Año
2020
Duración
130 min.
País
Serbia
Dirección
Predrag Antonijevic
Guion
Natasa Drakulic
Reparto Vuk Kostic, Igor Djordjevic, Nataša Ninković, Petar Zekavica, Marko Janketić, Natasa Drakulic, Nikolina Jelisavac, Bojan Žirović, Radoslav Milenković, Jelena Grujicic
Música
Roman Gorsek, Aleksandra Kovac
Fotografía
Milos Kodemo
Sinopsis: Dara iz Jasenovac es una película de drama histórico serbia ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Basada en los testimonios de supervivientes, trata sobre el genocidio, las atrocidades y el holocausto que tuvieron lugar en el campo de concentración de Jasenovac gestionado por el Estado Independiente de Croacia durante la Invasión de Yugoslavia
En el correr de la guerra, el lugar de los judíos en los Balcanes lo
ocuparon los serbios, el principal grupo étnico que el gobierno fascista
croata de Ustacha persiguió, torturó y exterminó. Una de las
proposiciones de Dara of Jasenovac es que la violencia y el sadismo de
los croatas impresionaban, por su ferocidad, a los mismos nazis alemanes
que ejercían algún tipo de supervisión sobre ese territorio.
La película hace especial hincapié en los niños. En los subtítulos previos sostiene que el de Jasenovac fue el único campo de concentración europeo en el que se exterminaron infantes. En la primera escena una madre serbia abandona a un bebé en el campo para que sea recogido por una campesina croata y consiga así salvar la vida. Es uno de los pocos gestos humanos que Antonijevic retrata en los personajes croatas. La película, en ese sentido, es la visión serbia de la historia.
La protagonista es, además, una niña. Dara (Biljana Cekic), de 10 años, marcha junto con su madre Nada (Anja Stanic) y sus dos hermanos por distintos campos en los que los croatas los mantienen como prisioneros. Los traslados, en camión o en tren, las más de las veces significan la muerte. Desobedecer a los guardias, flaquear en el trabajo diario o contraer una enfermedad también.
Antonijevic lleva el sadismo de los fascistas croatas a un nivel difícil de tolerar. Lo que viven los personajes serbios se asemeja, en muchas escenas, a un infierno dantesco. En el film, cuyo guión fue escrito por Natasa Drakulic, las mujeres son tan poderosas y crueles como los hombres, algo que no es habitual en las películas sobre el Holocausto. No hay matices en los villanos fascistas de Dara of Jasenovac, son personajes que encarnan una maldad prácticamente pura.
Tal despliegue de crueldad también opaca a las víctimas, los personajes que representan a los serbios, limitados en muchos casos a aguantar y padecer. Mientras Dara intenta sobrevivir en los campos de concentración su padre Mile (Zlatan Vidovic) trabaja esclavizado como sepulturero de sus compatriotas en fosas colectivas. Son los dos héroes de la película, los que no se rinden, los que intentan sobrevivir a como dé lugar.
Entre el desarrollo de la trama el director intercala unas sugestivas escenas en las que los personajes que murieron en pantalla ingresan, como en una suerte de vida posterior, a un vagón de madera durante una noche invernal en la que nieva. Seguramente hay allí una alusión a la memoria y a la importancia de volver y contar las historias de las víctimas del fascismo. Dara of Jasenovac es la primera película serbia sobre el Holocausto y rescata del olvido un episodio olvidado de la historia de la región. Más allá de alguna crítica cinematográfica posible ese solo hecho ya representa un logro.
La película hace especial hincapié en los niños. En los subtítulos previos sostiene que el de Jasenovac fue el único campo de concentración europeo en el que se exterminaron infantes. En la primera escena una madre serbia abandona a un bebé en el campo para que sea recogido por una campesina croata y consiga así salvar la vida. Es uno de los pocos gestos humanos que Antonijevic retrata en los personajes croatas. La película, en ese sentido, es la visión serbia de la historia.
La protagonista es, además, una niña. Dara (Biljana Cekic), de 10 años, marcha junto con su madre Nada (Anja Stanic) y sus dos hermanos por distintos campos en los que los croatas los mantienen como prisioneros. Los traslados, en camión o en tren, las más de las veces significan la muerte. Desobedecer a los guardias, flaquear en el trabajo diario o contraer una enfermedad también.
Antonijevic lleva el sadismo de los fascistas croatas a un nivel difícil de tolerar. Lo que viven los personajes serbios se asemeja, en muchas escenas, a un infierno dantesco. En el film, cuyo guión fue escrito por Natasa Drakulic, las mujeres son tan poderosas y crueles como los hombres, algo que no es habitual en las películas sobre el Holocausto. No hay matices en los villanos fascistas de Dara of Jasenovac, son personajes que encarnan una maldad prácticamente pura.
Tal despliegue de crueldad también opaca a las víctimas, los personajes que representan a los serbios, limitados en muchos casos a aguantar y padecer. Mientras Dara intenta sobrevivir en los campos de concentración su padre Mile (Zlatan Vidovic) trabaja esclavizado como sepulturero de sus compatriotas en fosas colectivas. Son los dos héroes de la película, los que no se rinden, los que intentan sobrevivir a como dé lugar.
Entre el desarrollo de la trama el director intercala unas sugestivas escenas en las que los personajes que murieron en pantalla ingresan, como en una suerte de vida posterior, a un vagón de madera durante una noche invernal en la que nieva. Seguramente hay allí una alusión a la memoria y a la importancia de volver y contar las historias de las víctimas del fascismo. Dara of Jasenovac es la primera película serbia sobre el Holocausto y rescata del olvido un episodio olvidado de la historia de la región. Más allá de alguna crítica cinematográfica posible ese solo hecho ya representa un logro.
Por Nicolás Bianchi
Fuente:Filmaffinity
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