Este cementerio es el monumento más impresionante que se ha dedicado a los 670.000 ciudadanos de Leningrado muertos durante el asedio, de 1941 a 1944. Tras soportar el racionamiento progresivo de la comida y la carencia de electricidad, agua y calefacción, cientos de miles de vecinos perecieron víctimas del frío, el hambre y las enfermedades. Los cadáveres hubieron de trasladarse en trineo hasta depósitos estratégicos, desde donde se llevaban a enterrar en enormes cementerios situados a las afueras de la ciudad. Piskarióvskoye fue el mayor de ellos.
El conjunto monumental, realizado por Yevgeni Levinson y Alexandr Vasíliev, se inauguró en 1960 para evocar el XV aniversario del final de la II Guerra Mundial. Dos salones conmemorativos flanquean las escaleras que conducen a la avenida de 300 m que culmina en una gran estatua heroica de bronce dedicada a la Madre Rusia, realizada por Vera Isayeva y Robert Taurit. En los muros posteriores están grabados los versos de Olga Bergholts, superviviente del asedio.
A cada lado de la avenida se levantan 186 túmulos de hierba, coronado cada uno con un bloque de granito en el que se grabó el año de fallecimiento; también se indica por medio de una estrella roja o de una hoz y un martillo, si quienes están enterrados son soldados o civiles.
Fuente: El País-Aguilar
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