sábado, 23 de diciembre de 2023

"VIDEOGRAMAS DE UNA REVOLUCIÓN", DE HARUN FAROUCKI, EN EL 34 ANIVERSARIO DEL GOLPE DE ESTADO CONTRA LA RUMANÍA SOCIALISTA

Título original: Videogramme einer Revolution
Año: 1992
Duración: 106 min.
País: Alemania
Dirección: Harun Farocki, Andrei Ujica
Guion: Harun Farocki, Andrei Ujica
Sinopsis: El legado del cineasta alemán Harun Farocki (1944-2014) como ensayista y sobre todo como pensador del sentido político de las imágenes puede estar bien representado en esta película que reconstruye la caída del régimen socialista en Rumania encabezada por Nicolae Ceausescu. El formato en video sirve como comentario formal frente a un proceso social que fue grabado y televisado a todo el mundo, desde las primeras escaramuzas contra el régimen hasta el patíbulo final del gobernante junto a su mujer. Farocki construye el relato describiendo el sentido estratégico y la textura de las imágenes, compuestas por registros de distinta naturaleza, como un mosaico donde los pliegues de la ideología quedan a simple vista.

Realizado en 1992, dirigido por Harun Farocki y Andrei Ujica, “Videogramas de una revolución” es la descripción de los eventos ocurridos entre el 19 y 25 de diciembre de 1989 en Rumania. La originalidad de este documental histórico reside en que está realizado con imágenes filmadas en esos días por operadores de cámara profesionales y amateurs. Se trata de un collage de imágenes de distintas procedencias, comentadas en algunos momentos por una voz en off, que consiguen que nos hagamos una idea de los momentos de nervios e incertidumbre que se vivieron en Rumania en esas fechas, en la que ha sido considerada una de las primeras revoluciones emitidas por televisión.

A partir de aquí, spoilers a mansalva.

Los primeros minutos del film transcurren en Timisoara: se inician con el mensaje de una trabajadora herida, acusando a la Securitate de haberle disparado y detenido, y apoyando a los jóvenes que se están manifestando en la Plaza de la Ópera por la revolución contra el comunismo. En un principio las manifestaciones en Timisoara estaban motivadas por la decisión del Gobierno rumano de expulsar al pastor Laszlo Tokes de la ciudad por unas críticas emitidas hacia el régimen comunista en la prensa internacional. Esta muestra de apoyo al pastor enseguida se convirtió en una manifestación contra el Gobierno comunista que provocó la participación de la policía local, la Securitate y las fuerzas armadas, cuyas intervenciones se saldaron con decenas de heridos y muertos.

Fuente: youtube.com

A continuación, las imágenes se mudan a Bucarest. Como los eventos de Timisoara le pillaron de gira por Irán, Nicolae Ceausescu convoca una gran manifestación en la capital el 21 de diciembre para mostrar la fuerza del régimen y buscar el restablecimiento del orden. A mediodía, Ceausescu se dirige al pueblo desde el balcón de la sede del Comité Central del Partido Comunista Rumano, así como ha hecho muchas veces a lo largo de los últimos 25 años. La guinda de su discurso: a partir del 1 de enero, el salario mínimo pasará a ser 2.200 lei, frente a los 2.000 lei de ese momento. Pero esta vez las cosas no salen según planeado: tras un minuto su discurso cesa, pasan cosas fuera de cámara, que prácticamente sólo enfoca a Ceausescu: éste levanta la vista al cielo, reinicia e interrumpe varias veces su discurso; la multitud se exalta, una voz fuera de cámara advierte de que se oyen disparos. Alguien se acerca a Ceausescu y le dice que están entrando en el edificio. Se corta la imagen y luego la cámara enfoca al cielo. Más adelante, parece que las cosas se tranquilizan y el Conducător puede seguir con su perorata y dar la noticia sobre el salario mínimo. Sería su último discurso.    

La transmisión del evento concluye en la televisión nacional. Los políticos abandonan el balcón, pero el público se queda. A partir de aquí, varias grabaciones de videoaficionados van mostrando el desarrollo de los acontecimientos: cada vez se junta más gente en el centro de la ciudad, se oyen cánticos de “queremos elecciones libres” y de apoyo a Timisoara. Cae la noche, la multitud no se disgrega y en un momento dado se empieza a cantar el “Deșteaptă-te române!”, que en la actualidad es el himno nacional de Rumania.

Fuente: decembrie89.ro

El 22 de diciembre, el noticiario de la televisión anuncia que el ministro de las Fuerzas Armadas ha sido acusado de traición y al haber sido descubierto se suicidó. En el centro de la ciudad los manifestantes siguen en pie, apenas contenidos por los tanques de los militares. Hay dos puntos de interés para los manifestantes: la sede del Comité Central del PCR, a la que varios de los manifestantes acceden, incluido el balcón desde Ceausescu se dirigía al pueblo 24 horas atrás. Se tiran libros y panfletos desde el balcón. Mientras, en el techo del edificio, se escuchan las hélices de un helicóptero: el matrimonio Ceausescu ha decidido abandonar el país.    

Fuente: decembrie89.ro

El otro centro de interés de los manifestantes es el edificio de la televisión rumana. El mensaje es claro: para obtener el poder político, es necesario controlar el principal medio de comunicación de masas. Un grupo de manifestantes se reúne con el director de la TVR y los espectadores vamos asistiendo a las negociaciones entre los oficiales del régimen y los manifestantes excitados. Estos últimos logran acceder a uno de los estudios y emiten una primera declaración: el pueblo rumano anuncia que el dictador ha huido y que se inicia una nueva era en el país. Tienen el apoyo del ejército y hacen una llamada a la no-violencia entre los manifestantes y los militares.

Fuente: ziarulmetropolis.ro

Mientras, en la sede del Comité Central, el primer ministro comunista, Constantin Dascalescu, anuncia la dimisión de su gobierno ante la multitud. Tiene que hacerlo dos veces, porque la televisión aún no estaba preparada para emitirlo. Problemas del directo.

Fuente: decembrie89.ro

En las siguientes escenas del documental empiezan a aparecer algunas figuras que ocuparían papeles destacados en la Rumania post-revolucionaria: Petre Roman, Ion Iliescu, Mircea Dinescu, Ion Caramitru, Dumitru Mazilu y otros.

En las siguientes escenas se tratan varios temas, el más urgente parece ser la necesidad de darle forma al Consejo del Frente de Salvación Nacional para dirigir el país hasta las elecciones que van a instaurar la democracia en Rumania. Muchas discusiones tienen lugar delante de las cámaras: cuál ha de ser el nombre del Consejo, el nuevo nombre del país (Rumania a secas), su nueva bandera (los mismos tres colores pero sin el escudo comunista), la fecha de las primeras elecciones etc. También vemos a Nicu Ceausescu, el hijo del dictador, ante las cámaras del estudio de TVR para que el pueblo sepa que ha sido arrestado y va a ser juzgado.

Nicolae y Elena Ceausescu ante el tribunal militar. Fuente: decembrie89.ro

El 24 de diciembre se cantan villancicos en la televisión, todos los participantes están muy emocionados. El día 25 hay una gran expectación ante un comunicado oficial: los Ceausescu han sido detenidos y han sido juzgados ante un tribunal militar extraordinario en Targoviste. Se les ha acusado de 6 delitos, entre ellos el genocidio de más de 60.000 personas, enriquecimiento ilegal e intento de fuga del país. Los culpables han sido condenados a muerte por el Tribunal y la sentencia se ha cumplido. Las imágenes se mostrarán en el telediario de la tarde y nos enseñan, sin sonido, cómo los Ceausescu salen de un tanque, se les hace un examen médico y se les lleva ante el tribunal especial. Este tribunal les declara culpables de las acusaciones a las que se enfrentan y les condena a muerte sin posibilidad de recurrir la sentencia. Instantes después los detenidos son fusilados y sus cadáveres mostrados en televisión.  

El documental se puede ver en YouTube con subtítulos en castellano.

Fuente: Rumaniando

2 comentarios:

Julio Tuñón dijo...

Magnífico documental, vi otros pero no como este, lo que no cabe duda de que lo sucedido fue todo organizado por los EE.UU. a través de la CIA, independientemente de que el matrimonio Ceausescu eran revisionistas tampoco Rumanía era el socialismo científico al cien por cien, pero era respetado. Lo que no acabo de entender es ese movimiento en la plaza, con tantas decenas de miles de personas vitoreando al líder y en un momento dado, estas se transforman en una antirrevolución llegando a lo que sucedió al final con un juicio falso compuesto por militares traidores al servicio de la CIA, en el tiempo, después del triunfo de la revolución y ejecutados el matrimonio se demostró que la fosa común en Timisioara fue falsa, en dode los contrarrevolucionarios dijeron que había 4.630 cuerpos asesinados por balas, cadáveres mutilados por bayonetas y torturados. Muchos de ellos eran niños, enterrados con sus juguetes. Era falso, y esto era una de las acusaciones hacia Ceausescu,. Pienso que el revisionismo acabó con la revolución socialista en Rumania y con ella lo que vivimos en ese año, la historia socialista lo dice en sus escritos, un país nunca puede caer en ese cáncer del revisionismo y oportunismo, así como el trotskismo, porque tarde o temprano un país socialista cabara su propia tumba.

Julio Tuñón dijo...

Quiero apuntalar también que en ese golpe fascista a través del ejército y de la URSS también participó Hungria, el ejército tenía una historia en el cual también participo al lado de los alemanes y la pequeña burguesía afincada también en Hungria planifico tambien desde este país el derrocamiento de Ceausescu en donde luego toma el poder esbirros del Partido Comunista de Rumania, fieles a los traidores de Moscú. etc. etc.