martes, 8 de julio de 2025

"Y ENTONCES COMPRENDIÓ", OBRA DEL COMPOSITOR COMUNISTA ITALIANO LUIGI NONO "PARA ERNESTO CHE GUEVARA Y TODOS LOS COMPAÑEROS DE LAS SIERRAS MAESTRAS DEL MUNDO"

"Y ENTONCES COMPRENDIÓ", DE LUIGI NONO

En el arte de Luigi Nono se ha creado paulatinamente una forma musical propia, con la naturalidad biológica de un organismo, incluso se podría decir un género musical, definible, grosso modo, como una cantata para voces (utilizada de diversas maneras, desde la recitación hasta el canto pleno, solista y en coro), asociada primero a sonidos orquestales (y cuyo punto culminante es Il canto sospeso, 1956), luego, a partir de La fabbrica illuminata, 1964, a una intervención cada vez más pronunciada del sonido electrónico […].
 
En esta galería de cantatas (un término que probablemente no le guste a Nono, pues apesta a escolasticismo) un lugar destacado y preeminente pertenece a Y entonces comprendió, compuesta entre octubre de 1969 y enero de 1970, a partir de textos extraídos de: a) un ciclo de poemas de Carlos Franqui; b) la última carta de Ernesto «Che» Guevara; c) del mensaje, también de Guevara, a la Tricontinental, en 1967. La dedicatoria de toda la obra dice precisamente “para Ernesto Che Guevara y todos los compañeros de las Sierras Maestras del mundo”.
 
Como siempre, el compromiso político también está en la base de esta composición de Nono. Y como siempre, hay que tener presente que es solo el punto de partida, la fuerza impulsora que desencadena la invención musical, el contenido histórico y existencial. Y cada artista elige el contenido donde quiere, nadie tiene derecho a cuestionarlo. Lo que cuenta son los resultados. Por cierto, el contenido cuenta tan poco que Nono luego rompió claramente con las ideas del revolucionario sudamericano Carlos Franqui, y se encarga de informarnos de ello. Pero, por supuesto, esto no significa que niegue la obra ni el papel que los poemas de Franqui juegan en ella. La obra es y sigue siendo lo que es. 
 
Se divide en cinco episodios y utiliza los siguientes materiales: a) seis voces femeninas en vivo (tres sopranos y tres recitadoras), que intercambian diversos sonidos y palabras, según esa técnica cada vez más refinada de uso del medio vocal que convierte a Nono en un continuador de la más auténtica tradición musical italiana, y en particular de la veneciana; b) coro en vivo (en el quinto y último episodio); c) cinta magnética continua, alimentada por materiales fonéticos y semánticos de las seis voces (en el segundo episodio, también se utilizan materiales metálicos y electrónicos, y en el quinto, se recurren tres citas de una composición anterior, «Non consumiamo Marx». Esta es la información que proporciona el propio autor. Desde el punto de vista del oyente externo, que necesita saber estas cosas, pero no puede limitarse a ellas para determinar su propia reacción, ¿qué hay de particular en «Y entonces comprendió»? Diría que una sensación de libertad artística. A pesar de la habitual y férrea presencia del «compromiso», parece que en esta obra el músico ha logrado una especie de desapego de los contenidos, una autonomía en su trabajo artístico y compositivo. Libertad artística, o mejor aún, libertad de fantasía. Vea el contenido de los cinco episodios, siempre según las declaraciones del autor: en el primero hay una alegoría mitológica del "Caballo como magia", dado que en Cuba el caballo es el principal símbolo de fuerza energética atribuible al hombre; el segundo exalta la necesidad revolucionaria ("El muro-fusilamiento"); el tercero interpreta el dolor colectivo por la desaparición en un avión durante una tormenta del legendario Camilo Cienfuegos ("Camilo en el aire", "Camilo en el agua"); en el cuarto habla la magia nocturna de la naturaleza ("El sonido en la noche"), y todo se resuelve en el quinto episodio, "La lucha". En otras palabras, quienes consideran el compromiso político como un veneno que corroe el lirismo puro de la obra de arte (y se equivocan, porque el compromiso político nutre, no corroe, la obra de arte, de la misma manera que la pasión amorosa o el sentimiento de la naturaleza), pueden estar tranquilos: de los cinco episodios, solo dos están plena y abiertamente conectados con el deber de la lucha revolucionaria; los demás se abren a contenidos míticos, de pánico y naturales. En particular, el tercer episodio es el que proyecta un color de fantasía ariostiana sobre toda la composición que la hace única en la producción de Nono. El extraordinario episodio de la desaparición del guerrillero Camilo Cienfuegos en el cielo tormentoso, el susurro del viento, el ruido de la naturaleza, la sensación de vuelo sobrenatural, todo esto determina un clima de magia narrativa, ya presagiado en el primer episodio y continuado en el cuarto, que constituye una novedad en la música contemporánea en su conjunto. Camilo Cienfuegos ayuda al hipogrifo de Astolfo y establece una increíble parábola a través de las artes paralelas del verso y el sonido, un arcoíris que se extiende a lo largo de cuatro siglos y medio de cultura.
 
Massimo Mila (tomado del programa del concierto en Venecia, Teatro la Fenice, 23 de octubre de 1977, pp. 75-77)

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