viernes, 17 de noviembre de 2023

"QUINCE CANCIONES CAMPESINAS HÚNGARAS", DE BELA BARTOK

«Quince canciones campesinas húngaras» de Bela Bartók

Las «Quince canciones campesinas húngaras» para piano de Bartók son la última serie de las muchas piezas folclóricas escritas por el compositor húngaro. Fueron compuestas entre 1914 y 1918, unos años que, debido a la guerra, fueron de aislamiento y dolor.  

Bartók descubrió muy pronto el valor intrínseco de la voz del pueblo por medio de su música. La honestidad y coherencia de la vida en las aldeas, diametralmente opuesta a la sobrevivencia en las grandes ciudades, dejó profunda huella en este hombre que conocía muy bien la capacidad destructiva civilizadora; por ello llegó a decir al final de su vida que "los días más hermosos de la vida fueron los que pasé en las aldeas, entre los campesinos",

El compositor húngaro inició sus investigaciones etnomusicológicas en 1905 cuando contaba con 24 años de edad, grabando y anotando las melodías que los "árboles de canciones"; es decir, los campesinos que conocían mejor las antiguas melodías, le entonaban en su fonógrafo Edison. Al final de su vida, cuatro décadas más tarde, Bartók había recogido más de 32 mil melodías folklóricas y populares, divididas entre melodías originales con una antigüedad que podía remontarse a la Edad Media, y variaciones de éstas, de tiempos más recientes y en número mucho mayor.

"El tiempo empleado en este tipo de trabajo —anota Bartók— fue el más hermoso periodo de mi vida y que no lo cambiaría por ninguna otra cosa del mundo, ha sido el trabajo más bello, en el sentido más alto de la palabra, porque a través del mismo pude observar las manifestaciones artísticas de un ordenamiento social todavía orgánico, sí, pero en vías ya de extinción.

Gyorgy Lukács (1885-1971), el célebre pensador marxista, escribe sobre Bartók: "La contradicción inconciliable entre el campesino que vive una vida natural y el hombre moderno deformado y alienado le proporciona (a Bartók) el punto de partida para la búsqueda de una solución del problema de la realización de una vida "humanizada" del hombre de hoy... (Bartók) veía en los campesinos una fuerza natural, y justamente por ello pudo tener la mejor parte artísticamente, tanto en la crítica como en la influencia positiva ejercida sobre el tipo humano artificioso, alienado, creado por el desenvolvimiento del capitalismo contemporáneo".

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