Abril es un país. Los heroísmos desconocidos de la Revolución de los Claveles
Tereixa Constenla
Editorial Tusqutes
2024
20€
Cincuenta años de la Revolución de los Claveles, una historia desconocida de la lucha de los portugueses por la libertad.
La
revolución portuguesa del 25 de abril de 1974 acabó de manera pacífica
con una larga dictadura, un régimen ineficaz anclado en la represión y
en viejos delirios imperiales, gracias a la acción de trescientos
capitanes idealistas, que pretendían democratizar Portugal y acabar con
sus guerras coloniales en África. Los claveles en las bocas de los
fusiles o la canción Grândola, vila morena, difundida como
contraseña para iniciar el golpe, no tardaron en dar la vuelta al mundo.
Muchos ignoran en cambio que aquella mañana de abril estuvo llena de
momentos épicos que contribuyeron a consolidar el golpe en favor de las
libertades. Este libro rescata historias como la del joven capitán
Salgueiro Maia, que caminó con los brazos en alto y una granada en el
bolsillo, listo para el sacrificio, hacia una batería de carros de
combate que le apuntaban, o la del soldado que se negó a obedecer la
orden de disparar contra él y que permaneció cuarenta años en el
anonimato. Sobre episodios como estos se fundó la democracia portuguesa
hace ahora cincuenta años.
La “Sinfonía Nº 5” (Rusa)fue
compuesta entre 1940 y 1950, siendo la última obra compuesta por
Scherbachov. Se estrenó el 21 de diciembre de 1948 interpretada por la
Orquesta Filarmónica de Leningrado dirigida por Evgeny Mravinsky. La
versión final terminada en el otoño de 1950 se estrenó el 21 de octubre
de 1950 en Kiev y el 30 de noviembre en Leningrado, ambas dirigidas por
Natan Rakhlin.
El primer movimiento, lento assai,
después de una breve introducción, empieza con un solo de fagot de
carácter soñador, que es respondido por la madera. Se presenta como un
preludio de la obra, a modo de un cuadro del mundo rural ruso, de una
forma bucólica y contemplativa.
El segundo movimiento, allegro drammatico, lleva el subtítulo Heroica.
El tema principal posee una gran fuerza. Aparecen fanfarrias anunciando
una batalla. Describe la lucha y la victoria mediante una triunfante
marcha. Después de una pausa escuchamos un extenso tema expresando el
sufrimiento del pueblo que sigue a toda lucha. En la parte final
reaparece el tema inicial con toda su energía y poder.
El tercer movimiento, lento, lleva el subtítulo en memoria de los héroes.
Después de un inicio con una triste melodía de la flauta, el tema
principal del movimiento anterior emerge de un modo tranquilo y la
música gradualmente toma la forma de una marcha fúnebre. La melodía de
la flauta inicial cierra el movimiento.
El último movimiento, allegro moderato, lleva el subtítulo de Celebración. Nos presenta temas de danza, mostrando una jubilosa alegría. Su carácter ruso nos recuerda a la Petrouchka de
Stravinsky. El violín presenta un tema amoroso. Luego se reanudan las
danzas. Reaparece el tema del segundo movimiento recordando la guerra.
En la coda escuchamos un solemne himno.
Scherbachov nos muestra en su última
obra una meditación sobre el destino de Rusia, realizada en tiempos de
guerra. La música sigue la tradición de los grandes compositores
clásicos rusos y se inspira en el rico folclore de su patria. Según
Gozenpud, contemporáneo suyo, la sinfonía está inspirada en el poema de
Blok "En el campo de batalla de Kulikovo", pero sin ser una obra descriptiva.
Esta batalla tuvo lugar en 1380 entre los rusos y los tártaros unidos a los mongoles de la Horda de Oro, cerca del rio Don. Terminó con la victoria de los rusos.
Scherbachov recibió la Orden de la Bandera Roja del Trabajo por el conjunto de su obra.
“Gran Guerra Patria”, así se define en Rusia la heroica y cruenta
defensa de su territorio ante la invasión nazi, es decir, lo que se
conoce en España como Segunda Guerra Mundial. Con motivo del 50
aniversario de aquella histórica victoria contra el ejército de Hitler,
se inauguró en 1995 el Parque de la Victoria (Park Pobedy) de Moscú,
situado en la emblemática Colina Poklónnaya.
España
es el único país extranjero que tiene el honor de contar con un
monumento propio en un lugar de tanto valor simbólico para los
moscovitas y tan concurrido por éstos como el Parque de la Victoria.
Ello se debe al eterno agradecimiento y reconocimiento del pueblo ruso
hacia los voluntarios españoles que partieron al frente para combatir
junto con los pueblos de la URSS contra la ocupación nazi. Según las
cifras oficiales, perecieron entre 207 y 215 de estos voluntarios
españoles. El monumento español, sufragado por el Ministerio de Cultura
de España y el Ayuntamiento de Moscú, consiste en una capilla de granito
de siete metros de altura, obra del arquitecto español y niño de la
guerra Antonio Mije, hijo del célebre líder sevillano del PCE Antonio
Mije.
En la capilla reza la inscripción: “A los españoles caídos en los
años de la Gran Guerra Patria”. El propio autor considera este trabajo
“el más importante de su vida”. Su inauguración por el Príncipe Felipe
tuvo lugar el 26 de junio de 2003, con participación de la Guardia de
Honor del Kremlin y un centenar de emocionados asistentes, entre los que
se encontraban los Niños de la Guerra, sus familiares y veteranos de la
guerra.
Esta es la historia de Milena Jesenská, a quien
muchos conocen como la amiga de Kafka. Y sí, los meses de relación
amorosa e intelectual con Franz Kafka marcaron la vida de ambos. Nada
fue igual para Milena, se transformó. Ganó en confianza en sí misma, en
su escritura, en su postura política de defensa del feminismo y de la
democracia, y en su osada oposición al régimen de Adolf Hitler.
Pero Milena fue mucho más que una de las amigas más importantes de
Franz Kafka. Fue también madre, periodista, traductora, escritora, parte
de la élite intelectual que se reunía en los cafés de Viena, junto a
Musil, Karl Kraus, Werfel o Hermann Broch, miembro de la resistencia
cuando las tropas nazis invadieron su país, Checoslovaquia. Milena se
rebeló contra el orden tradicional que quiso imponerle su padre, contra
lo que su marido le exigía en su matrimonio, contra el papel secundario
que se asignaba a las mujeres en las redacciones de los periódicos y en
el mundo laboral. Y fue generosa amante de hombres y mujeres en rebeldía
contra los límites impuestos al amor.
A partir de los escritos, artículos y cartas que se han conservado de
Milena y de los testimonios de quienes la conocieron, Monika Zgustova
reconstruye la vida de esa mujer valiente y fascinante que fue Milena
Jesenská. Y erige un homenaje a las mujeres que, en los turbulentos y
trágicos años de la década de los veinte y los treinta del siglo XX,
dedicaron su vida a luchar por la dignidad de la mujer y de las víctimas
de la injusticia.
«De forma fascinante y vigorosa, llena de emoción, la extraordinaria
narradora Monika Zgustova nos devuelve la voz, en su magnífica novela Soy Milena de Praga,
de una figura clave de la cultura europea: la ferviente feminista y la
valerosa militante de la resistencia antinazi Milena Jesenská junto a la
turbulenta época que le tocó vivir.»
Rink (artista de la Alemania Oriental) hacía un Realismo Socialista, mezclado con cierto surrealismo, un poco de abstracción y demás cosas aquí y allá. Por supuesto, en su arte hacía comentarios sobre cuestiones de violencia y libertad.
Mientras que en Alemania Occidental la pintura figurativa se consideraba obsoleta y artistas Beuys o Richter hacían cosas más «complejas», Rink optó por abordar sus temáticas en el lienzo, como toda la vida.
En este cuadro quiso hablar de la situación en un país con uno de los dictadores más odiosos y crueles de la época: el general Augusto Pinochet, que tomó el poder en 1973 en Chile (USA ayudó, como es bien sabido) y reprimió a su pueblo con mano de hierro. Muchos simplemente desparecieron.
Por supuesto, no hay referencias directas a Chile en esta obra de Rink, por lo que es una imagen extrapolable a cualquier otra anomalía política del mundo, en cualquier época, lo cual se agradece en una obra de arte. Curiosamente, lo explícito suele mostrar menos que lo sugerido, lo ambiguo suele tener más riqueza de matices que lo evidente.
A manguerazo limpio, porra y fusil en mano, la policía sin rostro dispersa a los ciudadanos. A la izquierda, están torturando a alguien boca abajo, recordando a Jesucristo. Rink se toma la licencia de incluir algunos símbolos cristianos.
Con este cuadro, Arno Rink quiso criticar la dictadura militar de Chile a finales de los 70. Pero de paso, critica todas las dictaduras, toda la represión política y policial, todo el Terror que provoca un estado totalitario.
Tras la caída del Muro, el pintor tuvo que soportar la falsa acusación de que era un simple propagandista de la RDA. Eso le dolió mucho. Pero continuó pintando obstinadamente y hoy es considerado el padre de la llamada Nueva Escuela de Leipzig.
Dirección: Theo Angelopoulos Reparto: Eva Kotamanidou, Georges Danis, Ilia Stamatiou, Mary Chronopoulou, Stratos Pachis, Vanghelis Kazan Título en V.O: I kinigui Año: 1977
Duración: 168
Guión: Theo Angelopoulos
Fotografía: Georges Arvanitis
Música: Loukianos Kilaidonis Sinopsis:
Los fantasmas de la reciente historia de Grecia en una evocación que
llega a adquirir las características de una pesadilla. Su pretexto es el
hallazgo del cadáver de un partisano de la guerra civil de aquel país
(1947-49) por parte de un grupo de cazadores. A partir de este momento,
cada personaje sacará a relucir sus propios recuerdos, que se enlazarán
de manera armónica y significativa en un conjunto impecable.
Última
parte de la trilogía en la que el director griego -y figura referente
del cine de autor europeo- Theo Angelopoulus quiso plasmar la historia
contemporánea de su país, concretamente sobre el periodo que terminó con
la dictadura militar. Todo empezó en 1972 con "Días del 36" y continuó
cinco años más tarde con "El viaje de los comediantes". Con "Los
cazadores", el realizador, fiel a su estilo marcado por su estructura
narrativa ambigua y lenta y sus largas tomas, filma esta extraordinaria y
poética alegoría que esconde una reflexión crítica de la Grecia de su
momento.
1976. Un grupo de cazadores burgueses encuentran entre la blancura de la
nieve un cadáver completamente intacto y congelado, los indicios
parecen indicar que la víctima es un militante de izquierda asesinado
casi 30 años antes, durante la Guerra Civil del país helénico. Este
evento hace suceder una serie de rememoraciones respecto al conflicto, y
la gran división que hubo entre los ganadores y los perdedores.
Película personalísima del realizador Theo Angelopoulos, quien
falleciera en 2012 de una forma lamentable y trágica. Su niñez la vivió
durante el contexto histórico previamente mencionado, el cual como suele
suceder, le ha dejado marcado. En este film se explaya, muestra una
excusa -la aparición de este cuerpo-, para que mediante sus personajes
exploren dicho momento.
Ahí es donde el director, escritor del guion junto a Stratis Karras,
habitual colaborador en este apartado en sus primeros filmes, logra
establecer de buena forma esa división entre la derecha y los
comunistas, la cual aumentó aún más tras el conflicto y tras haber, un
evidente bando ganador y otra población que tuvo que verse exiliada, o
bien tener graves problemas para desarrollarse.
Angelopoulos muestra esto fiel a su estilo, marcado y terco, tomas
largas, secuencias trabajadas con la cámara moviéndose alrededor de los
personajes, con saltos temporales en estos recuerdos que van teniendo,
esto y otras cosas dentro del lenguaje cinematográfico que maneja el
director griego, hace pensar que lo que vemos es un sueño (o una
pesadilla), las incoherencias propias de lo que sucede en dicho estado,
cuestión que se refuerza con ese final que lleva al espectador donde
todo empezó.
Donde al final lo que también sucede es que se oculta el hecho, no solo
lo que vimos dentro del metraje sino todo lo que sucedió durante la
Guerra. Y es que durante el transcurso del metraje la sensación de miedo
está latente en todo momento, es extraño y enrarecido lo que se muestra
en pantalla, hay una constante intranquilidad.
Oi Kynigoi termina siendo una obra de difícil visualización, que
requiere del espectador la máxima atención, un film complejo que
requiere paciencia pero que recompensa con momentos hermosos, un tanto
poéticos como aquellos con cantos entre uno y otro bando, y con la
aparición de esos pequeños barcos navegando sobre el río, una fineza.
En Belgrado existe el “Monumento a las Brigadas Internacionales”. Se
encuentra al final de la calle del mismo nombre, al comienzo del Parque
de Karađorđe El monumento consta de una estilizada losa de piedra blanca, con un emblema de la bandera de las Brigadas Internacionales y la inscripción:
“Las Brigadas Internacionales
se formaron en España en 1936, con voluntarios de 53 países, quienes
acudieron a apoyar al heroico pueblo español en su lucha contra la
agresión fascista. Fueron el más bello ejemplo de la solidaridad
internacional y el internacionalismo proletario. En sus filas había más
de 1700 voluntarios yugoslavos, 800 de los cuales dejaron sus vidas en
los campos de batalla de España”.
Esta
placa es erigida por la Unión de Combatientes NORJ en honor al 20º
aniversario de la formación de las primeras unidades de las Brigadas
Internacionales, Belgrado, 28 de octubre de 1956".
Los combatientes yugoslavos supervivientes de las brigadas internacionales atravesaron campos y prisiones en Francia , participaron en movimientos de resistencia en Francia y otros países de la Europa ocupada , y algunos lograron regresar a Yugoslavia , donde participaron en la Guerra de Liberación Nacional y Revolución Socialista de Yugoslavia. El juramento de los voluntarios de los " Combatientes españoles
" decía: "Estoy aquí porque soy voluntario y daré, si es necesario, la
última gota de mi sangre por la libertad de España y la libertad del
mundo entero"
En 1933 Paul Strand - "el mayor, más amplio y más imponente talento
de la historia de la fotografía estadounidense", según Susan Sontag-
llegó a México. Al igual que Copland el año anterior, Strand fue atraído
allí en gran medida por el interés en el gobierno revolucionario y sus
ideas sociales progresistas.
También como Copland, Strand recibió una invitación de Carlos Chávez,
en su caso para fotografiar imágenes de México para una exposición. Los
dos pronto idearon otro proyecto: Redes, una película casi
documental sobre las luchas por la justicia social y económica del
pueblo pesquero veracruzano de Alvarado. Strand había creado la película
Manhatta (estrenada como New York the Magnificent)
con el pintor Charles Sheeler en 1921, y había estado trabajando como
camarógrafo para noticiarios. Pensó en hacer la fotografía, con Chávez
escribiendo la partitura. Añadieron al austriaco Fred Zinnemann
(director ganador de tres Oscar por películas posteriores como High Noon, De aquí a la eternidad, ¡Oklahoma! y Un hombre para todas las estaciones) al equipo de producción como codirector con Emilio Gómez Muriel.
Pero en 1934, cuando el proyecto (inicialmente titulado Pescados)
aún estaba en fase de planificación, llegó al poder un nuevo gobierno
con Lázaro Cárdenes. Chávez fue sustituido como director de Bellas Artes
por Antonio Castro Leal, quien aprobó el proyecto pero con la música
asignada ahora a Silvestre Revueltas.
Esto provocó una ruptura bastante pública entre las dos principales
figuras de la música mexicana. Como violinista, Revueltas había dado
recitales con Chávez en los años 20, antes de convertirse en director de
su propia orquesta en Texas. En 1929, Chávez lo trajo de vuelta a
Ciudad de México como asistente director de orquesta de la Orquesta
Sinfónica de México. La relación entre el autocrático Chávez y el eterno
outsider Revueltas ya se había vuelto tensa cuando se produjo el cambio
de Redes. A raíz de ello, Revueltas renunció a la orquesta, e incluso creó y dirigió brevemente un conjunto competidor.
"Es esclarecedor contrastar la obra de Chávez con la de su
compatriota, el difunto Silvestre Revueltas, cuyas partituras vibrantes y
ácidas cantan un lado más colorido, quizá más mestizo, del
carácter mexicano", escribió Copland en 1952. "Revueltas era un hombre
del pueblo, con un oído maravillosamente agudo para los sonidos de la
música popular".
Lo que le sirvió de mucho en Redes (estrenada en Estados Unidos como The Wave).
Rodada en exteriores con un puñado de actores profesionales y la mayor
parte del reparto formado por pescadores sin formación y sus familias, Redes retrata el duro e injustamente recompensado trabajo de los pescadores.
Revueltas compuso gran parte de la partitura antes de que la película
estuviera terminada. Strand y Zinnemann tuvieron que abandonar el país
antes de que se completara el proyecto, y cuando se realizó el montaje
final en 1935, Revueltas había revisado y reorquestado sustancialmente
su partitura.
La película contrasta el trabajo de los pescadores con las
manipulaciones de un empresario y un político. Los pescadores deciden
que la acción colectiva es el único recurso cuando se les vuelve a
perjudicar. Sin embargo, están divididos y acaban luchando entre ellos.
En la refriega, el líder de los sindicalistas recibe un disparo, y
cuando muere los pescadores se unen finalmente.
La audaz partitura de Revueltas se inspira tanto en Stravinsky como
en los elementos vernáculos mexicanos. En el lado popular está la música
de los pescadores trabajando, una fiesta musical tan exuberante como la
de El Salón México, con un extra de desenfreno y abandono al
borde de la histeria. La música austera para la escena del funeral del
niño, por otro lado, crea su filo intransigente a través de un control
agudamente enfocado - de armonía picantemente expresiva, a menudo
politonal; de ritmo sin remordimientos; de orquestación rica y segura.
"Toda su música parece precedida por algo que no es alegría y
regocijo, como creen algunos, o sátira e ironía, como creen otros",
escribió el poeta Octavio Paz. "Ese elemento, mejor y más puro... es su
honda pero también gozosa preocupación por el hombre, el animal y las
cosas. Es la profunda empatía con su entorno lo que hace que las obras
de este hombre, tan desnudo, tan indefenso, tan herido por el cielo y
por la gente, sean más significativas que las de muchos de sus
contemporáneos."
En 1937, la profunda empatía y preocupación de Revueltas por los
temas sociales y políticos progresistas le llevó a España en
representación de los republicanos. Allí se encontró con que Redes
era lo único que se conocía de su obra, situación que corrigió con
conciertos de gran éxito en Madrid, Valencia y Barcelona, que a menudo
incluían música de Redes.
En octubre y noviembre hizo una parada en París, donde Redes
se estrenó localmente. Allí se encontró con un viejo amigo, Juan
Marinello, que le contó una historia sobre la vez que él y Revueltas
encontraron inesperadamente Redes en cartelera en un pequeño y
triste teatro de las afueras de París, con el título de Les revoltés
d'Alvarado. Muy divertidos por esta inverosímil representación, entraron
y sáb. abajo. Marinello volvió a quedar fascinado por la película, que
ya conocía. Revueltas, sin embargo, no miró la pantalla. "Se volvió
hacia los espectadores, meditando en silencio", escribió Marinello,
"preguntándome más de una vez: "¿Qué estarán pensando?".
-- John Henken es el Director de Publicaciones de la Filarmónica de Los Ángeles.
Recopilación de sus artículos publicados en "Treball" desde 1978 hasta 1981
Por primera vez se publica en castellano la
colección completa de los artículos escritos por Manuel Vázquez
Montalbán en el diario «Treball» desde 1978 hasta 1981. Un nuevo
acontecimiento editorial de Manuel Vázquez Montalbán tras un trabajo de
investigación y estudio de sus colaboraciones con la prensa clandestina y
obrera publicado por la editorial andaluza Atrapasueños, y llega tras
la exitosa novela inédita «Los papeles de Admusen» (ed. Navona). El
nuevo título llegará a las librerías el próximo 20 de abril y estará
presente en el próximo Sant Jordi en Barcelona
El editor e investigador Joaquín Recio lo refiere en su introducción:
«MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN de nuevo tiene una novedad editorial: Teoría y práctica.
Quizás pueda denominarse esta publicación como clandestina. Pero
clandestino no en su acepción clásica de fuera de la legalidad vigente,
sino más bien fuera de la norma editorial en este caso la de los
rotativos de la prensa llamada independiente o libre (del mercado
libre). Este título Teoría y práctica recoge los artículos que forman parte de su columna en Treball desde
1978 a 1981, compilados en su totalidad y traducidos al
castellano.Curiosamente han sido olvidados estos artículos de las
antologías al uso que se han realizado con anterioridad, como lo fueron
los de Mundo Obrero de la sección Cambiar la vida, cambiar la historia,
que compilamos y publicamos con el título homónimo en el pasado 2020.
Olvidar al Manuel Vázquez Montalbán como escritor comprometido con las
publicaciones de los partidos comunistas en los que militaba es borrar
de un plumazo la idiosincrasia y personalidad del mismo escritor. Aquí
traemos a un Manuel Vázquez Montalbán comprometido con las
organizaciones que publican estos artículos, y sobre todo con su partido
político, el PSUC; y a la par comprometido con la reflexión crítica, el
pensamiento disidente y la perspectiva revolucionaria de un mundo
mejor. Manuel Vázquez Montalbán sigue estando de actualidad y su obra
cada vez más es releída, reeditada y disfrutada por miles de nuevas
personas lectoras».
Sobre el autor:
Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 – Bangkok, Tailandia, 2003)
fue un escritor conocido, sobre todo, por sus novelas protagonizadas
por el detective Pepe Carvalho. Personalidad casi inabarcable, se define
a sí mismo como «periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo,
prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en
general», campos todos en los que destacó. Se crió en la plaza del
Pedró, en el Raval, hijo único de una modista y de un militante del
Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y no conoció a su padre
hasta los 5 años, cuando este pudo salir de la cárcel. Él mismo militó
más tarde en ese partido tras pasar primero por el Frente de Liberación
Popular (FELIPE), ingresando en 1961; incluso llegó a ser miembro del
Comité Central del PSUC; luego estuvo también en Iniciativa per
Catalunya (ICV). Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de
Barcelona, donde conoció a su futura esposa, la historiadora Anna
Sallés, y en la Escuela de Periodismo de Barcelona. En diciembre de 1961
se casaron y en 1962 un Consejo de Guerra lo condena a 3 años de
prisión y a 6 meses a su esposa, junto a dos estudiantes más, por
participar en una huelga en apoyo de los mineros de Asturias. Los pasó
en la cárcel de Lérida, donde escribió su primer libro, el ensayo
“Informe sobre la información”, así como dos libros de poesía y el
embrión de una futura novela; pero solo cumplió 18 meses de pena, pues
salió a la calle en octubre de 1963 gracias a un indulto con motivo de
la muerte del papa Juan XXIII.
Autor multidisciplinar y prolífico donde los haya, fueron las novelas
protagonizadas por su detective Pepe Carvalho las que lo convirtieron
en un fenómeno narrativo transfronterizo. Ganador, entre otros
galardones, del Premio Nacional de Narrativa, del Premio de la Crítica,
del Premio Nacional de las Letras y del Premio Planeta. Su ingente
producción como periodista con miles de artículos ha sido motivo de
estudio y compilación. Aún sigue sorprendiendo algún título nuevo del
autor en base a hallazgos e investigaciones. En 2020 la editorial
Atrapasueños publicó Cambiar la vida, cambiar la historia, la colección completa de artículos escritos en Mundo Obrero
desde 1976 a 1979, de la clandestinidad a la legalidad del PCE, más
algunos documentos encontrados en el Archivo Histórico del PCE. La
conmemoración del veinte aniversario de su fallecimiento en 2023 trajo
también una novela inédita encontrada en el archivo depositado en la
Biblioteca Nacional de Catalunya, Los papeles de Admusen (Novoa, 2023) y la publicación de novela Cuestiones marxistas por la editorial Atrapasueños.
Gisela Dutschmann, Alexanderplatz, 1970, aus dem Ostberliner Fotoarchiv
El
archivo fotográfico de la antigua Oficina Ministerial de Desarrollo
Urbano, Vivienda y Transporte de Berlín Oriental abarca cerca de 35.000
fotografías en blanco y negro en forma de negativos originales e
impresiones de contacto en fichas comentadas.
La
colección se considera un documento histórico único del desarrollo
arquitectónico y urbano de Berlín Oriental. Gran parte de las
fotografías fueron tomadas por Fritz Tiedemann (1915-2001) y Gisela
Dutschmann (nacida en 1933).
De
2003 a 2005, con la ayuda de la Fundación Getty de Los Ángeles, fue
posible indexar, inventariar y registrar científicamente el archivo
fotográfico de Berlín Oriental en una base de datos. La publicación
"Ost-Berlin und seine Bauten. Fotografien 1945-1990" documenta una
selección de los resultados de la investigación. A partir de este
archivo, el museo Berlinische Galerie realizó en 2008 la exposición y publicación “So weit
kein Auge reicht. Berliner Panoramafotografien aus den Jahren
1949-1952”, que fue una de las exposiciones más populares y exitosas
jamás mostradas por la Berlinische Galerie. El objetivo de la
digitalización era vincular los conjuntos de datos existentes con
escaneos de fichas y fotografías, y hacer que este archivo único fuera
accesible en línea.
Gobierno / obediencia ciega hasta ganar la guerra: el que trate de mermar dicha autoridad es un traidor y a estos hay que exterminarlos
Juan José Barreira
Entre 1936 y 1937
80,5 x 113 cm
Izquierda Republicana. Junta Municipal de Valencia
Cartel republicano publicado por la Izquierda Republicana de la Junta Municipal de Valencia.
En el mismo se ve un brazo musculado en el que se puede leer 'gobierno' y con el mensaje «obediencia ciega hasta ganar la guerra».
De la mano salen unas correas que atan a los organismos de orden público, agricultura, transporte, industria de guerra y ejército. Termina la composición con el contundente de: «el que trate de mermar dicha autoridad es un traidor y a estos hay que exterminarlos».
Uno de los problemas que sufrió la II República en la guerra civil fue la multitud de focos de poder que hubo, cada uno con sus organismos y objetivos dentro del conflicto. Desde ciertos partidos políticos (como el PCE) se hizo campaña para centralizar y unificar la estrategia de guerra, algo que los sublevados sí habían hecho y les daba resultados.
Título original: Versus: The Life and Films of Ken Loach
País: Reino Unido
Año: 2016
Duración: 93 min
Director: Louise Osmond
Los diferentes matices de la personalidad del cineasta Ken Loach, ganador de la Palma de Oro 2016 en Cannes por ''Yo, Daniel Blake'', quedan reflejados a través de sus películas. Cinta biográfica sobre el director Ken Loach. Louise Osmond (''Deep Water'') es la encargada de producir esta sorprendente aproximación a la figura del director británico a través de sus primeros trabajos, sus primeras películas y series de televisión, hasta cosechar el reconocimiento internacional con títulos como ''Riff Raff'', ''La canción de Carla'' o ''El viento que agita la cebada''. Además, el filme recoge entrevistas con el propio protagonista, así como con sus amigos y detractores. Todo ello para mostrar el proceso lúdico de creación y las luchas internas del conocido maestro del cine social.
El 24 de julio de 1961 el Comandante en Jefe, Fidel Castro, recibía
en el aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, al primer
cosmonauta del mundo, el soviético Yuri Gagarin, quien iniciaba su
visita a Cuba.
Gagarin arribó a Cuba el 24 de julio de 1961, pocos meses
después de realizar el vuelo espacial alrededor de la Tierra a bordo del
Vostok 1, primer satélite artificial tripulado por el hombre que dio
inicio a una serie de estudios sobre el espacio cósmico.
En la Plaza de Revolución, en la histórica concentración por el Día de
la Rebeldía Nacional que Cuba celebra cada 26 de julio, el entonces
presidente Osvaldo Dorticós, impuso por primera vez la Orden Playa Girón
a Yuri Gagarin.
Las palabras de Fidel resaltaron la admiración por las hazañas del pueblo soviético.
“… la Unión Soviética se cubría de gloria y de prestigio
lanzando el primer hombre al espacio, cuando el gobierno de Estados
Unidos lanzaba contra nuestro pueblo su criminal invasión. Tuvimos
oportunidad de contrastar aquellos dos hechos: el hecho en favor de la
ciencia, en favor del progreso de la humanidad y de la paz; y el hecho
cobarde e inescrupuloso de la invasión mercenaria, que inspirada en el
propósito de recuperar sus privilegios y sus monopolios, lanzaron los
imperialistas contra nuestro país.
“Por eso, porque en nuestro recuerdo están bien presentes aquellos dos
hechos, y por cuanto en aquellos mismos días nuestro pueblo, en un acto
de gran heroísmo derrotó a los mercenarios invasores, y habiendo el
Gobierno Revolucionario creado la Orden Nacional de Playa Girón para
premiar a todos aquellos hombres que hayan realizado hechos
extraordinarios en favor de la paz, y en favor de la ciencia, y en favor
del progreso de la humanidad, o bien en la lucha contra el colonialismo
y contra el imperialismo, nada más justo que condecorar con la primera Orden de Playa Girón al primer cosmonauta del mundo, al comandante Yuri Gagarin,
para que así vaya siempre unido el recuerdo de esos dos hechos, que
ocurrieron casi simultáneamente; para que así vaya siempre unido el
recuerdo de esos dos actos heroicos; para que así vaya siempre unido el
recuerdo de esas dos grandes victorias por la paz mundial”.
Por su parte, el astronauta agradecía con emoción el
reconocimiento de los cubanos y adelantaba: “Llegará la hora en que este
pueblo mandará al espacio su propio cosmonauta”.
A la vez que el mundo del espectáculo extiende su reinado se aproxima al punto culminante
de su ofensiva, desencadenando por todas partes nuevas resistencias. Estas resistencias son
infinitamente menos conocidas, porque el espectáculo dominante busca precisamente el reflejo
universal e hipnótico de la sumisión, pero existen y crecen.
Todo el mundo habla, sin comprender gran cosa, de la juventud rebelde de los países
industriales avanzados (ver, en el nº 6 de este boletín, "Defensa Incondicional"). Publicaciones
militantes, como Socialisme ou Barbarie en París o Correspondence en Detroit, han sacado a la
luz trabajos muy documentados sobre la resistencia permanente de los obreros en el trabajo
(contra toda la organización de este trabajo), sobre la despolitización y el desprecio del
sindicalismo, convertido en mecanismo de integración de los trabajadores en la sociedad y en
añadido instrumental al arsenal económico del capitalismo burocratizado. A medida que las
viejas fórmulas de oposición revelan su ineficacia o, más a menudo, su regreso completo a la
participación en el orden existente, la insatisfacción irreductible se propaga subterráneamente,
minando el edificio de la sociedad de la abundancia. "El viejo topo" del que hablaba Marx en un
Brindis por los proletarios de Europa todavía anda suelto, su fantasma resurge en todas las
esquinas de nuestro castillo de Helsingör televisado, cuyas brumas políticas se desvelarán al
instante en cuanto los Consejos Obreros existan y gobiernen.
Del mismo modo que la primera organización clásica del proletariado estuvo precedida, a
finales del siglo XVIII y principios del XIX, por una época de acciones aisladas y "criminales"
orientadas hacia la destrucción de las máquinas de producción que quitaban a las personas sus
trabajos, asistimos en este momento a la primera aparición de una ola de vandalismo contra las
máquinas del consumo que nos quitan sin apelación nuestras vidas. Se entiende que tanto ahora
como entonces lo importante no es la destrucción en sí misma, sino la insumisión que
posteriormente podría transformarse en proyecto positivo, hasta reconvertir las máquinas en el
sentido de una ampliación del poder real de las personas. Dejando de lado los destrozos de los
grupos de adolescentes, podemos citar algunas acciones de obreros que son en gran medida
incomprensibles desde el punto de vista reivindicativo clásico.
El 9 de Febrero de 1961, en Nápoles, los obreros que salían por la tarde de las fábricas no
encontraron los tranvías que los transportaban habitualmente, cuyos conductores habían puesto
en marcha una huelga-sorpresa porque habían despedido a varios de ellos. Los obreros
manifestaron su solidaridad con los huelguistas lanzando contra las oficinas de la compañía
diversos proyectiles, y luego botellas de gasolina que incendiaron parte de la estación de
tranvías. Después incendiaron autobuses y desafiaron victoriosamente a la policía y a los
bomberos. Miles de ellos se diseminaron por la ciudad rompiendo escaparates y anuncios
luminosos. Por la noche hubo que movilizar a la tropa para mantener el orden, y los blindados
patrullaron Nápoles. Esta manifestación, totalmente improvisada y desprovista de objetivo, es
evidentemente una revuelta directa contra el tiempo marginal de transporte que aumenta tan
considerablemente el tiempo de esclavitud asalariada en las ciudades modernas. Este tipo de
revuelta, que estalla a propósito de un incidente fortuito y suplementario, comienza enseguida a
extenderse por todo el escenario (desplegado nuevamente sobre el pauperismo tradicional de la
Italia del Sur) de la sociedad de consumo: el escaparate y el neón son a la vez los motivos más
simbólicos y más frágiles, como en las manifestaciones de la juventud salvaje.
El 4 de Agosto, en Francia, los mineros en huelga de Merlebach atacaron veintiún coches
estacionados delante de los locales de la dirección. Todo el mundo señaló con estupor que casi
todos los coches eran de los empleados de la mina, o sea de trabajadores muy próximos a ellos.
¿Cómo no ver aquí, con tantas razones que permanentemente justifican la agresividad de los
explotados, un gesto de defensa contra el objeto central de la alienación consumidora?
Cuando planearon destruir las máquinas del diario La Meuse, los huelguistas de Lieja
alcanzaron el 6 de enero de 1961 una de las cimas de la conciencia del movimiento atacando el
aparato de información que mantenían sus enemigos (porque el monopolio absoluto de todos los
medios de transmisión, en el sentido más general, que se encontraba repartido entre el gobierno
y los dirigentes de la burocracia sindical y socialista, era exactamente el punto clave del
conflicto, el cerrojo que nunca se hizo saltar, impidiendo el acceso de la lucha obrera "salvaje" a
la perspectiva del poder, o sea condenándola a desaparecer). Un síntoma, menos interesante
porque depende en mayor medida de la torpe exageración de la propaganda gaullista, puede
descubrirse también en este comunicado de los sindicatos de periodistas y de técnicos de la
radiotelevisión francesa el 9 de febrero pasado: "Nuestros camaradas técnicos y periodistas que
se encontraban el jueves por la noche en el lugar de la manifestación para cubrir el reportaje
fueron acosados por la muchedumbre a la simple vista de las siglas de la R.T.F. El hecho es
significativo. Por ello los sindicatos de periodistas y de trabajadores de televisión se creen con
derecho a afirmar una vez más solemnemente que la vida de nuestros camaradas reporteros y
técnicos depende del respeto por sus informaciones..." Por supuesto, junto a las reacciones de
vanguardia que empiezan a oponerse concretamente a las fuerzas del condicionamiento, hay que
tener en cuenta los éxitos de este condicionamiento incluso en el interior de las acciones obreras
más combativas. Así, cuando los mineros de Decazeville delegaron en veinte de ellos a primeros
de año para hacer una huelga de hambre, se entregaron a esas veinte vedettes para provocar la
compasión, jugando en el campo espectacular del enemigo. Fueron forzosamente derrotados,
puesto que su única oportunidad era extender a cualquier precio su intervención colectiva más
allá de un sector en el que no bloqueaban más que una producción deficitaria. La organización
social capitalista, así como la oposición que es su subproducto, han extendido tanto las ideas
parlamentarias y espectaculares que los obreros revolucionarios han podido olvidar con
frecuencia que la representación debe reducirse siempre a lo indispensable: para pocas cosas y
en pocas ocasiones. Pero la resistencia al embrutecimiento tampoco es tarea únicamente de los
obreros. El actor Wolfgang Neuss, al revelar el pasado mes de enero en Berlín con un pequeño
anuncio en Der Abebd quién era el culpable de un suspense policíaco televisado que apasionaba
a las masas desde hacía varias semanas, cometió un acto de sabotaje lleno de sentido.
El asalto del primer movimiento obrero contra el conjunto de la organización del viejo
mundo acabó hace tiempo, y nada podrá revivirlo. Fracasó, no sin obtener resultados inmensos,
pero que no eran los que se pretendían. Sin duda esta desviación hacia resultados parcialmente
inesperados es una regla general de las acciones humanas, pero debemos exceptuar precisamente
el momento de la acción revolucionaria, del salto cualitativo, de la apuesta por todo o nada. Hay
que retomar el estudio del movimiento obrero clásico de una manera desengañada, sobre todo en
cuanto a sus diversas especies de herederos políticos o pseudo-teóricos, puesto que no poseen
más que la herencia de su fracaso. Los éxitos aparentes de ese movimiento son sus fracasos
fundamentales (el reformismo o la instalación en el poder de una burocracia estatal) y sus
fracasos (la Comuna de París o la revolución de Asturias) son abiertamente sus éxitos hasta el
momento, para nosotros y para el futuro. Habrá que delimitar con precisión este asunto con el
tiempo. Podemos admitir que el movimiento obrero clásico comienza una veintena de años antes
de que la Internacional se constituyese oficialmente, con la primera unión de grupos comunistas
de diversos países que Marx y sus amigos organizaban desde Bruselas en 1845. Y que está
completamente acabado después del fracaso de la revolución española, es decir precisamente
desde el día siguiente a las jornadas de mayo de 1937 en Barcelona.
En estos límites temporales hay que reencontrar toda la verdad y volver a examinar todas las
oposiciones entre los revolucionarios, las posibilidades descuidadas, sin dejarse ya impresionar
por el hecho de que unos tuviesen razón frente a los otros o dominasen el movimiento, puesto
que sabemos que no ganaron más que dentro de los límites de un fracaso global. El primer
pensamiento por redescubrir es evidentemente el de Marx, lo que aún es fácil a la vista de la
documentación existente y de la enormidad de las mentiras a propósito de él. Pero hay también
que reconsiderar las posiciones anarquistas en la Primera Internacional, el blanquismo, el
luxemburguismo, el movimiento de los Consejos en Alemania y en España, Kronstadt o los
makhnovistas, etc., sin olvidar la influencia práctica de los socialistas utópicos. Todo esto, por
supuesto, no debe hacerse con vistas a un eclecticismo universitario o erudito, sino únicamente
con el fin de servir para la formación de un nuevo movimiento revolucionario, del que
percibimos en los últimos años tantos signos precursores y del que nosotros mismos somos un
signo precursor. Este nuevo movimiento revolucionario será profundamente diferente. Debemos
comprender estos signos mediante el estudio del movimiento revolucionario clásico, y
recíprocamente. Hay que redescubrir la historia del propio movimiento de la historia, que se
halla tan oculta y desviada. Sólo en esta empresa por otra parte -y en algunos grupos de
investigación artística vinculados generalmente a ella- han aparecido conductas seductoras; algo
que permite interesarse objetivamente por la sociedad moderna y por las posibilidades que
encierra.
No hay otra fidelidad ni otra comprensión para la acción de nuestros camaradas del pasado
que una reinvención, al nivel más elevado, del problema de la revolución, que por otra parte ha
sido arrancado de la esfera de las ideas para plantearse con mayor firmeza en los hechos. ¿Pero
por qué parece tan difícil esta reinvención? No lo es tanto si se hace a partir de una experiencia
de vida cotidiana libre (es decir, a partir de la búsqueda de la libertad en la vida cotidiana). Nos
parece que la juventud experimenta hoy bastante concretamente esta cuestión. Y el hecho de
experimentarla con suficiente exigencia permite también reclamar, salvar, reencontrar la
historia perdida. Ni resulta tampoco difícil para el pensamiento cuyo papel es cuestionar todo lo
existente. Basta con no haber abandonado la filosofía -como la casi totalidad de los filósofos-, ni
el arte -como la casi totalidad de los artistas-, ni la contestación de larealidad presente -como la
casi totalidad de los militantes-, pues estos problemas se encadenan hasta su propia superación.
Solamente los especialistas, cuyo poder depende del de una sociedad de la especialización, han
abandonado la verdad crítica de sus disciplinas para mantener el usufructo positivo de su
función. Pero todas las investigaciones reales confluyen en una totalidad, y así también las
personas reales van a reunirse para intentar una vez más salir de su prehistoria
Algunos dudan de un nuevo arranque de la revolución, repitiendo que el proletariado se
reabsorbe o que los trabajadores están actualmente satisfechos, etc. Esto quiere decir una de
estas dos cosas: o bien que se declaran ellos mismos satisfechos, y entonces los combatiremos
sin matices; o bien que se colocan en una categoría separada de trabajadores (por ejemplo los
artistas), y combatiremos esta ilusión demostrándoles que el nuevo proletariado tiende a
englobar a casi todo el mundo.
De la misma forma, los temores o las esperanzas apocalípticas a propósito del movimiento de
revuelta de los países colonizados o semicolonizados olvidan este hecho central: el proyecto
revolucionario debe realizarse en los países industrialmente avanzados. Mientras no sea así
todos los movimientos de la zona subdesarrollada parecen condenados a seguir el modelo de la
revolución china, cuyo nacimiento acompañó a la liquidación del movimiento obrero clásico.
Toda supervivencia posterior ha estado dominada por la mutación que sufrió. La existencia del
movimiento de los colonizados, aunque esté polarizado por la China burocrática, crea todavía un
desequilibrio en el enfrentamiento exterior de los dos bloques equilibrados y hace que toda
repartición del mundo entre sus dirigentes y poseedores sea inestable. Pero el desequilibrio
interno que aún reside en las fábricas de Manchester y de Berlín-Este excluye totalmente toda
garantía en las apuestas del póquer planetario.
Las minorías rebeldes que han sobrevivido oscuramente al aplastamiento del movimiento
obrero clásico (a la astucia de la historia que invirtió su fuerza en policía del estado) han salvado
la verdad de este movimiento, pero como verdad abstracta del pasado. Una resistencia honorable
ha sabido mantener hasta hoy a la fuerza una tradición calumniada sin reinvestirse como una
nueva fuerza. La formación de nuevas organizaciones depende de una crítica más profunda
expresada en actos. Se trata de romper completamente con la ideología, sobre la que los grupos
revolucionarios creen poseer títulos positivos que garantizan su función (es decir, hay que
retomar la crítica marxiana de papel de las ideologías). Por tanto hay que abandonar el terreno
de la actividad revolucionaria especializada -de la automistificación de la gravedad política-
porque está demostrado que la posesión de esta especialización hace que los mejores se
muestren estúpidos ante todos los demás problemas; de forma que pierden toda posibilidad de
triunfar en la propia lucha política, inseparable del resto del problema global de nuestra
sociedad. La especialización y la seudo-seriedad se encuentran precisamente entre las
principales defensas que la organización del viejo mundo instruye sobre el espíritu de cada cual.
La asociación revolucionaria de nuevo tipo romperá también con el viejo mundo permitiendo y
exigiendo a sus miembros una participación auténtica y creativa, en lugar de esperar de los
militantes una participación mensurable en tiempo de presencia, lo que equivaldría a retomar el
único control posible en la sociedad dominante: el criterio cuantitativo de las horas de trabajo.
La necesidad de esta participación apasionada de todos se debe a que el militante de la política
clásica, el responsable que "se sacrifica", desaparece en todas partes con la propia política
clásica, y más aún a que dedicación y sacrificio se hacen pagar siempre en autoridad (aunque sea
puramente moral). El aburrimiento es contrarrevolucionario. En todas sus formas.
Los grupos que admiten el fracaso, no circunstancial sino fundamental, de la antigua política,
tendrán que admitir que no tienen derecho a existir como vanguardia permanente más que si dan
ellos mismos ejemplo de un nuevo estilo de vida -de una nueva pasión. Sabemos que el criterio
del estilo de vida no tiene nada de utópico: se observa por todas partes en los momentos de
aparición y ascensión del movimiento obrero clásico. Pensamos que, en el período que se acerca,
esta cuestión no se llevará sólo tan lejos como en el siglo XIX, sino mucho más. A falta de ello,
los militantes de estos grupos no constituirán más que tiernas sociedades de propaganda de una
idea muy justa e importante, pero casi sin audiencia. Tanto en la vida interna de una
organización como en su acción exterior, la transmisión unilateral espectacular de la enseñanza
revolucionaria pierde todas sus posibilidades en la sociedad del espectáculo que, a la vez,
organiza masivamente el espectáculo de cualquier cosa e introduce en todo espectáculo un
elemento de aversión. Por consiguiente, esta propaganda especializada tiene más bien pocas
posibilidades de desembocar en una acción en el momento oportuno que ayude a las luchas
reales cuando las masas estén molestas.
Hay que recordar lo que ha sido en el siglo XIX la guerra social de los pobres para revivirla.
El término está por todas partes, en las canciones y en las declaraciones de quienes han actuado
en favor de los objetivos del movimiento obrero clásico. Uno de los trabajos más urgentes de la
I. S. y de los camaradas que en la actualidad marchan por caminos convergentes es definir la
nueva pobreza. Con respecto a este nuevo pauperismo los sociólogos americanos de los últimos
años son, con seguridad, lo que fueron con respecto a la acción obrera del siglo pasado los
filántropos utopistas. El mal se muestra, pero de una manera idealista y fáctica, porque al residir
en la praxis la única comprensión, no se puede comprender verdaderamente la naturaleza del
enemigo más que combatiéndolo (sobre este terreno se sitúan, por ejemplo, los proyectos de G.
Keller y R. Vaneigem de hacer pasar la agresividad de los blousons noirs al plano de las ideas).
No puede definirse la nueva pobreza sin la nueva riqueza. Hay que oponer a la imagen
difundida por la sociedad dominante -según la cual habría evolucionado (a partir de sí misma y
bajo las admisibles presiones del reformismo) desde una economía de beneficios a una
economía de necesidades- una economía del deseo que se traduciría así: la sociedad técnica con
la imaginación de lo que puede hacerse. La economía de las necesidades está falsificada en
términos de hábitos. El hábito es el proceso natural por el cual el deseo (cumplido, realizado) se
degrada en necesidad, lo que significa también: se confirma, se objetiva y se hace reconocer
universalmente como necesidad. Pero la economía actual está directamente empeñada en la
producción de hábitos, y manipula a las personas sin deseos, expulsándolas de su deseo.
La complicidad con la falsa contestación del mundo no se distingue de la complicidad con su
falsa riqueza (es decir, de la fuga ante la definición de la nueva pobreza). El caso del sartreano
Gorz, en el número 188 de Temps Modernes, resulta sorprendente: confiesa que le mortifica
haber llegado (por un trabajo periodístico en efecto poco brillante) a pagarse los bienes de esta
sociedad: los taxis y los viajes, dice con respeto, en un tiempo en que los taxis circulan despacito
detrás de las masas de coches que se hacen obligatorios para todos, y en que los viajes nos llevan
por toda la Tierra al mismo espectáculo aburrido de la eterna alienación policopiada. Al mismo
tiempo se excita con "la juventud" -como Sartre un día con "la libertad de crítica total en la
U.R.S.S."- de las únicas "generaciones revolucionarias" de Yugoslavia, Argelia, Cuba, China e
Israel. Los demás países son viejos, dice Gorz para excusar su propia debilidad. Gorz se
desentiende así de tomar las opciones revolucionarias que se imponen en el interior de las
"juventudes" de tales países tanto como en la del nuestro, donde no todo el mundo es tan viejo ni
tan visible, ni toda revuelta es tan Gorz.
En este momento el fougeyrollismo, que es, como sabemos, la última doctrina que ha
suplantado al marxismo englobándolo, se inquieta porque las grandes etapas del desarrollo
histórico están marcadas por cambios en el modo de producción, mientras que la sociedad
comunista anunciada por Marx parece no ser, caso de existir, más que una continuación de la
sociedad de la producción industrial. Fougeyrollas tiene que volver al colegio. La próxima forma
de sociedad no se conformará sobre la producción industrial. Será la sociedad del arte realizado.
Este "tipo de producción absolutamente nuevo que está gestándose en nuestra sociedad"
(Marxisme en question, página 84) es la construcción de situaciones, la libre construcción de los
acontecimientos de la vida.
Edición especial de la Sinfonía nº 7 dedicada a L´Humanité y a su fundador Jean Jaurès
SINFONÍA Nº7 ("SINFONÍA PRIMAVERA"), DE MIKIS THEODORAKIS
La “Sinfonía Nº 7" (Sinfonía Primavera) está
escrita para cuatro solistas vocales, coro y orquesta, con textos de
Yannis Ritsos y de Yorgos Kulukis. Después del estreno de su tercera
sinfonía el director de la Ópera Cómica de Berlín le pidió una nueva
sinfonía. El cuarto movimiento fue empezado en Vrahati, una localidad
costera cerca de Corinto, el 2 de mayo de 1982 y terminado el 18 de
mayo. El primero se acabó el 15 de septiembre y el segundo y el tercero
entre el 16 de septiembre en Vrahati y el 12 de diciembre en Atenas.
Compuesta después de su tercera sinfonía pero antes de la cuarta, por lo
cual la numeración de sus sinfonías no sigue el orden cronológico, sin
haber escrito ni la quinta ni la sexta, al menos que tengamos
conocimiento.
Se estrenó el 19 de mayo de 1984 durante el Festival Internacional de Dresde,
interpretada por la Orquesta Filarmónica de Dresde dirigida por
Christian Hauschild con Anna Pasar, soprano, Elisabeth Wilke, contralto,
Klaus Köning, tenor, Gunther Emmerlich, bajo, el coro de la Radio de
Berlín, el coro Beethoven y el coro de la Kreuzschule de Dresde.
En 1975 Theodorakis había puesto música a algunos versos de la Dama de los Viñedos
y disfrutó interpretándola para sus amigos en París. En 1982, volvió a
este material y en el espacio de dos semanas, había completado el Final
de la 7ª Sinfonía. Poco tiempo después, continuó el trabajo con los
textos de Sinfonía de Primavera y Marcha del Océano. Estos poemas habían dejado una gran impresión en Theodorakis cuando era joven:
Era
a principios de los años cuarenta y vivíamos en una casa en la ciudad
montañosa de Tripoli. Solía sentarme junto a la estufa, de la que salía
la fragancia de los troncos de pino recién aserrados, leyendo los poemas
de Ritsos y soñando con la primavera y el mar. Miré por la ventana a la
chimenea del molino de Mavroyannis y pensé un cero erótico. Empecé a
trabajar en la composición de la "Sinfonía de Primavera". Seleccioné los
versos con mucho cuidado, para no destruir la estructura de la obra
poética.
El propio compositor añade una serie de comentarios a cada uno de los
movimientos, que reproducimos a continuación, mezclándose con las
palabras de los textos cantados,
El primer movimiento, adagio, poco meno, allegro, allegro vivace, meno mosso, più mosso, andante, largo, lleva como título Sinfonía de Primavera. Está basado en el poema del mismo título escrito por Yannis Ritsos.
La Tierra se estremece. Puede escucharse el sonido de las
semillas cuando se abren, saliendo de la tierra. Los brotes, empujando
hacia arriba, tratan de perforar la corteza de la tierra, para llegar a
la luz, para saludar al sol. Perdido en la inocencia de la juventud,
¿cómo puedo explicar el dolor que me atormenta como un tambor que late
en el caos de mis pensamientos y mi ser? Cualquiera que lea "Los caminos
del Arcángel" sabrá que durante los años entre 1940 y 1943, mi mayor
tormento fue la sombra de Dios.
Es comprensible que recurra a la poesía, esta poesía que es la
llave que abre la puerta del Universo. Buscando a Dios eras tú a quien
buscaba. La voz sonaba profunda, como si surgiera de la tierra helada de
marzo. Cuanto más poderosa se vuelve la Primavera, más clara se puede
escuchar la voz, mezclándose con los sonidos de la semilla y la savia
que se eleva en los árboles y los jóvenes. Siento un par de ojos
mirándome desde detrás de las persianas cerradas mientras me acuesto por
la noche y miro fijamente las paredes blancas de la casa, que duerme
desprevenida. Siento que tu cabello perfuma la noche.
El poderoso canto del coro se eleva por encima del firmamento,
proclamando la primera redención, que trae consigo el conocimiento del
amor. Sin embargo, al mismo tiempo las cataratas vocales alteran el
progreso ordenado de las cosas. En el reino de la Primavera, el orden es
desorden, la paz es tormenta. Todo es cantar y estremecerse al mismo
tiempo. El sonido debe evocar la imagen de la luz que canta en las
arterias de hierba y piedra. Las cuerdas deben convertirse en arterias
que se cruzan, se entrelazan, destruyéndose unas a otras. Rebotan en las
superficies que hacen uso de las voces humanas para cantar. Siguen al
pájaro que se sumerge en el azul y nos lleva el mensaje de Dios. Siento
una repentina oleada de poder en mí y sé: nací para saludar el sol de
tus ojos. Soy el cielo estrellado del verano.
La
canción que suena desde la plaza del pueblo surge de la catarata, como
una trucha convulsionada en espasmos de vida o muerte por alguna fuerza
demoníaca. Este verano, mis dulces ojos negros... como si fuera a
descubrir el paisaje de los milagros. La tierra griega. Dos pares de
voces se desprenden de la textura uniforme de la canción del coro, tan
tierna, hermosa, genial, tu amor me ha hecho profundo y embellecido, me
ha engrandecido tanto que ya no puedes abrazarme. Ese es el que creó su
propio semblante tejiendo las voces de los demás, como hilos de colores.
Alegría, alegría, alegría.
Los gritos de amor, nacidos en el viento primaveral, alcanzarán
el infinito, mientras que el estado de ánimo que prevaleció en el
principio regresa exultante. De repente se rompe el espejo. Un meteorito
gigante se estrella en la superficie inmóvil. Las voces rompen los
vasos de vidrio que los mantienen unidos. Se convierten en ruido. Porque
es difícilmente soportable saber que están obedeciendo las leyes del
infinito... El milagro se ha cumplido. La presunción dionisíaca ha
llevado a la identificación de la nada con el infinito, el individuo con
el todo.
El segundo movimiento, larghetto, più mosso, larghetto, se titula La Ejecución de Athena. Está basado en el poema del mismo título escrito por Yorghos Kouloukis, que por su interés traducimos a continuación.
Era al amanecer cuando se han llevado a nuestra hermana Athena
para la ejecución.
Por la tarde de la víspera le dimos a escondidas dos naranjas
pero ella no se las comió.
Las abrazó con una adoración tan grande
como si escondieran en su jugo
la entera Primavera.
Toda la juventud jugosa de la tierra,
y seguidamente las ha escondido en su garganta.
En el rincón de su celda, la muerte se retorcía,
como un perro espantado.
Y ella lo llamaba:
"Ven Tigre, Arapi, Jack",
buscando su nombre de perro.
"Ven para que te muestre las trazas de la verdad.
Ven a oler las naranjas
que tengo en mi garganta".
El día acababa de ponerse
cinco disparos han atravesado su amplio pecho
sin consideración por las naranjas que brillaban como el oro
y su jugo se ha mezclado con la sangre.
Y sus semillas han encontrado una tierra honorable
y el lugar se ha llenado de naranjos.
Para cortar, cortar sin que jamás se agoten los frutos.
Primero los acontecimientos: 1940 a 1943, en la ciudad de
Tripolis en el Peloponeso. Compartí mi amor por "Sinfonía de Primavera" y
"Marcha del Océano" con mi amigo Yorgos Kouloukis. 1947-48, la Guerra
Civil. Yorgos es condenado a muerte y encarcelado. Una mañana, los
guardias sacan a Athena de la celda de al lado, una partisana, que había
sido hecha prisionera después de la batalla de Zatouna. La llevan a la
pared del patio para ejecutarla y le disparan. Todo el mundo ve cómo el
jugo de las naranjas que está presionando contra su pecho se mezcla con
su sangre.
1949,
isla de la tortura de Makronissos: trabajo forzado de la mañana en la
cuarta sala. Presos arrastrando rollos de alambre de púas en parejas. El
viento helado del norte corta la piel, agitando el polvo para que
apenas podamos ver. Hemos levantado nuestros cuellos y tirado de
nuestras gorras con picos hacia abajo en la medida de lo posible. Sucio,
sin afeitar, el único recordatorio de que somos hombres: los ojos. Miro
a mi vecino a los ojos y reconozco a Kouloukis.
1955, estoy viviendo en París, Yorgos está trabajando como
profesor en un pequeño pueblo cerca de la frontera de Lakonia. Escucha
una interpretación de mi Primera Sinfonía por la Orquesta Nacional de
Atenas en la radio, escribe el poema "Primera Sinfonía" y me lo envía a
París. Julio de 1968, Vrachati: Puse en música el poema y cambié el
título a "Nuestra hermana Athena".
Septiembre de 1968, destierro a Zatouna: Estoy bajo arresto
domiciliario y trabajando en la armonía de la nueva canción. Una anciana
y su hija se mudan a la casa de al lado, con el permiso de la policía.
Está casada con un oficial de la Junta. Por la noche, se sientan en el
balcón de la señora Marigo. La maestra del pueblo nos cuenta a través de
mi hija Margarita que ha venido aquí en conmemoración de su hija,
partisana, que había sido hecha prisionera en Zatouna, durante la Guerra
Civil y ejecutada. Me pregunto si es la madre de Athena. Le hago saber
que voy a poner música a una canción que está dedicada a una chica que
fue prisionera en la zona. Ella escucha desde la casa de enfrente y
llora en silencio. Entre nuestras dos casas se sientan los guardias,
fumando y bromeando.
1976,
Estadio Panathinaikos: durante un concierto para Chipre, Maria
Farantouri canta la canción para Athena por primera y última vez.
Misteriosas, impenetrables son las formas por las que el Arcángel nos
guía. Cuando estaba terminando el primer movimiento, la Sinfonía de
Primavera, vi la figura brillante de Athena en el bosque de los sonidos.
Su belleza me deslumbró. El sacrificio de Athena, la superación
absoluta de los propios límites, se convierte en un cero erótico vivo y
se disuelve en lo universal. Pero antes, ella había besado las naranjas
con pasión, como si ocultaran toda la primavera en su jugo. Porque en la
primavera, Athena transforma la muerte en un perro asustado, que está
listo para seguir las huellas de la verdad, las huellas que conducen a
la muerte. El tenue brillo del próximo verano en la noche. Athena, el
fundamento de la Sinfonía de Primavera, finalmente se convierte en la
Primera Sinfonía.
El tercer movimiento, andante con moto, allegro, tempo I, lleva el título de La Marcha del Océano. Está basado en el poema de Yannis Ritsos El
camino que nos conduce junto a las alas de los ángeles que han pecado
es misterioso. La escena cambia a un puerto por la noche. Allí comienza
el viaje que proyecta su sombra sobre los barcos que pasan. El coro
entra de nuevo, como un elemento de muchas caras, en el que cada voz se
vuelve audible y luego desaparece: bajo las obscuras aguas del Océano.
Arrojaron luz, fugazmente, ahora sobre soldados con cascos, ahora
sobre manos heridas como el perdón que llegó tarde. De repente, las
cuerdas ocultan el horizonte. ¿Qué esconden? ¿Los prisioneros atados a
las anclas, tal vez? ¿O los grilletes alrededor del cuello del
horizonte? Medida por medida, nos hacemos una nueva pregunta:
¿seguiremos secretamente asombrándonos por la herida abierta del sol?
Como un sueño dentro de un sueño, las semillas de las flores y las
arterias fértiles de la primavera se levantarán de la suave tormenta del
sonido. Eventualmente aparecerán los ceros eróticos. Por fin estamos
listos para llevar la piedad de Dios a la perfección en el grito el MAR,
el MAR, el MAR. ¿Cómo puedes dormir habiendo visto el mar? El círculo
está cerrado. Volvemos al punto desde el que empezamos. Sólo los
mástiles apuntan al infinito. Inmóviles sobre el puerto veremos las
luces ahogadas en el agua.
El cuarto movimiento lleva como título Señora de los Viñedos. sobre el texto del poema de Yannis Ritsos Ahora
tenemos el derecho de cantar. Lo hemos ganado después de una larga y
penosa marcha. Con el estallido de la Primavera sentimos que hemos roto
el espejo con el ídolo de nuestro rostro. El sonido se convirtió en un
llanto, luego en un grito, y finalmente en silencio. Nos sentamos con
Athena en la mesa de la cena. Luego nos perdimos en los caminos del
océano. Descubrimos el mar y con él, la piedad de Dios.
Y todo eso solo para probar las cosas simples e insignificantes
que la Señora de las Viñas tiene para ofrecernos, que nos convierten en
pequeños Dioses. Un himno de alabanza y agradecimiento llena nuestra
alma. Cantamos la canción mes tras mes, año tras año, siglo tras siglo.
No es casualidad que haya utilizado la misma melodía del himno antiguo
del centro de la Tercera Sinfonía como homenaje a Bizancio. Señora de
los Viñedos, dama de pelo de cuervo : ¿es ella la tierra griega? ¿Es
ella la Madre de Dios? ¿Es ella la abeja? ¿La naranja amarga? El tema en
forma de himno de un nuevo Apolo, que continúa a lo largo del camino
que Dionisio había comenzado a pisar. Sigue al poeta que podía destilar
el dolor del mundo en el rocío fresco. Una gota, la Sinfonía, la
Séptima, para llegar al séptimo cielo, para alcanzar el poder mágico de
los pitagóricos. La gota: un microcosmos, en el que cualquiera puede
entrar, aunque bajo el hechizo de la quietud en su corazón.
EL ACTOR PETER SODANN FUE PREMIO NACIONAL DE LA RDA EN 1986 Y CANDIDATO A PRESIDENTE FEDERAL DE ALEMANIA POR DIE LINKE EN 2009
Sobre la muerte de Peter Sodann
Peter
Sodann era originario de Meißen, su madre era trabajadora agrícola y su
padre trabajaba en Siemens-Schuckertwerke. A los 14 años hizo un
aprendizaje como fabricante de herramientas. Durante toda su vida se
consideró comunista, como su padre, y estaba orgulloso de ello. Su amor
por el teatro pronto se despertó, pero al principio no fue
correspondido: en su primera actuación de prueba fue rechazado por falta
de talento y luego estudió Derecho hasta el siguiente intento. Pero
luego se mantuvo fiel a la actuación. Tocó en el Berliner Ensemble con
Helene Weigel, así como en Erfurt y Karl-Marx-Stadt. Desde 1980 dirigió
durante más de 25 años el Nuevo Teatro de Halle, primero como director
dramático y luego como director artístico. Tassilo Timm, presidente
estatal del MLPD de Turingia, conocía a Peter Sodann como residente de
Halle: "Era una personalidad determinante para la ciudad de Halle. Nunca
se dejó doblegar y no sucumbió, como tantos otros, al anticomunismo
moderno."
En
la RDA perdió popularidad como miembro del cabaret estudiantil de
Leipzig “Rat der Spötter” en 1960. Había metido un ejemplar de “Neues
Deutschland” en el lomo de un perro de peluche y lo sacó de nuevo con la
frase “Sehnse, ni siquiera Pfeffi puede digerirlo”. No tardó mucho en
ser expulsado del SED; el cabaret fue disuelto por "actividades
contrarrevolucionarias" y luego condenado a diez años de prisión.
Después de nueve meses, la sentencia fue conmutada por libertad
condicional.
En
2017, la editorial Neuer Weg publicó una nueva edición de la novela de
Nikolai Ostrowski "Así se templó el acero" con motivo del centenario
de la Revolución de Octubre. Esto mereció un prólogo para el actor y
amante de los libros Peter Sodann y Stefan Engel, director del órgano
teórico del MLPD. Para ambos es su libro favorito y un libro que marcó
significativamente el camino de sus vidas. Peter Sodann se tomó su
tiempo para redactar el prólogo. Cuando el líder dela editorial, Carsten
Zimmer le llamó y le preguntó por el prólogo, Sodann dijo: "Oh, Wessis, siempre estáis tan
impacientes". Carsten se mantuvo tranquilo: "Pero yo soy un Ossi de
Berlín Oriental". Luego todo fue bastante rápido. Elvira Dürr, de la editorial,
informa que recibió todos los libros de Arkadi Gaidar a través de su
biblioteca. Este fue el tesoro con el que la editorial publicó el libro
“Gaidar, el hombre de la estrella roja”.
Frank
Oettler, portavoz del MLPD en Halle, recuerda: "Fue un gran logro para
él haber salvado innumerables libros de la RDA que después de la
reunificación serían desechados como 'basuras rusas'. Peter abrió en mayo de 2012 en un antiguo establo de vacas en
Staucha, Sajonia, la "biblioteca de la RDA" con más de 500.000 libros,
entre ellos de escritores como Willi Bredel y Anna Seghers. Peter Sodann
era un demócrata honesto. Apoyó al MLPD Halle en la campaña "No ceder
ante el anticomunismo ¡Oportunidad!", Bernd Blickle, de
Dresde, escribe: "Estuvimos con él en una conferencia medioambiental en
Halle y ahora volvimos a hablar de ello. Más tarde lo encontramos en las
actividades de "Dresde libre de nazis". Adiós, Peter Sodann".
El 5 de abril, Peter Sodann murió en Halle a la edad de 87 años.