión extraña en alguien que años más tarde dijo admirar a la familia imperial rusa.

Desde hace un siglo Moscú es un gran tablero de ajedrez en el que los escaques son las plazas y calles de la ciudad y las piezas sus edificios y monumentos. Unas piezas que se mueven, desaparecen y vuelven a reaparecer en forma de burdas y caras imitaciones, como en el caso de la Catedral de Cristo Salvador, consagrada en 1883, dinamitada en 1931 y reabierta en 1999. Mientras una reciente encuesta ha desvelado que en Islandia el 100% de los jóvenes menores de veinticinco años se declaran firmemente ateos, en Rusia las iglesias ortodoxas cerradas o demolidas en tiempos soviéticos están siendo reconstruidas, en un ejercicio de involución histórica sin precedentes en todo el mundo (en Alemania se han clausurado recientemente 700 iglesias por falta de feligreses).

¿Qué pretenden los dirigentes rusos con estos cambios? Sin duda, atraer un turismo de masas. ¿Lo están haciendo bien? Seguramente, no. Viena es la capital por excelencia del turismo europeo de calidad, pese a la explotación rocambolesca que se hace de la penúltima emperatriz del Imperio Austrohúngaro, la famosa Sissi y su sosias la actriz Romy Schneider. Pero es que en la capital austríaca, a nivel urbanístico, no se ha reconstruido nada, todo es original. Algunas dependencias del Palacio de Schönbrunn, ocupadas antaño por cortesanos de la dinastía de los Habsburgo, están alquiladas actualmente a funcionarios de la ciudad como modestos apartamentos privados. Una forma sostenible de sufragar los costosos gastos de mantenimiento del antiguo palacio de verano, construido por Maria Teresa I de Austria a finales del siglo XVII, y un ejemplo de compatibilidad entre explotación turística y pasado histórico. Un pasado de verdad, con muros y tejados pertenecientes a la época que refleja su estilo, no copiados a partir de planos y fotografías encontrados en los archivos de la ciudad.

Otra encuesta realizada este mismo mes de agosto afirma que dos de cada tres turistas que visitan este verano la saturada isla de Mallorca no volverán a ella nunca más, cansados de tener que hacer colas interminables en lugares que hasta hace poco eran paradisíacos. Las autoridades moscovitas deberían tomar nota de todo ello. En caso contrario, la ciudad puede morir de éxito mucho antes de que despunte como destino de moda. El Palacio del Presídium es el segundo edificio soviético visible desde la plaza Roja en desaparecer. El primero fue el hotel Rossía, demolido en 2006, durante años el establecimiento hotelero más grande del mundo. Ahora en el Kremlin sólo queda una construcción de los tiempos de la URSS: el Palacio de Congresos. Poco a poco la huella del pasado reciente está siendo erradicada con más celeridad que en tiempos de Stalin, lo cual parecía difícil de superar. Este blog nació, precisamente, con una entrada sobre el Palacio del Presídium en diciembre de 2012, un lugar que ya es historia. Quizás va siendo hora de dejar de recordar aquella época y cerrar para siempre este sitio web tan nostálgico. O quizás no. Puede que ahora más que nunca, en plena arremetida del capitalismo más desquiciado, resulte una obligación moral mantener viva la memoria de lo que fue la Revolución de Octubre, para no perder la esperanza de poder liberar a los más desfavorecidos de la sociedad. A lo mejor Karl Marx se equivocó y esta historia se repite algún día. Pero no como tragedia ni como farsa, sino como lo que pudo ser y no fue.



 La fotografía vía satélite de Google Maps aún muestra actualmente una imagen cenital del Palacio del Presídium. Pero no así su mapa, en el que ha sido borrado del dibujo. Curiosamente, en la guía turística de Moscú de V. Chernov (Ed. Progreso, 1977) este edificio tampoco aparecía referenciado en el índice lateral de construcciones del Kremlin

 

De izquierda a derecha, el Monasterio de los Milagros, el Pequeño Palacio Nicolás y el Monasterio de la Asunción (con una cúpula blanca, junto a la Torre Spasskaya). La fotografía es de 1897-1898

 

El Monasterio de los Milagros entre 1900 y 1906

 

El Monasterio de la Asunción en 1900. El edificio blanco es la Iglesia de Santa Catalina, perteneciente al conjunto monacal

 

El Pequeño Palacio durante la coronación del zar Nicolás II en 1896


Durante los combates revolucionarios del mes de octubre de 1917 resultaron dañadas las fachadas de la Torre Spasskaya (imagen superior izquierda), del Pequeño Palacio Nicolás (imagen inferior izquierda) y del Monasterio de los Milagros (imagen inferior derecha). La imagen superior derecha corresponde al incipiente cementerio del Kremlin, con las primeras inhumaciones de los bolcheviques caídos durante la Revolución de Octubre




Fotografías con los daños en el Monasterio de los Milagros (primera imagen) y en el interior del Pequeño Palacio Nicolás (segunda imagen). La primera fue tomada exactamente el 10 de noviembre de 1917


Entre 1917 y 1929 (año en que fue tomada esta imagen), el conjunto formado por los dos monasterios y el palacio de la esquina permanecieron en pie y en buen estado de conservación. En esta fotografía se ve como un grupo de personas disputan un partido de fútbol en la explanada frente al palacio, una actividad sorprendente (e inédita) en un lugar como éste



 

Entre 1929 y 1931 se llevaron a cabo las obras de demolición de los dos monasterios y del Pequeño Palacio Nicolás. En la primera imagen aparece el Monasterio de los Milagros a medio derruir, con el esqueleto de las cúpulas a la vista en 1930-1931. La fotografía aérea ofrece una panorámica muy clara del resultado de las obras en 1931-1932: junto al Palacio del Senado y la muralla del Kremlin se ve el enorme solar vacío donde muy pronto se comenzará a edificar el Palacio del Presídium o Edificio nº 14



 

No existen muchas imágenes del Palacio del Presídium obtenidas en los años treinta y cuarenta, seguramente por la seguridad que rodeaba a los miembros del organismo que albergaba. Pero sí las hay curiosas, como estas dos de I.V. Stalin y miembros del Politburó dirigiéndose hacia la plaza Roja por el pasillo entre el Palacio del Senado (a la derecha) y el Palacio del Presídium (a la izquierda). Son, respetivamente, de 1938 y 1945. En ambas fotografías aparecen Mólotov, Mikoyán, Malenkov, Jrushchov, Kalinin y otros personajes prominentes de la llamada "corte del zar rojo", entre ellos Beria (con la cara tachada en la segunda imagen)


La fachada principal del Palacio del Presídium fotografiada en la década de los años cincuenta, desde el lugar donde estuvo instalada la estatua de Lenin en el Kremlin, inaugurada en 1967


Fotografía de 1956 de la fachada principal del Palacio del Presídium, desde los jardines del Kremlin ('Taynitskomu sadu', textualmente 'Jardín secreto')


La esquina sur del Palacio del Presídium en 1961, con mucha gente paseando por la plaza Ivanovskaya, quizás espectadores del Teatro del Kremlin dirigiéndose a sus localidades


Sala de reuniones del Soviet Supremo de la URSS en el Palacio del Presídium, fotografiado en 1972-1978


Coches oficiales frente a la fachada
del Palacio del Presídium que daba a la plaza Ivanovskaya. En teoría se trataba de una fachada lateral, aunque era la más visible de todo el edificio. La imagen es de 1984


Parte interior de la muralla del Kremlin, justo enfrente del Palacio del Presídium, en 1985. Con el derribo del palacio, este muro ha quedado a la vista por primera vez en mucho tiempo


El Palacio del Presídium entre 1985 y 1986










Fotografías realizadas por el autor del blog "Mosde la Revolución"en 2007






Fotografía realizada hace algunas semanas del espacio vacío dejado tras la demolición del Palacio del Presídium, cuyas obras finalizaron en el mes de abril. La verja que se ve en las dos primeras imágenes es la que atravesaba Stalin en la fotografía de 1945, cuando se dirigía caminando hacia el Mausoleo de Lenin. En lugar del Edificio nº 14 hay ahora un jardincito por donde los turistas pueden pasear sin apenas restricciones


La página web del Kremlin tiene un apartado dedicado a diversos paseos virtuales por las dependencias de su recinto. Desde el tejado del Palacio del Senado, en dirección sur, se divisa en primer término el "tridente" del Palacio del Presídium, desaparecido definitivamente en el mes de abril de 2016. Esta página hace muchos años que no se actualiza, pues al fondo aún se divisa el hotel Rossía, demolido en 2006

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