En los museos de arte moderno y contemporáneo vivimos el arte y sus
ideas como agentes para la transformación social, partícipes activos en
un entramado de relaciones de escalas múltiples. Por ello, expresamos
nuestra solidaridad con todas las personas afectadas por las políticas
sostenidas de racismo y discriminación en todo el mundo, y deseamos que,
tras el trágico detonante que ha supuesto la muerte de George Floyd,
esta oleada imparable de protestas y manifiestos sirva como definitivo
cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria.
De este modo,
nos sumamos a la infinidad de voces que desde las calles y las
instituciones claman que las vidas negras importan, ahora y siempre, y,
para ello, compartimos la obra del director cubano Santiago Álvarez (La
Habana, Cuba, 1919-1998): NOW! [¡AHORA!]. Concebida como
noticiario para ser proyectado en los cines en 1965, se trata de una de
las denuncias más rotundas de la violencia policial en Estados Unidos
contra la población afroamericana. Álvarez, uno de los inventores del
documental de montaje —“dame dos fotografías, una canción, una moviola y
te daré una película”, afirmaba—, nos muestra una sucesión de
fotografías de la protesta antirracista y su brutal represión en la
década de 1960. Imágenes que tristemente podrían haberse tomado en las
calles de cualquier ciudad estadounidense en esta misma semana. De
fondo, la voz de la cantante de jazz, actriz y activista Lena Horne
(Nueva York, Estados Unidos, 1917-2010), en una canción cuyas palabras
hacemos nuestras: “Ahora es el momento / Ahora es el momento / Vamos, lo
hemos pospuesto lo suficiente / Ahora, no más esperas / No dudes /
Ahora, ahora”.
Asociamos el pronunciamiento contundente y actual
de este corto a la campaña gráfica que el artista argentino Juan Carlos
Romero (1931-2017) impulsó junto con la Red Conceptualismos del Sur en
2009. “Todos somos negros” fue la consigna que confrontó la fatua
celebración del bicentenario de las independencias de México, Argentina y
otros países latinoamericanos, que obviaba la memoria de la más
temprana y radical insurgencia anticolonial: la revolución haitiana.
Aquella campaña recuperaba un pasaje de la primera constitución de Haití
escrita por Toussaint L'Ouverture, negro liberto, en la que proclama
que “todos los ciudadanos haitianos, de aquí en adelante, serán
conocidos por la denominación genérica de negros”, incluyendo
explícitamente a mujeres blancas, alemanes y polacos, y en cambio
excluyendo a quienes fuesen o hubiesen sido dueños de esclavos. A
principios del siglo XIX, ya postulaba la condición de “negro” como
denominación política y cultural, desobedeciendo categorías raciales o
biológicas.
Fuente: Museo Reina Sofia
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