El osario
Pablo Picasso
1945
Oleo y carboncillo sobre lienzo
199,8 x 250,1 cm
Museum of
Modern Art, Nueva York
El osario se
exhibió en la importante exposición “Arte y Resistencia” promovida por los
comunistas y celebrada en el Museo de Arte Moderno de París en febrero-marzo de
1946. Allí el cuadro de Picasso, con su referencia a la muerte, el sacrificio y
el renacimiento, fue considerado epítome del arte bueno, comprometido
políticamente. A su vez, Picasso donó el cuadro a una organización benéfica
dirigida por los comunistas en pro de los excombatientes de la Resistencia
francesa. Aunque el estilo artístico de Picasso difícilmente podría calificarse
de realista socialista, el estilo fomentado por el Partido, para éste el valor
de Picasso residía no tanto en su estilo como en su prestigio como pintor, por
su capacidad especial de hacer accesible el gran arte a las masas. Dicho esto, El osario tenía una indudable carga
política que se proponía enfrentar al público con la realidad de la época, de
forma muy parecida a como lo hizo su Guernica
en 1937. Por contenido y por tono, el cuadro hacía hincapié en el sufrimiento
de los individuos, de una madre y de un niño, y con su limitada paleta de
negros y grises evocaba las imágenes de los noticieros cinematográficos o de la
prensa de la época en sus reportajes sobre los campos de exterminio. Sin
embargo, el cuadro también miraba hacia delante, hacia el renacimiento de la
libertad en forma del hombre militante que levanta su mano a modo de saludo
incluso en los momentos de la muerte.
Fuente: Alyce Mahon.
Surrealismo, Eros y Política. 1938-1968. Alianza Forma
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