jueves, 1 de febrero de 2024

EXPOSICIÓN EN MADRID "CHAGALL. UN GRITO DE LIBERTAD"

Revolución, de Marc Chagall (1937)

ENTRE LAS OBRAS DE LA EXPOSICIÓN EN FUNDACIÓN MAPFRE SE PUEDEN VER LAS DEDICADAS A LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Marc Chagall ilumina la Fundación Mapfre con la exposición 'Un grito de libertad'

Irrepetible e inclasificable por su inmenso legado, Marc Chagall visita Madrid a través de su arte. La Fundación Mapfre (Paseo de Recoletos, 23) acoge Chagall. Un grito de libertad. Una muestra que nos acerca al genio ruso, que conjugó todos los ismos artísticos del siglo XX y los hizo suyos. Considerado como el padre del modernismo, el pintor cultivó también el expresionismo, el surrealismo y el cubismo. Se inaugura el 2 de febrero y se puede visitar hasta el próximo 5 de mayo.

Con una vida atravesada por las dos guerras mundiales y un exilio, Chagall dejó una obra que transcurrió adherida a la compleja historia del siglo XX. Esta exposición nos muestra el recorrido vital y artístico de Chagall y cómo su pintura representa su idealismo sin condiciones, su inamovible creencia en la paz universal y el firme compromiso sociopolítico que rubrica. La retrospectiva Un grito de libertad, comisariada por Meret Meyer y Ambre Gauthier, viene a Madrid gracias a la colaboración entre La Piscine-Musée d'Art et d'Industrie André Diligent (Roubaix), en Francia, Fundación Mapfre y el Musée National Marc Chagall de Niza.

Chagall nació en 1887 en la ciudad blanca de Vitebsk de una Rusia de zares (la actual Bielorrusia). Se crió en el seno de una familia judía. Pese a la marginación del gueto, logró romper barreras y acceder a una escuela de arte.

A caballo entre dos siglos, se tralada a San Petersburgo, urbe de gran ebullición cultural. De esta fase es Autoportrait (Autorretrato), de 1907. Una obra de acuarela, carboncillo y tinta sobre papel, que se puede contemplar en la exposición de Mapfre.

Pero es su estancia en París, de 1911 a 1914, la experiencia que marca sus pasos al tomar contacto con las vanguardias de un París de Pablo Picasso. En la ciudad del Sena, bohemia y moderna, también conoció al matrimonio Delaunay, Sonia y Robert, rusos nacionalizados franceses artífices del arte abstracto. Sonia, diseñadora y artista, fue pionera del Orfismo, una incipiente corriente que exploraba formas y colores.

De regreso a su tierra natal, el artista se confina atrapado por el estallido de la Primera Guerra Mundial y de la Revolución Rusa. El pintor se involucrará de forma activa en la Rusia post imperial que nace tras la revolución y en 1918 es nombrado Comisario de las Artes en su natal Vitebsk.

Su familia, la tradición de su comunidad judía, la religión y la guerra constituyen la columna vertebral de inspiración de un Chagall testigo de su tiempo. Lo vemos en pinturas como Revolución, de 1937; La guerra, 1943; Campesino ruso/El hombre con La Torá en la nieve, de 1930; y Judío con Torá, de 1940. Más ejemplos: Resistencia (1937-1948); Resurrección (1937-1948); La caída del ángel, de 1934; y Jerusalén (1932-1937).

Encarnación del desarraigo y de la migración, el artista transitó por el mundo al albur de las convulsiones de su siglo. Pasó por Alemania, llegó a Palestina y viajó de Estados Unidos a México, hasta instalarse junto al Mediterráneo. Murió en Francia a los 97 años.

Fuente: Informalia

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