Tras la caída de la URSS una gran cantidad de antaño poderosas instalaciones militares y científicas perdieron su vigencia y quedaron olvidadas. Los más peligrosos y secretos fueron conservados y evacuados inmediatamente, pero muchos otros simplemente quedaron abandonados. Ahora algunas de ellas se han convertido en una especie de Meca para los exploradores, en centros turísticos cuya visita conlleva un gran riesgo.
Mina de fosforita de Lopatinski, afueras de Moscú
El yacimiento de fosforita de Lopatinski, a 90 kilómetros de Moscú, era el más importante de Europa. En los años 30 comenzó a explotarse activamente en explotación abierta. En la cantera de Lopatinski se utilizaron todos los tipos de excavadora de pala múltiple, desde las que se desplazaban por raíles, con gusano, o las que se movían utilizando puntos de apoyo. Era una explotación gigante con su propio tren. Después de 1993 el yacimiento se cerró abandonándose ahí toda la valiosa maquinaria.
La extracción de fosforita dio lugar a la aparición de un paisaje extraterrestre. Las largas y profundas ranuras de las canteras están, en su mayor parte, inundadas. Se alternan con altos bancales de arena que se convierten en llanuras de arena planas, en dunas negras, blancas y rojizas o en bosques de pino con filas rectas de pinos replantados.
Las excavadoras gigantes, conocidas como “abzetser”, recuerdan a naves extraterrestres oxidándose sobre la arena a cielo abierto. Todo esto convierte a las canteras de Lopatinski en un parque natural tecnológico muy particular, al que cada vez peregrinan más los turistas.
Refugio para submarinos Balaklava, Crimea
Fuente: shutterstock / legion media
En 1953, en la bahía de la ciudad de Balaklava (Crimea), comenzó la construcción de unas instalaciones subterráneas antiatómicas secretas de primera categoría en cuanto a resistencia (capaces de aguantar un impacto directo de una bomba de 100 kilotones). El refugio para submarinos estaba destinado a la protección, reparación y armamento de submarinos medios y pequeños.
El complejo ocupa unos 15.000 m². El espesor de la roca natural sobre la construcción subterránea alcanza los 126 metros. Bajo las bóvedas del refugio podrían aparcarse hasta 14 submarinos a la vez.
La base fue abandonada en 1993 tras lo cual los habitantes locales la desmontaron hasta el último tornillo. En 2002 se tomó la decisión de construir sobre las ruinas de la base un museo. Ahora en el antiguo refugio y los territorios adyacentes forman parte del complejo de museos de la marina militar Balaklava que está abierto para visitas turísticas.
El pozo superprofundo de Kola, Múrmansk
Fuente: Ria Novosti
Con 12.262 metros, se trata del pozo más profundo del mundo. Se encuentra en el óblast de Múrmansk a 10 kilómetros al oeste de la ciudad de Zapoliarni. Fue perforado en la parte nororiental del escudo báltico con fines exclusivamente científicos en el lugar donde el extremo inferior de la corteza terrestre se encuentra más cerca de la superficie terrestre.
En los mejores años del pozo superprofundo de Kola trabajaban 16 investigadores de laboratorio. En el pozo se realizaron muchos descubrimientos interesantes, como por ejemplo que la Tierra había surgido 1.500 millones de años antes de lo que se suponía.
En el fondo, donde se consideraba que no había y no podía haber material orgánico, se descubrieron 14 tipos de microorganismos fosilizados, la edad de las capas más profundas superaba los 2.800 millones de años.
En 2008 estas instalaciones fueron abandonadas, los equipos se desmontaron y el edificio comenzó a desmoronarse. En 2010 el pozo seguía conservado y se estaba empezando a derrumbar poco a poco.
Sin embargo el pozo abandonado con su laboratorio se ha convertido en una especie de meca para los exploradores. El pozo superprofundo de Kola está asociado a un gran número de leyendas poco probables sobre el Pozo del infierno de cuyo fondo surgen los gritos de los pecadores y de taladros que se derriten por las llamas del infierno.
El complejo de radio polivalente Sura, Nizhni Nóvgorod
Fuente: servicio de prensa
A finales de los años 70 se construyó, junto a la ciudad de Vasilsurka, en la región de Nizhi Nóvgorod, el complejo de radio polivalente Sura como parte del proyecto de investigaciones geofísicas, para influir en la ionosfera terrestre con potentes radiaciones de radio.
Las instalaciones se construyeron como respuesta al proyecto estadounidense HAARP. Los rumores dicen que el objetivo de la construcción del Sura fue un intento por controlar el clima y una preparación para una posible guerra climática.
Además de las antenas, los radares y los transmisores de radio, dentro del complejo Sura también hay un complejo de laboratorios, un bloque de viviendas y una estación eléctrica de transformación especializada. La estación, secreta en su momento, en la que hoy se están haciendo una serie de investigaciones, está tremendamente oxidada y en mal estado, pero el complejo no ha sido abandonado del todo.
Una de las principales líneas de investigación que siguen en el complejo es la investigación de métodos de protección frente a la tecnología y los medios relacionados con las perturbaciones iónicas en la atmósfera de diferente naturaleza. Actualmente la estación funciona tan solo 100 horas al año. Debido a la falta de vigilancia, en el territorio de la estación se cuelan cazadores de metal y amantes de las emociones fuertes.
Un acelerador de partículas abandonado, Protivno, región de Moscú
A finales de los años 80 la Unión Soviética planeó la construcción de un enorme acelerador de partículas elementales.
El Centro de investigaciones científicas de la región de Moscú de Protivno, una ciudad de físicos nucleares, en aquella época era un potente complejos de institutos de física, a donde iban científicos de todo el mundo. Se construyó un túnel circular con una longitud de 21 kilómetros a una profundidad de 60 metros. Actualmente sigue existiendo cerca de Protivno.
En el túnel ya terminado del acelerador se llegó a empezar a traer el equipamiento pero en aquel momento estalló toda una serie de trastornos políticos y el colisionador de hadrones quedó sin terminar. Los institutos de la ciudad de Protivno mantienen el estado de conservación del túnel: un anillo oscuro y vacío bajo tierra.
Fuente: ITAR-TASS
Sigue funcionando el sistema de iluminación y hay una línea de vía estrecha en funcionamiento. Se habían previsto toda una serie de proyectos comerciales, como un parque de atracciones subterráneo o incluso una granja de cría de champiñones.
Sin embargo los científicos no terminan de entregar estas instalaciones, puede que esperen que la situación mejore. A pesar de todo, ante la ausencia de vigilancia, el lugar se ha hecho muy popular entre los aventureros moscovitas.
Fuente: Rusia Hoy
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