miércoles, 8 de abril de 2015

AZIZA BRAHIM DA VOZ A LOS REFUGIADOS SAHARAUIS EN SU ÚLTIMO ALBUM "SOUTAK"


Nacida en el campo de Hammada de Tinduf, en la frontera entre Argelia y el Sáhara Occidental, Aziza Brahim se ha erigido en la voz de un pueblo que sigue luchando en silencio por su supervivencia. El latido de los refugiados se deja sentir en cada una de las notas que emanan del tabal de esta percusionista y cantante saharaui que ha liderado la lista de la crítica europea durante tres meses gracias a su tercer trabajo discográfico “Soutak” (Tu voz), grabado el pasado año en directo en la ciudad de Barcelona donde reside desde 2000.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y nosotros vivimos abrazados a ella. Nos quitaron el territorio, la libertad, los derechos. Mi pueblo está resistiendo en condiciones extremas y, aunque nos intenten retirar hasta la ayuda humanitaria, no vamos a perder la esperanza, a pesar de que la realidad no contribuye demasiado a mantenerla.” Sus palabras se traducen en unas canciones impregnadas de nostalgia y denuncia, no solo en favor del pueblo saharaui, sino de los refugiados de cualquier lugar del mundo.

El título del disco es un homenaje a la voz de mi pueblo que desde hace 40 años se está quedando en el olvido, y a la voz de todas las personas que se encuentran en la misma situación, toda la gente desfavorecida”, explicaba recientemente en una entrevista en Radio Nacional.“La voz de los refugiados es mi voz, su sentimiento es el mío y su denuncia es la mía.”

Aziza sigue a través de la música, la lucha iniciada por su abuela Ljadra Mint Mabruk, reconocida poetisa saharaui. “Sería frívolo desligar lo que hago de la realidad en la que he vivido y la que rige mi vida. Hablo de mí en primera persona, pero también de la historia de mucha gente de mi pueblo y de otros pueblos. Podría cantarle al amor, pero hay otras preocupaciones y me siento a gusto expresándolas, es la esencia de mi música.”

Letras de nostalgia y denuncia

El álbum se abre con la reivindicativa “Gdeim Izik”, en recuerdo de la revuelta del “Campamento de la Dignidad” reprimida por las autoridades marroquíes y que dio origen a la Primavera Árabe de 2010. Incluye otros temas de protesta cantados en hasanía, su dialecto materno, como la sobrecogedora “Lagi” (Refugiados) que arranca con un solo de guitarra acompañando a su voz, “Ya Watani”, “Soutak”, o las canciones en español “Manos enemigas”, “Espejismos” y “La Palabra”, en las que denuncia las minas anti-personas, la crueldad de las guerras y las injusticias.

Sin embargo es el tema “Julud” el que ha servido para el lanzamiento internacional del disco, en un homenaje a su madre que es a la vez un homenaje a la resistencia de su pueblo. “Eres como la noche y las estrellas. Tu voz va más allá de las nubes, sonríes a la brisa de hoy. Eres un ejemplo de humanidad y lucha. Resiste, inmortal, resiste.”

La música de Aziza Brahim surge de los sonidos tradicionales saharauis y las percusiones del África Occidental, para acercarse a ritmos anglo-europeos, con influencias que van desde la música de Mali que tanto la ha fascinado, la música española y la cubana, donde residió en su infancia. Ya en España, fundó Gulili Mankoo, una banda que interpretaba música saharaui y española, y con la que publicó dos trabajos: “Mi Canto” (2008) y “Mabruk” (2012). También participó en la película española de Pedro Pérez Rosado “Wilaya” (2012), interpretando un pequeño papel y componiendo la banda sonora, por la que recibió el premio del Festival de Málaga.

Fuente: Voces del Mundo



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