martes, 28 de mayo de 2013

CUBA RECUERDA AL PINTOR SERVANDO CABRERA EN EL 90 ANIVERSARIO DE SU NATALICIO

Milicias campesinas, 1961

Cuba rinde homenaje por estos días al fallecido pintor Servando Cabrera (1923-1981), quien es considerado uno de los artistas más inquietos de la plástica cubana en la segunda mitad del siglo XX. El 28 de mayo, día en que Cabrera cumpliría 90 años, se evocará la fecha en varias partes del país y de manera especial en el Museo Biblioteca que ostenta el nombre del prolífico artista, explicó en conferencia de prensa la directora de la institución, Lourdes Alvarez.

Alvarez precisó que para ese día se ha confirmado la presencia del destacado diseñador escénico Salvador Fernández, quien disertará sobre los nexos de Servando con el teatro y su labor como diseñador de vestuario y escena en las décadas del 40 y el 50 del pasado siglo.

En el encuentro también intervendrá la doctora Luz Merino, quien se ha erigido entre las principales estudiosas de la obra de Cabrera, y dialogará sobre las influencias, inspiraciones y estilos de uno de los principales representantes del arte erótico y épico en la etapa revolucionaria.

Como parte de las celebraciones está prevista la presentación del libro "Servando Cabrera Moreno: el abrazo de los sentidos", un compendio de información muy interesante y abarcador que reúne alrededor de 400 imágenes, entre fotos personales y obras del pintor, las cuales provienen de colecciones estatales y particulares.

El libro incluirá además entrevistas, textos críticos, la labor del Museo Biblioteca y otros datos.

Este año el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano estará dedicado a Cabrera, quien mantuvo una amistad muy especial con el recién fallecido intelectual Alfredo Guevara, quien fue el albacea de los bienes del pintor antes de la conformación del museo.

Nacido en La Habana el 28 de mayo de 1923, al triunfar la Revolución Cubana en enero de 1959 Cabrera poseía una vasta experiencia formal.

Los temas revolucionarios los adoptó en 1959, pero su estilo se adecuó plenamente a la nueva realidad en 1961, cuando a finales de ese año expuso en el Palacio de Bellas Artes obras del primer momento de su gran ciclo de pintura épica, que finalizó con la serie de "Héroes, jinetes y parejas", mostrada en la Galería de La Habana, en 1964.

Sin embargo, en opinión de los expertos, el punto de giro hacia los temas sociales en la poética del pintor se produjo un poco antes, en 1954, cuando el artista rechazó la propuesta de un galerista francés y viajó a España, el país que más le gustaba y donde comenzó a pintar personajes populares.

Muchas de esas obras pertenecen hoy al Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, como "La churrera" y "El hombre con la horca", aunque otras están en colecciones privadas.

Esas preocupaciones sociales de Cabrera lo llevaron a colaborar con la dirección de arte del documental "El Mégano", aunque después se vinculó al grupo Teatro Estudio de los hermanos Raquel y Vicente Revuelta, quienes estaban haciendo un nuevo tipo de teatro.

El reflejo de los hombres más humildes en su obra se magnifica con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.

"Milicias campesinas" es su obra más conocida, una de las tantas donde representa al hombre nuevo, al obrero, al soldado, a los sombreros de guano, a los machetes que se convierten en armas, todo lleno de un lirismo y de una expresión corporal impactante porque no son hombres famélicos, sino hombres fuertes.

El tema erótico predominó en la última década de la vida del pintor, luego del primer infarto cardiaco que sufrió en 1969.

Según el propio Cabrera, su enfermedad fue muy grave y se afianzó a la vida de una manera tremenda, con gran alegría.

Sus trabajos de entonces hablan por sí solos de su satisfacción de estar en la tierra; es entonces que nace la pintura erótica que constituye un verdadero canto a la vida.

Ya hacia 1970 desapareció el expresionismo violento y la figuración grotesca dejó espacios a la estilización de torsos, fragmentos humanos, parejas acopladas, tema que marca el clímax de su desarrollo estilístico, pues responde a sus exigencias estético-sentimentales.

De las obras que realizó en 1981, último año de su vida, hay dos que resultan muy interesantes, "Para acostumbrarse a ese gusto" y "Los cercanos días del amor", dos telas donde había comenzado a dar las primeras pinceladas pero que no concluyó debido a su fallecimiento repentino en La Habana, a los 58 años de edad.

Fuente: Spanish. China. ORG.CN

Fidel, 1980

El Brigadista Benjamín, 1974

Territorio, 1963

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