lunes, 21 de octubre de 2024

CANCIÓN DE LOS PARTISANOS YUGOLAVOS, EN EL 80 ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN DE BELGRADO

"Uz Maršala Tita" (Español: "Con el Mariscal Tito") es un himno partisano yugoslavo sobre el mariscal y presidente de SFR Yugoslavia Josip Broz Tito , escrito por Vladimir Nazor y compuesto por Oskar Danon.

Durante el Estado Independiente de Croacia , parte de la ideología Ustasha minimizaba el origen eslavo de los croatas . Una teoría afirmaba que los croatas y los godos compartían un mismo origen. La estrofa intermedia de esta canción aborda eso mediante la refutación absoluta de la teoría gótica y reafirmando los orígenes eslavos de todos los eslavos del sur . Escrita en 1943 cuando las relaciones entre Josip Broz Tito y el liderazgo soviético eran muy estrechas, la primera versión de la canción incluía una mención a Joseph Stalin . El primer verso de esta primera versión decía "Uz Tita, Staljina, dva junačka sina" (Con Tito y Stalin, dos hijos heroicos). Después de la escisión de Tito-Stalin en 1948, el nombre de Stalin se eliminó y el primer verso se cambió a "Uz maršala Tita, junačkoga sina" (Con el mariscal Tito, un hijo heroico). La última estrofa hace referencia a Stjepan Filipović, un partisano yugoslavo, que antes de ser colgado levanto sus puños en lo alto gritando "Muerte a los fascistas, Libertad para el Pueblo" conviertiendose en un símbolo de la oposición fascista. 

domingo, 20 de octubre de 2024

"INTERIOR DE FÁBRICA", DEL PINTOR COMUNISTA ITALIANO EMILIO VEDOVA


Interior de fábrica
Emilio Vedova 
1949-1950
Oleo sobre lienzo
70 x 100 cm.
Forlì, Colección Verzocchi

El interior de la fábrica de Emilio Vedova interpreta la realidad de la producción industrial con el estilo abstracto-cocreto de mediados del siglo XX.

La pintura de Emilio Vedova presenta un denso patrón de gruesas líneas negras que se unen para formar fondos geométricos. Dentro de este grueso marco se pueden observar áreas de colores brillantes, amarillo, rojo, azul y verde.

La intriga de las líneas negras, gruesas y rígidas evoca los engranajes de la maquinaria que operaba dentro de las fábricas en la Italia de la posguerra. De hecho, en la pintura se pueden identificar algunas estructuras mecánicas simples.

Esta interpretación de la obra propuesta por Emilio Vedova recuerda la dureza del trabajo manual realizado en la cadena de montaje. Además, entre finales de los años 40 y principios de los 50 nacieron en Italia grandes empresas industriales.

Giuseppe Verzocchi, empresario italiano, decidió en 1949 crear una colección de obras dedicadas al trabajo en sus diversas formas. El coleccionista invitó así a muchos artistas italianos a crear una obra con ese motivo. Verzocchi reunió a más de setenta artistas que interpretaron la laboriosidad italiana de la posguerra. El 1 de mayo de 1961, el industrial donó la colección al municipio de Forlì.

Emilio Vedova es conocido por sus grandes obras creadas con gestos pictóricos amplios y poderosos. Por tanto, las obras más maduras de Vedova pertenecen a la pintura gestual y, en un sentido más amplio, a la pintura informal.

Su participación activa en el diálogo del arte italiano comenzó con su incorporación al grupo Corrente de 1942 a 1943 junto con Renato Guttuso y Renato Birolli. En 1946 estuvo entre los fundadores de la Nueva Secesión Italiana , que se fusionó con el Fronte Nuovo delle Arti, activo de 1946 a 1950 en Italia. En 1952 el crítico Lionello Venturi promovió la formación del Grupo de los Ocho que incluía a Afro Basaldella, Renato Birolli, Antonio Corpora, Mattia Moreni, Ennio Morlotti, Giuseppe Santomaso, Giulio Turcato y Emilio Vedova. Estos artistas rompieron con las experiencias del Nuevo Frente de las Artes para experimentar con un estilo definido como abstracto-concreto.

sábado, 19 de octubre de 2024

"ARDIENTE PACIENCIA", PELÍCULA DE ANTONIO SKÁRMETA, EN HOMENAJE AL ESCRITOR CHILENO POR SU RECIENTE FALLECIMIENTO

Título original Ardiente paciencia
Año 1983
Duración 80 min.
Dirección Antonio Skármeta
Guion Antonio Skármeta. Novela: Antonio Skármeta
Reparto Roberto Parada Óscar Castro Marcela Osorio Naldy Hernández
Música Roberto Lecaros
Fotografía João Abel Aboim
Coproducción Alemania del Oeste (RFA)-Portugal;

Ardiente paciencia es una película de 1983 con guion y dirección de Antonio Skármeta, quien a través de la ficción nos traslada a Isla Negra, donde el poeta chileno Pablo Neruda pasó sus últimos años, estableciendo una divertida relación con el cartero de la localidad.

El título de la obra está basado en el discurso del poeta al recibir el Premio Nobel de Literatura (1971):

Hace hoy cien años exactos, un pobre y espléndido poeta, el más atroz de los desesperados, escribió esta profecía: A l’aurore, armés d’une ardente patience, nous entrerons aux splendides Villes. (Al amanecer, armados de una ardiente paciencia entraremos en las espléndidas ciudades.)

Yo creo en esa profecía de Rimbaud, el vidente. Yo vengo de una oscura provincia, de un país separado de todos los otros por la tajante geografía. Fui el más abandonado de los poetas y mi poesía fue regional, dolorosa y lluviosa. Pero tuve siempre confianza en el hombre. No perdí jamás la esperanza. Por eso tal vez he llegado hasta aquí con mi poesía, y también con mi bandera.

En conclusión, debo decir a los hombres de buena voluntad, a los trabajadores, a los poetas, que el entero porvenir fue expresado en esa frase de Rimbaud: solo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres.

Así la poesía no habrá cantado en vano.

Pablo Neruda, Discurso pronunciado al recibir el Premio Nobel de Literatura

Es en este discurso del poeta, donde Skármeta encontrará el título de su obra, que será llevaba al cine y posteriormente se convertirá en la novela homónima de 1985. Es sobre la base de la novela que en 1994, el director Michael Radford junto a Anna Pavignano, Furio Scarpelli, Giacomo Scarpelli y Massimo Troisi, harán una versión italiana de la película llamada Il Postino, modificando el contexto espacio-temporal a la Isla de Capri en Italia en los '50 y se rodó en la Isla Salina.

viernes, 18 de octubre de 2024

"MEMORAL ZAISAN" EN ULAN BATOR (MONGOLIA)

 

El Memorial Zaisan (en mongol: Зайсан) es un monumento al sur de la capital de Mongolia, Ulán Bator,​ que honra a los soldados soviéticos y mongoles caídos en la Segunda Guerra Mundial. Situado en una colina al sur de la ciudad, el monumento consta de una estatua de 10 metros de un soldado soviético que sostiene una bandera y un cuadro conmemorativo circular que representa escenas de la amistad entre los pueblos de la Unión Soviética y Mongolia.

El mural representa escenas como el apoyo soviético para la declaración de la independencia de Mongolia en 1921, la derrota del Ejército de Kwantung japonés por los soviéticos en la batalla de Jaljin Gol en la frontera con Mongolia en 1939, la victoria sobre la Alemania nazi y los logros en tiempos de paz como los vuelos espaciales soviéticos, entre ellos el vuelo soviético Soyuz 39, que llevó al primer mongol al espacio.  




jueves, 17 de octubre de 2024

SINFONÍA Nº 2, DE "HIERRO Y ACERO", DEL COMPOSITOR SOVIÉTICO SERGEI PROKOFIEV

Sinfonía No. 2 en re menor, Op, 40

De la pluma y la voz de Sergei Prokofiev:

En mi Sinfonía No. 2 quiero crear una obra de hierro y acero.

Compuse mi Segunda sinfonía en nueve meses de trabajo frenético.

He hecho esta música tan compleja, y a tal grado, que al escucharla yo mismo no puedo desentrañar su esencia. ¿Qué puedo pedir a los demás?

Esta violenta pieza en dos movimientos entronca en el constructivismo y ofrece un contraste radical con su sinfonía anterior. 

Orquestación: flautín, 2 flautas, 2 oboes, corno inglés, 2 clarinetes, clarinete bajo, 2 fagotes, contrafagot, 4 trompas, 3 trompetas, 3 trombones, tuba, timbales, percusión (bombo, castañuelas, platillos, tambor militar, tambor con bordón, triángulo y pandereta) y pianocuerdas.

Prokofiev dejó Rusia en 1918 y pasó gran parte de las dos décadas siguientes en París, el centro de la cultura de vanguardia de entre las guerras. Su Segunda Sinfonía fue la primera de sus obras compuestas totalmente fuera de Rusia, en el curso de nueve meses de "trabajo febril". La completó justo a tiempo para su estreno el jun 6 de 1925, que fue dirigida por Serge Koussevitzky como parte de su serie de conciertos en París.

En un sentido práctico, Prokofiev quería mantener el impulso del exitoso estreno en mayo de 1924 de su cantata Siete, Son siete, junto con la sinfonía. En la sinfonía, Prokofiev trazó un nuevo camino, siguiendo su propio consejo al compositor Nikolai Miaskovsky en una carta de jun 1923 (citada en la reciente biografía de David Nice Prokofiev): "Concéntrese en crear nuevos métodos y una nueva técnica, una nueva orquestación; estrujese los cerebros en esta dirección, agudice su inventiva, cueste lo que cueste; busque un sonido bueno y fresco; renuncie a las escuelas de San Petersburgo y Moscú como lo haría un diablo malhumorado..."

La doble influencia de Beethoven y del compositor francés Arthur Honegger facilitó la renuncia de Prokofiev. Tomó la estructura de la sinfonía - un movimiento rápido de apertura seguido de un tema extendido y variaciones - de la piano sonata final de Beethoven, Op. 111. El primer movimiento también debe algo al Pacific 231 de Honegger, la obra orquestal sobre la locomotora, a cuyo estreno asistió Prokofiev el 8 de mayo de 1924. En otra carta a Miaskovsky, Prokofiev relataba: "Recientemente hemos oído aquí el Pacific de Honegger, una obra insignificante en contenido pero muy dura y brillantemente orquestada, de la que resultó una impresión tan impresionante que cada instrumento se tocó de forma natural y agradable".

Ambos elementos - dureza y naturalidad - coexisten en el primer movimiento de la sinfonía. La indicación del compositor, "Rápido, bien articulado", lo transmite. Orquestó con sumo cuidado, evitando las texturas manchadas y poniendo sobre la dureza rítmica del movimiento - su visión de "hierro y acero", como la describió Prokofiev - con la máxima fuerza. La energía cruda de la música puede dar una sensación aleatoria en la primera audición, pero la partitura de Prokofiev está construida tenazmente. El primer movimiento es en forma de sonata; su segundo tema incluye un pasaje estridente para piano y pizzicato de cuerdas que se transforma rápidamente en el acompañamiento de un brutal motivo coral martillado por los vientos bajos y el latón. Este himno con el ceño fruncido regresa cerca del final, añadiendo una mayor coherencia estructural al unir la sinfonía en un todo cíclico.

El segundo movimiento de tema y variaciones comienza con el tema sereno y pastoral tocado por el primer oboe y luego repetido por los primeros violines. Algunas de las variaciones que siguen pueden considerarse como el reemplazo del scherzo (Variaciones II y III) y del movimiento lento (Variación IV) que el oyente esperaría en una sinfonía tradicional de cuatro movimientos. La Variación V se abre con un estallido de energía maníaca, un breve prefacio a un asalto sostenido de toda la orquesta. Los bajos en la orquesta - contrabajo, bombo, tuba y contrafagot - recuerdan el motivo coral del segundo tema del primer movimiento para poner en movimiento la sexta y última variación. La variación culmina en una coda de brutalidad armónica y sonora sin fisuras que da un tremendo golpe físico. Esto da paso a un retorno tranquilizador del tema que se disuelve en un acorde final equívoco.

La sinfonía no fue un éxito en su estreno y sigue siendo la menos interpretada de las sinfonías de Prokofiev. Sus propios recelos sobre la obra, expresados en otra carta a Miaskovsky - "Aún así, en algún lugar de las profundidades de mi alma, hay esperanza de que la sinfonía sea realmente una cosa respetable e incluso bien hecha." - no estaban del todo bien fundadas. Respetable, al menos en el sentido de los buenos modales victorianos, probablemente no. Bien hecho, ciertamente. Impresionante, definitivamente.

- John Mangum es el Diseñador/Annotador de Programas de la Asociación Filarmónica de Los Ángeles.

Fuente: LA Phil

 

miércoles, 16 de octubre de 2024

KBr MAPFRE DEDICA UNA RETROSPECTIVA AL FOTÓGRAFO CARTIER-BRESSON EN BARCELONA

Palacio de Invierno, Leningrado, Rusia, 1973,<br />
Copia de plata en gelatina 

Henri Cartier-Bresson
Palacio de Invierno, Leningrado, Rusia, 1973

Muchos Cartier-Bresson tras una Leica

Este verano ha hecho una década desde que la Fundación MAPFRE presentó en Madrid, entonces en colaboración con el Centre Pompidou parisino, una gran antología de Cartier-Bresson destinada a servir como referencia a los futuros análisis que se realizaran de la obra del fotógrafo: contaba con más de quinientas instantáneas, dibujos, pinturas, filmes y documentos que probaban su vocación pictórica inicial y su posterior voluntad de acercamiento al espectador de la realidad de los más desfavorecidos. Defendía, aquella retrospectiva, que no existe un solo Cartier-Bresson, sino muchos: era posible rastrear su vinculación con la estética surrealista, su labor como fotógrafo militante y su compromiso con el Partido Comunista francés y, por último, su trabajo como reportero a raíz de la fundación de la agencia Magnum en 1947, en la que él participó. Se convertiría esta firma en pionera por permitir a sus miembros conservar los derechos sobre sus imágenes y elegir libremente los reportajes en los que trabajar, de evidente calidad.

Ahora es Barcelona la ciudad a la que la Fundación lleva la producción de este autor, llamado el ojo del siglo, con el apoyo de Bucerius Kunst Fórum y la Fondation Henri Cartier-Bresson: la exhibición “Watch! Watch! Watch!”, que hoy se ha abierto al público en KBr, incide, a través de imágenes de todas sus etapas, en su talento como observador, a la vez paciente y ágil, tras su Leica de 35 mm, y en esa evolución de su estilo más allá del concepto de “instante decisivo” por el que muchos lo recuerdan; veremos sus composiciones bajo la influencia del surrealismo y la Nueva Visión, sus poco conocidos fotorreportajes y sus últimas estampas intimistas, ligadas a su concepción casi humanista de la profesión.

Cartier-Bresson. Valencia, España, 1933
Cartier-Bresson. Valencia, España, 1933
Cartier-Bresson. Valencia, España, 1933
Cartier-Bresson. Valencia, España, 1933

Criado en una familia dedicada a la industria textil, Cartier-Bresson comenzó muy pronto a dibujar y, en tiempos de efervescencia creativa y apogeo surrealista en París, acudió a formarse al taller de André Lothe, codeándose en adelante con Breton, Louis Aragon, Salvador Dalí o Max Ernst y dejándose llevar por la atención que estos prestaban a los sueños, la fantasía y la experimentación. Tras viajar a África, en 1930, sería cuando decidió dar un giro a su trayectoria y volcarse por entero en la fotografía; también viajó a España en la República, por encargo de Vue, y durante la Guerra Civil, en 1938, realizó aquí su filme más temprano: Return to Life, sobre la atención médica dada a los soldados republicanos, y dos documentales más. Hay que subrayar que su primera exposición en nuestro país tuvo lugar tan pronto como en 1933, en el Ateneo de Madrid.

Cartier-Bresson. Sevilla, España, 1933
Cartier-Bresson. Sevilla, España, 1933

La II Guerra Mundial dejaría en él, igualmente, su huella: en 1940 fue hecho prisionero por soldados alemanes, se le envió a un campo de trabajo donde permaneció tres años y, a su salida, se unió a la Resistencia en su país: a él se le deben algunas de las primeras fotografías del París liberado y otra película sobre la salida de los internados en campos de concentración. 1947 fue un año importante en su carrera: a su participación en el arranque de Magnum se sumó su primera retrospectiva en el MoMA de Nueva York; desde entonces, y hasta los setenta, conjugaría su rol como fotorreportero internacional -que atendió a la muerte de Gandhi, el ascenso al poder de Mao, la Revolución cubana o los episodios más hostiles de la Guerra Fría- con la toma de obras de cariz más personal. De 1952 data su monografía Images à la sauvette (Imágenes a hurtadillas), que en inglés recibió el título de The Decisive Moment en alusión a su querencia por captar esos momentos previos a que todo en un movimiento cambie: un salto, un golpe de viento.

Sin abandonar la cámara, retomó entonces, en los setenta, el dibujo de sus primeros años y comenzó a distanciarse de la agencia que había contribuido a crear junto a Robert Capa, George Rodger y David “Chim” Seymour, aunque no podemos considerar esos pasos como una introspección final. El MoMA o la Bibliothèque Nationale de France le dedicaron muestras importantes en los ochenta y los 2000, y su Fundación dio sus primeros pasos antes de que falleciera, en la localidad provenzal de Montjusin, en el verano de hace veinte años.

Diversa, como dijimos, en fondo y forma, la producción de Cartier-Bresson ahora recogida en Barcelona, bajo el comisariado de Ulrich Pohlmann, parece oscilar entre la antropología y el arte y este montaje quiere concederle contexto. Todas las piezas que lo componen son copias originales de plata en gelatina pertenecientes a su fundación francesa, dado que el artista prohibió expresamente que se hicieran reproducciones de su obra después de su muerte.

Cartier-Bresson. Detrás de la estación Saint-Lazare, plaza de Europa, París, Francia, 1932
Cartier-Bresson. Detrás de la estación Saint-Lazare, Plaza de Europa, París, Francia, 1932

El recorrido, estructurado en una decena de secciones a la vez temáticas y cronológicas, comienza con su mencionada inmersión, tímida como él era, en los círculos surrealistas, de donde parece que pudo tomar la idea de captar el azar objetivo. Sus fotos primeras presentan maniquíes, gente dormida u objetos ocultos y, no mucho más tarde, los rasgos de la Nueva Visión llegarán a su estilo, en forma de perspectivas poco comunes, fragmentación y atención a las texturas.

Cartier-Bresson. Domingo a orillas del Sena, en Juvisy-sur-Orge, Francia, 1938
Cartier-Bresson. Domingo a orillas del Sena, en Juvisy-sur-Orge, Francia, 1938

Cuando, en los treinta, empezó a trabajar en reportajes, lo hizo en series en lugar de en piezas individuales cuya realización tuvo que detener, en un extenso lapso, por sus nefastas experiencias bélicas, para retomarla inmediatamente después, en 1943. La divagación onírica había perdido ya sentido y se volcó Cartier en el fotoperiodismo, viajando por medio mundo y, en 1954, también a la URSS: fue el primer fotógrafo occidental en adentrarse en la Unión Soviética y su obra allí recibió fuertes críticas por no reflejar lo bastante las duras condiciones de vida de la población. Cuando, en 1962, acudió a Berlín Este y a Cuba, sí decidió plasmar dramas humanos y una omnipresente propaganda socialista.

También se desplazó el fotógrafo a Estados Unidos en los cuarenta, cuando las leyes de segregación racial no habían perdido vigencia: retrató a Luther King y Malcolm X y captó los efectos cotidianos de la discriminación sobre la población negra y manifestaciones por la igualdad (el resumen de esos viajes americanos lo recogió en el volumen America in Passing); no mucho más tarde, comenzó a interesarse por los nexos entre humanos y máquinas en un contexto laboral, en composiciones que contrastaban con las muy numerosas que dedicó a todo tipo de momentos de ocio.

Cartier-Bresson. Coronación de Jorge VI, Londres, Inglaterra, 1937
Cartier-Bresson. Coronación de Jorge VI, Londres, Inglaterra, 1937

Otros capítulos importantes de su carrera examinados en esta exhibición barcelonesa son sus imágenes sobre el comportamiento de las masas en acontecimientos deportivos, manifestaciones o actos políticos (aunque trató de que su obra fuese apolítica, es posible apreciar su simpatía por la rebeldía); sus fotografías callejeras, muchas centradas en la omnipresencia de la publicidad y en el consumismo, algunas en el desarrollo de la periferia de París; los retratos de escritores y artistas habitualmente inmersos en un contexto narrativo que decía mucho de ellos; o los reportajes de viaje, como los que desarrolló en Basilicata (Italia), cuando algunas personas aún residían allí en cuevas; en la Hamburgo bombardeada o en nuestras ciudades castellanas en los cincuenta.

Cartier-Bresson. El Muro en Berlín Occidental, Alemania, 1962
Cartier-Bresson. El Muro en Berlín Occidental, Alemania, 1962

 

Cartier-Bresson. Nápoles, Italia, 1960
Cartier-Bresson. Nápoles, Italia, 1960
Fuente: masdearte

martes, 15 de octubre de 2024

LA TETRALOGÍA DEL HISTORIADOR MARXISTA ERIC HOBSBAWM, DESCARGABLE EN PDF

 

Nacido en Alejandría, en una familia judía, en 1917 -año de la revolución rusa- E.J. Hobsbawm, creció en Viena y Berlín, donde se afilió al Partido Comunista a la edad de 15 años, y conoció el ascenso del nazismo. Una experiencia que como él mismo reconoce le marcó fuertemente. Emigró a Gran Bretaña donde militó en el Partido Comunista británico desde 1936 hasta su disolución en 1991. Entre sus obras destaca la tetralogía: La era de la revolución, 1789-1848; La era del capital, 1848-1875; La era del imperio, 1875-1914 y Historia del siglo XX, 1914-1991.  

La Historia del siglo XX es el último volumen de dich tetralogía. Sigue a tres obras dedicadas a la historia del siglo XIX aparecidas entre 1962 y 1987. La primera analiza las transformaciones sociales y políticas que acompañaron a la transición del Antiguo Régimen a la Europa burguesa (La era de las revoluciones, 1789-1848). La segunda se centra en la época de esplendor del capitalismo industrial y la consolidación de la burguesía como clase dominante (La era del capital, 1848-1875). La tercera estudia el advenimiento del imperialismo y finaliza con la aparición de los conflictos entre las grandes potencias que fracturaron el "concierto europeo" y sentaron las premisas de su estallido (La era del imperialismo, 1875-1914). La redacción de estas obras no había obedecido a ningún plan previo. Surgieron al hilo del tiempo, bajo el estímulo de los editores y como producto de la evolución de las investigaciones del propio Hobsbawm. 

Descarga libre de La era de la revolución: cheirif.wordpress.com/wp-content/upl

Descarga libre de La era del capital: xosea.wordpress.com/wp-content/upl 

Descarga libre de La era del imperio: cheirif.wordpress.com/wp-content/upl 

Descarga libre de Historia del siglo XX: https://uhphistoria.wordpress.com/wp-content/uploads/2011/02/hobsbawn-historia-del-siglo-xx.pdf

lunes, 14 de octubre de 2024

REPORTAJE "COBALTO, EL LADO OSCURO DE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA"

La industria automovilística y la Unión Europea abogan por el paso rápido y masivo al coche eléctrico. Tesla, Volkswagen, Volvo, Peugeot, Renault... están invirtiendo decenas de miles de millones en su transición. Para lograrlo, necesitan baterías; y estas, cobalto. Este mineral se ha convertido en un recurso altamente estratégico: desde la República Democrática del Congo hasta Escandinavia, una investigación sobre la cara oculta de su extracción.

Realización: Arnaud Zajtman, Quentin Noirfalisse

Autor: Arnaud Zajtman, Louise Rozès Moscovenko, Quentin Noirfalisse

País: Francia, Bélgica

Duración: 86 minutos

Año: 2022

Fuente: ARTE TV

domingo, 13 de octubre de 2024

"CAMPESINAS DE RIAZÁN", PELÍCULA SOVIÉTICA DE 1927

Dirección: Ivan Pravov y Olga Vishnevskaya.
Guion: Boris Altshuler y Olga Vishnevskaya.
Productora: Sovkino.
Fotografía: Konstantin Kuznetsov, en B/N.
Música: Sergey Dreznin.
Título original: Baby ryazanskie
Intérpretes: Kuzma Yastrebitsky, Olga Narbekova, Yelena Maksimova, Georgi Bobynin, Emma Tsesarskaya, Raisa Puzhnaya.
País: Unión Soviética. 
Año: 1927
Duración: 89 min. 

Resulta curioso que entre toda esa generación de grandes cineastas soviéticos que surgió en los años 20 no hubiera ninguna mujer destacada entre ellos a excepción de la ex-actriz de complicado apellido Olga Preobrazhenskaya. Después de una exitosa carrera en teatro y luego cine, Preobrazhenskaya debutó en 1916 como directora, siendo según se cree la primera mujer en dirigir películas de la historia de Rusia, pero el ser una mujer le dificultó que pudiera seguir con su carrera tras las cámaras más allá de algunos trabajos esporádicos. Esto cambió en el contexto más favorable de finales de los años 20, cuando realizó una serie de títulos bastante reseñables codirigidos junto a Ivan Pravov, de los cuales ya comentamos por aquí la primera adaptación de El Don Apacible (Tikhhiy Don, 1931).

De todas sus películas, la que se considera su gran obra es Campesinas de Ryazan (Baby ryazanskie, 1927), un filme con un potente mensaje de denuncia al patriarcado y que, al mismo tiempo, nos ofrece unas imágenes poderosísimas. La acción tiene lugar en un pueblo de la zona de Riazán justo antes del inicio de la I Guerra Mundial. Ahí la huérfana Anna, de carácter sumiso y bondadoso, es emparejada en un matrimonio de conveniencia con Ivan, el hijo de un importante granjero de carácter rudo, Vasilii. Por suerte para ambos, aunque se ven obligados a casarse congenian enseguida y son felices con la unión. No sucede lo misma con la hija de Vasilii, Vasilisa, que está enamorada de Nicolai, un joven humilde del pueblo al que su padre se opone frontalmente. De carácter más fuerte, Vasilisa se rebela contra su padre y se va a vivir con Nicolai sin casarse formalmente, provocando la indignación y el desprecio de la gente del pueblo. Se inicia la I Guerra Mundial y tanto Ivan como Nicolai son movilizados al frente. En ausencia del hijo, Vasilii, viudo pero con su criada como amante, se encapricha de su nuera y la viola dejándola embarazada. Cuando Ivan retorne de la guerra el conflicto acabará estallando.

Hay dos rasgos primordiales que hacen de Campesinas de Ryazan una de las grandes obras de finales de la era soviética. El primero es el retrato que ofrece de los campesinos de la zona, a los que los dos directores retratan de una forma muy fidedigna en exteriores reales. Más allá de seguir la acción principal, la cámara se detiene a menudo en detalles sobre el día a día de estas gentes: la celebración de boda (con sus cánticos, bailes y tradiciones), las ferias, el trabajo en el campo, las labores del hogar que realizan las mujeres tejiendo y manteniendo la casa… Nada de ello da la impresión de ser impostado o que entorpezca la narrativa, sino que Preobrazhenskaya y Pravov consiguen integrarlo en la historia dando mayor autenticidad al entorno en que sucede la historia. Del mismo modo, logran ese equilibrio tan interesante entre captar imágenes de una gran belleza (los planos de las mujeres trabajando en los campos de trigo, las coronas de flores en el río) y no perderse en un tono excesivamente preciosista.

En paralelo a eso la película transmite un mensaje feminista que hoy día sigue impactando por su crudeza, muy en la línea de otras películas mudas como la china Nuevas Mujeres (Xin Nü Xing, 1935) de Cai Chusheng, y que hace gala de una mayor contundencia que infinidad de filmes sonoros posteriores. En este aspecto Campesinas de Ryazan ofrece varias ideas muy interesantes en su ataque contra el patriarcado, como por ejemplo la absoluta insolidaridad de las otras mujeres respecto a la situación de Anna una vez ha tenido un hijo ilegítimo. No encontraremos en el filme apenas solidaridad entre mujeres (salvo una excepción muy significativa que mencionaremos más adelante), sino más bien ataques injustos hacia una joven que salta a la vista que no es una seductora que haya conquistado a su suegro. La criada de la casa le increpará celosa porque es más joven y atractiva que ella (fijémonos en los dos planos en que ambas mujeres se miran en los espejos: la poca atractiva criada considerándose aún apetecible al verse reflejada y la pobre Anna desolada porque la imagen que le devuelve el espejo es el de una muchacha mancillada), mientras que el resto de mujeres del pueblo se aferrarán a esa imagen de Anna como una mala mujer en lugar de querer afrontar la verdad.

Pero no se piensen que Campesinas de Ryazan es una película sin matices y que reduce todo a blancos y negros. No se nos oculta que el hombre que ha abusado de la protagonista es uno de los más importantes de la aldea, y que por tanto esa hipocresía al tildar a Anna de culpable es también un reflejo de la incapacidad por enfrentarse al más fuerte, ¿quién podría echarle en cara algo a ese hombre tan poderoso? Del mismo modo, Vasilii, hombre arrogante, duro y acostumbrado a hacer lo que quiere tampoco nos es presentado como un villano. Es un hombre genuinamente atraído por la belleza y candidez de su nuera, y en la escena final de la película será de hecho el único de la casa que correrá tras Anna cuando ésta se dirige a su trágico destino. Su desolación al comprobar lo que ha provocado será auténtica. Nada de esto le justifica o redime, pero no lo vemos como un hombre simplemente diabólico, sino alguien incapaz de controlar sus impulsos y acostumbrado a hacer su voluntad.

Qué significativo resulta que en medio de este panorama el único personaje solidario con Anna sea Vasilisa, la mala mujer, la que desafió a su padre y comparte techo con un hombre que no es su marido. Aunque la cinta se detiene menos en ella, Vasilisa es con diferencia el personaje más interesante y positivo de todos: una mujer fuerte capaz de llevar adelante ella sola sus tierras en ausencia de su amante, y que al final incluso promueve la construcción de un orfanato, donde planea dar un hogar al hijo ilegítimo de Anna. Es por tanto la mujer que ha desafiado al sistema, la que se ha expuesto al desprecio del pueblo mostrándose indiferente a las burlas y ataques que sufre, y aquella cuyo padre ha renegado de ella, es esta mujer tan fuerte la única que dará algo de apoyo a una Anna siempre sumisa y obediente, que no obstante sufre la insolidaridad de su tía y de su marido una vez vuelve del frente.

Es por tanto muy importante que fuera una mujer cineasta la que dirigiera este retrato tan complejo y tan veraz de cómo funciona este tipo de sociedad en que las mujeres están tan desvalidas y no tienen nada a lo que agarrarse una vez caen en desgracia, por mucho que no tengan la culpa de su situación. En su momento la cinta fue un gran éxito, incluso fuera de sus fronteras, atrayendo al público por los bellos planos de los campos, que contrastan con una historia de una brutalidad que por desgracia no parecía gratuitamente cruel, sino tan fidedigna como esos planos de esos campesinos trabajando, cuyo mundo la pareja de directores supo captar tan bien.

Fuente: El testamento del Dr Caligari

VER PELICULA CON SUBTITULOS EN CASTELLANO;


sábado, 12 de octubre de 2024

"DÍA DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE LAOS", CARTEL DEL ARTISTA CUBANO RAFAEL ZARZA GONZÁLEZ, EN EL DÍA DE SU INDEPENDENCIA


Día de Solidaridad con el pueblo de Laos
Rafael Zarza González
1969
Litografía offset sobre papel
53x33cm

Tras la Segunda Guerra Mundial, el viejo orden mundial se trastocó y los imperios se fragmentaron, dando origen a una nueva era de nacionalismo y autodeterminación entre las antiguas colonias. Surgieron dos bloques ideológicos opuestos, los países capitalistas de la OTAN del Primer Mundo y el bloque comunista del Este del Segundo Mundo, que competían por el dominio global durante esta era de la Guerra Fría. Muchos de los nuevos estados independientes del Tercer Mundo (muchos de ellos ex colonias de países de la OTAN) formaron su propio Movimiento de Países No Alineados (NOAL) neutral , que buscaba mantener buenas relaciones con ambos bandos (al menos en la superficie).

Además de la membresía más amplia del Movimiento de Países No Alineados, había otras facciones que trabajaban para influir en el apoyo de los miembros en varias cuestiones, como la Unión Africana , la Liga Árabe, la Organización de Solidaridad de los Pueblos Afroasiáticos y la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL) . La OSPAAAL fue creada en Cuba en 1966 y promovió las causas del socialismo, el comunismo, la liberación nacional (especialmente en Palestina y Puerto Rico), el desarme nuclear y la igualdad racial en el Tercer Mundo.

Desde su fundación hasta los años 80, la OSPAAAL creó llamativos carteles de propaganda que promovían sus causas y la solidaridad entre los Estados miembros. Lamentablemente, debido a la escasez de material y financiación, la producción de estos carteles se interrumpió hasta el año 2000.

El cartel del soldado disparando desde el regazo de Buda fue creado por Rafael Zarza González , un pintor y diseñador gráfico cubano, que ahora tiene más de 70 años. ¿Por qué se eligió el 12 de octubre como el Día de la Solidaridad con el Pueblo de Laos? Este es el Día de la Independencia de Laos de Francia, lo que encaja con la postura antiimperialista de OSPAAAL.

El artista no renuncia a utilizar la solución de las armas y los símbolos nacionales, pero sabe utilizar el lenguaje del pop. Es decir, los colores planos y el uso de la línea gruesa para los contornos del dibujo le ofrecen una unidad visual a dicha pieza que resulta una solución paradigmática para este período de la historia del cartel internacionalista.

viernes, 11 de octubre de 2024

EDITORIAL ALTAMAREA PUBLICA "PASOLINI SEGÚN PASOLINI"

Pasolini según Pasolini 
Autor: Pasolini
Traductor: Carlos Gumpert
Prólogo: Jon Halliday
Editorial: Altamarea
ISBN: 978-84-19583-65-9
Páginas: 184
Formato: 135 × 205 mm 
PVP: 18,90 €

En 1968, Pier Paolo Pasolini recibió en su casa de Roma al crítico de cine Jon Halliday y juntos, durante varias semanas, alumbraron esta serie de entrevistas con las que el intelectual italiano dio forma a su más completo autorretrato personal y artístico. En ellas se desgrana su concepción del cine, la intrahistoria de sus películas, sus impresiones sobre los aspectos técnicos del séptimo arte, su posición frente a la censura, etcétera. Pero la riqueza de la personalidad del entrevistado, la curiosidad del entrevistador y la lucidez de ambos hacen que la conversación discurra por caminos insospechados y vayan apareciendo todos los temas que despertaron el interés y la pasión de Pasolini: la lengua, la religión, la relación entre literatura e ideología, entre cultura y política, entre la Iglesia y la sociedad. Estas páginas reavivan, así, el ardor intelectual de uno de los mayores genios del siglo XX.

jueves, 10 de octubre de 2024

SINFONÍA Nº 4 ("SINFONÍA DE LA PAZ"), DEL COMPOSITOR COMUNISTA BRASILEÑO CLAUDIO SANTORO

En 1944, Claudio Santoro decidió unirse al Partido Comunista Brasileño. Según una entrevista exclusiva concedida a la Revista O Ipê por Gisele Santoro, viuda de Claudio y una de las referencias del ballet brasileño, “toda la vinculación de Claudio con el partido fue algo completamente humanitario. Él [Claudio] pensó que esto cambiaría la situación de la gente, los pobres, los que no tenían un lugar en la vida”.

Según el propio compositor, su ingreso al partido comunista y la consiguiente exposición a discusiones dentro del campo de la estética marxista colocaron la relación trabajo/proletariado como algo central en su obra: “expresar las ideas proletarias, expresar las ideas del pueblo brasileño, decir algo que él siente y le ayuda a progresar, en fin, eran problemas que estaban en mi cabeza”. Para él, es necesario que el pueblo reaccione “en defensa de nuestra cultura popular, para que no sea destrozada por el nuevo enemigo de la humanidad: el fascismo disfrazado, el imperialismo estadounidense”.

En 1947 consigue una beca para estudiar en los Estados Unidos, pero su visado es rechazado por su militancia en el Partido Comunista Brasileiro. Finalmente consigue viajar a París en 1947, para seguir estudios de composición y dirección de orquesta en el Conservatorio de París con Nádia Boulanger.

Durante su estancia en Europa, en 1948 participa como delegado del Brasil en el II Congreso Mundial de Compositores Progresistas en Praga, entonces capital de Checoeslovaquia. En este congreso se presentó la doctrina soviética del Realismo Socialista aplicada a la música, de la cual Santoro fue un defensor, practicante y divulgador en Brasil.

Las obras más importantes de esta etapa no se basan directamente en el folclore, ni en los recursos empleados normalmente por los nacionalista brasileños. Influenciado por la música soviética el compositor adopta recursos próximos a los empleados por Prokofiev. Mezcla el Realismo Socialista con la coloración brasileña.

La “Sinfonía Nº 4” (Da Paz) fue compuesta entre 1953 y 1954. Se estrenó en 1954 en Rio de Janeiro, interpretada por la Orquestra do Teatro Municipal bajo la dirección de Pablo Komlos. Utiliza un coro mixto en su último movimiento.

El primer movimiento, allegro, muestra su carácter brasileño en los temas de la exposición. El tema principal es de carácter rítmico inspirado en el folclore local.  El tema lírico es presentado por la flauta acompañada rítmicamente por la cuerda.

El segundo movimiento, lento, allegro, lento, nos presenta el tema principal mediante el corno inglés y el oboe. Un tema lírico de clara inspiración brasileña, que se intensifica progresivamente. La sección central es de carácter rítmico recordándonos la obra de Villa-Lobos. Finalmente se repite el tema inicial

El tercer movimiento, allegro moderato e deciso, empieza con un tema de carácter rítmico, que es seguido por un fugato de carácter contemplativo. Termina con la intervención del coro mixto interpretando la coral La humanidad tiene en sus manos la defensa de la paz.

Una sinfonía escrita siguiendo el modelo del Realismo Socialista, con el empleo de motivos inspirados en el folclore de su país natal. Una composición escrita inmediatamente después de haber recibido el World Peace Council's International Peace Price por su obra para orquesta de cuerdas "Canción de Amor y Paz", en Viena en 1952.

En 1962 Santoro había llegado a Brasilia para dirigir la Facultad de Música fundada por el Profesor Darcy Ribeiro. Un golpe militar el 31 de marzo de 1964 depone al presidente de la República empezando un largo período de dictadura militar que durará oficialmente hasta 1985.

Después de la crisis de noviembre de 1965, cuando después de una huelga los generales dimitieron a casi 300 maestros de la Universidad de Brasilia, fue imposible para Santoro continuar en Brasil. Se trasladó a Alemania, como artista residente en Baden-Baden y en Berlín Occidental, empezando un período de composición basado en la electro-acústica y en medios experimentales.

Cuando empezó una apertura política en su país natal, Santoro retornó a Brasilia en 1978 para fundar la Orquesta Sinfónica del Teatro Nacional de Brasilia y continuar su trabajo en la Universidad. El compositor deja los métodos experimentales retornando al clasicismo.

En 1979 fundó la Orquestra do Teatro Nacional Claudio Santoro, de la cual fue director hasta su muerte acaecida en Brasilia el 27 de marzo de 1989.

Fuente: Historia de la Sinfonía y otros

miércoles, 9 de octubre de 2024

HALLAN UN MURAL ANTIFASCISTA DE LA GUERRA CIVIL EN UNA ANTIGUA FÁBRICA DE COCENTAINA (ALICANTE)

  

El Centre d’Estudis Contestans descubre varias proclamas políticas escritas en las paredes y una pintura antifascista de 6x3 metros 

El Centre d’Estudis Contestans (CEC), referente en la divulgación del patrimonio arqueológico y etnológico de la provincia, ha descubierto un gran mural y varias proclamas políticas de la Guerra Civil española pintadas en las paredes de una antigua fábrica del término municipal de Cocentaina. Tanto las frases como la pintura hallada, de 6 por 3 metros, podrían haber sido realizadas por soldados republicanos durante la contienda española (1936-1939) del Batallón de Retaguardia número 6 de Alicante, que estuvo acuartelado en este espacio, «algo que hemos podido determinar gracias a las firmas de los soldados que dejaron escritos sus nombres y apellidos con lápiz en las paredes, así como el nombre del batallón republicano», según explica Pere Ferrer, presidente del CEC. Ferrer lo ha puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Cocentaina, que a su vez ha contactado con la propiedad del inmueble y con el Ministerio de Memoria Democrática para colaborar en su estudio y posterior protección.

El hallazgo se produjo el pasado mes de abril al acudir miembros del CEC a este edificio semi-abandonado, de propiedad privada, a recoger una pieza de arqueología industrial y ver sus paredes parcialmente cubiertas de cal con un gran número de frases pintadas en color rojo y morado a modo de proclamas políticas, realizadas en grandes letras mayúsculas, entre las que podían leerse frases como «Para ganar la guerra, cultura y disciplina», «Ánimo, hijos de España, que el ánimo nos dará el triunfo», «Un hombre aseado es un hombre culto», «Soldado: el comisario es tu jefe y tu igual» o «De nuestra victoria depende el porvenir y el bienestar de nuestros hijos». Todas ellas, acompañadas en la parte inferior de pasquines impresos de los que solo quedan restos en sus márgenes.

Una de las proclamas políticas pintadas en una de las paredes

Una de las proclamas políticas pintadas en una de las paredes / Centre d'Estudis Contestans

Pero el mayor descubrimiento es el gran mural pintado en la parte alta de la fábrica, que el presidente del CEC califica de «extraordinario y excepcional, que nos deja ante un escenario de los tiempos de la Guerra Civil único». 

En él se representa un hombre joven con el torso desnudo con un pantalón caqui y calzado con alpargatas que, con una rodilla en el suelo, sostiene en sus brazos un mazo dispuesto a asestar un golpe a un dragón de tres cabezas, representadas por los tres líderes de ideología fascista en Europa de la época: Hitler, Franco y Mussolini.

Dada la «trascendencia» de este conjunto de escritos e imágenes alusivos a la Guerra Civil española, a juicio del CEC «único en España y de enorme interés para la historia de Europa», la entidad informó al Ayuntamiento de Cocentaina para que analice y estudie el futuro de «este importante documento de nuestra historia reciente» con el fin de que emprenda gestiones dirigidas a restaurar, conservar y dar a conocer dicho descubrimiento.

Otras frases halladas en el interior del edificio semi-abandonado

Otras frases halladas en el interior del edificio semi-abandonado / Centre d'Estudis Contestans

El alcalde de Cocentaina, Jordi Pla (Compromís), señala que al tratarse de una propiedad privada, «las acciones que podemos hacer son pocas salvo la colaboración con los propietarios y con instituciones supramunicipales, como el Ministerio de Memoria Democrática, con el que ya estamos en conversaciones y seguramente pronto haya una visita», ya que, añade, «con este Gobierno de la Generalitat la capacidad de entendimiento en memoria democrática es nula».

La intención del ayuntamiento es que esta manifestación artística, que complementa otros vestigios de la época como el refugio bajo el Palau Comtal, «se pueda salvaguardar, recuperar y dar a conocer. Es un mural que puede ser único y debería estudiarse más» a partir del hallazgo del Centre d’Estudis, «entidad prestigiosa en temas de protección y promoción del patrimonio».

Fuente: Información

martes, 8 de octubre de 2024

EDITORIAL COMARES PUBLICA "UN PUEBLO REVOLUCIONADO", EN EL 90 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN DE ASTURIAS

UN PUEBLO REVOLUCIONADO
El octubre de 1934 y la Segunda República en Asturias
Autor Matthew Kerry
Editorial Comares
 ISBN 978-84-1369-839-7
Páginas 228
Fecha publicación 19-09-2024 

En octubre de 1934 miles de milicianos se lanzaron a una insurrección revolucionaria en Asturias que duró dos semanas y costó la vida a cerca de 1.500 personas. ¿Qué les convenció para movilizarse? ¿A qué aspiraban? ¿Cuáles fueron las repercusiones sociales y políticas de sus acciones?

Con la mirada puesta en el significado y en la práctica de la política por los ciudadanos y militantes a nivel cotidiano, Un pueblo revolucionado se adentra en el estudio de los conflictos en torno al "pueblo", en el análisis de la hegemonía política y del poder estatal como ejes centrales de la movilización. Por las páginas de este libro desfila desde el activismo de los inquilinos a las difamaciones anticlericales, a los boicots o a las acciones policiales. Sin embargo, estas luchas cotidianas de Asturias interactuaron en todo momento con la esfera nacional e internacional, lo que nos permite reevaluar el fenómeno conocido como la "radicalización" -un término tan empleado como malinterpretado-, arrojando nueva luz sobre los orígenes, el desarrollo y las consecuencias de la insurrección revolucionaria. 

El "octubre asturiano" es fundamental para explicar la polarización y la fragmentación política y social en España antes de la Guerra Civil, pero también su historia brinda claves esenciales para entender la movilización, la protesta, y el conflicto en la Europa de entreguerras.  

VER CONTENIDO: https://www.comares.com/media/comares/files/toc-158265.pdf

lunes, 7 de octubre de 2024

REPORTAJE "20 ANIVERSARIO DE LA RDA" (1969), EN EL 75 ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN

Filme realizado en la República Democrática Alemana con motivo de su vigésimo aniversario. En él, se busca retratar la grandeza arquitectónica y tecnológica de sus ciudades, empresas y Ejército para la Paz en Europa. Reflejo de ello son las fábricas automatizadas y el nivel de sus trabajadores que han cumplido las fechas de la presente economía planificada. Aquellos logros son celebrados en el Congreso de la República, junto a representantes de 84 países, así como también de partidos comunistas y organizaciones sociales internacionales. Finaliza con una gran marcha por la unidad del pueblo.

domingo, 6 de octubre de 2024

"MONUMENTO A LA AMISTAD BÚLGARA-SOVIÉTICA" EN VARNA, DEL ARQUITECTO KAMEN GORANOV, CON ESCULTURAS DE ALYOSHA KAFEDZHIVSKI Y EVGENI BARUMOV

 

En lo alto de las colinas de la Varna nocturna, suena la Séptima Sinfonía de Shostakovich mientras 180 focos bailan sobre las estoicas caras de hormigón del monumento de la amistad entre dos regímenes a menudo devastados por la guerra.

Los focos iluminaron el enorme monumento de 11.000 personas para que su majestuosidad pudiera verse desde el mar. En el típico estilo grandilocuente de la Bulgaria de la era comunista el Monumento de la Amistad Búlgaro-Soviética fue construido en honor al Ejército Soviético, como símbolo de la amistad entre los dos pueblos. El monumento fue construido en la colina de Turna, un lugar que había sido testigo de su cuota de derramamiento de sangre como campo de batalla donde muchos hombres habían muerto luchando contra el capitalismo y el fascismo. 

Al igual que muchas de las estructuras de la era comunista, el monumento a la amistad es glorioso y coloso a la vez. 305 escalones que se extienden a lo largo de 15 metros forman la “Escalera de los Vencedores” que conduce a la plataforma donde se encuentran 4 soldados de hormigón de 11 metros de altura con un cubo de bronce agrietado que alguna vez sostuvo una llama eterna ahora extinguida. Las letras de bronce a lo largo de las paredes del monumento cuentan la historia de los pueblos búlgaro y ruso, y cómo sus conexiones se han desarrollado a lo largo de los siglos. 

Las figuras que se encuentran en la parte delantera del monumento muestran a cuatro soldados rusos, a la derecha, que acuden al rescate de tres mujeres búlgaras, a la izquierda. Las mujeres llevan regalos de pan y sal, así como la flor nacional de Bulgaria, la rosa. Estas siete estatuas situadas en los laterales miden 11 m de altura. 

En la parte delantera del monumento a la amistad búlgaro-soviética, hoy muy deteriorado y parcialmente desaparecido, se leía en un principio: “Amistad de siglos a siglos”.

Se necesitaron siete meses para construir el símbolo de buena voluntad y más de 27.000 voluntarios. Se transportaron 10.000 toneladas de hormigón y 1.000 toneladas de hierro forjado hasta la ladera, a la que se le regalaron 20.000 árboles recién plantados para acentuar el homenaje. Funcionó y se cuidó hasta 1989 y, como tantos otros de su estilo, ha caído en el desuso, se le ha quitado el bronce, se ha apagado la llama y ahora la música se ha silenciado. 

El arquitecto fue Kamen Goranov y los escultores Alyosha Kafedzhiyski y Evgeni Barumov

sábado, 5 de octubre de 2024

"LOS OFENDIDOS", UN DOCUMENTAL SALVADOREÑO QUE EXPLORA LA RELACIÓN ENTRE MEMORIA E IMPUNIDAD

Título original Los ofendidos
Año 2016
Duración 82 min.
País El Salvador
Dirección Marcela Zamora
Guion Marcela Zamora
Fotografía Alvaro Rodriguez
Sinopsis Este documental pone el foco en la necesidad de reconstruir la memoria histórica a través de testimonios que dan cuenta de los crímenes perpetrados en la guerra civil de El Salvador durante los años 80.

El general David Munguía Payés, ministro de Defensa de El Salvador, entra en la sala.

Allí lo esperan Marcela Zamora y el equipo técnico del documental Los ofendidos, estrenado este jueves en México, en el Festival de documental iberoamericano de la memoria en Morelos.

Con su aire de despiste continuo y falsa tartamudez, el militar se sienta en el borde de un sillón de cuero. Parece tenso. Lleva puesto un uniforme verde de combate. Nadie se camufla una mañana de martes para una entrevista a menos que el disfraz sea el mensaje.

Zamora pone frente a él el “Libro amarillo”, un documento elaborado por el Estado mayor militar y la policía nacional en 1987, en plena guerra civil salvadoreña, y lo deja hablar.

Munguía Payés dice: “Ese libro se comienza a elaborar identificando a aquellas personas que eran consideradas comunistas y dañinas al régimen, las cuales deberían ser capturadas y en algunos casos hasta eliminadas. Yo ni me daba cuenta, andábamos en el terreno, entrábamos y salíamos(…). Lo que estaba sucediendo en la retaguardia no lo sabíamos. No sé cuál es el punto sobre ese libro”.

Zamora lo interrumpe: “¿Le digo cuál es?”.

Munguía Payés titubea. “Para mí no es tanto que haya listas de nombres”, dice, “sino si en realidad se cometieron errores, si algunas de esas personas se persiguieron para ser eliminadas”.

Zamora estalla con esa suavidad firme, sin agresión, que imprime su sello de narradora y, a la vez, de reportera a los documentales que dirige: “El tercer nombre de este libro es Rubén Ignacio Zamora Rivas, mi papá. Lo capturó la policía y lo torturaron durante 33 días”, le dice.

Munguía Payés tartamudea su respuesta después de un silencio incómodo: “Es un episodio muy triste en el marco de la guerra, seguro se dieron esas cosas y cosas peores”.

Es habitual que alguien filme un documental para dialogar con su padre.

Lo es, también, que esa conversación íntima, familiar, privada por definición, una vez proyectada sobre una pantalla, se eleve a la categoría de cuestionamiento generacional. Que sirva para que una hija entienda las decisiones que tomó su padre, especialmente si el padre es uno de los actores principales de la historia del país.

Lo que es menos habitual es que ese diálogo no se base en el conflicto padre-hija y muestre, en cambio, un acuerdo —rápido y del que no estamos acostumbrados a ser testigos— entre ambos, entre las mentes lúcidas de dos generaciones.

Zamora deja que su padre se explique. Llora escuchándolo leer un poema de Roque Dalton. Zamora admira a su padre y su documental trasluce ese amor. Como el que le tiene a cada una de las otras tres víctimas de la tortura, a las que muestra con una empatía tal que no se ahorra en la edición de audio los ruidos ahogados de la emoción que le provoca rememorar la barbarie, por ejemplo, con el médico torturado Juan Romagoza.

La guerra civil de El Salvador fue, como todas las guerras civiles, un espacio para la tortura y la represión. Un partido sangriento que además terminó en empate y amnistía, imposición de olvido e impunidad.

El padre de Marcela Zamora, Rubén, fue líder político de la insurgencia salvadoreña durante la guerra. Y regresó tras varios años de exilio obligado para ser uno de los gestores de los acuerdos de paz. Hizo política. Fue, también, el primer candidato a la presidencia por la izquierda en la posguerra. Aceptó una primera amnistía que no dejaba impunidad y no aceptó la segunda, la que dejó a las víctimas abandonadas, imposibilitadas de acceder a la justicia. Las dejó olvidadas, silenciadas, ofendidas.

Hay víctimas que son un país. Zamora las retrata y su padre las explica sin rabia, porque las entiende. Porque fue víctima. “Lo que tenemos es una amnistía que es inconstitucional, porque amnistías absolutas por delitos de lesa humanidad no existen. Lo que el país necesita es la verdad. Para poder reconciliarse es necesario saber cuál es la verdad, que se reconozcan los hechos para poder perdonarlos”, dice Rubén Zamora, enfrentado en la pantalla —a través del montaje que hace su hija— con la figura de Carlos Eugenio Vides Casanova, jefe máximo de la represión durante la guerra, deportado de los Estados Unidos a El Salvador en abril de 2015, y todavía impune por sus crímenes.

Marcela Zamora hace periodismo documental. Crónica visual de largo aliento. Indaga el pasado para hablar del presente.

Su cámara fue una de las primeras que siguió, en María en tierra de nadie, el viaje de las centroamericanas rumbo a Estados Unidos. Son las víctimas indirectas de la guerra civil y la represión que su nueva película detalla. Es el viaje de quienes dejan a sus hijos solos para buscar un futuro y los entregan, sin querer, a las pandillas que ahora asedian, extorsionan y asesinan a la población.

También denunció la esclavitud en Las muchachas, en el que contó la historia de la mujeres que llegan a la ciudad escapando de la guerra y la pobreza en sus pueblos y, por obligación y supervivencia, también dejan a sus hijos solos y sin oportunidades.

Mostró también que el país es un Cuarto de los huesos salpicado de fosas comunes que llevan abriéndose desde hace más de tres décadas, y en las que los pandilleros no dejan de arrojar cadáveres; o, remontándose al pasado, ha detallado masacres como Las Aradas, que el Estado ya cometía en los años ochenta del siglo pasado.

Su obra recorre la historia de su país desde que nació. Y además, marca una ruta.

Los ofendidos”, dice Zamora, “debe ser un documental para reflexionar sobre la verdad”.

“Para poder perdonar hay que saber a quién perdonar”, agrega. Los torturados y torturadas que entrevista Zamora, lejos de pedir venganza, piden la verdad. Apegada a ciertas reglas de la profesión periodística, Zamora no quiere decirlo en voz alta porque no dice nada en voz alta, pero Los ofendidos no es nada más ni menos que el aporte del género documental a la estocada final contra la impunidad que carcome su país.

Fuente: The New York Times en español

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